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El décimo Capítulo 01
23.01.15 22:34
Bueno lo prometido es deuda, después de tanto tiempo finalmente puedo subir mi segunda serie. Esta vez me fui por algo que a varios le gustaron pero a la vez es una historia mas compleja que Lilith. El décimo lo puedo ubicar en un genero de Distopía ya que contiene una trama mas elaborada. Me gusta jugar con la mente de mis lectores y es así como nace esta extravagante historia.
No escribo sinopsis ya que tendría que revelar mas cosas de lo que lo hace el primer capítulo jaja. Espero le den una oportunidad y me dejen sus comentarios.
No escribo sinopsis ya que tendría que revelar mas cosas de lo que lo hace el primer capítulo jaja. Espero le den una oportunidad y me dejen sus comentarios.
- Capítulo 01 :
- El décimo
Regresión
Capítulo 01Soy el décimo elegido para esta misión, el décimo de una dinastía que ha fracasado durante tanto tiempo que mi apellido ha sido plasmado en los libros de historia para la eternidad. Vivo en una sociedad donde la moralidad ha sido olvidada, donde el pasado fue enterrado bajo las faldas de antiguas ciudades fantasma. Han pasado décadas desde que las plagas atacaron a la humanidad, solo fuimos pocos los afortunados sobrevivientes, por la insignificante suerte de encontrar un refugio lo suficientemente aislado que permitió a mis antiguas generaciones obtener el perdón de un destino final.
No se equivoquen, no deseo la extinción de la humanidad, me alegra el estar vivo. Sin embargo hubiera deseado no haber nacido con este algoritmo genético. Todos los descendientes de mi familia; incluso aquellos que solo conozco por historias que se han vuelto leyenda, hemos tenido una resistencia a aquellas plagas que generaron la decadencia de la humanidad. Nadie sabe la razón, es simplemente lo que es. Y siendo esto, soy considerado un tesoro para la humanidad, después de haber sido aislado durante tantas generaciones soy el único capaz de alcanzar la el otro lado de este planeta en búsqueda de una respuesta para nuestra maldición eterna.
Durante mis primeros 17 años me enseñaron a luchar, me convertí en un guerrero y un salvaje, era la personificación del miedo, era todo lo necesario para combatir al mundo más hostil que pudiese encontrarme ahí afuera. Mi mente se enfocaba solamente en eso, sobrevivir.
Cuando cumplí 17 años se realizó la ceremonia de transferencia sanguínea, eligieron a la mujer con las características más afines para seguir manteniendo mi algoritmo genético para que pudiese procrear un hijo mío. No fue amor o sexo, simplemente procreación. Nunca vi su diminuto cuerpo, era mi sucesor y le esperaba la misma vida que a mí, ellos no se molestaban en darnos un nombre simplemente se nos otorgaba el número de generación que éramos y nuestro apellido. Nueve meses pasan, y después de que me informan que mi sucesor ha nacido con bienestar debo prepararme pues saldré al mundo y enfrentaré a mi destino.
Dentro del refugio es importante mantener el tiempo, es importante que contabilicemos y que no perdamos la esperanza de algún día encontrar nuestro regreso al mundo, la esperanza de encontrar otros refugios que permita unificar a la raza humana y poder salir a la superficie de nueva cuenta, sin embargo yo no llevo nada de eso. Llevo una mochila con nada más que lo esencial. Me preparo y cruzo el puente que me guiará a la primera ciudad fantasma que debo visitar, una ciudad en la que no encontraré absolutamente nada.
En realidad no he encontrado nada en los últimos dos años, pues es el tiempo que llevo fuera de mi hogar. No lo extraño pues no tengo a nadie a quien extrañar y ellos se aseguraron de ello. Me encuentro en un mundo vacío, un mundo que fue retomado por la naturaleza, los animales no conocen la sed de sangre de los humanos, lo que me permite cazar fácilmente.
Hoy me encuentro en el occidente, no hay ninguna referencia ya que solamente me he detenido en las orillas de un lago para descansar. De pronto escucho un ruido que proviene de algunos árboles en las orillas de aquel lago. No pongo atención hasta que mis ojos ven algo que no he visto en dos años, aunque en mi cuerpo parece más tiempo.
Una joven con los cabellos dorados se encuentra oculta entre los árboles, alcanzo a ver que lleva poca ropa, lo indispensable para cubrir sus partes más íntimas, llevaba unas sandalias hechas a mano y un brazalete de lo que parecía ser zafiro. ¿Una tribu de aborígenes podría ser? Intenté levantarme rápidamente para dirigirme a ella y asegurarme que mi mente no estuviera jugando un macabro juego, sin embargo cuando vio mi movimiento ella se empezó a alejar aún más. Volteaba a ver en ocasiones dibujando una sonrisa en su rostro y adentrándose más en el bosque.
No dudé, tenía que alcanzarla ya que podía lidiar con cualquier cosa que me presentara esta vida.
– ¡Detente! – No se detuvo
– ¡Te he dicho que te detengas! – Parecía que no me lo dejaría nada fácil.
Ajusté mi mochila y empecé a correr, tenía que alcanzarla y ver quien era y si había más como ella. Sin embargo la chica empezó a correr en el bosque, parecía tan ágil a pesar de no tener la ropa adecuada, pronto me acerque a ella pero se mezclaba en el panorama lo que me obligaba a cambiar el ritmo. Atravesó una pared de densas hojas lo que no permitían ver al otro lado. Por fin había alcanzado el lugar donde se refugiaba. No lo pensé, si alguien me atacaría debería de atacar yo primero. Desenfundé mi cuchillo y atravesé con fuerza aquella pared de hojas y plantas.
– ¡¿Qué dem…?! – Empecé a caer, me encontraba en la orilla de un acantilado y había caído por completo.
Perdí la conciencia, no soñé. Empecé a sentir como mis ojos se empezaron a abrir, mi instinto de sobrevivencia me había salvado de nueva cuenta, empecé a abrir los ojos poco a poco. Pude ver un techo completamente blanco, en realidad todas las paredes eran blancas a mí alrededor. Estaba acostado pero no podía moverme. Entonces escuché una voz.
– ¿Qué tal te encuentras número diez? – Era un hombre trajeado, unos gruesos lentes y una mirada de muy pocos amigos, no parecía que fuese de mi hogar ni conocido de aquella aborigen
¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre? –
– Al parecer has sufrido otro episodio número diez. Es una pena, pensé que tú eras el elegido para recibir este suero que revolucionará al mundo entero.
– ¡¿De que estas hablando maldito?! –
– No te preocupes, te vamos a reiniciar. Todo estará muy bien – Aquel hombre se acercó a mí con una sonrisa para luego dirigirse a la puerta de la habitación.
– ¡Espera! ¡Déjame ir! ¡Mi pueblo me necesita! – Entraron dos hombres vestidos totalmente de blanco, parecían aliados al que se acababa de retirar. Di batalla, pelee pero fue inútil, mis ojos se empezaron a cerrar de nueva cuenta quedándome totalmente inconsciente. Solo fue un mal sueño, un sueño… solamente eso, un sueño.
Despierto y estoy a las orillas de aquel hermoso lago, recuerdo que tomé un pequeño descanso en este lugar, estoy solo aquí. Mi aventura comenzó hace mucho tiempo, una aventura para la que he sido preparado durante toda mi vida.
Soy el décimo elegido para esta misión, el décimo de una dinastía que ha fracasado durante tanto tiempo que mi apellido ha sido plasmado en los libros de historia para la eternidad…
Me pongo de pie a las orillas del lago y respiro profundamente, he comenzado mi misión hace mucho tiempo pero no he podido llevar resultados a mi pueblo, ellos deben estar preocupados ya que mi único medio de comunicación con ellos lo perdí hace ocho meses a las afueras de un monumento de la antigua humana, se dice que era una de las ciudades más prominentes o al menos eso recuerdo haber leído en mis placas de historia. Decido caminar a lo largo del lago, he estado en muchos lugares pero este en particular parece demasiado perfecto y simétrico, un circulo de alrededor de un kilómetro de diámetro. Las piedras están en una posición perfecta separadas por la misma distancia, ninguna de ellas estaba encima de su compañera. Había visto creaciones maravillosas de la naturaleza durante estos años pero dentro de su belleza radicaba la imperfección… Esto era, algo completamente diferente.
Empiezo a recorrer la orilla del lago y encuentro algo extraño, una de las piedras no coincide con las demás, esta tiene un color obscuro el cual resalta fácilmente de sus vecinas, me arrodillo y saco mi cuchillo. El cual me ha acompañado durante toda mi travesía, tiene diferentes marcas pero es mi bien más preciado, frecuentemente me veo disfrutando los sonidos de su metal chocando contra diferentes rocas para conservar su filo. Acerco el filo de manera vertical en dirección a la roca para tentar tu dureza.
– ¡BASTA! –
Una voz se escuchó detrás de mí y rápidamente me di media vuelta con cuchillo en mano, tome la posición de ataque, sigiloso y letal, no tenía punto de comparación. Según los sabios de mi pueblo soy el elegido con más habilidades, pues con tan solo seis años ya dominaba el arte de la arquería, a los 8 vencí a cualquier oponente con una espada, cuchillo o catana en mano. Cuando di la vuelta mis ojos se impactaron con una extraña visión.
– Y tú… ¿Quién eres? – Ante mí se encontraba un niño pequeño con cabello ondulado, tan amarillo como el sol, una piel blanca. Llevaba solamente un short y sin ningún tipo de protección en los pies. Calculaba aproximadamente siete años de edad.
– Si haces eso, te van a reiniciar de nuevo… –
– ¿A qué te refieres con eso? ¿Quién eres tú? – Dude por un instante, esas palabras retumbaron mi cabeza pero para esto me había funcionado mi entrenamiento, finalmente había logrado mi cometido, otro habitante en este planeta estaba pisando suelo muerto, un lugar que solo y aquellos con mi línea sanguínea eran capaces de pisar.
Con un rápido movimiento solté mi cuchillo y me abalancé sobre el pequeño para poder tomarlo entre mis manos, pero caí sobre el suelo casi de manera instantánea pues me esquivó prediciendo mi movimiento.
– A caso… ¿No te gusta vivir aquí? ¿Por qué te opones tanto? – Escuche la voz del niño a mi izquierda y mi cuerpo se levantó casi de inmediato cuando escuche el leve sonido que hacían sus pies mientras huía con dirección al bosque.
Corría como una gacela, de las más rápidas que me había tocado cazar, mis ´pisadas eran pesadas mientras que las de él parecían unas ligeras plumas que se deslizaban sobre el inestable suelo del bosque. Recordé por un momento como el cuchillo yacía a las orillas del lago, mi memoria era perfecta no me costaría mucho encontrarlo, pero era más importante atrapar a ese niño. Me deshice de mi mochila aligerando mi espalda y empecé a correr llevando los músculos de mis piernas al límite.
– ¡Deja de seguirme! –
– ¡Detente maldición! –
A la izquierda apareció una enorme columna, tan grande como el tronco de un Álamo, pero hecha por completo de un metal extraño. Mis ojos no alanzaban a ver el final del mismo el cual se extendía por los cielos. No puse mucha atención pues él era más importante.
– ¡Detente! ¡No te haré daño! ¡Yo solo quiero…! – Me sacó una ventaja de aproximadamente treinta metros, se adentraba rápidamente en lo más profundo del bosque, en donde no llagaba casi la luz pues los densos arboles empezaban a cubrir cada rayo existente.
– ¡Detente maldición! –
De pronto el niño se paró en seco, al umbral de un enorme árbol. Sus pies estaban sobre una de las raíces salidas volteándome a ver, contemplaba como me acercaba a él. Unos ojos de resignación pues seguramente estaba cansado, era más fuerte, más capaz, un pequeño avance en mi misión.
– Tú no estás listo… lo siento –
De pronto a un par de metros de poder atraparlo entre mis manos tropiezo y caigo de lleno al suelo. No puedo mover la pierna, me la he quebrado.
– ¡Ha! ¡Maldición! – Llevo mis manos instantáneamente a mis piernas intentando calmar el dolor y es cuando lo veo, tropecé con una piedra negra igual a la que había en el lago, tan misteriosa… tan….
– Te dije que no tocaras esas piedras… Lo siento… –
El dolor se vuelve insoportable, mi pierna empieza a sangrar. – ¡Ha! ¡Eres un maldito! – Empiezo poco a poco a perder el conocimiento. Hasta que desaparezco del momento y me envuelvo en un extraño sueño.
– Buenos días número diez. ¿Cómo has amanecido? ¿Qué has visto esta vez? –
Una voz me llama, todo esta tan iluminado que me es complicado enfocar correctamente, es una voz de un hombre y está sentado a las orillas de… ¿Mi cama? Él es…
– ¿Quién es usted? –
– Dejemos las estupideces número diez, y dime… ¿Qué viste? –
– No sé de lo que está hablando… – Intento levantarme de mi cama pero algo me jala repentinamente. Estoy amarrado, dos esposas en cada extremidad me atan a la cama y cualquier intento por oponerme a aquel hombre.
– Necesito que me digas que si viste a una mujer. Ella es importante número diez, eres importante para nuestros experimentos… necesito que te concentres.
– ¿Una mujer? Yo no… no sé quién es usted, necesito regresar con mi pueblo y encontrar a ese niño… –
– ¡oh! ¡Un niño! Eso es perfecto número diez – El hombre se levantó de su asiento y dio una vuelta rápida por la habitación arreglando su cabello, era un hombre con unas gafas gruesas, llevaba un traje negro bastante elegante. – Cuéntame más de este niño, ¿Cómo es? ¿Habló contigo?
Este hombre como sabía de ese niño, recuerdo perfectamente cada instante y en ningún momento vi a otra persona que estuviera cerca, corrí por el bosque un largo tiempo persiguiéndolo y fue entonces que tropecé y mi pierna…
– ¡Mi pierna! – llevé mi vista hacia abajo, no me dolía y aunque estaba encadenado parecía que estaba completamente curada. Llevaba un pantalón blanco puesto pero estaba seguro que… no tenía ni un solo daño en ella.
– ¡Concéntrate número diez! , ¡Cuéntame de ese niño! –
Miré aquel hombre, no era de fiar, un hombre que pedía información de una situación que nadie más que yo había visto… esto era muy extraño.
– No recuerdo nada más… –
– ¡Deja de decir estupideces! – El hombre se acercó y me tomó de los brazos agitándome en un par de ocasiones, puedo decir con certeza que él era muy fuerte. Me movió con facilidad.
– ¡No le diré absolutamente nada! –
– ¡Maldición número diez! – El hombre me soltó y se dirigió a la puerta de la extraña y blanca habitación en la que me encontraba. Golpeó con el puño la puerta un par de veces e instantes después llegaron dos corpulentos hombres vestidos totalmente de blanco. – Reinícienlo –
Los dos hombres se acercaron a mí y me empecé a mover desesperadamente en la cama intentando soltar mis ataduras.
– ¡Déjenme en paz malditos! – Ambos hombres me sostuvieron y dominaron quedando completamente tendido en la cama, con la rodilla de uno de ellos en mi cuello mientras que el otro tomaba mi brazo. Sentí un piquete y empecé a dormitar… mis fuerzas acaban rápidamente y en cuestión de segundos todo se tornó en negro…
Últimamente he soñado mucho y he estado muy cansado, me gusta tomar largas siestas a lado de hermosos paisajes.
Despierto y estoy a las orillas de aquel hermoso lago, recuerdo que tomé un pequeño descanso en este lugar, estoy solo aquí. Mi aventura comenzó hace mucho tiempo, una aventura para la que he sido preparado durante toda mi vida.
Soy el décimo elegido para esta misión, el décimo de una dinastía que ha fracasado durante tanto tiempo que mi apellido ha sido plasmado en los libros de historia para la eternidad…
– Veo que has regresado – Una voz de un infante interrumpe mis pensamientos. Un pequeño niño de aproximadamente siete años, solo usaba un pequeño short y sin protección en sus pies, unos risos tan amarillos como el mismo sol… algo de él… me recuerda tanto a…
– Bienvenido de nuevo, décimo –
- InvitadoInvitado
Re: El décimo Capítulo 01
26.01.15 11:41
Hombre! pobre décimo! tanto reseteo definitivamente le va a hacer muy mal jajaja.. me hace acordar a mi cel que lo vivo reiniciando jajaja
Me gusto mucho Don Choco! No fue lo que esperé asi que me tiene bastante atrapada Mas te vale que escribas rápido el segundo capítulo! jajaja ok no.. mejor no presiono porque tiene efecto contrario jajaja
Me gusto mucho Don Choco! No fue lo que esperé asi que me tiene bastante atrapada Mas te vale que escribas rápido el segundo capítulo! jajaja ok no.. mejor no presiono porque tiene efecto contrario jajaja
- InvitadoInvitado
Re: El décimo Capítulo 01
26.01.15 15:42
Jajajaja se que no era lo que esperaban, creo que todos se fueron al punto en el que despertaba y ya se encontraba en un lugar, pero digamos que quiero ir mezclando ambas cosas, tanto el lugar del hombre de traje como el donde se encuentra el chico. xD aunque no puedo decir cual de los dos es real o si ambos o lo son o ninguno tal vez?
- InvitadoInvitado
Re: El décimo Capítulo 01
27.01.15 14:38
jajaja Choco, contigo se puede esperar cualquier cosa ya jajaja
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