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Lilith capítulos
19.11.14 11:50
Atención. Si has llegado a este Tema en particular y no sabes de que trata, bueno... Esta es mi historia y se llama Lilith, sin embargo aquí están publicados solamente capítulos a partir del 04 Si no has leído los demás capítulos te pido que ingreses al siguiente enlace que lleva al tema principal: Lilith Tema Principal
En caso de que hayas seguido la historia desde el principio te doy la bienvenida a este tema, aquí intentaré poner todos los capítulos en comentarios por lo que te pido por que comentes tus opiniones o sugerencias en el tema principal. Y que todo lo use bien ordenado aquí.
Gracias y disfruten la lectura
¡Gracias por leer!
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- Capítulo 04:
- Capítulo 04
Vulpin GreseCuando dejamos el planeta y vi por primera vez ante mis ojos solo aquello que había observado en fotografías me sentí completamente sola, el único sentimiento con el que pude relacionarlo fue cada vez que tenía que mudarme con una nueva familia, ver la cara de completos desconocidos y entender que ellos son los que me cuidarían a partir de ese momento, tenía que aprender a amarlos y ser una buena chica que no causara problemas. Es un sentimiento que no había tenido por mucho tiempo ya que mi madre lo había hecho desaparecer completamente, y aquí estaba en una nave dejando mi querido planeta con un montón de seres extraños.
-¡GIA! – escuche un grito ensordecedor, cuando intenté voltear para ver de qué se trataba solo pude ver el rostro de aquella chica con los cabellos dorados acercándose a mí.
-agh… –
- ¡Grese detente! – aquella chica me tiró al suelo y se contorsionaba en mi cuerpo como si de una gatita se tratase, me abrazaba y decía mi nombre muy lentamente
-Liiiliiith Liiiiilithh –
-Basta pequeña Rawr - Eirik se acercó y tomo a Grese de la ropa arrojándola hacia la pared contraria a aquel gran ventanal, aunque como si fuera una artista de circo cayó con ambos pies sobre la pared para luego dar dos vueltas en el aire y caer exactamente a lado de la otra chica.
-¿Qué fue eso? – Pregunté desconcertada, aunque todos parecían estar bastante familiarizados con la forma de reaccionar pues no parecieron nada asombrados.
-Ella es Grese, del planeta Eurasia y está enamorada de ti –
¿¡Qué!? ¿Cómo que enamorada…? – No puede ser, acabo de dejar el planeta y ya tengo a otra persona enamorada de mí.
- Luego hacen las presentaciones, tenemos un problema mayor, los veo en la sala de estrategia en 20 minutos – Drake interrumpió con un tono malhumorado y salió de la habitación donde nos encontrábamos.
- ¿Siempre es así? – Le pregunté a Eirik ya que es la persona con la que más había interactuado aparte de Drake, aún me daba terror su enorme tamaño pero si no se prestaba atención a eso parecía alguien bastante comprensible.
- No lo tomes de mala manera Lilith, él lleva una gran carga, si no fuera por el todos nosotros hubiéramos muerto hace mucho. Le debemos la vida – Todos los demás guardaron silencio en lo que comprendí como el gran respeto que tenían por Drake, no quise preguntar más en ese momento.
- Lady Lilith por favor acompáñanos, le prestaremos algo de ropa que la tuya se ha destruido – Esta vez me hablaba la otra chica, creo que su nombre era Marozia o es como Drake la llamó cuando estaba en mí habitación, no me había dado cuenta, mi ropa estaba destrozada supongo que todo sucedió cuando Drake y Eirik me detuvieron.
- ¿Lady? ¿Por qué me llamas así? –
- Usted es realeza, debo mostrar mis respetos Lady Lilith –
- Bueno… en realidad no soy… -
- Basta, debe acompañarme, no debo permitir que use una vestimenta tan deplorable como esa – En serio… era tan frustrante, parecía que no podía ganar ninguna discusión con ninguno de ellos. Todos decidían que hacer sin mi consentimiento, sin embargo decidí seguirla a través de un pasillo opuesto a por donde había desaparecido Drake.
- ¡Espera! ¿Tengo que usar esas ridículas ropas que llevan puesto? –
- Haha, por supuesto que no mi Lady, esto fue cosa de Maha –
- ¿Maha? –
- Maha es el anciano que nos acompaña, él es la fuente de sabiduría de nuestro grupo, ya nos presentaremos más adecuadamente pero debemos vestirla rápido ya que Drake nos está esperando –
- Si… lo siento – Tenía tantas preguntas que hacer a todos ellos, a pesar de que era la primera vez que les hablaba podía sentirme lo suficientemente cómoda para poder preguntar, sin embargo esperaría el momento indicado.
En el pasillo que recorríamos llegamos a una puerta la cual se desvaneció en el aire cuando nos acercamos a ella, Marozia entró y yo la seguí intentando ver donde había quedado la puerta pero no estaba, dentro de ella no se encontraba absolutamente nada, era como si entrara en una caja metálica solo había una pequeña ventana donde se podía apreciar el vacío del universo. Marozia se acercó a una esquina y presionó la pared, de la cual se desprendió un cajón con trajes en él.
- Esta será su habitación Lady Lilith, ¿Ve las pequeñas marcas azules en la pared? Si las presiona saldrán los elementos de habitabilidad, su cama, armario y un pequeño escritorio en ese extremo. Le pido que se desnude completamente y se ponga este traje -
-… ¿Me tengo que desnudar frente a ti? –
- No mi Lady, no soy tan fuerte, estaré en el pasillo por si requiere ayuda – Marozia salió de la habitación, supuse que se debía al poder que me había metido en tantos problemas, comprendí que se protegía a sí misma, cuando salió la puerta apareció como por arte de magia dejándome encerrada en aquel cuarto extraño.
- Gracias, enseguida salgo – Me quité toda la ropa y quede desnuda en aquel cuarto, por un instante me sentí como si estuviera en un laboratorio siendo observada y analizada, no fue una sensación placentera por lo que me apresuré a tomar uno de esos trajes. Parecía un traje de buceo, aunque estaba hecho de un material que nunca había sentido antes parecido a la textura de escamas de víbora pero muy suaves al tacto, tenía una gran abertura por la parte de atrás por lo que metí mis pies primero y luego mis brazos, sin embargo el traje me quedaba demasiado grande.
- Disculpa… Creo que no es de mi talla, ¿No tienes uno más chico? – Le intenté decir a Marozia que se encontraba al otro lado de la puerta.
- Enseguida entra a ayudarte –
- ¿Entra? –
La puerta se abrió y para mi sorpresa estaba Grese parada en la puerta, viéndome con una horrible mirada de lujuria, ¿Qué le sucedía a esta chica? Había sentido la mirada de muchos hombres, incluso había visto al número dos y al número cuatro como si estuvieran en celo pero lo de esta chica era ridículo, no disimulaba y miraba mi cuerpo de arriba abajo.
- Tu… ¿Por qué tú? –
- ¡Yo te ayudo princesa! - Grese se movía muy rápido, en un instante se encontraba a mis espaldas mientras que yo intentaba sostener el traje cernido a mi pecho para que no se cayera y dejara ver más de lo necesario
- ¿Qué..qué…? ¡Espera! - Con un movimiento rápido deslizó su dedo a través de mi espalda y de pronto el traje cerro y empezó a ajustarse a mi cuerpo, me quedó perfecto, incluso mis pechos se veían más grandes, estaba preocupada pero no sentía frio ni calor, también era bastante cómodo y flexible. Aunque el color dejaba mucho que desear, nunca he sido una gran fan del negro.
- Gracias… -
- De nada, enseguida me cobro el favor – Sin dejar que dijera más Grase agarro mis pechos por detrás, apretándolos en un par de ocasiones, aunque llevara el traje se sintió casi como si no llevara nada cuando me tocó.
- ¿Qué estás haciendo? ¡Déjame en paz pervertida! –
- ¡Gracias por el pago princesa! – Grese saltó hacia delante de mí y me volteó a ver guiñándome el ojo para luego salir por la puerta, dejándome de nueva cuenta sola en aquel lugar totalmente desconcertada.
- ¿Estas lista mi Lady? – Marozia apareció del pasillo.
- Si… ¿Qué demonios le pasa a esa? ¿Por qué me mira así? – Salí de la habitación y seguí a Marozia, íbamos un poco retrasadas a la junta con Drake
- No puedo hablar por Grese, cuando decida decírselo lo comprenderá, pero debe entender algo Lady Lilith, todos los que nos encontramos en esta nave hemos perdido mucho en esta guerra, hemos sufrido y caído a lo más profundo, todos seguimos por voluntad propia a Drake y creemos que usted es la llave para cambiar el rumbo de esta guerra, nosotros creemos eso y es por eso que la hemos buscado durante diez siglos, sin embargo, tal vez… no, estoy completamente segura que la persona con más deseos de encontrarla es ella.
-No sé qué decir… todo esto es tan desconocido para mi… -
- Llegamos mi Lady, pase por favor –
- Nos encontramos ante otra puerta que desvanecía y entramos, en el cuarto se encontraban tres filas con 4 asientos cada una en forma ascendente y en la parte inferior un espacio vacío donde se encontraba parado Drake. Parecía un cine en miniatura, ya todos se encontraban en la habitación, Marozia y yo nos apresuramos a entrar, ella se sentó y yo a su lado, de pronto, el cuarto se obscureció e inició una proyección tridimensional en medio de la habitación.
- (música de fondo) Nació en un pequeño pueblo llamado Xaine en el gran y poderoso planeta Neoutor, aprendió a utilizar su tele transportación a la edad de solo un siglo de vida, fue llamado genio y aceptado en la academia militar cuando tenía solamente 20 siglos. Galardonado como el Neou más popular entre las galaxias del sector B23 por 10 siglos consecutivos, es el Neou más joven en ascender al rango de capitán luego de eliminar a un Dahaka en una de sus expediciones al cuadrante Z-043, es reconocido como el cuarto capitán más fuerte, con ustedes… (La música empieza a ir más rápido y se escuchan tambores) el grande, poderoso y su líder… ¡FRANC DRAKE¡ (Las luces se encienden)
- ¡Atención mi compañía! ¡Amadeus!
- ¡Presente mi capitán! –
- ¡Maha! -
- ¡Presente mi capitán! -
- ¡Marozia! -
- ¡Presente mi capitán! -
- Grese! -
- ¡Presente mi capitán! -
- ¡Eirik! -
- ¡Presente mi capitán! -
- ¡Lilith! -
- … -
-…- -…- -…- -…- -…-
-…-
- ¡Maldita sea Kanh! Debes decir ¡Presente mi capitán!
- ¡Jamás voy a decir eso maldito! Tu ego es más grande que el universo -
- ¡¿Qué quieres decir con eso?! –
- ¡Que eres un idiota ridículo! –
- ¡Cállate insignificante humana! Ahora voy a tener que empezar todo de nuevo por tu culpa –
- … ¡Ni se te ocurra! –
- Deja de perder el tiempo Lilith, ¡esto es una reunión de emergencia!
- El único que está perdiendo tiempo eres tu… ¡Agh! –
- Ya, ya Drake ¿Por qué no lo dejas pasar por esta ocasión? sabes que si pierde el control no podemos enfrentarla aquí – Eirik intervino…
- ¡Deja de defenderla Eirik! ¡Maldita humana! No tengo otra opción, más te vale responder la próxima vez o voy a ir al asteroide más cercano y te dejaré ahí. –
- Prefiero pudrirme en un asteroide a ver tu estúpido video de nuevo… -
- ¿Qué dijiste maldita? –
- Ya… por favor los dos, tenemos que continuar… -
-…-
- Estúpida Kanh… Bueno, empecemos compañía, Hay algo que me tiene preocupado desde que esta estúpida hizo destrozos en la Tierra. Por favor Maha explícanos un poco más.
- Si, atención todos. Lilith Kanh hija del emperador Kanh, princesa del imperio y encargada de la expansión, fue muerta como resultado de la Gran Guerra de los Tres Círculos hace 100 siglos. Creemos que esta Lilith es la reencarnación número 157 después de su muerte en la gran guerra. Lilith Minsterlow, nacida el 26 de febrero del 2016, criada por Lara Minsterlow luego de que su padre falleciera luchando en una guerra fuera del país. Amante de la música, actitud rebelde y fuerte disposición a meterse en problemas, rendimiento escolar pobre, ha tenido 3 relaciones en parejas las cuales acabaron abruptamente debido a episodios de sus poderes. Actualmente tiene 15 años con 5 meses.
-…- ¿Cómo sabe todo eso de mí? Aunque hay algunas cosas que no encajan…
-Muy bien, gracias Maha, creemos que todo esto es mentira, hay algunas cosas ciertas como su actitud rebelde, se mete en problemas y su estupidez. Sin embargo y la razón por la que nos encontramos en este aprieto es que teníamos información falsa respecto a su nacimiento,
Hay algo que me está preocupando y quiero compartirlo con todos ustedes, hasta hace unas semanas supimos que la reencarnación universal es real, somos los primeros en el universo que la vemos con nuestros propios ojos, nadie más debería saber que Lilith ha renacido, uno de los factores más importantes en la teoría de la reencarnación universal es que si el receptor no recibe un estímulo que despierte su vida pasada entonces no despertaría y seguiría su ciclo de vida normal hasta reencarnar en alguien más. Nosotros buscábamos la reencarnación de Lilith para darle este estímulo y pudiera despertar sus poderes.
Sin embargo hay dos cosas que no encajan, en primer lugar Lilith no nació en esta fecha ¿Cierto?
- Si… no sé cuándo nací, fui abandonada en una iglesia y he vivido en orfanatos hasta que mi madre me adoptó… tampoco tengo padre, ella siempre ha sido soltera –
- Bien, eso quiere decir que la información que Maha obtuvo estaba equivocada, y ustedes saben lo difícil que es que esto suceda. El segundo problema es que Lilith ha presentado episodios casi desde su nacimiento, el día que entre a su habitación para aniquilar a aquel chico es una prueba, ella ha estado en constante estimulación durante toda su vida y nosotros la encontramos hace solamente un año, no hemos intervenido por lo que es imposible que sucediera.
Tenemos una situación delicada que debemos ver cuanto antes con el Gran Rey, ya que las posibilidades empiezan a cerrarse. Si mi teoría es correcta no solo alguien más sabe que Lilith renació si no que la ha estado cultivando para activar su despertar y nosotros acabamos de robarla.
-¿Qué? ¿Significa que alguien me ha vigilado toda mi vida?
- Me temo que esa es mi teoría, y lo peor de todo es que cuando descubra que has desaparecido empezarán a buscarte por todo el universo, aun así han logrado descubrir antes que nosotros que la reencarnación universal existe e incluso han logrado predecir el lugar exacto donde nacerías, cosa que veo casi imposible –
-… ¿Pero quiénes son? –
- No lo sé Lilith, pero tomaron medidas para que no importase quien te buscara solo encontrara un laberinto sin salida, incluso nosotros no íbamos a tomar tu existencia como una posibilidad de que fueras la verdadera Lilith, sin embargo mi grandiosa intuición nos llevó a tu asqueroso planeta y ahora estas a salvo con nosotros.
- … A ver si entendí… Me estás diciendo que la raza más poderosa del universo me está buscando para que me una a ellos y destruya todo a mi paso, fui una rata de laboratorio toda mi vida y ahora quien fuese el que me tenía ahí empezará a perseguirnos, prácticamente si alguien descubre que estoy viva van a querer asesinarme y mi única esperanza de seguir respirando es confiar en un estúpido ególatra y en su banda de fenómenos. ¿Se me escapa algo?
- Hey eso me dolió un poco… -
- Lo siento Eirik –
- Si, eso es lo que estoy diciendo, sin agregar que actualmente eres una bomba de tiempo, no sabemos cuándo cumplirás 16 y cuando lo hagas liberarás todo tu poder, necesitarás aprender a controlarlo. –
- ¡¿Pero qué demonios soy capaz de hacer?! No entiendo cómo puedo ser tan poderosa… además ustedes fueron capaces de detenerme –
- No es del todo cierto, en esa ocasión liberaste una mínima parte de tu poder por lo que te pudimos controlar, cuando tengas tus poderes completos no te puedo asegurar que pasará. Solo sé que necesitaremos una protección extra y mucha ayuda de Grese.
–
-…¿De Grese? – ¿Porqué de ella?
- Así es, ella es la única que ha visto tu verdadera forma, es la más indicada para este trabajo, ella será tu maestra y guardiana -
-… Hay algo que no entiendo, si no puedo controlar mis poderes ¿Cómo es que ustedes no son afectados? Tampoco mi madre fue afectada y pasé muchos años a su lado –
- En cuanto a tu madre…-
- ¿Si? ¿Qué pasa con ella?
- No… no es nada Lilith, seguramente inconscientemente no la afectaste, en cuanto a nosotros, esta es una misión suicida.
- ¿A qué te refieres?
- haha Lilith, te lo dije respecto a aquel chico, su vida se hizo pedazos, es como estar muerto en vida. Cuando aceptamos esta misión sabíamos las consecuencias, estamos listos para enfrentar el desastre, tenemos más resistencia que los humanos pero si somos afectados por ti será nuestro fin.
-… no quiero que eso suceda-
-Entonces entrena duro y aprende a controlar tus poderes o será el fin de todos nosotros…
-…-
Bien siguiente punto en la Agenda, Amadeus ¿Pudiste contactar con el gran rey?
- Si Drake, me comentó que nos dirigiéramos directamente a la zona de aislamiento y que el convocaría a los demás capitanes en ese lugar, al parecer el mismo se presentará en el lugar en caso de que cualquier accidente ocurra –
-Excelente, buen trabajo Amadeus, Marozia fija el rumbo hacia la zona de aislamiento, nos tardaremos cerca de dos semanas en llegar yendo a máxima velocidad –
-¿Por qué no simplemente nos teletransportas como antes? –
- No funciona así, hay ciertas condiciones para que pueda teletransportarme, además solo puedo hacerlo con personas por lo que la nave se quedaría aquí y amo a mi nave –
- Oh entiendo…-
- Bueno si ya no hay preguntas doy por levantada la sesión. Descansen hemos tenido unos días agitados. Marozia te encargo el rumbo.
- Si Drake, enseguida –
Todos se empezaron a retirar de la sala por lo que decidí ir a mi habitación. Quería estar sola ya que no había tenido un tiempo para pensar bien las cosas, todo había sucedido tan rápido. Aún parecía un sueño, agradecía que tuviera una pequeña ventana en mi cuarto para ver el universo y me recordara que esto era real. Cuando llegue a mi cuarto presioné todos los botones azules que me encontré en la pared. Salió una pequeña cama la cual era bastante cómoda, salió un pequeño escritorio con algunos cajones y una silla, el closet con los trajes y una puerta diferente la cual daba a un baño. El baño era exactamente como uno de la tierra. Estaba inspeccionando mi habitación cuando escuche una voz que provenía del pasillo.
- ¿Puedo pasar? –
- He… si adelante – La puerta se abrió y se trataba de Grese.
- Tu… ¡Pervertida! –
- Vengo en son de paz princesa – Grese había cambiado su ropa a un traje similar al mío pero en color rosa, entró a la habitación y se sentó en la silla del escritorio. – Puedes cambiar el color de tu habitación y también de tu ropa ¿sabes? –
- ¿En verdad? –
- Si claro princesa, ¿Ves ese círculo a lado de tu cama? Si lo haces girar todo el ambiente cambia, igual pasa con tu traje, puedes cambiar el color depende de tu humor, yo estoy de humor rosa en este instante hehe, además esta habitación la adaptamos a tu habitabilidad en la Tierra por lo que el baño y todo lo demás es similar -
- Oh eso es muy útil, muchas gracias… -
- Si de nada princesa… Quiero pedirte disculpas por los accidentes de hoy, no fue mi intención molestarte. Es muy difícil para mí detenerme –
- No te preocupes… ¿Pero porque es difícil? ¿Te sucede algo malo? – No lo sabía en ese momento, pero ese ser que se encontraba conmigo en la habitación se convertiría en algo muy preciado para mí.
- Bueno… te lo contaré, solo te pido que no tengas miedo de ti misma – Esas palabras me dejaron angustiada ya que eso es exactamente lo que he hecho desde hace tiempo.
Mi nombre es Vulpin Grese, mi planeta se llamaba Eurasia y tengo 159 siglos de vida. Mi planeta se vio envuelto en el conflicto del Imperio Kanh cuando yo tenía solamente 2 siglos. Nuestra raza siempre se ha caracterizado por tener una gran habilidad para la pelea, somos una raza guerrera ante todo por lo que le éramos de gran utilidad al imperio Kanh. El imperio no toma prisioneros ni obliga a nadie a pelear por él, no porque no pueda hacerlo si no porque no es necesario. Cuando existían planetas de los cuales querían apoderarse te mandaban a ti, o mejor dicho a Lilith Kanh. Ella era un ser al que nadie podía resistirse, dominaba razas enteras con su sola presencia, los esclavizaba con su poder. No importaba el sexo ni raza nadie podía resistirse, muchas veces Lilith Kanh les ofrecía placeres sexuales a aquellos guerreros que demostraran lealtad y gran beneficio al imperio Kanh. El poder que guardas en tu interior es un arma de doble filo, no solo nadie se podrá resistir a ti si no que tu tendrás una necesidad casi fisiológica de ejercer tu poder, de tentar a quien se ponga frente a ti. La Lilith Kanh que yo conocí tuvo cientos de hijos con razas diferentes, sus hijos son más leales que cualquier ser e igual de poderosos.
-… ¡Espera! ¿Me estás diciendo que soy una clase de puta barata del universo? ¡¿Es ese mi poder?! –
- Hahaha creo que es más como si fueras una droga. La droga más letal, pero déjame continuar-
- Lo siento…-
Efectivamente la Lilith Kanh que conocí no podía resistir sus propios impulsos, tenía que tener a alguien a su lado siempre, ella estaba totalmente consumida por su poder; aunque no significa que eso deba pasarte a ti, ella se apoderó de todos en mi planeta o al menos todos los que estábamos en ese momento. Todos caímos en su poder. Te intentaré explicar un poco lo que se siente, es como si tu cuerpo no te perteneciera, si ella te decía que te mataras lo hacías sin dudarlo el solo verla hacía que mi cuerpo ardiera de lujuria, no podía contenerme pero sus órdenes eran absolutas. Es más que enamorarse de alguien, es una necesidad. Eso era ella para todos nosotros. Ella es conocida en todo el universo, incluso después de muerta siguieron las leyendas a su alrededor, no solo por su poder de atracción si no que es verdaderamente terrorífica si necesitaba luchar, podía destruir planetas con su increíble fuerza. No era necesario que lo hiciera muy seguido ya que obedecíamos cualquier cosa que ordenara.
No estoy segura como murió en la Gran Guerra de los Tres Circulos, sin embargo te pregunto.
¿Cómo crees que te sentirías si muere alguien tan preciado como ella?
- No lo sé… solo me lo puedo imaginar con mi madre y me sentiría muy mal –
Por supuesto que lo harías, sin embargo como te dije para nosotros ella era una necesidad fisiológica más que un simple enamoramiento, cuando te falta el aire mueres y lo mismo sucedió con nosotros. Empezó a realizarse un suicidio masivo cuando se extendieron las noticias de su muerte, cientos de razas se extinguieron, muy pocos guerreros fueron alcanzados a ser congelados por el Imperio Kanh para evitar perder guerreros, nadie sobrevivió… a excepción de mí. Creo que hay aún algunas Eurasias que siguen en el universo, los cuales no se encontraban en el planeta en aquel entonces, pero todo mi planeta se extinguió. Yo no quise creer en tu muerte, me pase siglos buscándote, vagando en el universo. Estuve sola por tanto tiempo intentando encontrar una respuesta, no podía volver con mi raza ni con ninguna otra porque eres todo lo que tenía, no sé cómo, no sé si soy más fuerte que los demás o simplemente es suerte pero puedo resistir un poco más, incluso en este instante hablando contigo siento un gran deseo e impulso de desnudarte y hacerte mía pero sé que debo ayudarte. Drake y los demás me encontraron y me dijeron que te estaban buscando por lo que decidí unirme a ellos. Es por eso princesa que te pido que no me odies, yo no deseo causarte dolor, ten misericordia, yo soy tu fiel sirvienta haré cualquier cosa que me pidas, no puedo resistirme simplemente eres todo lo que tengo en mi vida.
Grese se arrodilló en el suelo de mi habitación ante mí, sus manos temblaban intentando controlar sus impulsos, no entiendo mi poder pero se lo que le hace a las personas, lo he visto durante mucho tiempo en aquellos que se obsesionaron conmigo en la Tierra. Se lo que sucede, por lo que ver a alguien luchando por mantenerse tranquila después de siglos de buscarme es algo que simplemente no me puedo imaginar. Me arrodillé junto a Grese y la abracé.
- No te preocupes pequeña gatita, no voy a rechazarte, espero me ayudes a no lastimar a nadie más, eres la única que puede hacerlo, intentaré comprender cuando no puedas resistirte –
- Princesa Lilith… - Grese me abrazó y empezó a llorar en mi hombro, había cargado con tanto durante una eternidad.
Fue entonces que comprendí con la historia de Grese, por primera vez estoy en una familia en la que no solo deben cuidar de mí, no solo debo aparentar ser la niña pequeña que necesita ser rescatada, por primera vez alguien me necesita, alguien me ha estado esperando por más tiempo de él que puedo imaginar, por primera vez yo soy la que tiene que rescatar a todos. Mi pequeña y rara familia.
- Capítulo 05:
- Capítulo 05
Fortaleza Sector Z-042
Pasé los próximos días aprendiendo todo sobre la nave espacial, todo funcionaba automáticamente pero había ciertas cosas que los tripulantes tenían que saber. En total había tres niveles dentro de la nave cada nivel era más chico que el inferior. en donde me encontraba contaba con las habitaciones de todos los integrantes e incluso había algunas que no se utilizaban actualmente, también existían las salas comunes como el mirador donde se encontraba el gran ventanal, el comedor, la sala de estrategia, la enfermería, cuarto de armas y una pequeña sala de máquinas que nunca he aprendido bien cono funciona. Solo sé que dentro de ese cuarto es donde se genera la gravedad dentro de la nave así como la fuente de energía que nos permite viajar. En el segundo piso se encontraba la sala de batalla, era un espacio amplio en donde teníamos que estar todos posicionados en dado caso que hubiera una batalla con alguna otra nave, era importante que estuviéramos ahí ya que si ocurría problemas que tuviésemos que escapar todo el segundo piso podía desprenderse y huir del lugar. En el último piso era muy pequeño y no tuve la oportunidad de verlo hasta tiempo después, era el cuarto del capitán. Drake no lo utilizaba mucho, solamente cuando recibía instrucciones o llegaba información de alto secreto.
Pronto empecé a familiarizarme con todos los de la nave, Amadeus era el más pequeño y por lo regular estaba acompañado de Maha aunque en realidad no sabía muy bien de que hablaban. Eirik y Drake pasaban la mayor parte del tiempo en la sala de estrategia planificando nuestra llegada a lo que han llamado “La Fortaleza”. Mientras yo pasaba mi tiempo haciendo preguntas irrelevantes a Marozia quien parecía ser la que me contestaba sin importar lo tonta que pareciera, también platicaba largo tiempo con Grese ya que deseaba saber más sobre mis poderes y como poder controlarlos, aunque con Grese solo podía platicar cierto tiempo al día porque se ponía muy inestable.
Cuando tenía tiempo libre me gustaba ir a mi cuarto y poner algo de música, debo admitir que tienen una increíble tecnología para poder construirme un espacio tan bueno como ese, gracias a los consejos de Grese había cambiado las texturas de la habitación. Había puesto en el suelo una textura tipo alfombra y una iluminación tenue, había cambiado el color de los muebles a un tipo madera aunque seguía teniendo la consistencia metálica y sobre las paredes intenté encontrar lo más parecido al cielo estrellado que me hubiera encontrado. Me había acostumbrado por completo al traje, en realidad tenía más ventajas de las que había pensado, era muy flexible pero también era una coraza que me protegería en caso de ataques. Decidí cambiar el color a un tono rojo obscuro, algo que se viera bien con mi cabello que lo llevaba por lo general entrenzado, mi cabello era medianamente largo, lo tenía hasta la mitad de mi espalda.
Pensándolo hoy los primeros días pensaba que el espacio era tan tranquilo, parecía que no debía preocuparme por nada ya que todo era tan silencioso, podía cerrar mis ojos y llevarme por la música y aquella imagen de mi ventana.
- Lilith, ¿Puedo pasar? – Se escuchó una voz al otro lado de la puerta.
- Si… ¿Quién es? - La puerta se desvaneció y entró Eirik a la habitación, cuando entraba en habitaciones tan pequeñas debía agacharse para poder pasar a través de la puerta.
- Soy yo Lilith, necesito que vengas con nosotros ya que necesitamos mostrarte algo importante –
- ¿Mostrarme? –
- Si, tomará solo algunos minutos, llevas una semana con nosotros y necesitamos hacer nuestra presentación correctamente, es injusto que sepamos todo de ti pero tú no de nosotros, ¿no crees?
- ¡Sí que lo creo! ¡Venga vamos Eirik! – Eirik solo esbozó una sonrisa y salió de la habitación con dirección al mirador, en el mirador había sillones suficiente para que todos nos sentáramos cómodamente, era un lugar muy transitado por todos en la nave.
Cuando llegamos ya todos se encontraban ahí.
- ¡Princesa! Siéntate a mi lado – Grese se acercó a mí y me tomo de la mano arrastrándome hasta el sillón donde ella se encontraba. Drake se paró de su asiento y se puso enfrente de nosotros, detrás de él daba aquella gran ventana aunque no había una gran vista fuera solo un negro eterno.
- Bueno Lilith, hemos tenido suerte de que no hayas tenido un episodio en estos días, hace un instante pasamos la frontera del Sector Z-042 y en pocos días llegaremos a la Fortaleza –
- Un segundo, ¿no es ese sector donde mataste no sé qué cosa que te convirtió en capitán? –
- Se llama ¡Dahaka! Y es un monstruo terrible, te cagarías en tus pantalones si lo vieras estúpida humana –
- Si, si lo que sea, ¿Vamos a ese lugar? Pensé que teníamos que ir a un sector que no estuviera habitado.
- No, este es el sector 42 y el del Dahaka es el 43, se encuentra dentro de la misma galaxia pero está más alejado, aquí estaremos a salvo además es un lugar abandonado por ambas naciones por lo que no corremos peligro en que descubran lo que planeamos aquí. –
- Oh muy bien, gracias por la explicación niño genio – Con Drake era todo muy diferente, era el único con el que podía sentirme no solo protegida si no poder ser yo misma, me encantaba molestarlo aunque sabía muy poco sobre el aún.
- … Muy bien Lilith, debemos mostrarte algo antes de avanzar más en nuestra misión, no sé si lo habrás notado pero nosotros no somos humanos, ¿no se te hace extraño que luzcamos como tal? –
- Si bueno… sé que me lo mencionaste pero no sabía cómo preguntarlo.
- Bueno, hemos estado utilizando mascaras holográficas todo este tiempo para que te sintieras más cómoda el ver gente de tu misma raza, sin embargo cuando lleguemos a la fortaleza debemos mostrar nuestra verdadera apariencia, es una manera de mostrar respeto a nuestros superiores, es por eso que organizamos este pequeño comité de bienvenida, quiero que todos se presenten y te muestren su verdadera apariencia. ¿Quién quiere ser el primero? – Drake levanto la mirada a toda la tripulación pero nadie se levantó, yo me sentía muy nerviosa, no quería hacerlos sentir mal pero deseaba que nadie fuera extremadamente feo y me causara mucho miedo el verle a la cara.
- Bola de cobardes…-
- Yo… No te asustes princesa, ¿Si? – Grese se levantó del sillón y se puso enfrente de todos para iniciar con las presentaciones, estuve muy atenta pidiendo en mi interior que no fuera un completo monstruo.
- Bien, creo que todos estamos de acuerdo con algo, todas las razas del nivel 03 o superior tenemos dos apariencias, una es nuestra apariencia normal y una es cuando luchamos, es como tu princesa, cuando pierdes el control tus ojos sangran y probablemente surjan mas cambios con el tiempo. Todos nosotros tenemos esa posibilidad de cambiar cuando estamos ante una batalla, no seremos capaces de mostrarte esa forma ya que libera energía y si la liberamos aquí podemos destruir la nave… sin embargo esta es mi apariencia normal – Grese dio un giro de 360 grados como si de una bailarina se tratase y el holograma desapareció, su hermosa cabellera dorada seguía igual, sin embargo en la parte superior de su cabeza salían dos pequeñas orejas como si de un gato se tratase, sus ojos habían cambiado por completo, parecían los de un zorro con tonalidades en rojo y naranja. Su piel era tan blanca como la nieve aunque tenía una ligera capa dorada de vello cubriendo todo su cuerpo, sus labios se tornaron a un color rojo intenso.
- Creo que sabes mi nombre, Vulpin Grese, que no te engañe mi apariencia ya que soy muy fuerte y te protegeré hasta la eternidad mi querida princesa –
- Grese, te vez hermosa, gracias por mostrarme – Le hice una seña con mi mano para que fuera a mi lado, por algún razón Grese se me hacía muy tierna y su imagen reflejaba exactamente lo mismo. Llegó hasta mi lugar y me plantó un beso en los labios.
- ¡Que estás haciendo pervertida! – Al parecer sigue siendo la misma…
- Perdóname princesa, me gusta mucho cuando me felicitas – Grese sonrió y se recostó a mi lado recargando su cabeza en mis piernas.
-Si serás…-
- Yo… soy el siguiente – Amadeus se levantó de su asiento y se dirigió al frente de todos.
- Ham… hola, mi nombre es Fenrir Amadeus, provengo del planeta Edda y soy el encargado de todas las comunicaciones en esta nave, no se pelear muy bien… pero me consideran un genio en la interacción de especies, y esta es mi apariencia. – Amadeus no hizo movimiento alguno simplemente el holograma desapareció. Sus ojos cambiaron, uno se tornó completamente negro y el otro tenía una apariencia muy similar a la de un lobo, negro rodeado de un amarillo intenso, también su piel cambió, se obscureció cubriéndose de una capa de pelaje más intensa que en Grese, con un color gris azulado, sus orejas también salieron de manera puntiaguda como si de un pequeño cachorro se tratara, medía poco más de un metro treinta, parecía un pequeño niño.
- Hum… ¿Por qué uno de tus ojos esta negro? – Supuse que no era normal que eso sucediera, así que pregunte para fingir que no me había impresionado.
- Un accidente hace algunos siglos… no puedo ver nada en mi ojo derecho, ni tampoco escuchar nada en mi oído derecho – Amadeus estiró su mano para acariciar su pequeña oreja.
-oh… lo siento, no sabía - ¿Qué clase de accidente puede tener un niño pequeño?
- No te preocupes Lilith, me alegra que no te asustara. Maha ¿quieres pasar? – Amadeus le preguntó al anciano el cual se puso de píe y caminó hacia adelante mientras el pequeño se sentaba.
- Mi nombre es Ardha Maha del planeta Porban, soy uno de los 6 sabios que ayuda a los Neous – El anciano de pronto empezó a crecer, y apareció ante mí la apariencia más sorprenderte hasta ahora, alcanzo los dos metros de altura, tenía una complexión muy delgada y no tenía ni cabello ni vellos en su cuerpo, sus ojos se tornaron completamente negros y su piel en un azul obscuro. Pareciera que tenía pequeñas grietas entre su piel, casi como si se tratara de un libro muy viejo.
- Mis ojos son así, nada me ha pasado –
- Ha… Entiendo, gracias Maha – No sabía que más decir, me sentía una enana a su lado, pensé que solo Eirik tendría tal altura.
- Bueno supongo que yo soy la siguiente – Marozia se puso de pie y caminó en dirección al mirador mientras el enorme Maha se dirigía a su asiento.
- Bueno, mi nombre es Marozia y no conozco mi nombre familiar, mi planeta se encuentra en el conglomerado norte del Impero Kanh
- ¡¿Qué?! ¡¿Tú también eres del Imperio Kanh?! Pero… ¿Qué haces aquí? ¿Eres mi familia? – No pude evitarlo, hasta ahora me han hecho temer al Imperio Kanh pero ¿estamos viajando con alguien de ahí? Marozia no dijo nada y Drake intervino.
- Que corta eres de mente, mejor cierra la maldita boca y ni se te ocurra insultar a Marozia –
- No era mi intención…- Me sentí realmente mal pues no pude lograrlo, tuve que hacer sentir mal a uno de ellos.
-No se preocupe mi Lady… comprendo su reacción, yo no soy tan poderosa como usted, y no soy de su familia directa, solo la vi un par de veces en toda mi vida ya que el Imperio Kanh es muy extenso, yo era una de las encargadas de cuidar y proteger a la familia real, yo cuidaba de sus hijos. Sin embargo fui criada para esta única función, gracias a Drake y compañía me fue posible escapar y esta es mi verdadera forma – Marozia empezó a cambiar cuando el holograma se desvanecía, su piel se empezó a tornar rojiza y su cabello obtuvo un negro carbonizado, parecería que su piel estuviera ardiendo, en su brazo derecho aparecieron tres marcas cada una con diferente forma y sus orejas se alargaron de manera puntiaguda. En la parte de su frente apareció un pequeño cuerno.
- Wow Marozia te vez… poderosa – Es lo único que pude decir, en verdad se veía imponente, no era nada comparada con la tierna Grese que seguía en mi regazo.
- Gracias mi Lady – Marozia hizo una reverencia y se fue a su lugar.
- Venga Eirik, tu turno –
- Cállate Drake… - Eirik se levantó de su asiento y se dirigió hacia el ventanal.
- Bueno Lilith… no te asustes por favor –
- No te preocupes Eirik… solo hazlo, ya estoy lista – En realidad no estaba lista en lo absoluto.
- Mi nombre es Rod Eirik, soy del planeta Bratta… y bueno, así soy yo – Eirik empezó a cambiar y a crecer, su espalda se ensanchó y sus brazos crecieron aún más, empezó a crecer un pelaje áspero y obscuro en sus extremidades, a excepción de una pierna la cual se encontraba de un metal extraño. Su rostro permaneció prácticamente igual, a diferencia de su cabello entremezclaba el mismo pelaje, sus ojos, sus colmillos enormes y una gran cicatriz en su ojo izquierdo, era incluso más grande que Maha. Completamente aterrador.
-…-
- Recuerda que soy yo Lilith…-
- Debes prometerme algo Eirik…-
- Dime Lilith, lo intentaré…-
-Por favor, no me asesines durante la noche –
- Hahaha, haré mi mejor esfuerzo – Eirik parecía un poco más aliviado y se fue a sentar junto a los demás. Drake se puso de pie y empezó a caminar.
- Ha ¡No! Ni se te ocurra poner otro de tus estúpidos videos Drake –
- Cállate insensible humana, No aprecias al verdadero talento –
- Ya solo acaba con esto Drake, ¿Qué bicho raro eres? Seguramente eres feo… - En verdad esperaba que fuera horrible ya que así me quitaría la estúpida idea de mi cabeza que es bastante guapo.
- Tú lo has pedido – Drake hizo un rápido movimiento, en sus manos aparecieron unos extraños guantes, aparecieron tres aretes pequeños en cada uno de sus lóbulos, sus ojos se hicieron de un azul claro muy alarmante, parecía que sus ojos estuvieran brillando o tuvieran vida propia, parecían hipnotizantes, y su cabello serpenteaba como si hubiera una brisa de aire, los rojos de su cabello se intensificaron aún más, incluso parecía que cambiaba de color. Debo admitir que para ser un alienígena me lo había imaginado completamente diferente… empezaba a entender porque ganó el premio de popularidad durante tantos siglos.
- Eres estúpidamente bello… -
-Hahaha al final lo admites he humana…-
-No te emociones idiota, seguramente Eirik te podría aplastar con uno de sus brazos fácilmente – Eirik y Drake se voltearon a ver.
- Hahahahahaha – Los dos rieron de una manera alarmante, parecía que me estaba perdiendo de algo.
- Bueno, esto ha salido mejor de lo que esperaba, me alegra mucho que lo hayas tomado de esta manera Lilith, todos estaban muy intranquilos desde hace unos días. Ahora pónganse cómodos, llegaremos a la fortaleza en un par de días. –
Drake dio la orden y todos empezaron a dirigirse a sus habitaciones.
- Drake, tengo que hablar contigo –
- ¿Qué pasa Amadeus? –
- Llegó una señal – Estaba atenta a la conversación de aquellos dos cuando Drake dio señales obvias que no quería que escuchara.
- Vamos a mi oficina, me plantearás la situación ahí – Los dos subieron al tercer piso por lo que volví a mi habitación y pensar en todo lo que había pasado.
Eran seres muy extraños, no sé si me acostumbraría a ellos de una manera fácil, sin embargo sus personalidades no habían cambiado por lo que podía hacerme a la idea más rápido. Los días pasaron y se llegó la fecha, si había algo que me alegraba es que no había tenido ningún episodio durante el trayecto y parecía que me estaba llevando mejor con todos. Eirik era increíblemente bueno cocinando aunque tuviera ese tamaño. Todo se sentía tan tranquilo ya que por primera vez desde que nací me estaba divirtiendo en verdad sin tenerme que preocupar de dañar a alguien.
(Atención compañía, presentarse en el área de desabordo en 5 minutos, estamos llegando a la pista número 3 de la Fortaleza, nos espera un comité de bienvenida)
En verdad estaba muy nerviosa, es la primera vez que vería a otros seres aparte de Drake y compañía, no sabía cómo me verían ya que mi yo anterior había causado tantos problemas. Me dirigí a el área de desabordo, para mi sorpresa todos estaban ya en el lugar, todos llevaban un traje similar al mío y cada uno iba armado hasta la medula.
-¿Qué demonios sucede? ¿Por qué van tan armados? ¿Es peligroso…? –
- Usted no se preocupe mi Lady, esto es de rutina –
- ¿No debería llevar un arma o algo? – En verdad me sentía muy insegura que ellos llevaran algo y yo no…
- No sabes cómo utilizarlas estúpida humana, así que guarda silencio y síguenos, nosotros nos encargamos. –
La compuerta se abrió y Drake fue el primero en salir. Seguido por Maha y Amadeus, luego Marozia, Grese y yo. Ellas se mantenían a mis lados y Eirik al final. Parecía que en verdad me estaban escoltando, cuando vi la bienvenida simplemente no lo podía creer. A cada lado de la rampa de desembarco se encontraban dos líneas de cientos de seres dándonos la bienvenida, formaban un camino hacia una enorme cúpula que se encontraba frente a nosotros. Tenía la sensación que me encontraba en un asteroide pues a donde volteara solo veía roca sólida, flotando en el cielo había no una sino un par de satélites naturales a diferentes distancias que brillaban con una luz muy intensa lo que iluminaba perfectamente el lugar. En el cielo se apreciaban tonalidades moradas rojizas y blancas, y por supuesto la cúpula enorme en medio de esta imagen. Parecía un lugar salido de otra galaxia… cosa que probablemente era.
- ¡BIENVENIDO CAPITAN DRAKE! – Se escuchó un estruendo cuando los cientos de seres gritaron a Drake al mismo tiempo. Con razón es tan ególatra cuando lo tratan de esta manera.
- Con razón eres tan ególatra idiota –
-…-
Intenté ser graciosa pues nos encontrábamos en una situación que debería estar acostumbrado pero no obtuve respuesta, en realidad... no me había dado cuenta por la increíble imagen que tenía en ese instante pero todos iban más serios de lo normal. No solo era Drake, Grese y Marozia volteaban contantemente a sus lados y hacia arriba, Eirik tenía su arma sostenida con las dos manos y el dedo en el gatillo. Amadeus llevaba lo que parecía un sistema de comunicación incrustado en su oído izquierdo mientras que Maha le susurraba algunas cosas a Drake aunque no pude escuchar nada.
- ¿Pasa algo malo Grese? –
- No tranquila princesa – Grese me volteó a ver con una sonrisa y quedo en silencio de nueva cuenta.
Nos acercábamos a la cúpula que se hacía aún más grande cada vez que nos acercábamos. Llegamos al borde y nos encontramos una serie de escaleras que subían exactamente hasta la mitad de aquella estructura. Y arriba por fin pude ver a quien parecía ser el Gran Rey del que tanto había escuchado hablar a Drake. Era un poco más alto pero con las mismas señas específicas que Drake, tenía aquellos extraños rasgos en el cabello y unos ojos verdes igual de claros y extraños. Sin embargo llevaba lo que parecía una armadura dorada y un casco con forma de una bestia, a su lado se encontraban guardias y detrás de él una enorme puerta de un metal extraño.
- ¿Cuánto tiempo tenemos Drake –
- No lo sabemos, Amadeus los interceptó hace un par de días, parecía una tropa, sin embargo provienen del Sector Z-043…-
- Maldición. Amadeus ¿Sabes quiénes son?
- No lo sé con seguridad Gran Rey… solo sé que atrajeron a una familia completa de Dahakas –
-¿También vienen Dahakas? Esto es malo… ¿cuánto tiempo tendrá que permanecer Lilith Kanh en la esfera? –
- No lo sabemos aún con seguridad Gran Rey, según los cálculos de Maha puede ser de entre cinco días a un mes. –
- No podemos sostener una batalla por tanto tiempo… Además no nos podemos dar el lujo que el Imperio Kanh sepa quiénes somos… -
- Pero Gran Rey si no hacemos esto ¡ellos seguro descubrirán a Lilith! – La conversación que estaba escuchando había provocado un miedo tremendo en mi cuerpo. Mis manos se ponían heladas rápidamente mientras me sostenía de Grese, alguien nos había localizado y se encontraba en dirección a nosotros… ¿Quiénes eran? ¿Qué querían? Por primera vez desde que deje la Tierra sentí un gran temor, de perder a aquellos que acababa de conocer, de no poder ver más al pequeño Amadeus, o al gigante gentil Eirik… que estaba sucediendo, todo estaba dando vueltas y yendo demasiado rápido. Y fue cuando todo comenzó. Mi ojo empezó a sangrar.
- Lo sé Drake no tienes que recordármelo… Los otros tres capitanes están rondando los alrededores en este instante –
- ¡Drake! Lilith está… -
Drake volteó a verme con una cara de tremenda preocupación, luego una explosión ocurrió a mi lado. Un enorme láser había caído del cielo atravesando al Gran Rey…
- ¡GRESE! ¡Ya sabes que hacer! – las naves empezaron a aparecer del cielo, tenían una forma puntiaguda y un color negro, eran bastante más pequeñas que la nave de Drake pero se movían a una velocidad sorprendente, detrás de las naves aparecieron bestias enormes, decenas de Dahakas surcaban el cielo, tenían cierta semejanza a un dragón. Sin embargo con dos pares de alas y dos cabezas cada bestia. Volaban y lanzaban una sustancia que derretía con extrema facilidad los trajes de aquellos guerreros que se encontraban en el suelo.
- ¡¿Quiénes son?! ¿Qué está pasando? ¡DRAKE! – Grese me jaló del brazo con una fuerza sorprendente no pude hacer nada para detenerla, nos dirigíamos a aquella puerta extraña. Mientras me jalaba solo vi como Maha, Amadeus y Marozia desaparecían por las escaleras. Mientras que Eirik comenzó a disparar con su enorme arma y lanzando un rugido al aire. Todo parecía en cámara lenta, esto era la realidad, aunque me haya intentado convencer a mí misma que nada sucedía, que estaba viajando en un universo tranquilo junto a todos, riendo y disfrutando mi habitación. Esta era la realidad del universo, soy la reencarnación de Lilith Kanh y hay una guerra por recuperarme.
- ¡Espera Grese! ¡¿A dónde vamos?! Por favor no… ¡Tenemos que ayudarles! – Grese no respondía a ninguna de mis suplicas mientras que mi segundo ojo empezó a sangrar.
- ¡Abre la puerta! – Grese le gritó a Drake quien apareció de pronto junto a la puerta presionando una combinación que abrió aquella cúpula, que en realidad era una esfera con la mitad enterrada entre las rocas.
Cuando la puerta estuvo abierta Grese me arrojo en el interior para luego entrar junto conmigo.
- Te la encargo Grese, todo depende de ti ahora –
-Si capitán… no lo defraudaré, cuide de todos -
- ¡Drake! No hagas esto por favor ¡No lo hagas! ¡Drake! – Me levanté y corrí con todas mis fuerzas para tratar de alcanzar a Drake que estaba introduciendo otro código en la puerta desde el exterior...
- Nos vemos del otro lado princesa… - Lo último que pude observar fue la sonrisa de Drake y sus ojos observándome, me había encerrado para protegerme, mientras él se había quedado en aquel infierno.
- ¡¿Por qué Grese?! ¿Por qué hiciste esto? ¡Tenemos que ayudarles! –
- No podemos hacer eso lo siento mucho –
- ¡Se supone que debes obedecerme Grese! ¡Te ordeno que abras la puerta! – Mis ojos no paraban de lagrimear pequeñas gotas de sangre. Grese se arrodilló y empezó a gritar mientras sostenía su cabeza.
- ¡Ha! Lo siento ama, no puedo cumplir su orden ¡Lo siento tanto! –
-… Lo siento tanto Grese, no quise gritarte lo siento… - Me acerque a Grese para poder sostenerla en mis brazos.
- ¡No te acerques por favor princesa!.. Estoy perdiendo el control… por favor…- Grese presionaba su sien mientras intentaba alejarse de mí.
No se escuchaba absolutamente nada del exterior. Todo se encontraba en silencio, si no supiera la realidad diría que solo existimos Grese y yo en este espacio y tiempo. Toda mi vida he sido una ingenua, una niña consentida que cree poder hacer todo lo que le plazca pero soy una completa inútil… Se suponía que yo debía protegerlos a todos, se supone que yo debo ser la clave para que la guerra termine, yo debo de ser el soporte de su esfuerzo y sus penas. Pero solamente he sido un estorbo. Todos y cada uno de ellos ha hecho todo para protegerme, me han cuidado sin dudarlo y yo no he hecho nada por ellos. Y entonces, en aquella esfera gigante, con Grese a mis pies sufriendo, mis lágrimas de sangre se detuvieron y empecé a levitar comprendiendo que la única manera de poder ser de ayuda en este mundo infinito y poder salvar a todos era convirtiéndome en Lilith Kanh.
- InvitadoInvitado
Re: Lilith capítulos
28.11.14 20:10
Capítulo 06
- Capítulo 06:
- Singularidad
Capítulo 06Debo decir que no sé qué paso exactamente en todo el tiempo que estuve encerrada en aquella esfera, las únicas referencias que tengo sobre ese enfrentamiento son dentro de “Las memorias del universo” y aun así sé que estos escritos están equivocados. Fue un enfrentamiento que fue confundido y registrado en el tiempo como una explosión de poderes entre el Imperio Kanh y la raza tecnológica.
Me encontraba con Grese dentro de la esfera, había pasado aproximadamente un mes desde que nos encontrábamos en este lugar, según me explicó dentro de la esfera el tiempo corre de manera diferente, todo es más lento por lo que en este mes que habíamos pasado aquí solo había transcurrido un par de horas en el tiempo real. Esta esfera era la verdadera fortaleza del Sector Z-42, un lugar prácticamente indestructible que comunicaba con un mundo en una dimensión totalmente desconocida. Habían decidido que este lugar era el sitio perfecto para que yo pudiera esperar a que mis poderes llegaran ya que aquí podría transcurrir algunos meses mientras que en el universo real solo pasarían algunas horas, La idea original es que todos nosotros hubiéramos podido ingresar a la fortaleza pero no esperábamos un ataque tan repentino. La segunda cuestión dentro de nuestra situación es que no hay forma de salir de aquí a menos que alguien nos abra la puerta desde fuera.
La fortaleza era utilizada como centro de entrenamiento y de refugio para la raza Neou, aquí es donde Drake había pasado una gran parte de su juventud y en donde recibió su título como capitán después de derrotar a un Dahaka. Dentro de la gran esfera todo parecía bastante normal. Desde la parte central hacía arriba estaba completamente vacío, parecía una gran área de entrenamiento. Hacia abajo existían tres niveles diferentes, en cada uno de los niveles se encontraban instalaciones de alojamiento y refugio para cientos de Neus. El lugar era demasiado grande para que solo Grese y yo nos encontráramos ahí. Cuando me explico la relación del tiempo que existía en este lugar me dejó un poco más tranquila, no importara que yo me tardara mucho en recuperar mis poderes no debería de pasar tanto tiempo afuera lo que les daba una posibilidad de que estuvieran bien.
A pesar de que estaba más tranquila y Grese había logrado controlarse un poco más, mis episodios no cesaban, cada vez era más frecuentes, no solo aumentaban en intensidad si no que por primera vez me lograba mantener consiente mientras sucedía, me empecé a dar cuenta de que no era ninguna broma, y lo que más me tenía sorprendida es cómo fue que Drake y Eirik habían podido contenerme, desde que salí del planeta Tierra no he visto a ninguno utilizar su fuerza, esta era la primera muestra del poder del universo que tenía ante mis ojos y estaba saliendo precisamente de mi diminuto cuerpo.
Cuando comenzaba a tener un episodio mis sentidos cambiaban, todo se podía sentir más vívido podía escuchar la respiración de Grese claramente incluso estando a pisos de distancia, podía oler un racimo de frutas extravagantes en la despensa del piso inferior aunque yo me encontrara en el superior. Mi piel ardía en esos momentos, pareciera que mi fuera a explotar por momentos aunque nunca lo hacía. Había momentos incluso que podía escuchar a Drake, pero me decía a mí misma que era mi imaginación ya que era imposible que pudiera escucharlo, él estaba en otra dimensión.
Cuando tenía episodios más intensos es cuando mis ojos empezaban a llorar sangre, me daba cuenta que mientras solo tuviera mi ojo derecho sangrando podía controlarlo un poco más. Pero cuando ambos ojos sangraban entonces lo impensable comenzaba a suceder. Mi cuerpo empezaba a violar las reglas de la física, empezaba a levitar y a desprender una extraña energía a mi alrededor, una energía que destruía con facilidad el suelo de aquel lugar de entrenamiento, por momentos sentía que más que destruirlo atraía todo hacia a mí y luego lo liberaba, generalmente empezaba a flotar en el aire incontrolablemente hasta que terminaba chocando con alguna de las paredes de la fortaleza y me regresaba a mi realidad mortal.
Pasaba mi tiempo con Grese quien me explicaba cómo funcionaban mis poderes. En comparación con una estrella un cuerpo de cualquier ser recibe muy poca energía, ¿Pero qué sucedería si esta pequeña energía se fuese acumulando por millones de años? Una energía de aquellos autoproclamados creadores del universo. El verdadero terror de esta realidad no era el sorprendente poder que tuviera si no que esto se había acumulado por un tiempo inimaginable y estaba ansioso por salir. Es por eso que la antigua Lilith Kanh no había podido controlarlo del todo, el poder de “Atraer todo” es algo que no se podía tomar a la ligera.
- Grese ¿Cuándo va a suceder? –
- Muy pronto princesa… debemos estar preparadas –
- ¿Qué va a suceder cuando mis poderes lleguen? ¿Cómo nos abrirán la puerta?
- Creo que no podrán abrirnos, estoy apostando porque suceda algo más –
-¿Qué sucederá…? –
- Tranquila princesa, todo a su tiempo. Necesito que mañana me veas en la sala de entrenamiento, voy a llevar algo especial –
A pesar de que solo estábamos Grese y yo, no pasábamos gran parte del día juntas, ella se estaba arriesgando demasiado con el simple hecho de estar a mi lado por lo que tenía que mantenerse alejada de mí para que fuera de ayuda. Pasaba mi tiempo libre explorando aquella fortaleza, me encontraba frecuentemente abriendo habitaciones idénticas. Había trasladado algunas cobijas a la plataforma superior de entrenamiento, todas las noches había dormido ahí, sabía que mis poderes tendían a activarse durante la noche por lo que era mejor permanecer ahí.
Esa noche, cuando mis ojos empezaron a cerrarse y empecé a caer en un sueño muy profundo empecé a soñar, era el rostro de mi madre ¿Cómo se encontrará? Me encontraba en el día que fue por mí al orfanato en ese hermoso vestido amarillo, su sonrisa. Me sentó a su lado en el coche y en un instante nos encontrábamos en casa, aquella casa que me ha traído tantas memorias…
Extraño a mi mamá. De pronto estábamos en la sala y ella extendía un regalo para mí, era una pequeña cajita de madera con un collar dentro de él, una cadena muy hermosa, parecía muy antigua y una pequeña perla negra. No sabía que decir. ¿Dónde se encontrará ese collar? Quisiera tenerlo… Mi mente me lanzó a mi habitación recorriendo cada centímetro de ella, dentro de uno de los cajones, entre la ropa se encontraba esa pequeña cajita…la abrí… y entonces…
- ¡PRINCESA! ¡Tiene que controlarse por favor! ¡Despierte! - Empecé a escuchar a lo lejos la voz de Grese que me llamaba, no quería escuchar a nadie más, extrañaba su voz, quería recuperar lo que me había dado, quería tener un recuerdo de ella.
- Lilith… - ¿Drake? ¿Cómo puede Drake estar llamándome? No puede ser… debe ser este sueño.
-¡Lilith! –
-Drake…- Mis ojos empezaron a abrirse y me di cuenta del panorama que estaba conmocionando a Grese, todo a mi alrededor estaba distorsionado, me encontraba flotando en miedo del área de entrenamiento, todo parecía que se acercaba a mí, grandes pedazos de la fortaleza se habían desprendido y ahora flotaban a mi alrededor a grandes velocidades, mi cara cambio a un terror absoluto, no podía controlar mi cuerpo, empezaba a dar vueltas en el aire de forma descontrolada, y a través de aquellos espacios vacíos podía ver el universo, mis ojos estaban sangrando y mi cuerpo estaba ardiendo, sentía como si alguien hubiese acuchillado mi espalda.
- Corre… ¡Corre Grese! –
Espero que me haya escuchado porque lo sentía en mi interior, algo estaba a punto de suceder, todo se empezaba a desprender, el suelo, la fortaleza, las armas del almacén en el segundo nivel, todo llegaba a mí y se desintegraba…
Hasta que la explosión ocurrió, sentí como salió de mi cuerpo una enorme cantidad de energía disparada hacia todos lados, sentí como la fortaleza había dejado de existir, en medio de la explosión vi como salió volando una de aquellas naves extrañas que había surcado el espacio un mes atrás, una de los satélites había desaparecido y el otro estaba partido a la mitad, todo parecía una imagen sacado casi del mismísimo infierno.
Empecé a caer luego de la explosión, no podía detenerme y no quería hacerlo, había hecho demasiado daño… lo mejor era que desapareciera en el infinito, solo traía problemas, nadie estaba a salvo a mi lado. Espero que mi mamá me perdone por todo los problemas que causé.
- Maldición Lilith, siempre causas problemas…- Sentí un brazo rodeando mi cintura, se sentía tan familiar, sentí una pequeña chispa en mi corazón, quería ser regañada, que me dijeran que había hecho mal.
- Lo sé… Lo sé… perdóname, perdónenme todos. – mis ojos se llenaron de lágrimas y lleve mis manos a mi rostro, no podía, quería desaparecer, eso era lo mejor para todos.
- ¿Qué sucede contigo? – Drake tenía una cara de consternación, no sabía que decirme, en un instante estábamos de regreso a la nave, no podía calmarme, mis lágrimas salían, por fin mi humanidad había salido, extrañaba el aroma de mi cama, extrañaba sentirme un bicho raro en una escuela normal, extrañaba mi pequeño pueblo aburrido, esto era demasiado para mí, no quería sentirme así. ¿Qué hice para merecer esto?
- ¿Qué sucede Drake? – Eirik estaba a salvo, me alegraba tanto… no haberlos dañado… aun así no podía detenerme, ¿Qué habrá pasado con Grese? Ella estaba muy cerca de mi cuando sucedió.
- No lo sé… así la encontré – Drake me tomo en sus brazos y me llevó al sillón del observatorio. Estaba muy asustada, no quería verlos a la cara, ¿Qué pasaba si alguno de ellos hubiera muerto? ¿Cómo alguien me puede amar si soy tan terrorífica? No quiero esto… no lo quiero.
- Mi lady… - Escuche la voz de Marozia muy cerca mío, no pude contestar pero sabía que se encontraba bien, al menos sigue viva…
- ¿Qué paso Drake? –
- ¡No lo sé! Así la encontré… - Todos tenían una cara de preocupación, me veían intentando descifrar un crucigrama, quería gritarles que estaba bien y bromear con ellos, pero nada estaba bien. Esto era demasiado. . –Marozia… ¿Cómo están los heridos? –
-Bien… vivirán- ¿Heridos? Hay alguien herido por mi culpa… el pequeño Amadeus… el misterioso Maha, Grese… Todos han intentado protegerme. ¿Se encontraran bien?
- Maldita sea… Necesitamos empezar a movernos cuanto antes. –
- Lo siento mucho… perdónenme por favor… yo…- Empecé a balbucear palabras mientras mi cuerpo temblaba, todo se veía borroso por mis lágrimas cristalinas
- No… no lo decía por ti Lilith… perdóname a mí... no pude detenerte a tiempo – Drake parecía asustado, parecía que estaba aligerando sus palabras para mí. NO TIENES QUE HACER ESTO, quería gritárselo, quería que entendiera que me merecía ser regañada, mátame cómo has dicho que lo harías… no merecía nada de eso.
- Que… ¿Qué fue… lo que hice? ¿Alguien murió…? ¿Están todos bien…?
Todos se quedaron en silencio, nadie contestaba absolutamente nada, podía sentir la presencia de aquellos tres seres frente a mí pero ninguno contestaba. Hasta que Drake empezó a hablar.
- Una singularidad, eso es lo que sucedió y eso es lo que eres. El ser del universo capaz de atraerlo todo…-
- ¿Qué es eso…? –
- Ha… Lilith te explicare con más calma luego… pero tienes que decirnos ¿Qué sucede contigo? Háblanos… -
- ¿Hay muertos…? – No quería calmarme, necesitaba saber las atrocidades que había hecho, necesitaba cargar eso en mi alma, merecía sufrir, necesitaba sentir el dolor pulsante en mi corazón, otra vez ese silencio, un silencio eterno esperando una respuesta de aquellos seres que habían mostrado tanta compasión por mí, esta vez no hubo respuesta.
- Lilith… ¿Grese te habló sobre un brazalete? ¿Sabes en donde se encuentra?
- ¿Brazalete…? ¿Dónde está Grese? –
- ¡Maldición esto es inútil!
- Cálmate Drake, sabes que si Grese no lo hizo a tiempo aún debe estar cerca de aquí –
- Me largo a buscarlo… - Drake desapareció y mis lágrimas empezaron a salir de nuevo, Marozia se acercó sentándose junto a mí, acariciaba mi cabello el cual estaba chamuscado por la explosión, y empezó a cantar en mi oído una canción que jamás había escuchado. Una canción que me tranquilizaba, hasta que instantes después me quede completamente dormida.
Empecé a soñar con mi madre y aquella pequeña caja de madera, el número uno apareció en mi cabeza, aquel hombre que fuese mi padre, el hombre de los 20 pasteles, ¿Por qué lo estaba soñando a él?, él estaba en mi casa junto a mi madre, intentaba acercarse a mí, estaba intentando hacerme daño… ¡Detente! ¡Déjame en paz!, y fue cuando me di cuenta que en su mano derecha se encontraba aquel collar de perla negra.
- ¡Ha! Ha… -
- Mi Lady… ¿Se encuentra bien? – Marozia seguía a mi lado, me sentía tan tranquila estando con ella.
- Si… gracias Marozia… – De pronto me di cuenta que en mi mano derecha se encontraba un brazalete, parecía carbón hirviendo, se veían pequeñas líneas alrededor de él que asemejaban la lava, pero no se encontraba caliente en absoluto. – Que… ¿Qué es esto Marozia? –
- Es su regalo mi Lady…-
- ¿Mi regalo? –
Marozia se alejó de mí y pude ver aquella imagen que ha sido guardada en mi mente para siempre. En aquella habitación se encontraban todos aquellos seres, y por fin podía verlos con claridad. Maha parecía intacto, aunque su traje estaba destrozado, el pequeño Amadeus tenía una nueva cicatriz… esta vez en su brazo, Drake tenía una dolorosa herida en su hombro izquierdo, el enorme Eirik tenía destruida aquella pierna metálica. Parecía de un robot, Marozia parecía ilesa pero tan cansada… como si se pudiera desmayar en cualquier momento. Y ahí estaba Grese, sostenida por Eirik y Drake… consiente y viva… Tenía muchas heridas en su cuerpo… pero viva.
- Grese… perdóname… yo…- Grese negó con la cabeza y me quede callada contemplando a aquellos 6 seres frente a mí, tan distintos unos de otros.
- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! – Todos gritaron al mismo tiempo.
- … -
- Perdona que no haya pastel pequeña Lilith Consentida-
- Todos…-
- Hahahaha tal vez ahora eres más poderosa que yo –
- Ustedes….
- Tengo un regalo para ti Lilith –
- son…-
- El universo te tiene preparadas cosas maravillosas –
- unos… -
- Mi Lady, espero tenga un maravilloso cumpleaños -
- completos…-
-Feliz cumpleaños princesa-
- Idiotas…-
Ese día aprendí a sonreír cuando las cosas estuvieran llenas de dudas y temores. Y así fue como comenzó mi cumpleaños número 16, prometiendo ser el más extraño de todos ellos, rodeada de los seres más maravillosos que jamás pude haber encontrado,
- InvitadoInvitado
Re: Lilith capítulos
07.12.14 1:53
- Capítulo 07:
- Capítulo 07
EntesMi cumpleaños número 16 fue lo que menos esperaba, todos ellos intentaban darme ánimos y distraerme, mientras Marozia fijaba el rumbo de la nave para dejar la Fortaleza Z-42 atrás, todos los demás estaban conmigo en él mirador, el cual por primera vez estaba cubierto, no se veía nada del exterior, ya que afuera era un infierno. Ninguno de ellos me lo dijo, incluso pregunté en diferentes ocasiones, pero sabía que no me lo dirían. Ese día estoy segura que hubo muchas muertes, no solo por el ataque de aquellos extraños seres si no por la explosión de mis poderes, jamás pude volver aquella escena, incluso siglos después sigo sin poder visitar la fortaleza Z-42 ya que para mí fue el inicio de mi vida como Lilith Kanh.
Estaba sentada en el sillón más grande, mientras que Grese yacía acostada a mi lado y yo sosteniendo su cabeza en mis piernas, aún estaba muy herida después de todo aquello, podía ver claramente una cortada en su mejilla, como si fuese hecha quirúrgicamente. La deje descansar y me dirigí a Drake.
- Drake, ¿Qué es esto? – le señale aquel extraño brazalete.
- … Mmm creo que no soy el mejor para explicar esto Lilith, ¿Amadeus? –
- ¿Amadeus? – El pequeño Amadeus movió sus orejas cuando Drake lo llamo y salto del sillón para sentarse en la pequeña mesa que estaba frente a mi, llevaba un vendaje especial hecho por Marozia en el brazo, se veía tan pequeño y por mi culpa había sido lastimado.
- Mmm, ¿Cómo te puedo explicar todo esto para que lo entiendas Lilith? –
- Solo dímelo Amadeus, tengo que estar preparada, sé que todos ustedes han estado tratando de protegerme… pero tengo que saber o si no… no podré protegerlos yo…-
- Hahaha no necesito que me protejas, sigo siendo el más poderoso de esta nave – Drake intervino.
- Callate Drake, deja hablar a Amadeus –
-…-
- Bueno… para poder explicarte primero necesitas saber algo de ti misma. ¿Tú que crees que es el poder que tienes? –
- Yo… bueno… no lo sé, me contó Grese que tengo un gran poder sobre todo tipo de ser vivo… y hoy hubo una gran explosión, pude ver una extraña nave cuando sucedía y pude escuchar la voz de Drake… no sé qué significa todo esto.
- Tú tienes el poder de atraerlo todo, o como nosotros lo llamamos eres “la singularidad” –
- ¿Pero qué significa? –
- Hay un mito, y esto es solo un mito. Posiblemente solo el rey del imperio Kanh y el rey de la raza tecnológica sabrán si esto es verdad o no, ya que solo ellos son los que han estado desde el principio de los tiempos. Sin embargo es algo que ha pasado de generación en generación, de cómo se creó el universo, o por lo menos el universo que conocemos, dicen que todo empezó con “la singularidad”.
- sigo sin entender Amadeus… perdóname –
- Humana tonta… -
- Calla Drake – Amadeus volteó a ver a Drake con unos ojos de víbora, y regresó con un sonriente rostro a contestar mi pregunta.
- Te lo pondré de una manera simple Lilith, el universo está en constante expansión, seguramente con la poca información con la que la tierra cuenta tu deberías saber algo de esto, sin embargo existe el mito que en algún momento el universo dejará de expandirse y empezará a contraerse, incluso no tiene que ocurrir de manera total, en la historia ha ocurrido un sin número de veces, el universo expandiéndose y contrayéndose. Aunque, por supuesto que nadie sabe con exactitud si en algún momento todo regresará al origen, cuando todo se concentre en un solo lugar y en ese punto se reiniciará el universo y toda la vida comenzará de nueva cuenta mientras se expande.
- Vale… entiendo eso pero… ¿Qué tiene que ver conmigo? –
- Creemos que tú tienes ese poder. El poder de “la singularidad”, aunque claro que a menor escala. Tú tienes el poder de atraerlo todo, no solo atraes la mente de los seres sino todo lo que está a tu alrededor. Recuerda que dentro de la fortaleza te encontrabas en una dimensión diferente, y tú misma lo has dicho, has visto una nave e incluso la voz de Drake. En realidad no fue una explosión, si no que por un instante atrajiste todo hacia a ti, sin importar en que dimensión o plano se encontrara, no importa si sea algo físico o algo que no podamos ver, atrajiste todo y luego lo liberaste con una fuerza indescriptible. Es un poder parecido a un hoyo negro, tienen principios similares o un agujero de gusano. Incluso el pequeño tubo que Drake utilizó para matar a aquel chico, ¿Lo recuerdas? También tiene ciertas características similares.
-… Pero eso significa… Que soy demasiado peligrosa… No están seguros a mi lado. ¡Deberían alejarse de mí! Si yo… puedo destruir el universo, no sé qué haría… mi mamá… -
- No temas Lilith, no hay ninguna prueba que tú seas quien creó el universo hace tanto tiempo, eres poderosa pero esto es solo un mito, tu poder tiene grandes similitudes, incluso se puede llamar de igual manera pero es a una menor escala –
- Pero… - Maha intervino – Aun así debes de recordar que es la manera en que la encontramos Amadeus –
- Lo entiendo Maha, aun así nadie es poco probable que eso suceda –
-¿A qué se refiere? ¿A qué te refieres Maha? Por favor díganme… -
- Bueno, tu sabes cuánto tiempo hemos estado buscándote, dimos con el planeta Tierra no por una intuición como Drake dijo –
-Amadeus…-
- Fue por una hipótesis, hace algunos años, cerca de tu nacimiento el universo empezó a contraerse de nuevo, sucedió de pronto, es cuando pensamos que habías renacido de nueva cuenta. Debes de entender que esto no significa nada, ya ha pasado antes, sin embargo esta es la manera como te encontramos, siguiendo al universo. –
- Entonces si que soy un monstruo… -
- No Lilith, debes entender que es solo un mito, tú tienes un poder similar, es imposible que puedas generar esa reacción en el universo… -
- ¡Pero tampoco pueden estar seguros! Drake debió haberme matado… - Cuando pronuncie esas palabras la nave entera empezó a temblar, sentí nauseas, era como si hubiera turbulencias en un avión pero mucho peor. Todos voltearon a ver a Drake.
- Y lo haré en caso de que sea necesario, sin embargo… - La nave dejó de temblar.
- Deja de decir cosas así Lilih… ve a tu alrededor, todos creemos en que puedes hacer algo para resolver las cosas, hemos luchado y lo seguiremos haciendo, nada se ganará con tu muerte más que buscarte de nueva cuenta por todo el universo, tú debes vivir… - No podía contradecir sus palabras, siempre he sentido que Drake tiene un gran odio hacia mí… pero sin duda es el que más me ha mantenido viva.
- Pero entonces… ¿Qué es este brazalete?
- Oh cierto, esa es tu correa – Amadeus me dijo moviendo sus orejas y cerrando sus ojos, se veía tan tierno, me daban ganas de abrazarlo. Parecía un peluche.
- ¿Mi correa? –
-Sí, esto mantendrá tus poderes bajo control, pertenecía a tu antecesora. Lilith Kanh, hubo una guerra para obtener ese brazalete y he utilizado todas mis conexiones que tengo para poder mantenerlo oculto, debes cuidarlo bien -
Contemplé mi brazo y veía como aquel brazalete ardía, se veía tan poderoso y desconocido a la vez, con que esto pertenecía a aquella persona… su brazo ahora no parecía tan grande como me lo había imaginado.
- entiendo… gracias Amadeus…- Amadeus solo sonrió y salto de la pequeña mesa para dirigirse con Maha. - ¿Qué pasa Drake? Te vez muy callado, ¿Acaso ya me tienes miedo? –
-… hay algo que me preocupa, algo no sucedió según lo planeado…-
- ¿Qué es? –
- Atención chicos, ya he marcado el rumbo al planeta Neoutor – Marozia apareció por la puerta.
-¿Vamos al planeta de Drake? –
-Si… tenemos que informar a la reina lo que paso con el rey – Otra manera de decir que nadie había sobrevivido, más que nosotros... – Vayamos a dormir compañía, tenemos que descansar y será un viaje largo, activaré sus habitaciones para la hiper-invernación
- ¿Qué es eso? –
- Vamos a dormir aproximadamente un año, es mejor hacerlo así o nos volveríamos locos estando en esta nave.
- ¡¿Qué?! ¡¿Un año?! ¿Voy a pasar mis 16 años dormida? ¡Me niego!
- Lilith… no exageres demonios, te lo dije antes el tiempo no es importante, cuando tengas 21 te daremos tu vida eterna, un año no es importante –
- … ¿Qué tengo que hacer? –
- Solo ve a tu habitación y duerme como siempre, yo me encargo del resto, vayan todos chicos, los despertaré a tiempo –
Me levanté de mi lugar y corrí directo al enorme Eirik, quien seguía con su pierna robótica dañada y me lance a él abrazándolo. –
-¿Lilith…? – Me separé de el y empecé a abrazar a cada uno de ellos, llegue a Drake y antes de que soltará su afilada labia lo abrace sin darle oportunidad.
-Gracias a todos… por salvarme… los veré en un año –
-No seas exagerada humana es solo… - No terminé que terminara la frase y abrase a Drake con más fuerza, guardo silencio y me despedí con una sonrisa a mi habitación.
Habían hecho tanto por mi que no merecía que me opusiera, no debería causar ningún problema más, mi habitación se encendió cuando llegue.
- Un año… - Me dije a mi misma mientras me dirigía a mi cama, me hubiera gustado mantenerme despierta todo lo que pudiera. Pero mi cuerpo cedió demasiado rápido, me encontraba muy cansada, habían sucedido muchas cosas y definitivamente que me encontraba muerta.
Me encontraba en un extraño lugar, parecía un patio de juegos. Había niños corriendo a mi alrededor, reconocí algunos rostros… todos ellos… la compañía de Drake, se veían tan pequeños y en sus figuras humanas, nos encontrábamos en mi orfanato y yo estaba muy pequeña como de cuatro años.
De pronto un hombre apareció por aquella extraña puerta, llevaba un traje muy elegante, no podía verle el rostro, pero su traje irradiaba. La compañía de Drake empezó a correr hacía donde se encontraba ese hombre. Drake saltó intentando taclearlo pero el hombre lo empujo y cayó al suelo - ¡BASTA! – intenté gritar pero mi voz no salía, no podía moverme, solamente podía observar. El hombre siguió avanzando derribando a cada uno de ellos. Nadie se podía levantar. Un terror alcanzó mi espalda mientras aquel hombre trajeado se acercaba a mí. No podía moverme, solo sentía como mi cuerpo temblaba. Aquel hombre puso su mano encima de mi pequeña cabeza… y de su muñeca apareció colgando aquel dije que mi madre me había regalado… y todo comenzó de nuevo.
- ¡Lilith! ¡Despierta maldición! –
Mis ojos empezaron a abrirse y me encontraba flotando en la habitación. Había un enorme boquete en la ventana dejando ver el universo. Mientras que Drake sostenía mi mano y me intentaba jalar para no salir volando.
- ¿Qué… está sucediendo? – Voltee a ver a Drake con lágrimas de sangre en mis ojos.
- ¡Intenta controlarte Lilith!, yo sé que puedes hacerlo, ¡vamos! –
Intenté con toda mi fuerza parar, controlar mis brazos y mis piernas, controlar mis ojos. Lo logré me liberé de mis poderes y caí estrepitosamente al suelo, de pronto sentí como el brazo de Drake me jaló con mucha fuerza cayendo al pasillo.
¡Marozia, libera el cuarto! – En ese instante todo mi cuarto, aquel lugar donde había dormido durante los últimos meses, salió volando al espacio y desapareció de mi vista.
- Mi cuarto… -
- ¿Estas bien Lilith? – Drake estaba parado a mi lado, me volteaba a ver intentando averiguar qué había pasado. Tenía una cara de consternación, esos ojos tan penetrantes y extraños me veían, analizaban. –
- Si… ¿Qué fue lo que paso? Pensé que este brazalete… ¡El brazalete! – voltee a ver mi mano, y entonces lo vi, una enorme grieta, no parecía natural, el brazalete estaba roto, si no completamente si estaba a punto de romperse.
- Maldición… justo lo que me temía, Marozia despierta a todos. Tenemos que cambiar el rumbo –
- ¿Qué pasa Drake? ¿Qué significa esto? –
- Significa que eres más poderosa de lo que habíamos pensado… necesitamos ayuda –
- ¿Ayuda de quién? –
-… de unos seres que preferiría no mencionar su nombre, pero los conoces como la raza tecnológica –
-¿Qué? ¡¿De ellos?! –
Drake no volvió a comentar nada, me levanto del piso y caminamos juntos hasta el observatorio, después de algunos minutos todos empezaron a llegar, parecían somnolientos.
- ¿Cuánto tiempo pasó Drake? – Eirik preguntó.
- Solamente cuatro meses –
- ¿Qué? ¿Ya pasaron cuatro meses? –
- El brazalete no está funcionando…- Drake les dijo a todos con un tono de preocupación, mientras su mirada me volteaba a ver.
Amadeus y Maha se acercaron.
- Déjanos echar un vistazo Lilith – estiré mi brazo para que aquellos dos pudieran ver detenidamente el brazalete que seguía aferrado a mi cuerpo.
-…-
- ¿Cuánto tiempo tenemos Amadeus? –
- No lo sé… está muy inestable. Si tiene un par más de episodios como el de hoy el brazalete se destruirá… lo siento Drake, vamos a tener que ir…-
-…-
-¿A dónde? ¿A dónde vamos a tener que ir? –
-…- Nadie respondió, hasta que luego de unos instantes y que todos empezaron a acomodarse en los sillones, Drake dijo.
- Amadeus… ¿Tienes la barrera activada? –
- Si… ya puedes hablar -
- Bien… gracias. Vamos a territorio Ente…-
- ¿Territorio Ente? ¿Qué es eso? –
-… Es el nombre de la raza tecnológica. Ellos son los Entes, Lilith es importante que entiendas que no debes mencionar su nombre a menos que Amadeus tenga la barrera activada, solo la puede mantener por algunos minutos así que escucha con atención–
-¿Por qué? ¿Qué pasa con ellos? –
-Ellos… digamos que tienen la habilidad de escuchar en cualquier rincón del universo, si escuchan su nombre nos encontrarían fácilmente, y no queremos eso… -
-¿Por qué estoy yo aquí? –
-Sí y no… hasta donde sabemos ellos son los que mataron a la antigua Lilith Kanh, si te encuentran no sabemos que podría suceder, por otro lado, nos tenemos que dirigir a su territorio y robar la armadura completa de la princesa Lilith Kanh… y para ello necesitamos a… -
- ¿A quién necesitamos? –
- A un Ente princesa, solo uno de ellos puede apoderarse de algo tan preciado, sería imposible para cualquiera de nosotros – Grese jugueteaba con sus pies mientras estada en el sillón
- ¿Quiere decir que… tenemos que entrar al territorio donde soy mas odiada… y pedirle ayuda a alguien de la raza que se encargó de matarme… eso es tan…
-No te preocupes princesa, ¡Yo te protegeré! – Grese intentó levantarse del sillón pero cayo de nuevo a él con un dolor en las costillas
- ¡No te esfuerces Grese! –
- … Maldición… Atención compañía, todos sabíamos que esto era una posibilidad, a partir de ahora las cosas se volverán más complicadas. Estamos a solamente una semana del agujero que nos llevaría al conglomerado Orión en el territorio de los Entes… sé que no es mucho tiempo para que se recuperen, pero necesitamos estar listos. –
- No te preocupes Drake, ya todos sabíamos esto, estaremos listos – Eirik intervino poniendo una mano sobre el hombro de Drake.
- Y recuerden cuidarse en Orión… todos saben lo que sucede en ese lugar, todos somos extraños…-
Esta última advertencia de Drake se sentía muy pesada, pareciera la principal razón de el porque no quería ir al territorio Ente, pero dada nuestra condición no tuvimos muchas opciones.
Dormimos poco durante la siguiente semana, intentaba ser de ayuda, sobre todo a Marozia quien se encontraba constantemente en la enfermería preparando medicamentos para todos en la nave, ayudaba con las curaciones del pequeño Amadeus y vi como Eirik se cambiaba su pierna robótica por una nueva. Era inútil en la estrategia por lo que nunca subía al segundo piso. Prefería mantenerme alejada y dejar que Drake decidiera el rumbo de la nave. Lo mejor que podía hacer para todos, era mantenerme viva.
La semana pasó muy rápido, llegó el momento de iniciar una nueva aventura, se escucharon los altavoces dentro de toda la nave.
- Atención a todos, estamos acercándonos al agujero que nos enviará a Orión, repórtense en el mirador –
Me habían dado una nueva habitación la cual no estaba en uso, sin embargo esta era exactamente como la anterior, la única diferencia es que se encontraba al otro lado del pasillo por lo todo estaba invertido. Me puse el traje que tanto me había ayudado antes y me dirigí al mirador.
-… ¡NO! Esto es un rotundo ¡NO!, ¿Por qué demonios llevan eso puesto? –
Todos llevaban prendas de playa, camisas de colores, sobreros extravagantes, shorts y pequeñas palmas adornando todas sus prendas, otro desfile de vestimentas totalmente extravagantes.
- Esto es moda Lilith –
- ¡¿En qué lugar eso es moda?! No voy a andar por ahí con todos ustedes vestidos así…-
- Tenemos un traje también para usted mi Lady –
- ¡NO! No voy a usar eso, me quedo con este traje gracias…-
- Con eso vas a resaltar mucho tonta humana –
- Me estás tomando el pelo, ¿verdad Drake? –
De pronto se sintió como si la nave hubiera acelerado, sin embargo nadie se movió de su lugar, pareciera que hubiéramos atravesado un campo de energía. Así que así se sentía, por fin había empezado.
-¿Ya nos encontramos en territorio Ente?
- ¡LILITH! ¡Te dije que no mencionaras ese nombre!, Maldita sea, ¡Todos a sus posiciones! –
Empezaron a correr al segundo piso para preparar el aterrizaje, abarcando cada rincón importante sobre la nave, esperando que algo sucediera, ¿Qué podría ser tan malo? Solo mencionar el nombre de aquellos seres.
De pronto, algo sacudió la nave, y se escuchó una voz muy profunda, parecía que estaba escuchando la voz de un cantante de ópera o algún hipnotizador muy poderoso. Aquella voz parecía tan suave.
Atención pasajeros, acaban de entrar al Conglomerado de Orión, no tenemos identificada su nave por lo que deberán acompañarnos cuidadosamente al área de aterrizaje del sector C. Haremos una inspección de rutina y les otorgaremos una credencial de visitante a los 7 de ustedes. Espero que disfruten su estancia en Orión. Bienvenidos, síganme por favor.
¿Cómo sabían que éramos 7? ¿Eso significa que ya saben quién soy yo? Corrí en dirección al segundo piso, quería ver con mis propios ojos quienes eran los seres con aquellas voces melodiosas. Cuando llegué Drake estaba parado junto a la ventana, habíamos sido atrapados por un campo de fuerza y siendo remolcados. Ante mis ojos se encontraban tres naves, cada una con el triple de tamaño en comparación a la nave de Drake. Y más allá de las naves se encontraba un planeta en soledad, tan grande como una estrella, un enorme planeta llena de luces resplandecientes, una metrópolis conocida como Orión, un lugar lleno de seres dispuestos a asesinarme.
- InvitadoInvitado
Re: Lilith capítulos
13.12.14 21:40
- Capítulo 08:
- Capítulo 08
Orión- ¡Lilith!
- ¡My Lady, tiene que salir de aquí!
-…-
- Agh, maldición. ¡Grese has que se cambie y cubre ese maldito brazalete ¡
- Enseguida Drake, princesa… acompáñame - Grese me tomó del brazo y me jalo para que saliera fuera de la sala de controles del segundo piso.
- Perdona Grese… yo no quería… -
- No te preocupes princesa... Aunque no hubieras dicho su nombre existía una mínima posibilidad de que hubiésemos pasado desapercibidos, tenemos que cambiarte –
- ¿En verdad tengo que usar esa ropa? –
-Hahaha si princesa… ¡Todos visten así en Orión! –
- ¡¿Qué?!... pero están a punto de descubrirnos… y si ellos saben quién soy… -
- No te preocupes por eso, Maha y Amadeus se encargan de las relaciones y el conocimiento de esta nave ¿Recuerdas? Deja que ellos lidien con este problema - Grese parecía tan despreocupada, aun sabiendo que tres enormes naves nos estaban arrastrando para revisar por completo la nave.
- Esta bien… solo… dame una camisa bonita ¿Si? –
- Hahaha, está bien princesa – Grese me movió las orejas y entramos a su habitación. Era la primera vez que entraba a la habitación de Grese, en realidad era la primera vez que entraba en cualquier habitación que no fuera la mía.
Era tan… normal, tenía una cama más pequeña que la mía a pesar de que ella era más alta que yo. Mientras Grese abría el armario donde guardaba varias camisas muy extravagantes decidí mirar a mi alrededor. Tenía muchos cuadros y de pronto me di cuenta, una foto mía colgada en la pared, mi alborotado cabello rojizo, mis labios pequeños y rosados y mi piel tan blanca como la nieve.
- ¿Y esta foto Grese…? –
- ¡NO! ¡No lo veas princesa! Me da vergüenza… -
- Grese… ¿Cuándo tomaste esa foto? – No sabía en donde me encontraba, pero no recuerdo que me hubieran tomado ninguna fotografía con el traje.
- La tome sin que te dieras cuenta… quería tener una foto tuya…-
- Pequeña acosadora… -
-Perdóname princesa… - Antes de que el escalofrío alcanzara mi cabeza por la locura de Grese me percaté que a lado de mi fotografía había otra, de una mujer. Era un ser muy hermoso, no podría describirlo con palabras, sin embargo había algo tan familiar. Unos cabellos de un rojo intenso caían por todo su cuerpo hasta el suelo, parecía que su cabello fuese el mismo velo del vestido que llevaba. Se veía tan hermosa que no podía dejar de ver esa fotografía.
- Ella es… -
- ¿Soy yo cierto…? Es decir… Lilith Kanh – De alguna manera lo sabía, ese ser que estaba ahí debería ser…
- Si… pero no te preocupes princesa ¡Tú eres más hermosa –
-… no mientas Grese – Mi cabeza parecía que se había ido, recorría el cabello de aquel ser, su mirada tan penetrante, parecía que veía a través de mi alma. Parecía tan…. Tan…
- Princesa aquí está tu ropa, tenemos que apresurarnos –
- He si… - Grese escogió unos pantaloncillos cortos, una playera de tirantes de color gris y una camisa de manga larga con enormes flores rosas, la camisa me quedaba grande por lo que cubría a la perfección el brazalete que se encontraba en mi antebrazo. si bien todo parecía tan normal y sacado del lugar mas extravagante de la tierra, la textura era completamente diferente, era muy similar al traje – ¿Tendrás algo para recoger mi cabello Grese? –
- Claro, por favor póngase de espaldas – Grese empezó a arreglar con sus dedos, desde la parte inferior por la nuca me puso lo que parecía una pequeña diadema, de pronto mi cabello se recogió de manera automática entrelazándose en una linda trenza.
- ¡Vaya! Esto es muy útil. Gracias Grese - Grese me sonrió y me hizo una seña que teníamos que irnos, recorrer el camino de vuelta hasta donde estaban los otros. Me pregunto. ¿Cómo será la habitación de Drake? Él siempre es tan obscuro, tan misterioso… también tenía mucha curiosidad de como era su oficina… aquel lugar fuera de los límites del último piso.
- Atención Lilith y Grese, diríjanse al área de desembarco, estamos llegando – Era la voz de Drake sonando por los altavoces.. así que por fin iba a conocer a aquellos seres que lograron detenerme hace cientos de años… Al menos sé que si pierdo el control aquí, no seré capaz de dañar a nadie.
Cuando llegamos a la zona de desembarco ya se encontraban todos ahí. Todos tan vistosamente ridículos, y ahora yo era una de ellos. ¿En verdad todos se vestían así en Orión? ¿Qué clase de lugar puede ser este? Están en medio de una guerra con el imperio Kanh… seguramente habrá mucha seguridad… seguramente alguien me descubrirá.
-- Lilith - el enorme Maha se acercó a mi, y como de costumbre con su rostro sin expresión me extendió una pequeña placa alargada metálica. – Es tu pase de entrada, no la pierdas por favor –
- Si… gracias Maha –
- ¡Lilith! –
- ¡¿Qué pasa Drake?!
- No te pongas nerviosa –
- … Si me dejas de gritar estaré bien –
- Compañía, recuerden que estamos en una misión, no podemos permanecer en Orión mucho tiempo… ya saben que hacer… así que… -
La compuerta se abrió y una luz brillante llenó mis ojos. Delante de nosotros se encontraba un ser que nunca había visto antes, se veía tan imponente como Eirik, igualaba su tamaño pero no su altura, su cuerpo parecía humano pero tenía una cabeza diferente, mas alargada y con un pico muy parecido al de un águila, llevaba un traje muy parecido a los que teníamos en la mano, sin embargo tenía un reluciente color negro y pequeños detalles en plateado. A lado de el, se encontraba una niña… parecía tan humana, si no fuera por esos extraños ojos… Vestía lo que parecía un traje sacado de la era victoriana, detrás de ellos se encontraba una enorme puerta metálica. Parecía que no había otra salida o entrada más que esa puerta ya que no se veía una compuerta en la parte trasera de la nave, todo estaba completamente cubierto.
- Hahahaha ¡DRAKE! Mira… es una pequeña niña humana –
- ¡Cállate Eirik! Te voy a dar una paliza más tarde –
- ¿He de que están hablando ustedes dos? ¿Es ella en verdad una humana? Pensé que era la única… -
- ¡De nada! Eres una molestia humana, ¡Aléjate de mí! –
- ¿Y a ti que demonios te sucede maldito? – Otra vez tiene su actitud…
- Hahahahahaha ven, ven Lilith yo te explico – Eirik parecía verdaderamente divertido, me hacía señas para que fuera hacia donde estaba el.
- ¡Eirik basta maldición! – Drake gritó y bajo de la nave acercándose a aquellos extraños seres. – Mi nombre es Franc Drake, soy el líder de esta compañía –
- Oh ¿Tu eres el líder? - Aquella pequeña niña dijo con una voz melodiosa, y de pronto empezó a transformarse, parecía que fuera un holograma y cambiaba de imagen, ahora parecía una chica muy similar a Drake, la única diferencia eran sus ojos. Sin embargo tenía aquellos cabellos extraños con acentuación en rojo, un cabello más largo y su piel muy brillante. Era realmente hermosa.
- Bienvenidos sean, mi nombre es Remiel y el es Arieh, nosotros registraremos su entrada, les pedimos que uno a uno nos muestren sus credenciales - El siguiente en hablar fue el enorme ser con forma de águila.
- Remiel… ¿Qué hace tu aquí? Creí que solo los Entes de bajo rango daban las bienvenidas a los extranjeros – Entonces esa chica extraña… ¿Es un Ente? Pero si luce exactamente igual que Drake… Él se acercó y entregó su placa metálica al enorme ser, el cual al parecer se llamaba Arieh.
- No es del todo cierto, damos la bienvenida acorde al análisis que hacemos de nuestros visitantes, y el análisis que hemos hecho de ustedes requieren mi presencia en este lugar… eso significa que hay algo bastante especial en ustedes… - Está hablando de mí, Mientras Drake hablaba, Arieh pasaba la placa metálica por encima de lo que parecía un lector, el cual empezó a realizar sonidos extraños.
- Para que el líder de todo Orión se presente el mismo… ¿No crees que exageras Remiel? –
- No lo sé Franc Drake, ya lo averiguaremos – La voz de la chica parecía tan melodiosa, dibujo una sonrisa en su rostro que dirigió a Drake amablemente, de pronto se escuchó un estruendo en todo el lugar, una voz no solo en el lugar en el que nos encontrábamos, si no que parecía venir más haya de esos muros metálicos.
Bienvenido seas Franc Drake, el cuarto más poderoso del planeta Neutron y líder de su compañía
- Tsh, ustedes siempre hacen mucha faramalla –
- Vaya, pero si eres un Neutron, ¿Por qué no me habías dicho eso antes? Hace milenios que no los vemos. ¿A que debemos su agradable visita? ¿A caso vienes a visitar a Gavriel? – La voz de la chica parecía que había cambiado, sonaba en un tono más jovial y no tan amenazador como antes.
- … ¿Esta Gavriel aquí? No, solo venimos como turistas… - Por primera vez desde que ví aquella mirada de Drake cuando perdí el control en la Tierra, se encontraba totalmente desconcertado, podría decir que incluso asustado cuando mencionó el nombre de Gavriel, ¿Quién podría ser?
- Muy bien, de igual manera creo que Gavriel le encantará platicar con un Neutron, agendaré una cita, Abre las puertas y registra a los demás Arieh - El enorme ser presionó un botón de la pared y ante nosotros se extendió un enorme panorama, era una ciudad masiva, llena de edificios, un conglomerado comercial a los cuales mis ojos no llegaban a comprender del todo, el sonido era abrumador, del lado izquierdo de esa imagen se encontraba un enorme lago muy parecido al de la tierra pero con agua totalmente cristalina, transparente como en el extraño planeta, y del lado derecho el cual parecía un parque de diversiones. El bullicio era indescriptible, no había sentido esta sensación ni siquiera cuando me escapaba a Dayton.
- Venga, regístrense compañía – Drake se acercó a la enorme puerta y todos los demás hicimos una fila delante de Arieh, quedándome yo hasta el final, primero fue Eirik quien entregó su placa y comprendí entonces de donde venía aquel estruendo.
¡Rod Eirik del planeta Bratta, el segundo al mando, líder de armamento! Una voz retumbó todo el lugar, no solo donde nos encontrábamos si no que se pronunció un anuncio a todo el mundo en la ciudad que se extendía a mis ojos.
¿Qué… que fue eso? –
- Tienen la filosofía de no mantener secretos, así que cuando llega alguien importante al planeta lo anuncian a todos, debe haber unos 100 millones de seres en esta ciudad, Drake es lo suficientemente importante para que nos anuncien – Amadeus me contestó ya que es el que se encontraba delante de mí.
- ¡¿Qué?! Son demasiados… - Mientras me contaba esto Eirik avanzo con Drake y Marozia entregaba su placa
¡Marozia, ex miembro de la comunidad del Imperio Kanh, tercera al mando y navegante de la nave! Vaya entonces Marozia es la tercera más poderosa, sabía que Eirik era el segundo pero si ellos dos faltaban, ¿Quién se hacía cargo?
- ¿Ella no tendrá problemas por ser del imperio Kanh?
- No tranquila Lilith, los Entes no son así, incluso aquí en Orión hay muchos seres que decidieron abandonar el Imperio Kanh, son más vigilados pero los dejan vivir aquí.
- Vaya, eso es agradable -
¡Ardha Maha, uno de los seis grandes sabios del planeta Neutron!
- Que interesante compañía tiene capitán– Dijo Remiel dirigiéndose a Drake
- Gracias, todos ellos son preciados para el planeta Neutron –
- Me alegra que así sea –
¡Vulpin Grese, del planeta Eurasia, antigua guardaespaldas de la princesa del imperio Kanh! ¡Lider de defensa!
- Sí que es interesante… - Remiel se dijo entre dientes volteando a ver a Grese
- No te pongas nerviosa Lilith, todo estará bien – Amadeus me dijo en voz baja mientras se dirigía para entregar su placa metálica
¡Fenrir Amadeus, príncipe del planeta Edda! ¡Lider de comunicaciones!
- ¡¿Eres un príncipe?! – Amadeus volteó a verme con una sonrisa y moviendo sus orejas mientras se dirigía a Drake
- Bienvenido príncipe del planeta Edda – Remiel hizo una pequeña reverencia hacia Amadeus – Nos alegra su presencia, esperamos su asistencia en la junta con Gavriel
- Por supuesto –
- ¿Incluso un príncipe con usted capitán? – Remiel volvió con Drake con bastante sorpresa – Vez que mi presencia era requerida en este lugar a final de cuentas.
.¿Que puedo decir? Somos bastante increíbles – Drake regresó a su cara de arrogante, lo que no disminuía mi nerviosismo, era la última y me dirigi hacía aquel enorme ser, mis manos temblaban mientras extendía mi mano, las manos de Arieh eran del tamaño de mi cabeza, incluso más grandes. Me daba más miedo que nada de lo que hubiera visto antes. Arieh tomó mi placa y la pasó por el identificador.
¡Lilith Minsterlow, del planeta Tierra! ¡Mascota de la nave!
-…-
- ¿Lilith…? – Sentí la mirada de Remiel, sus ojos parecían que cambiaban de color mientras me observaba, parecía que veía a través de mí, queriendo averiguar algo que nadie más sabía, Aun así no me importó, el coraje era demasiado. Corrí directamente hacía Drake, quería golpearlo.
- ¡DRAKE! ¡eres un maldito! ¡No soy ninguna mascota! – Drake me paró de seco tomándome de la cintura, me dobló las rodillas y terminé arrodillada en el piso junto a él.
- Tranquila pequeña perrita, quédate quieta… -
- ¡Eres un imbécil! – Intenté ponerme de pie de nueva cuenta, pero Drake me tomó de la cabeza y no me dejo mover.
- Quédate quieta… -
- Extraño nombre que eligieron capitán, saben que ese nombre ha sido vetado por “Las memorias del universo” –
- No lo elegimos nosotros, ese es su nombre. Saben que el planeta Tierra es un planeta del nivel seis, ellos no saben nada acerca de “Las memorias del universo” –
- En eso tienes razón, hace milenios, desde que trazamos la geografía de las civilizaciones en el universo no veía a una Terrícola – Remiel me observó de nueva cuenta con esos extraños ojos, intentando ver la mentira en las palabras de Drake.
- Esta bien capitán, todo parece en orden, pueden entrar a Orión. Le haré saber cuándo tendremos nuestra junta con Gavriel, disfruten nuestro pequeño hogar, me despido –
Remiel desapareció en el aire, mientras que Arieh cerraba aquella puerta metálica quedándose del lado de la nave, mientras que nosotros seguíamos en una plataforma con vista a aquella enorme ciudad.
- ¿Por qué hiciste eso…? Te odio, no soy ninguna mascota… además, ¿Por qué no dijeron otro nombre? – Mi enojo seguía pero todo parecía que había salido demasiado bien.
- Eres una molestia, no se le puede mentir a ellos tan fácilmente, además tu eres Lilith Minsterlow, no dijimos ninguna mentira, como tu planeta es inútil entonces no tendrán sospechas – De pronto la plataforma en la que nos encontrábamos empezó a descender, bajábamos a la ciudad
- ¡pero pudiste inventar otra cosa que ser tu mascota! -
- Hahahahaha es porque está enojado ¿Verdad Drake? –
- ¡Cállate Eirik! –
- ¿A que te refieres Eirik? Desde hace un momento me dices eso… ¿Y quién era esa persona? ¿Era el un Ente? Parecía una niña humana… y después se transformó en alguien parecido a Drake… -
Mmm, es más complicado que eso, recuerda que estamos hablando de una de las razas de las leyendas, uno de los autoproclamados creadores del universo. En realidad Remiel nunca estuvo en esa sala, ni siquiera se encuentra en Orión, todo lo que vimos fue una transmisión a tiempo real, un holograma. Que estaba transmitiendo Arieh. Aun así… es extraño ver a Remiel, él es uno de los ocho más poderosos entre los Entes.
- Pero se veía tan real… -
- Por supuesto, ¿Esperarías menos de ellos? Además no solo Arieh, todos los seres que pertenecen a Orión tienen un transmisor similar, todos ellos son acompañados por un Ente, todo el tiempo, todos los días, no interfieren en su vida, son consejeros para que en este lugar se viva en armonía. Aún así… no hay ni un solo Ente en Orión… en realidad, no hay nadie que haya visto la verdadera forma de ellos…
- Pero eso es tan… ¿Cómo es que confían en alguien que no ven? ¿Y porque lucían como Drake?
- No los debes de subestimar solo porque no se encuentren aquí… es complicado de explicar, en cuanto a su imagen hahahahahahahahaha –
- Eirik… -
Ellos toman la forma del ser con el que se encuentran, si yo tuviera uno luciría como yo, o alguien parecido a mi raza, sin embargo cuando reciben visitantes el Ente toma la forma de la raza del ser que creen que es el capitán, de él que ellos creen que es el más poderoso en la nave Hahahahahahahaha –
- Eso significa… - Todos tenían sonrisas de complicidad alrededor de Drake.
- ¡No me molesten, cállense todos! –
- Ellos pensaron que soy más poderosa que tu… ¿Verdad Drake? –
- Por supuesto que no, ¡Estaban equivocados!
- No los subestimes ¿Recuerdas? –
- Cállate tonta humana… - La plataforma finalmente había llegado a la parte de abajo, la explicación de Eirik me había animado bastante, me levanté y acomodé mi cabello, saltando de la plataforma
- Vamos, vamos perrito, acompáñame – Le dije a Drake mientras lo volteaba a ver con una sonrisa y le chasqueaba los dedos.
- Hahahahaha – Todos rieron
- Vamos pequeño – Eirik pasó a lado de Drake y le acarició la cabeza, saltando de la plataforma.
- Si serán… -
Todos empezaron a salir de la plataforma, me sentía libre, por primera vez me sentía en un lugar en el que no me sentía amenazada, parecía una gran ciudad. Enormes edificios se extendían en las alturas, había grandes letreros que parecían hologramas por todos lados. No se veían carros o ningún medio de transporte, pero si había una enorme cantidad de seres diferentes, había seres enormes más grandes que Maha, parecían animales, algunos con seis brazos, había seres más pequeños que parecían pequeños gatitos. La mayoría de ellos iba en parejas, como me explicó Eirik al parecer uno era real y el otro el holograma de un Ente. Todos parecían convivir tan normalmente, parecía una gran ciudad solo con seres extraños en ella, sin embargo nadie llevaba ropas tan extravagantes… parecíamos un arcoíris de color caminando en un fondo gris, café y negro. En las calles había lo que parecían unos aros enormes de color blanco, estos aros permitían transportar a todos hacia la localización de otro aro dentro de la ciudad, esto permitía que no se necesitaran transportes ya que se encontraban por toda la ciudad.
- ¿Cómo pueden estar en guerra? Todo se ve tan… -
- ¿Normal? –
- Si, exacto -
Es normal, hemos aterrizado en una ciudad comercial, las razas que están aliadas con los Entes mantienen una vida normal, la diferencia es que una parte de su población, es decir la milicia está involucrada en el conflicto, aunque todos atacan a un mismo enemigo.
- El imperio Kanh –
- Me alegra que ponga atención–
- Hehe gracias Marozia, ¿Entonces? ¿Qué tenemos que hacer aquí? -
- Separarnos – Dijo Drake – Tengo hambre hay un excelente restaurante por aquí, ¿Vienes Eirik?
- Claro que sí -
- ¿Podemos ir al parque de diversiones? – Preguntó el pequeño Amadeus - ¿Maha? Por favor, prometo no decirle a los otros cinco sabios que me llevaste –
- Está bien, me deberás otro favor –
- Marozia, Lil, vamos a la playa ¿Si? Por favor –
- ¿De qué están hablando? Tenemos una misión… - En ese instante no comprendía lo que trataban de decirme, sin embargo pronto lo averiguaría. Tenemos que pasar desapercibidos.
- No te preocupes por eso, ve a divertirte. Estaré cerca por si pasa algo, y recuerden lo que les dije en la nave acerca de Orión – Drake volteó con una sonrisa para luego desaparecer junto con Eirik instantáneamente.
- Nos vemos chicas – Amadeus se despidió, un fuego extraño de color negro empezó a salir de los pies de Maha el cual cubrió en su totalidad a Maha y Amadeus, los cuales desaparecieron como humo.
- Vaya… no sabía que podía hacer eso –
- Todos son increíbles, ¿Estas lista? – Grese se puso frente a mí con una sonrisa malévola –
- ¿Lista para…? ¡HA! – De pronto sentí como me elevé del suelo, casi como si hubiera sido disparada de un cañón, estaba volando por los aires, pero de alguna forma podía controlar un poco el vuelo, aunque estaba segura que no estaba usando mis poderes. Aún no sé cómo activarlos.
- Hola Lil- De repente apareció Grese en mi lado izquierdo
- Lilith - Marozia se encontraba a mi lado derecho, le habían crecido unas enormes Alas negras en su espalda, lo que la convertía en un ser aún más imponente de lo que ya era.
- ¡Ha…! ¡¿Qué es esto?! – Marozia hizo un extraño aleteo con sus alas lo que me elevó más en el aire. Mientras que Grese saltaba de edifico en edificio, hasta que fue impulsada de la misma manera que yo por Marozia.
Nos encontrábamos en la cúspide, en el punto más alto de aquel maravilloso lugar. Cientos de edificios se extendían por debajo de mí, mientras que en un lado del panorama las montañas, arboles de diferentes formas, tamaños y colores. Un hermoso lago. No había estrella. Pero si una extraña esfera como la que se encontraba en la Fortaleza Z-42. Por primera vez desde que deje la Tierra estaba sonriendo, estaba feliz de iniciar esta aventura, y pensar que pensé que mi muerte estaba segura aquí.
Marozia nos impulsó hacia el lago, en donde se encontraba lo que parecía una playa a su alrededor, aterrizamos en la orilla. Parecía arena pero tenía un color gris y era mucho más fina que la arena. Por instantes parecía harina, me agache y pude tocarlo con mis propias manos, observe el lago que se extendía frente a mí y como la brisa del aire me golpeó de lleno.
- Es maravilloso –
- Nos alegra que le guste, por cierto discúlpenos por no llamarle con el respeto que se merece, pero como se imaginará podríamos estar siendo escuchadas –
- Ha no te preocupes Marozia, está bien por mí –
- Lil, ¿Me amarras el traje? – Grese se encontraba sosteniendo la parte superior de un traje de baño humano, con las tiras del mismo colgando esperando a que las amarrara
-¿Qué haces pervertida? ¿Dónde has conseguido esto? –
- Los compramos antes de traerla con nosotros – Contestó Marozia descubriendo su camisa y mostrando su propio traje ya puesto.
- Vaya… ¿Han traído uno para mí? –
- Por supuesto, vamos desnúdate –
-¿Qué? Estas loca Grese, no me desnudaré aquí - De pronto sentí de nueva cuenta aquella ventisca que me elevó por los aires, tan alto que todos esos eres en la playa gris se veían tan pequeños, casi como hormigas.
- Aquí te puedes cambiar y nadie te verá Lil – Me dijo Grese volteando a otro lado para darme un poco de privacidad. Cosa que no tenía mucho con ella, nunca me ha importado mostrarle mi cuerpo a otra chica, pero sé que ahora es un poco diferente por todos los efectos que pudiera causar.
- Grese, creo que te equivocaste de talla. Esto me queda algo pequeño… -
- ¿He? No lo creo Lil… Al parecer tu eres la que ha crecido – Grese volteó disimuladamente para desviar inmediatamente su vista al horizonte.
- Bueno… no queda de otra - Me ajuste el bañador lo mejor que pude, aun así se sentía bastante revelador, mi estómago estaba a la vista igual que mis piernas, decidí soltarme el cabello para que ayudara a cubrirme un poco. Era de color blanco por completo, aparte del bañador tenía una venda de aquel material igual al traje, envolví mi brazalete con el para que no se viera en absoluto– Estoy lista Grese, ¿Cómo bajamos? –
Grese volteó con una sonrisa y le hizo una seña a Marozia para que nos bajara, de pronto, dirigiéndose directamente de la esfera luminosa venían dos extraños pájaros, cada uno con tres pares de alas y del tamaño de un perro pequeño. Volaban a una velocidad increíble, pasando muy cerca de nosotras. Grese fue muy rápida, en un instante estaba frente a mí dándome la espalda. Parecía que me protegía, la capsula de aire que nos mantenía en el aire se deshizo y comenzamos a caer. Mientras que aquellos extraños pájaros pasaron de largo adentrándose en las montañas detrás del lago.
- ¿Qué fue eso Grese? –
-…- Ella no contestó.
Caímos delicadamente a la playa con ayuda de Marozia, me puse de pie y pude sentir con mis pies desnudos aquella extraña arena gris, di unos pasos hacia el agua y sentir una increíble sensación de libertad, la ventisca y mis pies helados. Levanté mis brazos recibiendo aquella luz similar al sol. Amaba la playa, solo fui una vez cuando era pequeña, sin embargo aún recordaba la sensación, se sentía tan pacífico. Sentía que estaba en mi propio mundo.
- Gracias por traerme aquí chicas – Voltee con una sonrisa hacia Grese y Marozia, sin embargo mi vista no solo encontró a mis dos acompañantes. Si no a una multitud de seres extraños junto a ellas. Todos ellos me veían, habían detenido su andar y me contemplaban a la distancia. Nadie mencionaba nada, Todas las parejas de seres se encontraban en un silencio profundo, como si estuvieran viendo un fantasma o hubieran quedado completamente hipnotizados.
- Estoy tan orgullosa de ella Marozia – Grese le dijo con una sonrisa y dando unos pequeño brincos de alegría.
- Sin duda se convertirá en un ser muy hermoso –
Me empecé a poner completamente roja y les di de nueva cuenta la espalda a todos los seres que me veían. Nunca había tenido esta reacción en nadie, sin embargo es algo que extrañamente me gustó, sentir la mirada de todos, sentirme deseada…
Empezaron a pasar los días con naturalidad, la comida no era mala, sin embargo muchas veces no preguntaba que era ya que tenía miedo a encontrarme con algo extraño. Todos eran muy amables. Había unos seres llamados Garlik los cuales eran dueños de un restaurante en el distrito comercial, ellos parecían una gelatina gigante. Eran tan extraños que me daban un poco de miedo. Sin embargo hacían unos platillos deliciosos.
No vi a Drake durante días, y cuando lo hacía era solamente durante unos segundos para luego desaparecer en búsqueda de otro lugar maravilloso en Orión. Nos quedamos en unas habitaciones rentadas, Cada uno tenía su propio lugar. El mío era perfecto, tenía una ventana que me daba una vista exacta a las montañas y aquel hermoso lago. Aquella esfera gigante también podía simular la noche por lo que teníamos un ciclo normal, al parecer la compañía de Drake no se preocupaba mucho por el dinero ya que Marozia, Grese y yo pasamos todos los días visitando nuevos lugares y comprando todo lo que pudimos. todo era tan fantástico que no me di cuenta que ya habían pasado casi un mes desde que habíamos llegado y yo encajaba perfectamente en un mundo extravagante, todos me aceptaban y yo los aceptaba a ellos.
Durante las noches en mi cama me preguntaba ¿Qué es lo que podría estar sucediendo? Parecíamos tener mucha prisa, incluso el Rey del planeta Neutron había muerto en aquel lugar, pero parecía que todos estaban decididos a divertirse. A pesar de que sabía que estaba mal, solo deseaba disfrutar unos días más en tranquilidad.
- Lilith… Lilith… Despierta – Una voz sonaba en mi cabeza, sentía que alguien movía mi brazo - oye… despierta maldición –
- He… - Mis ojos se empezaron a abrir solo para encontrarme con los ojos brillantes de Drake muy cerca de mí. - ¡HA! – di un grito y un salto para atrás, me deslice entre las sabanas de mi cama y termine resbalando cayendo al suelo por el otro extremo.
- Que torpe eres Lilith… deja de hacer tanto ruido por dios –
- ¡Maldito! ¿Por qué me despiertas? – Me levanté de un golpe para poder confrontar al cretino que me hacía enojar con tanta facilidad.
- Lilith… - Aunque todo estaba muy obscuro, solamente la luz de la esfera entrando por la ventana pude observar como Drake abrió los ojos e hizo una expresión de sorpresa.
De pronto dio media vuelta hacia la pared y empezó a golpearla con todas sus fuerzas, parecía que su cabeza estaba hecha de acero, retumbaba con cada golpe que le daba a aquel cuarto metálico. - ¡Maldita sea! ¿Por qué demonios estas durmiendo así pervertida? –
- ¿A qué te refieres? – Baje la mirada y me di cuenta que estaba completamente desnuda, era como dormía en casa, me sentía más cómoda, lo había olvidado por completo. - ¡Agh! ¡Eres un pervertido! – me agache para levantar las sábanas que había caído al suelo junto conmigo y poder cubrirme con ellas.
- ¡¿Yo?! Tus eres la pervertida Lilith, ¿Me quieres matar? – me empezó a gritar golpeando aun la pared con su cabeza.
- ¡Si no te gusta lo que vez entonces no lo veas maldito! – Eso me había ofendido.
- ¡Idiota es por lo contrario! ¡Eres estúpida y hermosa! –
-… Retira lo estúpida y te perdono –
- ¡Agh! Vístete, regreso en 10 minutos – Drake desapareció sin voltearme a ver, era la segunda vez que un chico me veía desnuda. No me importaba que mis amigas lo hicieran, pero esto era diferente…
-Entonces el en verdad cree que soy hermosa…- Eso genero un sentimiento desconocido en mí, respondí algo que no le hubiera respondido jamás a ningún chico. Sentí que algo no iba del todo bien, pero todo lo normal había desaparecido en mi vida por lo que no me detuve a pensar en ello, me vestí y senté en la cama esperando al idiota.
- ¿Ya te has vestido monstruo? – Drake apareció con los ojos cubiertos.
- Ya… ¿Cómo está tu cabeza? ¿Se arregló el problema de idiotez? –
- Muy graciosa –
- ¿Qué quieres? Me has despertado y quiero seguir durmiendo –
- Acompáñame – Drake se acercó y me tomo del brazo, un instante después nos encontrábamos en una habitación casi idéntica a la mía, sin embargo toda la pared estaba cubierta por un extraño residuo amarillento, parecía una extraña red. En la habitación se encontraba todo el equipo. Todos ya vestidos.
- ¿Qué? ¿Qué es lo que pasa aquí…? –
- ¿Qué fue ese extraño ruido de antes princesa? ¿Te encuentras bien? Drake no le hiciste nada ¿Verdad? – Grase empezó a inspeccionar mi cuerpo muy de cerca, parecía una gatita curiosa.
- Estoy bien Grese –
- Esta pervertida le gusta dormir desnuda, eso paso…- Todos me voltearon a ver, me inspeccionaban con la mirada.
- ¡Eso es normal! ¡Todo mundo lo hace! – Sus miradas pasaron a Drake esta vez.
- ¿Sobreviviste a verla desnuda? Sí que te admiro capitán hahahahaha –
- ¡Cállate Eirik! – Me agache y puse mis manos alrededor de mis ojos, estaban hablando tan normal cuando yo era la que había sido expuesta
- Esperen… Grese, pensé que no podías decirme princesa –
- Ha respecto a eso… Aquí sí puedo hacerlo, ¿Amadeus nos explicas por favor? –
El pequeño Amadeus se encontraba junto a Maha a lado de la ventana de la habitación.
- Bien, disculpen todos por la tardanza, fue más tiempo de lo que había pensado, construir esta tecnología de bloqueo enfrente de los mismísimos Entes es todo un reto, incluso ahora no estoy 100% seguro que no nos estén escuchando. –
- ¿A qué te refieres Amadeus? – Pregunté ya que no entendía muy bien que es lo que sucedía, sin embargo Drake intervino.
- Amadeus ha estado construyendo en secreto un bloqueo para que los Entes no nos escuchen, parecido al de la nave. Recuerda que él es el líder de las comunicaciones, así que como tal puede bloquearlas. Hemos tenido que disimular todo este tiempo el estar de turistas para poder tener esta reunión. A partir de este momento empieza nuestra misión real – Como me temía… esto no podía durar para siempre.
- Reporten compañía ¿Qué han observado? – Eirik fue el primero en hablar
- Un Ente normal no podrá ayudarnos, deberá ser alguien que tenga cierto rango en la raza, estuve hablando con varios citadinos y ninguno de ellos conocía nada de tu raza Drake así que mucho menos estarán enterados de las guerras, es un área muy comercial por lo que será difícil, debemos encontrar a un capitán o alguien muy cercano a los ocho más poderosos – Siguió Maha
- No encontré rastro de la armadura por ningún lado, incluso en cuadrante militar cercano, lo que pude encontrar es que efectivamente Gavriel se encuentra aquí. Aunque no conozco la situación a fondo, se dice que desde la Guerra de los Tres Circulos no había pisado ningún planeta de la alianza – Luego Marozia
- Estuvimos siendo vigiladas todo el tiempo, intente alejarme frecuentemente pero hubo un par de Karura que nos estuvieron siguiendo a todos lados… Aunque ese no es el estilo de los Entes – Y por último Grese
- Creo que vi a Gavriel… -
- ¡¿Qué?! ¿Viste a ese monstruo Grese? –
- ¿Quién es ese tal Gavriel? –
- Es el tercero al mando entre todos los Entes, Puede ser tan poderoso como tu princesa, si tuvieras tus poderes completos…-
- ¿En dónde lo has visto? –
- No sé si era el… cuando estábamos en la playa unos extraños pájaros volaron hacia nosotros, reaccione normal tratando de proteger a la princesa, luego volaron hacia detrás de las montañas –
- Sin duda era el… estaba probando tu reacción. Ese maldito, esto se está volviendo más complicado de lo que pensé, aun no obtenemos nada información y a este ritmo no sabemos cuándo vaya a tener otro episodio Lilith… -
- Mmm hay un rumor Drake –
- De que se trata Amadeus? –
- Estuve instalando algunos dispositivos en los principales lugares donde las razas se reúnen, pude captar cierta información extra oficial, dicen que un octavo capitán está a punto de ser ascendido. –
- ¿Un octavo? Eso es prácticamente imposible, desde los inicios del tiempo solamente han existido esos siete monstruos y el rey –
- Ese es el rumor, lo más extraño de todo es que dicen que es un Ente sintético y que ha subido el escalafón de poderes en tan solo 100 siglos… y lo más extraño de todo es que mencionan que tiene un nombre prohibido… su nombre es Adán -
-… No, algo debe de estar mal Amadeus… eso suena demasiado irreal, además no existen sintéticos entre los Entes… por no decir que ese nombre lleva prohibido tanto tiempo como el de Lilith… es imposible que los Entes rompan las leyes –
- Solo mantenlo en tu mente ¿Si? –
- Entiendo… Bueno, yo tengo algo que reportar también. He recibido la Invitación oficial de Reziel, como nos dijeron en la bienvenida Amadeus y yo iremos, sin embargo… requieren la presencia de Lilith… -
- ¿Mia? ¿Por qué me quieren ver a mí? Si solo soy… la mascota… -
- No me lo dijeron, pero la reunión es en una semana y necesito que practiques tus poderes Lilith… Cualquier cosa que esté planeando Gabriel, será necesario que al menos te puedas defender un poco –
- Drake…- Salió un pequeño chillido de la voz de Grese
- No Grese, lo siento, estamos en una etapa crítica. Sería demasiado sospechoso que te presentaras, ellos saben de tu condición ante la antigua Lilith Kanh, quédate aquí y cuida de todos ¿Vale? –
- Si… -
- No te preocupes Grese, estaré bien… Entréname bien ¿Vale? – Acaricié el cabello de Grese y le ofrecí una sonrisa.
- Esta bien… -
- Bien compañía, sigan desapareciendo en el planeta, Ustedes dos entrenarán aquí en el cuarto de Amadeus, no quiero que nadie se entere de lo que hacemos, Gracias a todos –
La reunión acabó y Drake me llevó a mi habitación. Esa noche no pude dormir, finalmente conocería a quienes me habían detenido la última vez. Esa noche solo pude pensar en aquel ser en la fotografía del cuarto de Grese, se veía tan hermosa y tan poderosa… y yo finalmente conocería a sus asesinos.
Durante la semana empecé a practicar con Grese, me enseñaba a concentrarme para poder atraer cosas a mí, también para repelerlas a gran velocidad. Era muy difícil. Hasta ahora solo había podido mover la cama un poco, así como una esfera metálica que utilizaba de entrenamiento. La esfera la podía mantener flotando algunos segundos. Mi levitación había empezado a surgir aunque no era del todo buena controlándolo. Seguía estrellándome con todas las paredes aunque ya entendía un poco como poder activarlos. La semana paso demasiado rápido, mi progreso iba lento pero cada vez que lograba hacer algo por mí misma sin duda sentía menos humana.
- Amadeus, Lilith. ¿Están listos? – Nos reunimos en el cuarto de Amadeus
- ¡Por supuesto! ¡Vamos a pelear! –
- Amadeus no te emociones tanto… sabes que debemos evitar una pelea –
- Hehe siempre había querido decir eso… -
- Lilith ¿Qué tal tú? ¿Estas lista?
- Eso creo… ¿Terminemos con esto sí? – Ajusté mi cabello a la banda que me había dado Grese y se recogió en su totalidad dejándome una pequeña bola de cabello rojo encima de mi cabeza, los tres utilizábamos nuestra ridícula vestimenta hawaiana –
- Bien… acabemos con esto – Drake nos tomó del hombro y en un instante estábamos en otro lugar, era un corredor y frente a nosotros se extendía una enorme puerta metálica.
Los tres estuvimos por un momento admirando aquel lugar, de repente y como si fuera magia aquella enorme puerta desapareció. Igual que la puerta de mi habitación lo hacia dentro de la nave. Dejo ver dentro una amplio cuarto con detalles en rojo. Dentro de la habitación se encontraban cuatro personajes. Uno de ellos estaba parado exactamente en el límite de la puerta, era un hombre… se veía tan joven y bello. Tenía un cabello dorado, un poco largo y recogido completamente hacia atrás, unas facciones muy definidas, unos labios delgados, su cuerpo que se marcaba por encima de su ropa, en su oreja derecha tenía tres aretes. Era más alto que Drake y definitivamente parecía un humano, sin embargo sus ojos destellaban… era un destello muy extraño, casi… casi como si fueran transparentes, su piel era tan blanca como la mía y su vestimenta era más extraña que la nuestra, lo único con la que lo pude relacionar es con lo que usaba napoleón el conquistador, había visto una imagen de el en mi libro de historia y esto me lo recordaba.
Aquel extraño ser se acercó lentamente hacia nosotros con las manos detrás de él, sin mencionar ni una sola palabra. Ignoró por completo a Amadeus y a Drake y se dirigió a mí. Estaba completamente ida por la situación. ¿Quién es este sujeto? Cuando se detuvo frente a mí, tomó mi mano y se inclinó un poco para besármela. Fue un beso muy suave.
- Bienvenida seas Princesa Lilith, mi nombre es… Adán –
- InvitadoInvitado
Re: Lilith capítulos
23.12.14 23:35
- Capítulo 09:
- Capítulo 09
El acuerdoLas palabras de Adán me cayeron como un balde de agua fría, estaba completamente paralizada viendo aquellos ojos y su sonrisa socarrona. Parecía tan calmado cuando había sido descubierta. Parecía que finalmente me tendría que enfrentar al destino que me había perseguido desde el instante que dejé el planeta Tierra. El ser asesinado en pro de una guerra universal.
– Yo no… no soy… – De pronto empezó a temblar todo el lugar, no era un temblor normal, no se sentía el deslizamiento de nada simplemente todo empezó a moverse de manera brutal, las paredes empezaron a desprenderse. El techo empezó a caer y aquel cuarto donde se encontraban los otros seres empezó a desmoronarse como una torre de naipes. De pronto en un instante La pared de lado derecho desapareció como si fuera magia. Y dejo a la vista aquella enorme ciudad, se veía la playa… nos encontrábamos en algún lugar de las montañas.
– Tranquilo Drake… – Aquella melodiosa voz se escuchó de nuevo y vi como Adán se había alejado un poco de mí y volteaba a ver a mi lado. Y fue cuando lo vi.
Vi muy pocas veces a Drake con ese aspecto, a pesar de eso jamás dejare de impresionarme. Su piel empezó a desprender una extraña energía, sobre todo debajo de esos guantes extraños que siempre utilizaba. Sus ojos empezaron a brillar de manera alarmante, sigo pensando que por momentos podía ver el universo entero en esos ojos, su cabello empezó a ondular de una manera más constante y el cabello se tornaba rojo. Sin embargo su piel empezó a cambiar, empezaron a salir pequeñas grietas a lo largo de su piel descubierta, diminutas líneas rojizas dando la impresión de que se pudiese quebrar en cualquier momento, casi como si se tratase de una vieja estatua de bronce. Era el cuarto Neou mostrando su poder.
–¡AMADEUS! –
Drake grito y desapareció en el aire, junto a él desaparecieron otras dos paredes de todo el lugar dejando ver más cielo de Orión. Mis ojos lo localizaron un segundo después dentro de aquel cuarto donde se encontraban aquellos seres. Con el brazo de Drake en posición para golpear a uno de ellos. Un hombre con el cabello muy largo que se encontraba sentado en un sillón.
De pronto mi visión fue bloqueada por Amadeus quien había dado un salto frente a mí. Sus manos habían cambiado, parecían unas garras, las cuales terminaban en un color negro muy profundo, empezaba a desprender una extraña sustancia la cual goteaba por cada uno de los dedos de Amadeus, vi su espalda y como intento desgarrar a Adán con ellas, sin embargo este dio un pequeño saltó atrás y se libró del ataque.
– Vaya, no sabía que podías pelear pequeño – Adán se burlaba de Amadeus, cuando una enorme explosión abarcó todos mis sentidos. Una nube de polvo y diminutas partículas del metal extraño de aquel lugar salieron volando en todas direcciones. Mi diminuto cuerpo había salido volando hacia atrás, solo sentí como alguien me había atrapado antes de estrellarme contra la pared.
– Gracias Dra… Amadeus – Sentí en mi cintura las pequeñas manos de Amadeus sosteniéndome. Me levanté lo más rápido que pude para no aplastar a Amadeus el cual se encontraba contra la pared, sangraba de la cabeza y tenia una extraña herida en su brazo. No sangraba pero si estaba marcada en negro, como si alguien hubiera pintado su pequeño brazo. –¿Te encuentras bien? –
– No te preocupes Lilith… Tengo que llamar a los otros, Drake está en problemas – Mi corazón empezó a latir rápidamente, sentía como mi cabeza daba vueltas en torno a Drake y aquel extraño chico… no me podía imaginar a Drake perdiendo una batalla, pero las palabras de Amadeus me estremecieron hasta la médula. – ¡Espera Lilith! –
Salí corriendo hacia la nube de polvo, no podía ver nada, todo se extendía a mis ojos y mis pes, el terreno se había vuelto irregular, parecía que me encontraba a campo abierto pues la luz entraba por todos lados. Amadeus no me seguía, seguramente estaría demasiado herido. Mis pies se sentían pesados, mi corazón era una locomotora, necesitaba hacer algo, al menos tenía que ayudar un poco hasta el momento en que Eirik o Marozia llegaran… tenía que ayudar a Drake. Mi quite la camisa, estaba desecha y estorbaba. Me quede con mi playera sin mangas y mi brazalete salió a relucir, aún con aquellas extrañas marcas y las fisuras de mi episodio anterior, solté mi cabello el cual se deslizó a través de mi cuerpo, brillaba con los rayos que se deslizaban entre la nube de polvo.
De pronto mi visión se llenó de una luz demasiado blanca, cuando mis ojos se acostumbraron pude ver aquel panorama. Y por fin pude ver lo que sucedía y en donde nos encontrábamos. Era el interior de la montaña, o lo que quedaba de ella, ya que un enorme cráter la había sustituido. Yo me encontraba a las orillas del mismo. Drake se encontraba en el epicentro, parecía intacto lo que me fue un gran alivio para mis ojos. Levanté la mirada y en el aire se encontraban suspendidos los cuatro Entes, el hombre con el cabello largo se encontraba en una menor altura que los demás, aunque todos parecían completamente intactos. Todos tenían una vestimenta similar, así como los cabellos dorados a excepción Remiel que era el que nos había recibido en Orión, continuaba con la apariencia similar a la raza de Drake.
– ¡Drake! – Le grité y empecé a bajar el cráter para unirme a él, nadie se movía, pude ver a Drake quien mantenía aquella extraña apariencia.
– Tienes que salir de aquí Lilith… – Su voz sonaba más ronca de lo normal pero notaba cierta preocupación en el.
– ¡No lo haré! – Le dije intentando que volteara a verme
– Tú no puedes hacer nada… –
De pronto el Ente con los cabellos largos empezó a descender, sin mencionar ni una sola palabra.
– ¡Detente maldito! – Tomé fuerzas del interior de mi corazón, no tenía que ser una carga para ellos, tenía que luchar y protegerlos a todos, ¿De que servía ser la más poderosa si no podía defenderlos?
Me puse enfrente de aquel ser y concentre mi mente en una roca que se encontraba frente a mí, intenté aplicar todo lo que había aprendido de Grese, todo lo que había recordado del accidente en la Fortaleza, todo se encontraba en mi interior y tenía que liberarlo. La roca se empezó a mover, tambaleaba en el suelo, necesitaba atraerla hacia mí.
– ¡Muévete! – Grité con todas mis fuerzas y atraje la roca hacia a mí, la cual se desintegró en el camino, diminutas partículas me rodeaban. Levanté la mirada hacía aquel Ente que se acercaba, levanté mis manos y lo dirigí hacia él. Tenía que darle forma con mi mente, un arma… un arma… lo único que pude pensar en ese instante fue en una lanza, las partículas empezaron a formarse mientras se dirigían al Ente. Una enorme lanza se formó y se dirigía a toda velocidad, hasta que lo alcanzó atravesando la imagen y desapareciéndose en el cielo.
– Ellos no están aquí Lilith… son solo hologramas, recuerda que nadie ha visto a un Ente antes –
– Pero…. El me sostuvo la mano, sé que pude sentirlo –
– Estos hologramas son especiales… son los hologramas que usan en batalla, aunque sean imágenes esta tecnología logra transferir un poco de su energía a sus hologramas, logrando materializar su cuerpo por momentos, aún así, ellos no están aquí, esa no es su forma real… –
– Vaya, se ve que sabes mucho de nosotros Capitán Drake, en verdad que te mereces el título del cuarto más poderoso entre todos los Neous a pesar de ser tan joven – El ente había bajado hasta tierra, era alto, casi tan alto como Eirik aunque tenía una apariencia más delgada y elegante, tenía unos ojos muy parecidos a Adán pero su cabello era excesivamente largo, mucho más que el mío. Tenía los mismos aretes extraños pero él tenía una mirada más dura, no sonreía, solamente me miraba con unos ojos que no podía saber su significado aún.
– ¿Cómo te diste cuenta Gavriel? –
– Oh por favor Drake, yo no te he subestimado, he traído este traje especial solamente para ti, así que te pido que no nos subestimes, sabes que somos los amos de la información hay poco que no conozcamos –
– … –
– Debo decirte Princesa Lilith, que jamás pensé que a esa edad pudieras utilizar la transfiguración de materia –
– ¿Quién eres tú maldito? – Mi palabra y mi cuerpo decían cosas diferentes, intente refugiarme un poco detrás de Drake cuando el mismo se puso delante de mi bloqueándome un poco la visión con aquel extraño ser.
– Tranquilo Drake, te dije que no hicieras una tontería. – Dijo Adán, mientras que él y los otros dos Entes bajaban al piso. Adán se acercó a Gavriel poniendo una mano sobre su hombro, quien seguía con su mirada asesina desenfundada en Drake – Gavriel tranquilo, ¿Por qué tienes esa cara? No venimos a pelear ¿Recuerdas? –
– No te metas en esto Adán –
– ¿Adán? Y pensar que ustedes los Entes también romperían las reglas de las “Memorias del Universo” – Drake gruño
– No puedes decir nada sobre reglas capitán Drake, veo que los Neous han logrado encontrar a la reencarnación de Lilith y pensar que lograrían encontrarla antes que nosotros – Remiel descendía del cielo poniéndose a nuestro lado, el cuarto también llegó pero no expresó nada en absoluto.
– Suficiente Drake, me debes una montaña. Te haré pagar a nombre de nuestro creador – Gavriel dijo empezando a avanzar hacia Drake
– Tranquilo, que tendrás que cobrarme el planeta entero – Drake golpeo sus puños entre sí, no movió un músculo esperando la envestida de Gavriel – Aléjate de aquí Lilith –
– ¡Jamás! –
– Eres demasiado terca… – De pronto Adán se para en el camino de Gavriel y Drake
– Venga, tranquilos los dos, no venimos a pelear. Tranquilo Drake, no tenemos intención de hacerle nada a Lilith… –
– No me importa, dile a este monstruo que se quede en su jaula o me cargaré a Orión – Drake seguía con esa voz ronca mirando fijamente los ojos de Gavriel
– No sabes con quien te estas metiendo pequeño Neou, tal vez tengamos respeto por su raza siendo uno de los primeros del inicio, pero algo muy diferente es que te nos puedas oponer –
Gavriel empezó a levitar un poco, mientras que su vestimenta empezaba a cambiar, parecía esta vez una armadura muy parecida a la que usaba Arieh, su rostro hermoso junto con su largo cabello no habían cambiado en nada, ondulaban al ritmo de su energía.
– Gavriel, ¡Detente! Sabes que el rey podría molestarse –
– Largo de aquí Adán, aceptaré las consecuencias –
– Basta Gavriel – de Pronto aquel otro hombre que se encontraba ahí habló, era una voz diferente, a diferencia de Adán y Gavriel el tenía un cabello negro, con ojos muy penetrantes, parecía que escondía un gran misterio, sin embargo. Fue la primera y última vez que hablo –
– Tsh – Gavriel descendió inmediatamente cambiando su ropa de nueva cuenta a sus extravagancias parecidas a las de Adán
– Te has salvado pequeño Neou –
– No me hagas reír Gavriel – Drake empezó a cambiar de nuevo a su apariencia normal, su piel regresó a la normalidad y dejo de desprender aquella extraña energía de entre sus guantes, todo había acabado antes de empezar. Aun así mi corazón estaba latiendo a toda velocidad, sentía como si algo verdaderamente malo hubiera sucedido, alguien había descubierto mi verdadera identidad.
De pronto, escuche sonidos al borde del cráter, cinco seres bajando hacía donde nos encontrábamos, era toda la compañía. Todos con una cara lista para pelear, Eirik venía con varias armas parecidas a las que ví en la fortaleza Z-42, mientras que el pequeño Amadeus tenía un hilo de sangre corriendo desde su cabeza.
– Oh que seres tan horripilantes, aléjense de la princesa – Sentí una mano en mi cintura la cual me movía un poco hacia un lado, escuchando una voz muy cercana a mi, se trataba de Adán que en un instante se había puesto a espaldas de Drake y sosteniéndome.
– ¡Yia! – Grese parecía realmente enfadada, dio un salto enorme tomando una gran velocidad, se dirigía a mi desenfundando sus garras, en un segundo deje de sentir aquella mano y esta vez tenía a Grese a mi lado, mientras que Adán había vuelto con los demás Entes.
– Tranquilos, fue solo una pequeña broma, yo se quiénes son – Adán parecía demasiado despreocupado, con una sonrisa socarrona fue y se sentó en una piedra cercana mientras que todos los demás descendían.
Todos llegaron a nuestro lado, los siete de nosotros, y por primera vez me sentía parte del grupo, no era una inútil a la que solo debían ayudar, nadie más me pidió que me fuera ni me obligaron a retirarme, me dejaron mantenerme a su lado contemplando a aquellos cuatro extraños seres. Los poderosos Entes
– A tus ordenes capitán – Eirik se puso a lado de Drake, parecía más temible que de costumbre, extendió su arma a la cabeza de Gavriel
– Tranquilos, al parecer no quieren pelea – Drake sostuvo el arma de Eirik y la bajó. – Mantente alerta – Drake dijo esto último en un tono muy bajo, de modo que solo nosotros pudiéramos escuchar.
– Acompáñenos – Gavriel desapareció en el aire, al igual que Ramiel y aquel otro extraño, la imagen se había difuminado. Adán ya no se encontraba sentado en la piedra, estaba completamente sobre una pila de rocas, parecía que se había quedado completamente dormido.
– ¿Qué demonios le pasa a ese sujeto? –
– No lo sé Lilith, ignóralo, vámonos, todos manténganse alerta – Drake nos dijo y desaparecimos y aparecimos de nueva cuenta en otra habitación, era muy similar a la que vimos en primer lugar. Dentro de ella se encontraban varios sillones compuestos de un material extraño, había lo que parecía un bar y diferentes mesas y sillas. La luz era tenue y todo resaltaba en un cálido color rojo. Si no supiera que estábamos en un planeta a años luz de la tierra podría decir que estábamos en el bar subterráneo de cualquier soltero a la edad de treinta años.
El extraño ser se había sentado en una pequeña mesa en la esquina de la habitación. Remiel estaba en el sillón comunicándose con alguien a través de una pequeña pantalla holográfica que salía de su muñeca mientras Gavriel permaneció parado.
– Bienvenidos sean todos, creo que todos me conocen soy Gavriel, el tercero al mando en la dinastía de nosotros los Entes –
– Acaba con esto ¿Qué demonios quieres Gavriel? –
– ¿Por qué crees que querríamos algo de ustedes? –
– Es algo obvio, si han averiguado quien es Lilith y no han hecho por matarla significa que algo planean.
– No nos malinterpretes Drake, al principio lograron engañarnos, sin embargo no podemos decidir la suerte de Lilith, somos una raza de paz no podemos juzgar a un nuevo ser por los destrozos de su vida pasada –
– ¡no juegues conmigo! ¿Seres de paz? Si hace un momento estabas dispuesto a acabar con Drake – Me empezaba a molestar la actitud de Gavriel, las palabras que utilizaba, la actitud lo mostraban como un ser justo sin embargo estaba dispuesto a acabar con Drake…
– Haré lo que sea necesario para mantener la paz entre los Entes – Gavriel me volteó a ver con una mirada que me hizo retroceder un poco.
– Acaba con eso Gavriel, ¿Qué es lo que quieres? –
– Quiero que me digas como has averiguado que Lilith seguían viva –
– ¿Por qué te diría algo así maldito? –
– Porque creemos que tu no fuiste quien averiguó esto –
– … Creemos que alguien averiguó el nacimiento de Lilith incluso antes de su nacimiento, no sabemos cómo o si fue la primera reencarnación que “cultivaron” y ustedes animales están en nuestro top cinco entre los seres capaces de hacer esto – Con las palabras de Drake, Eirik sostuvo su arma recargándola, Marozia hizo aparecer sus alas, todos listos para arrancar otra vez la batalla.
– No seas ridículo Drake y tengan calma todos – Remiel intervino – ¿Qué razón tendríamos para hacer algo así? Seguimos el rastro de Lilith para evitar que se repita el pasado, además esta patética ser de un planeta de nivel seis jamás sería capaz de soportar los poderes de Lilith, tarde o temprano sucumbirá ante ellos. Si hubiéramos actuado a nuestro antojo ¿Por qué dejaríamos que viviera tanto tiempo?
–…– Ellos tenían razón, si me hubieran encontrado simplemente me hubieran matado en el instante en que nací. Todo para evitarlo, incluso en este instante ellos podrían intentarlo.
– Ustedes quieren la armadura de la princesa Kanh ¿Cierto? –
– Es la única manera de contener sus poderes… – Grese intervino la conversación, efectivamente su experiencia estando cerca de Lilith Kanh ayudaba a que fuera una opinión de interés.
– Hay un pequeño problema con su deseo, han estado investigando ciertamente el paradero de la armadura aquí en Orión, les hemos abierto las puertas de la ciudad para que buscaran libremente, Sin embargo no han encontrado absolutamente nada, ¿Cierto?
– … no – ¿Qué tanto sabían estos hombres? Nos habían estado siguiento desde el instante en que cruzamos Orión…
– No está en Orión… de hecho, no la tenemos nosotros –
– ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡no juegues conmigo Gavriel! ambos sabemos que es prácticamente imposible robarle algo a ustedes, y no solo eso durante los últimos siglos han presumido en todos los canales que ustedes tienen la armadura, un estandarte de una batalla ganada con ellos –
– Alguien la robó, no sabemos exactamente quien, solo tenemos ciertos indicios de donde se encuentran. Eso sucedió hace cerca de 5 siglos. –
– ¡Maldición! ¿Y no han intentado encontrarla? –
– Por supuesto, sin embargo no es nuestra prioridad con esta guerra aún en curso, hace poco las tropas Kanh empezaron a movilizarse a nuestro conglomerado del norte. Sabes que no podemos permitir eso y ahora con el regreso de Lilith Kanh podemos estar al borde de que una Segunda Guerra de los Tres Círculos ocurra, no podemos irnos de nuestros puestos actuales, esta visita que hice a Orión fue una coincidencia. Vine a ajustar la seguridad y dar algunos anuncios. No podemos darnos el lujo de buscar la armadura, y menos con una Lilith que creemos no representa amenaza alguna, nunca alcanzará el potencial de la princesa Kanh –
– ¿Están diciendo lo que creo que están diciendo? – Maha dio un paso hacia adelante confrontando a todos ellos.
– Creo que lo has entendido ¿Verdad Maha? – Remiel sonrió al enorme Maha desde el sillón donde se encontraba – Siempre me han gustado los seres inteligentes – Remiel regresó a sus actividades en la pantalla de comunicación.
– Creo que en este punto todos lo entienden, sin embargo les pondremos ciertas condiciones – Todos guardaron silencio esperando que condiciones ponía Gavriel, sin embargo para mí no había quedado del todo claro.
– ¿Qué? ¿De qué me perdí? ¿Qué es lo que quieren de nosotros? ¡Yo no soy una inútil! – Mi reacción en aquel entonces siempre había sido el intentar pelear cuando alguien me ofendía, era mi manera de autoprotección, y mas cuando estaba rodeado de todos aquellos en quien confiaba
– Guarda silencio Lil – Drake puso mi mano sobre mi hombro. – Ellos están diciendo que nos dejarán ir… si hacemos algo para ellos –
– ¡¿En verdad?! –
– Todo depende de su decisión princesa, si deciden acceden efectivamente los dejaremos ir, y les daremos toda la información que tengamos acerca de la armadura, en caso de que no acepten, nos veremos forzados a eliminarlos en este instante a todos y cada uno de ustedes, no podemos permitir que usted este suelta –
–… ¿Cuáles son las condiciones? – No sé si todo ha sido planeado por ellos desde un principio, si este destino al que fui atada fue elegido por mí misma o si todo fue planeado meticulosamente, pues mi decisión ese día cambiaría el rumbo de mi existencia para siempre
– Son tres cosas muy simples, la primera es que deberán quedarse en esta ciudad durante un mes más. La segunda es que uno de nosotros los acompañará, no podemos permitir que hagan lo que quieran, debemos de mantener un ojo en ella ya que es algo que el planeta Neou no puede manejar por si solos –
– ¿Drake? – Voltee a ver a Drake, quería consultar en su mirada que era lo mejor, el siempre había tomado cada decisión por el bien de todo el grupo, el siempre me había protegido.
– Esta bien Gavriel… No hay problema por el tiempo pero ¿Quién irá con nosotros? ¿Serás tú Remiel? ¿O será...? – Gavriel volteó a ver a la mesa de la esquina a aquel extraño Ente.
– No, Adán irá con ustedes –
– ¡No! ¡Me rehusó a tener a esa escoria cerca de la princesa! – Grese lanzo un gruñido sacando sus garras.
– ¡Tranquila Grese! No pasa nada, no es tan malo. Estaremos bien – Grite un poco a Grese para que pudiera tranquilizarse, al final no era tan malo ¿Cierto?
– Pero princesa… –
– Tranquila gatita – Lance una pequeña sonrisa a Grese, sabía que me obedecería. – ¿Cuál es la segunda condición? –
– Tu inmortalidad se te entregará a los 19 años. No a los 21 –
– ¡Eso jamás! ¡¿Qué pretendes Gavriel?! Tu bien sabes que puede suceder si ella recibe su mortalidad antes – Esta vez fue Drake quien protestó
– ¡Drake! ¡No es importante! No me importa eso –
– ¡Tu no lo entiendes Lilith! –
– No hay nada que entender, es algo que yo debo decidir … –
– ¡No lo voy a permitir! –
– ¡Calla!, voy a ser una bella joven de 19 años para siempre. No suena nada mal, dime… ¿En verdad lo prometes? ¿Podremos irnos? –
– Así es princesa, Adán los acompañará pero serán libres de irse –
– Entonces… –
– ¡NO! – Drake me interrumpió, lo golpee con todas mis fuerzas a su costado, directamente en las costillas.
– Acepto… espero cumplas tu palabra –
– Me alegra que hayan elegido la opción de seguir existiendo, no nos hubiera gustado eliminar a un Neou y a la gran princesa del Imperio Kanh –
– No es como si tuviéramos muchas opciones… –
– Me alegro que esta reunión haya transcurrido de manera favorable, me hubiera molestado si algo le sucede a mi querido Orión – Remiel se levantó del sillón del que se encontraba. – A partir de ahora son mis huéspedes, no tendrán que pagar nada en Orión, coman y compren todo lo que gusten, prepararemos su nave para que parte dentro de un mes. Espero que su estancia en Orión sea formidable, bienvenidos de nuevo.
Drake no esperó a que Remiel acabara la frase, de pronto todos nos encontrábamos de nueva cuenta en la habitación de Amadeus.
– ¡¿Qué demonios crees que hiciste estúpida humana?! – Drake estaba más furioso que nunca, pro primera y última vez desde que lo conozco me dio verdadero terror verlo a los ojos. Sin embargo tenía que decirlo, tenía que hacerles entender que yo ya no era una carga.
– ¡No soy una carga! –
– ¿De qué demonios hablas? –
– ¡Que te calles inútil! –
– ¡Maldición Lilith! ¡Eso no tiene ningún sentido!
– ¡Entiende! Yo no soy la estúpida humana que rescataste hace medio año, porque para mi ha sido todo ese tiempo, entiéndelo Drake, yo soy parte de tu compañía y si en mis manos esta protegerlos a todos ustedes ¡Lo voy a hacer! Así que cállate… yo no quiero perderlos… todos son muy importantes para mi… – Llevé mis manos al rostro, no sabía lo que hacía pero sin duda quería protegerlos, aunque yo saliera lastimada.
– … –
De pronto sentí el tacto de Grese, sabía que era ella no tenía que abrir los ojos para saberlo, me abrazó muy suavemente, luego sentí a mi espalda los gentiles brazos de Marozia, el pequeño cuerpo de Amadeus se pegó a nosotras, segundos después el enorme Eirik nos rodeó con sus brazos y nos apretó y finalmente los extraños brazos de Maha.
– ¡¿Por qué siempre me llevan la contraría?! Yo soy el maldito ¡capitán! Yo soy el que debo tomar las mejores decisiones para mantenerlos vivos –
– … –
– Los odio tanto…– Finalmente Drake se acercó y se uno al abrazo, sus brazos no alcanzaban a llegar a mí, pero pude sentir que pertenecía a ellos, por fin mi pequeña y rara familia me había aceptado – Los protegeré a todos, lo prometo… – Drake soltó las últimas palabras y nos quedamos abrazados hasta que se tornó incómodo.
Los días pasaban rápidamente, después de los detalles de nuestra salida no comentábamos mucho acerca del accidente, la montaña había sido completamente restaurada y de una manera muy extraña. La ciudad había cambiado ante mis ojos, sentía precaución de que cualquier ser podía ser una amenaza. Debía volverme más fuerte, tenía que aprender a hacer lo que hice en la batalla con mayor facilidad. Sabía que estaba en mi interior solo tenía que dejarlo salir.
Los días parecían normales, aunque sentía que todos estaban ansiosos por partir de Orión, aún así todos disfrutábamos la compañía, comíamos y pasaba la mayor parte del tiempo con Marozia y Grese. Por las tardes entrenaba con Grese, tenía que volverme más fuerte y poder controlar mis poderes. A pesar de eso, ella solamente me enseñaba poderes de la singularidad de masas, a controlar los objetos y como atraerlos hacía mí para liberarlos a una gran velocidad. Era impresionante y podía hacerlo con objetos más grandes cada vez. Aunque quedaba completamente exhausta. Según sus palabras mi segunda habilidad no debía de utilizarla ya que era demasiado peligroso.
Orión seguía tan bullicioso como siempre, en ocasiones me gustaba detenerme en la banqueta de alguna de las calles más transcurridas, ver a aquellos enormes y pequeños seres pasear, parecían tan tranquilos. Me sentaba junto a Grese y Marozia en silencio, contemplando un panorama de otra galaxia, me gustaba observar todo eso y ellas lo sabían.
– Princesa ya volvemos, vamos a conseguir algo de comer y Marozia conseguirá algunas bebidas. ¿Quieres acompañarnos? –
– No, tranquilas yo las espero – No quería moverme, quería averiguar más, saber quiénes eran todos ellos y saber cuál era su historia, la historia que los había llevado a Orión. ¿Puede ser su planeta haya sido destruido por la antigua Lilith Kanh? Intentaba no pensar mucho en ello, pero en verdad que quería saber la historia. ¿Debería preguntar?
– ¡Ha! – Sentí un fuerte piquete en la espalda baja – ¿Grese? ¿Marozia? – ya no estaban a mi lado – ¡Ha! ¡Ayuda! ¡Ayúdenme por favor! – comencé a gritar desesperada intentando arrancarme la ropa, sentía como mi piel empezaba a arder, como si mi espalda baja empezara a quemarse. El brazalete estaba brillando y mi ojos sangrando, y como si de una secuela se tratase empezó a suceder de nuevo. – No… no por favor, no ahora… –
Me empecé a elevar y flotar un poco sobre la multitud de gente quienes me veían extrañados lo que estaba sucediendo, intentaba gritar, intentaba pedir ayuda pero mi voz no salía. Ellos no me escuchaban, no podía controlar mi garganta
–D…r…– El dolor era insoportable, era mucho más de lo que jamás pude imaginar, el dolor empezaba a subir lentamente por mi espalda y el brazalete parecía a punto de romperse, pude con mis manos quitar mi playera para liberarme de ese horrible dolor, quede desnuda de cintura para arriba enfrente de todos esos seres, y de pronto mi brazalete se hizo añicos.
– A..tención… a partir de ahora, todos ustedes me pertenecen – Salió de mi boca una voz que jamás había escuchado antes, no parecía yo misma, no quería decir eso, ¿Qué estaba sucediendo? No podía detenerme.
La voz alcanzó a todos aquellos seres que se encontraban a mí alrededor y empezaron a formar un círculo, el bullicio se detuvo, no más platica, no más anuncios luminosos, solo un enorme circulo de seres indescriptibles a mi alrededor en completo silencio.
A lo lejos pude divisar a Grese y Marozia que regresaban, sin embargo se detuvieron cuando el estruendo se escuchó. Todos aquellos seres empezaron a arrodillarse ante mí.HOY Y SIEMPRE
SUS FIELES SIRVIENTES
¡AMA LILITH KANH!
La peor pesadilla de Grese se había hecho realidad, esta vez no destruí nada, sin embargo la sangre de la princesa Kanh me estaba reclamando pues ese día, empecé a formar… mi propio ejército.
- Capítulo 10 :
- Capítulo 10
Memorias del UniversoVeía como Grese y Marozia corrían a la distancia hacia mí, estaba preocupada, ¿Estaría bien Marozia? Sé que Grese puede soportarlo… sé que ella ya está obligada a servirme con este poder, pero Marozia se encontraba tan cerca. El silencio a mi alrededor era sepulcral, las calles e habían vaciado y parecía que todos a mi alrededor tenían una mirada vacía, como si alguien les hubiere robado su alma, no eran como la pequeña Grese quien estaba llena de energía.
– ¡Princesa! – Grese llegó al límite de la multitud y dio un salto en el aire para poder alcanzarme
– ¡Grese! ¡No te acerques! – Alcancé a decir con mi propia voz pero fue demasiado tarde.
– Hola… mi pequeña Grese – Sin poder controlar mi cuerpo empecé a levitar en dirección a Grese interceptándola en el aire, tomándola con de un brazo y con el otro rodeando su cadera acercándola a mí.
– A….Ama…– Grese se retorcía en mi brazo, observe su cara de terror ante las palabras que habían salido de mis labios, y entonces llegó a mí un sentimiento de inutilidad, no podía controlar mi cuerpo, no podía controlar mis palabras y me volví una simple espectadora en un show macabro.
– Quédate quieta mi pequeña – Apreté con más fuerza el cuerpo de Grese acercándome a ella, dándole un lengüetazo a su mejilla derecha sin que ella se pudiera resistir. – Necesito que hagas algo por mí, elimina a cualquier estúpida raza del nivel 4 o mayor. – ¿Eliminar? Ahora estaba hablando de matar a alguien… Grese jamás… sería capaz de algo así.
– A sus órdenes Ama – Solté a Grese quien cayó de pie en medio de la gran multitud observando a todos a su alrededor. – Atención a todos, Mi nombre es Vulpin Grese, un ser de nivel 2. Yo protejo a mi Ama, sigo sus órdenes y así lo harán ustedes. Y cualquier Criatura del nivel 4 tendrá que ser eliminada –
La piel blanca de Grese comenzó a tornarse de un dorado intenso, las garras empezaron a crecer y se encorvaba como si de un felino se tratase, listo para atacar, para acatar una orden y eliminar a la gran mayoría de los seres que se encontraban en ese lugar, ninguno de ellos movía un músculo. Era como si aceptaran el mandato absoluto de Lilith Kanh, aunque significara que fueran asesinados.
<–No Grese… no lo hagas…–> Mi voz no salía, gritaba con mis pensamientos esperando que ella pudiera escucharme, tenía que detenerla, tenía que lograrlo, mientras esto sucedía Marozia permanecía a unos pasos de la gran multitud arrodillada y desviando la mirada. Era verdad, ella no podía verme y menos ahora que no tenía la blusa puesta o sería peligroso para ella, al menos sabía que aún tenía conciencia de ella misma. Pero Grese…
Se abalanzó contra el primer grupo de seres que se encontraban a la derecha, no pude ver cuando se movió, era demasiado rápida, así como letal. Sus garras parecían hechas de un diamante, cortaban como cuchillos pues en un instante un pequeño grupo había desaparecido por completo, quedando solo un par de pie. Solo podía observar como ella cumplía los deseos de esa persona.
<–Por favor, ya no más… Grese… Detente…. –> Mi voz se perdía en mis pensamientos, es como si estuviera viendo una película de terror, y todos parecían tan tranquilos. Lo peor de todo es que yo parecía la que más se divertía con esto, no me podía imaginar ni en mil años la sonrisa que tendría en ese instante. Mi cabeza empezaba a hervir, mi corazón palpitaba álgidamente, hasta que muy en el fondo de mi ser salió un grito.
– ¡DETENTE! – Después de eso me hundí en la oscuridad de nueva cuenta, pero fue cuando lo inesperado sucedió. Sentí de pronto una presencia a mi espalda, un brazo que se colocaba alrededor de mi cuello, rodeándome con tanta naturalidad, alguien finalmente me había alcanzado.
– Drake…– Mis labios instintivamente pensaron en él, quien me había salvado en tantas ocasiones, era el único que verdaderamente me podía detener, lo suficientemente poderoso para lidiar con Lilith Kanh
– Vaya, creo que esperabas a alguien más, ¿Debería retirarme? – Escuche esa melodiosa voz, y entonces vi aquellos cabellos dorados y rostro perfecto, era Adán quien se encontraba a mi lado.
– Tus eres… – Esa no fui yo….
– ¿Cómo te encuentras desgraciada Kanh? Me alegra que me recuerdes – Adán permanecía con una sonrisa, como si hubiera dicho la frase más divertida de Orión, aunque esas declaraciones retumbaron en todo mi cuerpo.
Una extraña aura empezó a salir del cuerpo de Adán, la cual me envolvió por completo, parecía que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo, un dolor punzante desde mi espalda me provoco un mareo el cual estuvo a convertirse en un desmayo. Pero no me lo podía permitir, resistí y el dolor fue poco a poco desapareciendo, mi agita respiración se apoderó de mis labios, jadeaba intentando resistir la debilidad de mi propio cuerpo, Moví mi mano y esta obedeció, moví ambas en un reflejo por cubrir mi cuerpo.
– Puedes hablar ahora princesa – Adán me dijo esas palabras al oído para luego desaparecer como humo en el aíre, no sabía que había sucedido o como me había logrado detener, pero tenía que hacer algo con Grese.
– ¡GRESE! ¡DETENTE! No siguas por favor… – Cuando puse mis pies sobre el suelo, cubriendo mis pechos observe como Grese se detenía poco a poco, su cuerpo temblaba, sus garras estaban ensangrentadas y su rostro cubierto de lágrimas, estaba sufriendo cada palabra de esa terrible orden, viviendo en carne propia el dolor que causaba en cada estocada que daba. Ella no quería nada de eso.
– Perdóneme princesa…. Yo…– Grese se derrumbó, cayó de rodillas sobre el suelo, su transformación cedió quedando inconsciente en el suelo.
– Grese…– En ese instante sentí otra presencia a mi espalda, esta vez era….
– ¿Qué…? ¿Qué te sucedió en la espalda Lilith? – Esta vez era Drake, sentí su mano grande posarse sobre mi espalda, se sentía tan cálida, tan gratificante después del gran dolor que había sentido.
– ¿Qué tengo en la espalda? –
–…. No es nada – Drake se quitó la chaqueta y me la puso encima, cubriéndome, yo la tome con ambas manos para que no se deslizara por mi cuerpo.
En unos instantes todos empezaron a aparecer ante mí, Eirik estaba con Grese quien aún yacía en el suelo, mientras que Amadeus y Maha estaban con Marozia quien aún no se podía poner de pie, parecía que incluso estaba temblando. Y después de esos breves momentos de no darme cuenta de lo que sucedía, mi atención se fue de nueva cuenta a la multitud silenciosa que se encontraba a mí alrededor. Cientos de seres aún se encontraban de pie, sin expresar un solo sonido. Unas marionetas esperando a mis órdenes, seres dispuestos a matar y ser matados por mí.
– Drake… ¿Qué fue lo que sucedió? Yo no hice esto… no podía controlarme –
– Lo se Lilith… tus poderes, son demasiado fuertes – Drake me dijo aun sosteniendo mi hombro con su mano. – Todo va a estar bien… – Drake parecía demasiado calmado, no parecía el mismo de siempre quien gritaría y se volvería un energúmeno, su rostro se veía tranquilo pero con un aire de profunda preocupación, por un instante sentí que su mano en mi hombro era un sentimiento más tranquilizador para el de lo que era para mí. – Amadeus, contacta con Gavriel, tenemos que preguntar si ellos se encargaran de esto, o seremos nosotros… –
– Entendido Drake – El pequeño Amadeus sacó de su bolsillo una pequeña placa de comunicación, parecida a la que usaba Remiel, sin embargo antes de que pulsara cualquier función apareció Gavriel flotando.
– Eso no será necesario Capitán Drake y compañía – Gavriel empezó a descender lentamente hasta que estuvo a mi lado y al de Drake. – Nosotros nos encargamos; sin embargo, consideramos que tienen que partir cuanto antes, el brazalete de Lilith se ha roto y tienen que encontrar el resto de la armadura cuanto antes, o esto se podría volver muy peligroso… ¡Adán! – Como si fuera un fantasma y casi de manera simultánea Adán apareció a lado de Gavriel.
– ¡Mi princesa! – Adán se acercó a mi contemplando fijamente a mis pechos cubiertos por la chamarra de Drake – Vaya que te vez muy bien –
– Aléjate de mí – Le ofrecí una mirada de rabia a Adán, el cual me mostró una sonrisa burlona y despreocupada.
– Vaya que no se puede jugar con usted princesa – Adán dio media vuelta y se dirigió a Gavriel. – ¿Para qué me necesitas Gav? –
– Ten más respeto maldito –
– Haha relájate Gav, dime ¿Para qué me necesitas? – Adán se recargó en el hombro de Gavriel
– Necesito que te encargues de estos asquerosos “neonatos”, yo tengo algo que anunciar a Drake y su compañía –
– Te fascina hablar Gav, no eres como yo. Yo prefiero la acción – Adán se alejó de Gavriel y se enfiló a la multitud que permanecía en un horrible silencio. Con una mano se tapó el oído derecho y permaneció en silencio.
– ¿Qué? Esperen a que se refieren con encargarse… – Mi voz salió como un gruñido, pues no podía permitir que todos ellos murieran por mi culpa. Y en ese instante Gavriel desapareció en el aire. – ¡Drake! – Volteé a verlo pero tenía la mirada perdida, no respondió absolutamente nada y en un instante ya nos encontrábamos en la enfermería de la nave, todos nosotros nos encontrábamos ahí.
Eirik tenía a Grese en manos y la depositó en una de las camillas, era un silencio estremecedor, parecía el momento previo a un entierro.
– Mi Lady acompáñeme, tenemos que cambiarla de ropa. – Marozia me toco el hombro para luego dirigirse a la puerta, parecía muy cansada como si hubiese utilizado toda su energía solamente para no observarme cuando sucedió el accidente.
Me acerque a la pequeña Grese, la cual yacía en la camilla con su rostro angelical, pero con sus manos aún ensangrentadas por la masacre. Le acaricie la cabeza con esas orejas puntiagudas y me dirigí a la puerta junto con Marozia,
– Marozia ¿Qué es lo que sucede aquí? ¿Por qué se está comportando de esa manera? – Le dije mientras recorríamos el mirador para dirigirnos a mi habitación.
– ¿Se refiere a Drake Mi Lady? –
– Si… –
– Drake no es tonto Mi Lady, a pesar de que los Entes tengan mucho conocimiento, él es de temer, seguramente se dio cuenta de algo. Tiene que estar lista para cuando el de una orden. –
– Entiendo…–
Continuamos por el pasillo en silencio hasta que estuvimos frente a la puerta de mi habitación, cuando esta se abrió estaba repleta de diferentes bolsas, todo lo que había comprado en Orión ahora se encontraba en mi pequeño cuarto. No quise preguntar a Marozia porque todo se encontraba ahí pues seguramente solo existía una respuesta. Ellos lo habían traído, en ese instante cuando todas las bolsas se encontraban ahí, sin ningún solo error, sin una sola faltante comprendí lo peligroso que podía llegar a ser un ente, comprendí por qué se les llamaba una de las razas creadoras del todo, parecía que desde el instante en que pusimos un pie en Orión todo hubiese sido controlado, parecíamos solo unos muñecos en un escenario macabro dirigido por un hombre con una gran sonrisa, todo parecía perfecto, un planeta lleno de felicidad. Pero había algo que no cuadraba, esa misma sensación de la que me habían hablado antes.
Intenté no perder tiempo, de una de las bolsas saque una camisa a cuadros los cuales cambiaban de color, me la abotoné y nos dirigimos a la sala de juntas donde probablemente estarían todos. Cuando estuvimos a punto de entrar Marozia dice.
– Mi Lady, la dejo sola. Me quedaré a cuidar a Grese, por favor pase usted –
Grese se alejó de mi rápidamente sin poderle decir una sola palabra, por lo que decidí entrar. En ella ya se encontraban todos sentados, solamente Drake Gavriel se encontraban de pie.
– Por fin llegaste, siéntate Lilith – Drake me dijo mientras no perdía de ojo a Gavriel
– ¡Aquí Lilith! – Amadeus me alzo la mano indicando que fuera a donde estaba el con Maha.
Me senté a su lado, Eirik se encontraba frente a mí. Aún estad sentado un escalón por debajo de mi parecía tan grande que me tapaba un poco la visión, por lo que decidí bajar y ponerme junto a Eirik – Perdón Amadeus – Lo volteé a ver dedicándole una sonrisa y regresando mi atención a Drake y Gavriel, los cuales permanecían en silencio.
– ¿Qué estamos esperando Eirik? –
– Estamos esperando a la estúpida bestia de los entes – Me lo dijo gruñendo con sus enormes brazos cruzados y con un pie recargado en los asientos frente a él.
– ¿He? –
– Me refiero a Adán hahaha, tranquila Lil. No ha de tardar… –
El silencio duró dos minutos más, hasta que finalmente Adán apareció en la habitación, sonreía en su mano una espada muy extraña, parecía hecha de un metal extraño entre mezclado con haces de luz, se escuchaba una tenue corriente eléctrica que provenía de ella, como si emanara una gran energía. En cuanto a él, estaba tan pulcro como siempre.
– Ya llegué queridos – Adán hizo un movimiento a su espada la cual desapareció en el aire, el mando de la misma se fue achicando rápidamente hasta convertirse en un pequeño arete, el cual se puso en su oreja de nueva cuenta. – ¡Princesa! – Adán salto fácilmente la primera fila de asientos y de un movimiento se sentó en el asiento a mi lado. – ¿Me esperaron para comenzar la función? Son unos tiernos todos ustedes. Seguro fue tu idea, ¿Verdad princesa? –
– Cállate de una vez Adán, comencemos – Antes de que pudiese decir cualquier cosa Gavriel lo reprendió y comenzaron a hablar.
– ¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunto Gavriel
– Creo que eso lo sabes bien… pero en resumen, los poderes de Lilith son mayores a lo que pudimos imaginar, el brazalete se rompió antes de tiempo, y su segunda habilidad ha despertado. – Drake contestó rápidamente, aunque sentía que no daba todos los detalles exactos.
– Muy bien… hablé con nuestro Rey, me ha concedido el poder hacer el trato acordado con ustedes, Adán a partir de este momento viajará con ustedes mientras buscan la armadura, Lilith tendrá su inmortalidad a la edad de 19 años, ya hicimos los ajustes adecuados en su nave para que Adán pueda acompañarlos –
– ¿Ajustes? – Pregunté inocentemente, quería evitar otro disgusto de Drake por el trato que yo misma había hecho.
– Como te habrán explicado, nuestro cuerpo no se encuentra en este lugar, somos meros hologramas, todo gracias a nuestra avanzada tecnología. Podemos aparecer y luchar en cualquier parte de Orión porque el planeta entero es una gran nave espacial. Sin embargo para un viaje interestelar es necesario vincular a Adán con un ser vivo o a un aparato tecnológico de alta potencia. Creímos que ninguno de ustedes querría convivir con este idiota todo el día así que alineamos su código a la nave espacial.
– Oh… Entiendo. – Casi había olvidado que ninguno de ellos se encontraba ahí en realidad. Adán era… una ilusión.
– Bien Drake, con Adán en la nave habrá dos portadores de “Las memorias del universo” en la nave, por lo que deberán tener mucho cuidado. El imperio Kanh puede descubrir fácilmente lo que planean. Además, creemos que la mejor opción sería encontrar a Ultralita... –
– Esperen ¿A qué se refieren con que hay dos portadores de “Las memorias del universo”?… he escuchado mencionarlo antes… pero que es exactamente. –
– Mmm no sé cómo podría explicártelo Lilith… – Drake se quedó pensativo un momento, pero fue interrumpido rápidamente.
– ¡Yo te explico! – Adán de pronto saltó del sillón como si flotara por unos segundos en el aire y se puso delante de Gavriel y Drake, hizo una referencia como si de una obra se tratase – Mi nombre es Adán – y giró su cabeza dejando ver el arete que se había quitado con anterioridad – Y yo soy el portador de la memoria Zírcon, mientras que aquí mi querido Capitán es el portador de la memoria Edaj.
– pero… ¿Qué son las memorias del universo? –
– Creo que ya te han explicado de donde provienen tus poderes… la acumulación de energía de tu cuerpo es excesivamente alta en comparación de otras criaturas, es el legado que te ha dejado la antigua Lilith Kanh, la vida eterna que ella vivió así como la energía que heredó es descomunal. Sin embargo, al principio de los tiempos y antes de que existiera la vida. Existía la energía. Energía tan pura como la mismísima singularidad que creó el universo.
Las memorias del universo es exactamente esa energía, una energía acumulada por una eternidad, a diferencia de ti o de mi o de cualquiera de los aquí presentes, las memorias del universo no se almacenó en un ser vivo si no en un objeto, algunos psicópatas estúpidos creen que las memorias del universo tienen conciencia, los consideran dioses. Pero por supuesto son teorías sin sentido, conocemos alrededor de 150 diferentes memorias las cuales le conceden un gran poder a aquellos quienes la portan. Sin embargo, hay diez memorias especiales.
Dos de ellas están en manos de nuestro Rey, otras dos están en manos del Emperador Kanh. Ultralita es una de las memorias restantes… es conocida por ser la ventana al universo, la conocedora del pasado, presente y futuro. Ultralita es una memoria errante, viaja dentro de un asteroide a través de todo el universo por lo que es casi imposible seguirle el rastro. Si logramos localizar a Ultralita entonces podemos tener una posibilidad de saber quiénes tienen tu armadura… y saber quiénes… –
– Saber quiénes son los que me han mantenido oculta en la Tierra… –
– Correcto –
– ¿Entonces que esperamos? – Me levanté de mi lugar impaciente, por fin podría descubrir quiénes habían estado siguiéndome desde mi nacimiento.
– No, primero tenemos que ir a mi planeta, tengo que hablar con mi Reina. – Interrumpió Drake volteando a ver muy fijamente a Gavriel
– Eso es una buena idea, creo que Idwen puede ayudarnos con nuestro problema de encontrar a Ultralita–
– Entonces, decidido nos vamos al planeta Neutron. – Drake se acercó a la pared y presionó un dispositivo.
– Marozia, fija la nave a Neutron, enseguida mando a Maha para que cuide a Grese –
Sentí como Eirik se retorció un poco sobre el respaldo, apretó sus brazos un poco más contra su cuerpo, apretaba la mandíbula y veía fijamente a Gavriel.
– Ahora querido Gavriel – Drake se dirigió a él, aprontando sus puños – ¡Lárgate de mí nave maldito! –
Antes de que Drake pudiera lanzar un golpe Gavriel había desaparecido con una sonrisa socarrona en su rostro
– Lilith, ¿Cómo te sientes? – Sentí una mano en mi hombro, Maha me hablaba detrás de mí, me dio un pequeño susto.
– Todo bien Maha, gracias… Aunque hay algo que me preocupa. ¿Debería darle importancia? – Maha lo meditó algunos segundos
– Coméntaselo a Drake en su oficina… posiblemente será el único lugar seguro a partir de ahora – Maha me lo dijo con un sigilo en su voz para que nadie escuchara ya que posiblemente hablaba de Adán.
– Bueno, ¿Qué hacen aquí para divertirse? – Adán se frotó las manos y desapareció en un instante, se escuchó a lo lejos un grito. – ¡YEAJUA! ¡Encontré el bar! –
– Ese maldito, lo voy a asesinar… mi hermosa nave – Drake gruñía y por momentos sentía que estaba un poco más tranquilo.
– Drake… tengo que hablar contigo – Drake me volteó a ver y comprendió cuando vio mis ojos que tenía que ser algo grave.
– Acompáñame… –
Por primera vez hice el recorrido hacia la parte superior de la nave, era un lugar que nunca había visitado antes. Yendo hacia la sala de máquinas había una pequeña en la cual solo podía entrar una persona a la vez, dentro de la puerta se encontraba un pequeño elevador, lo suficientemente justo para que Eirik estuviera dentro, aunque para Drake y para mí. Dentro del elevador Drake presionó el único botón que se encontraba ahí y la nave comenzó a ascender, un segundo después nos encontrábamos ante la oficina de Drake.
Era un lugar poco iluminado y bastante desordenado, había un escritorio en una esquina el cual no se utilizaba pues estaba lleno de placas metálicas apiladas. En la otra esquina estaba el elevador, sin embargo la oficina tenía forma cónica ya que se hacía más chico. La parte superior de la nave y parte de la pared de enfrente estaba hecha por un cristal, permitiendo ver el techo del hangar donde nos encontrábamos. Había diferentes cajones incrustados a las paredes parecidas a los de mi habitación, y un sillón. Este sillón no era como lo demás, parecía hecho de un material muy suave, aun así era el único lugar para sentarse.
– Siéntate – Drake me dijo mientras se dejaba caer en el suelo, desde aquel día en mi habitación era la primera vez que había visto a Drake totalmente relajado. Parecía disfrutar de su oficina de una manera muy extraña. – ¿Qué querías decirme? –
– Quería decir…– de pronto un ruido tremendo se empezó a escuchar, el hangar se empezó a abrir de la parte de arriba, y la voz de Marozia se escuchó en los altavoces.
Dejamos Orión, despídanse todos.
– Vaya, se pueden ver las estrellas... – Cuando el hangar se abrió pude observar el maravilloso infinito ante mis ojos, quedé maravillada por algunos minutos mientras la nave se desenganchaba de los diferentes amarres puestos por los Entes.
– Lil, ¿Qué me querías decir? Tenemos que bajar… – Escuché la voz de Drake lo que me sacó de mi trance.
– Cierto… Hay algo que me preocupa… no confío en Adán –
– Jajaja no eres la única Lilith –
– Además… él fue el que me detuvo… cuando la vieja Lilith Kanh se apoderó de mi cuerpo… no entiendo que fue lo que sucedió. – Me llevé mis manos a mis mejillas intentando sentir la temperatura de mi cuerpo y ver si mi rostro no se había puesto tenso ante él.
– Sé que él te detuvo… y es por eso que vamos a mi planeta. –
– ¿A qué te refieres? –
– Adán no debería de existir, al igual que tu… es una reencarnación. –
– ¡¿Qué dices?! Eso significaría que… –
– Que los Entes sabían desde hace mucho tiempo que la reencarnación universal era posible… –
– Entonces ellos… ¿Fueron los que me crearon? –
– No, si ese hubiera sido el caso, ya estaríamos todos muertos desde el instante en el que te sacamos de la Tierra. –
– Pero… ¿Crees que sean capaces de algo así? – La nave se alejaba poco a poco del hangar y empezó a sobrevolar por última vez la gran ciudad.
– Debes de entender esto Lilith… a ellos les encanta el orden, tú lo has visto en Orión. Pero sobre todas las cosas aman el control. Pero tienes que dejarte preocupar de esas personas, ya que tenemos a una persona muy peligrosa dentro de la nave.
– ¿Adán? Es alguien muy extraño… pero… – Drake me hizo un ademán de negación con la mano, y me apunto para que viera la ventana.
Ahí nos encontrábamos flotando en el espacio sobrevolando y alejándonos de la gran ciudad.
–… – guarde silencio y me di la vuelta dejando de ver la ventana, me llevé mis manos a los ojos y Drake deslizó un dedo de una pared cercana. La ventana empezó a cerrarse poco a poco.
En el segundo cuadrante de la ciudad, muy cerca de la playa. Era el lugar preciso donde había perdido el control de mis poderes, se encontraba un agujero con lava en los bordes, un agujero sin fondo que podría llegar hasta el centro del planeta si así lo pensaran. Con al menos un kilómetro de diámetro y sin fondo, una monstruosidad provocada por otro monstruo.
– Porque Adán, es una verdadera Bestia –
Y así nos quedamos en silencio, el en el suelo y yo en el sillón, cobijados por una obscuridad absoluta, temerosos por nuestra siguiente aventura pues finalmente el octavo estaba a bordo.
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Re: Lilith capítulos
26.02.15 0:22
- Capítulo 11:
- Capítulo 11
Planeta Edda
– Hay algo de lo que tengo que hablar contigo Lilith – Drake se había puesto de pie en la habitación luego de cubrir la ventana para luego encender un interruptor que iluminó la pequeña habitación.
– ¿Qué es lo que sucede? – Me enderecé en el extraño sillón en el que me encontraba sentada y voltee a ver a Drake, vía en él una gran carga, la tenue luz iluminaba sus brazos, su cabello ondulante y aquellos extraños ojos brillaban en la semi-obscuridad.
– ¿Qué fue lo que te sucedió en Orión? Tu… No podías controlar tu cuerpo ¿Cierto? – Esa pregunta me tomó completamente desprevenida.
– ¿Te diste cuenta? – Agaché mi mirada… A pesar de que había prometido que no iba a perder el control, había fallado miserablemente y ahora Grese se encontraba en ese estado. –Era como si… Alguien más me hubiese controlado… como si ella…–
– ¿Lilith Kanh? –
– Si… –
– Esto es lo que me temía Lilith… ese estúpido trato que hiciste con los Entes, solamente provocó que te convirtieras en una bomba de tiempo. –
– ¡Voy a controlarlo! ¡Lo prometo! Además… ¿Qué tiene que ver el trato? –
– Para todas las razas es diferente, pero la inmortalidad debe ser otorgada en el momento en donde el cuerpo y mente estén en su máxima capacidad, para ti que eres humana eso es a los 21 años… los entes han puesto la condición que se te otorgue la inmortalidad a los 19, tu cuerpo no estará lo suficientemente desarrollado… tu no podrás controlar los poderes, y si eso pasa…
– ¡Basta! – Me levanté y di dos pasos hacia donde se encontraba Drake y le dí una cachetada con todas las fuerzas que pude acumular en mi pequeña mano, incluso tuve que levantarme un poco con las puntas de mis pies.
– … ¿Qué demonios estás haciendo estúpida humana? –
– Si pierdo el control tú tienes que controlarme. ¿No has dicho eso tu mismo? –
– … –
– Haré todo lo que esté a mi alcance para no perder, somos un equipo pero… si pierdo mi conciencia entonces tienes que prometerme que ninguno dudará… tienes que acabar conmigo Drake – Un interruptor se activó en Drake, levantó su puño y este empezó a brillar, de pronto sentí una brisa que daba vueltas alrededor de la habitación, abrió su mano y la puso encima de mi cabeza, una extraña energía rodeó mi cuerpo, se sentía muy cálido, me recordó a la misma sensación que sentí cuando Adán me detuvo en Orión.
– Detenerte no es el problema Lilith… – De pronto todo desapareció, todo se encontraba en calma de nueva cuenta. – Por lo pronto ocupémonos de algunas cosas más inmediatas, quiero que ese maldito animal quede fuera de mi nave lo más pronto posible, además no podemos ir a Neutron… –
– ¿Qué? ¿Por qué no podemos ir? Pero si tú mismo has dicho que tenemos que ir… –
– El viaje aproximado para llegar a mi planeta es de un siglo… –
– ¡¿De qué demonios estás hablando Drake?! Eso es demasiado… no podría sobrevivir… – Mi expresión cambió, un miedo invadió mi cuerpo y me empecé a alejar poco a poco de Drake.
– El problema no es el tiempo Lilith… Con una hiper-hinbernación no sentirás nada, es como si tomaras una siesta en una tarde cualquiera, el problema no es el viaje, si no que tenemos que esperar a que tengas tu inmortalidad para poder hacerlo, además… –
– ¿Qué más Drake? ¿Qué otra maldita cosa puede estar mal? –
– Son 50 años Lilith… en ese tiempo, tu madre podría dejará de existir, tú no puedes parar el tiempo ni el destino de todos los demás seres de tu mundo. –
Un escalofrío recorrió todo mi ser, y mi mente se volcó en todo el mundo que había dejado atrás, recordé a mis amigos, mi escuela, aquel aburrido y estúpido paisaje de mi ciudad, el molesto silencio de las mañanas que ahora no se escuchaba tan molesto, y recordaba a mi madre. Aquella mujer que me había dado tanto durante tanto tiempo, no sabía nada de ella… Posiblemente me creía muerta, a pesar de que alguien me hubiera estado siguiendo toda mi vida ella era mi madre.
– Tenemos que ir a verla… – Solté esas palabras con un hilito de voz y me dirigí al ascensor.
– ¡No! ¡Espera Lilith! – Antes de que Drake pudiera decir cualquier cosa presioné el interruptor y el ascensor comenzó a descender, las puertas se abrieron y comencé a correr En dirección a la sala de control, entré y ahí se encontraba solamente Marozia tripulando la nave, Adán sentado en la silla que normalmente le pertenecería a Grese y Drake.
– Teletransportación… – Lo dije en voz alta dándome cuenta que Drake me podía ganar fácilmente en el camino a la sala de controles.
– No podemos ir Lilith, sabes lo peligroso que es, si tenemos que luchar en la tierra esta podría ser destruida. – Drake levantó su mano intentando interponerse entre mí y Marozia.
– Lo sé Drake… pero ella es… lo más importante que tengo… –
– Aun así Lilith, es demasiado peligroso –
– ¿De qué hablan ustedes dos? – Cuando menos me di cuenta ya tenía a Adán a lado mío olfateando mi cabello, muy cerca de mi cuello.
– ¡Aléjate de mí! – Le grité agitando mi mano hacia un costado y avanzando un poco hacia donde se encontraba Drake.
– Vaya, ¡Que mal humor princesa! ¿Qué le has hecho Drake? – Adán sonreía mientras se balanceaba en sus pies con sus manos detrás de su espalda. – Tal vez, yo pueda ser de ayuda. – Cuando dijo estas palabras Drake lo fulminó con la mirada. – Venga no me veas de esa manera, díganme que pasa y podríamos buscar una solución –
– Marozia convoca a todos aquí, tenemos que planear que es lo que haremos –
– Entendido Drake – Dicho esto, Marozia se dirigió al intercomunicador de la nave, presionándolo y anunciando a todos que se presentaran en la sala de control a lo que todos llegaron en breve.
– Muy bien chicos la situación es la siguiente – Dijo Drake poniéndose frente a todos nosotros. – No podemos ir aún a mi planeta ya que como saben el viaje es demasiado largo y tenemos que esperar dos años y medio a que Lilith cumpla los 19. –
– Podríamos otorgarle su inmortalidad ya, y así podríamos viajar – Dijo Adán con un tono santurrón, en ese instante la nave dio un breve pero fuerte temblor teniendo como a Drake de epicentro.
– No me provoques animal –
– Tranquilo capitán, solo fue una sugerencia – Adán retrocedió para sentarse en una de las sillas dentro de la sala de control.
– Hay otro inconveniente, el viaje será demasiado largo… la vida mortal de la madre de Lilith llegaría a su fin mientras viajamos. – Terminadas de decir estas palabras Drake guardó silencio así como todos a su alrededor.
–…–
– Quiero decir algo… – Tuve que detener el incómodo silencio así que me dirigí frente a todos. – Sé que es mucho pedir… pero ella es lo más grande que me ha pasado en toda mi vida, yo no puedo… no puedo simplemente dejarla, tengo que verla al menos una última vez… por favor, se que todos se han arriesgado tanto por mí. Pero prometo no causar más problemas a partir de ahora –
– Hahahahaha – Eirik Empezó a reir como loco con los brazos cruzados – ¿Escuchaste eso Maha? – Empezó a golpear la espalda de Maha como si escuchara una gran broma lo que causó que Maha casi cayera al suelo –
– ¿Qué te sucede Eirik? ¿Dije algo gracioso? – Eirik se acercó a mi con carcajada abierta y puso su enorme mano sobre mi cabeza alborotando mi ya deshecho peinado. – ¡Oye! –
– Pequeña Rawr, basta de esas tonteras. Tú siempre vas a causar problemas, ¿Crees que no estábamos preparados para todo? Así que Drake, piensa como demonios nos llevarás a la Tierra sin que nadie la destruya, yo me largo hahaha – Eirik salió de la sala de control, a pesar de que no lo dijeran alguien debía cuidar a Grese ya que seguía en la enfermería.
– ¡Maldito Gigante! – Drake le gritó a Eirik antes de que saliera de la habitación
– ¡Maldita cabeza encendida! – Se escuchó el hijo de voz de Eirik mientras se alejaba del cuarto.
– ¿Puedo hacer una sugerencia? – Adán interrumpió de nuevo.
– Ya tengo suficiente de ti bestia, ¿Puedes callarte? –
– Tranquilo capitán, esta vez creo que te gustará –
– Habla – Dijo Drake dirigiéndose a Adán
– ¿Porque no vamos al planeta Edda? Ellos tienen suficientes comunicaciones para tener una conexión lo suficientemente poderosa para contactar con tu Reina, además no creo que Amadeus tenga problema en recibirnos – Adán volteó a ver al pequeño Amadeus que jugueteaba con una de sus orejas mientras escuchaba la conversación.
– Mi padre no tendría problema en recibirlos pero con nuestras transmisión sería imposible que la reina nos diga la localización de Ultralita –
– mmmm… – Adán se quedó pensativo por un momento. – ¿Crees que pueda darnos la localización de una Fortaleza?
– ¿Te refieres a una fortaleza de tiempo? – Drake finalmente parecía un poco interesado en las palabras de Adán.
– Si, si nos quedamos ahí pasaran pocos meses en el tiempo real, así Lilith alcanzará la edad de su inmortalidad, nos dará un poco de tiempo para que sea entrenada un poco más y si desaparecemos del mapa por un tiempo entonces nos sería más fácil ocultar a Lilith para ir a la Tierra antes de dirigirnos en búsqueda de Ultralita – Todos guardaron silencio por un largo periodo de tiempo, analizando el plan de Adán. Incluso yo entendía que era una opción viable incluso viniendo de el ser más peligroso dentro de nuestra nave.
– Amadeus… ¿Habría problema con tu Padre? –
– Para nada Drake, puedo llamarlo camino a Edda y que nos tenga la comunicación lista para no perder tiempo. –
– Haz que suceda, seguiremos con el plan de Adán, Marozia nos dirigimos a Edda. ¿Tiempo estimado? –
– A tus órdenes Drake – El pequeño Amadeus se dirigió a uno de los paneles donde se encontraba su estación y se sentó para empezar a establecer la comunicación con su planeta.
– Desde nuestra ubicación actual y si los Entes nos permiten utilizar el módulo de hiper-pulso espacial estamos a poco más de una semana de distancia. –
– No hay problema, en seguida me comunico con Gav–
– Bien entonces esta hecho… Lo siento Lilith, si quieres ver a tu madre tendrás que pasar los próximos dos años encerrada –
– No hay problema… Gracias a todos – Dos años, supuse que no importaría pues es la única manera en que podría verla de nuevo, después de eso llegaría mi inmortalidad.
Salí de la sala de control y me dirigí a mi habitación, no tenía ganas de hablar ni de estar con nadie. Entre a mi cuarto y me empecé a quitar la ropa hasta quedar completamente desnuda en medio de aquella caja, la cual era un poco mas confortable con todas las adecuaciones que había hecho. Presioné un pequeño botón en la pared junto a mi cama y apareció un espejo ante mí. Empecé a observar mi figura, desde que salí de la Tierra había crecido un poco, mis curvas empezaban a entonarse más, mis labios se tornaban más rosados. Todo se volvía tan… llamativo. Empecé a enredar mi cabello con mis dedos haciendo una larga trenza, esto me tranquilizaba un poco junto con buena música y un eterno paisaje de pequeñas luces en la ventana de mi habitación.
– ¿Puedo pasar Lilith? –
– He ¿Quién es? – Por un instante no reconocí la voz.
– Maha – ¿Maha? El nunca venía a mi habitación
– Aguarda un momento Maha – Me dispuse a poner algo de ropa encima, un short y una blusa de tirantes algo ajustada, perfecta para dormir. – Adelante Maha –
La puerta desapareció y Maha se agachó un poco para poder pasar a través del umbral de la puerta de mi habitación.
– Lilith tengo que efectuar un ritual en ti. –
– ¿Qué? ¿De qué hablas Maha? –
– Con el brazalete roto tenemos que controlar un poco tus poderes, mis sellos no son tan poderosos como tu armadura, pero al menos podrán contener un poco tus poderes, tendremos que repetir este ritual una vez por mes. – El inexpresivo rostro de Maha era siempre tan misterioso, sus acciones solo demostraban lo comprometido que estaba con la misión y con todos en la nave, pero nunca cambiaba de rostro… era simple marfil.
– Oh vale… ¿Y cómo vas a hacer eso? Me encantaría que me ayudaras Maha… –
– Solo siéntate en la silla de tu escritorio Lilith y descubre tu espalda por favor – Maha me hizo una señal con su larga mano para que me sentara, por lo que me dirigí haciendo caso instantáneo, a pesar de ser tan reservado confiaba completamente en Maha al igual que de todos los demás. A excepción de Adán.
Maha puso su mano encima de mi parte alta de la espalda, solo por debajo de mi cuello y empecé a sentir un leve cosquilleo que pronto se convirtió en un ardor soportable.
– ¿Es peligroso Maha? –
– No te preocupes Lilith –
Los minutos pasaron en silencio, no sabía si hablar o decir cualquier cosa para poder romperlo, era la primera vez desde que salí de la Tierra que me quedaba a solas con Maha, el dolor era soportable por lo que decidí preguntar.
– Dime… ¿Tú conoces a Drake desde hace mucho? –
– Si, yo estuve presente cuando el nació –
– ¿En verdad? Eso significa que tienes muchos años Maha… –
– Soy el más joven de los 6 sabios. Tengo 1400 siglos de edad, A todos los sabios se nos encomienda emprender un viaje antes de poder servir en su totalidad al Reino y este es mi viaje –
– 1400 siglos… – Aún seguía sin comprender del todo esta extraña medición de tiempo, todo parecía tan distante, como alguien podía vivir tanto tiempo… y verse tan… normal. – ¿Te puedo preguntar algo más Maha? –
– Claro Lilith, todo lo que quieras –
– Hehe, gracias… Tú sabes… ¿Algo de mi pasado? –
– Se bastante, pero no sabré si tengo la respuesta que buscas hasta que preguntes Lilith –
– Ella… ¿Tenía amigos? –
– ¿Qué? ¿A qué te refieres con que si tenía amigos? – Sentí como por un instante la presión de la mano de Maha, sin embargo recobró la presión.
– No sé cómo explicarlo… Cuando ella tomó el control de mi cuerpo en Orión sentí un gran vacío, y no solo eso. Todas las historias que ustedes me han contado han sido de como ella ha manipulado, destruido y controlado todo lo que estuvo a su alcance. Yo quiero saber si… había alguien… aunque fuera una persona…
– ¿Qué la quisiera? –
– Si… –
– Mmm Supongo que Grese te habrá contado muchas leyendas acerca de Lilith Kanh. La princesa Kanh es un ser que todos temían… pero pocos se atrevían a decir que ella también tenía miedo de si misma.
– ¿A qué te refieres Maha?
– ¿Grese te contó de sus hijos? ¿Y cómo los tuvo?
– Si… un poco. –
– ¿Por qué crees tu que ella cuidaría de esos hijos siendo el monstruo que era? O ¿Por qué crees que contrataría razas enteras solamente para cuidarlos?, como es el caso de Marozia. O incluso que la misma Marozia no haya sido esclava del poder de la princesa Kanh. – Intenté comprender por un momento la pregunta, sin embargo no tenía nada para ofrecer como una buena respuesta.
– No lo sé Maha… –
– No lo se con certeza pues la princesa Kanh es un ser que existió mucho antes de que yo si quiera naciera, pero creo que ella al igual que usted fue víctima de su propio poder. Llegó un momento que no podía controlarlo y en cierto punto mostraba arrepentimiento y es por eso que cuidaba a sus hijos más que a nadie. –
– Entiendo… –
–Y respondiendo a su pregunta, aún a pesar de las grandes catástrofes en todo el universo, todo tenemos a seres amados, dentro del imperio Kanh todos la querían, el gran emperador, sus hijos por supuesto. Y no mal interprete no era por su poder de singularidad, pero aún el ser mas maligno a veces necesita de alguien a quien llamar familia o amigo. – Las palabras de Maha me dejaron pensativa pero sin duda mas tranquila, uno de mis grandes temores era perder el control y perderlo todo en el proceso, todo por lo que había luchado, todo lo que me habían enseñado a ser y sobre todo, perder a mi querida y extraña familia…
– Última pregunta Maha, lo prometo… –
– Adelante Lilith –
– Tu conociste el gran poder de Lilith Kanh… ¿En verdad crees que Drake podrá detenerme si pierdo el control? Se sinceró por favor Maha –
– … No lo sé. Pero te aseguro que Drake y todos nosotros lucharemos por lograr que no pierdas el control, y si lo haces lucharemos por detenerte – Medité un poco las palabras de Maha, esta vez no sentía titubeo en su voz ni en sus movimientos.
– Gracias Maha… –
– Lilith, respira profundo, vamos a terminar – Apreté mis dientes y cerré mis ojos, sentí que algo malo sucedería.
– ¡Ha! – Sentí como mi piel quemaba, casí como si una placa de metal encendido tocara mi piel, el dolor me mareó y poco a poco me fui quedando inconsciente en un sueño muy profundo.
Me encontraba en Dayton. Cada vez que iba con mis amigos me gustaba pasar a un pequeño parque escondido entre algunos edificios, no era la ciudad más grande del mundo pero era lo más grande que había conocido. Era una gran área verde, algunos árboles y nada más. Me gustaba pararme en medio y observar a mi alrededor, era como ver todo desde una burbuja, ver desde mi pequeño pueblo aquella gran ciudad, observaba los edificios, los coches succionando el oxígeno con sus grandes máquinas, a las personas contaminando la audición de esta ciudad contemporánea. Era un paisaje tan fantástico y diferente de lo que estaba acostumbrado.
Mi madre aparece frente a mi…Se ve, diferente. ¿Está llorando? Mamá… ¿Qué tratas de decirme? ¿Qué es? No puedo escucharte… sus labios se mueven pero no escucho ningún sonido más que la ensordecedora jauría de autos.
Se acerca a mi… Algo tiene entre sus manos, me lo esta dando… ¿Qué es esto mamá? Es… el collar… aquel collar… Lo sostengo en mis manos y el cielo se ilumina. ! Mamá! ¡Corre! ¡Corre!
Ella no me escucha, sigue mirándome fijamente con sus ojos cristalinos por las lágrimas, el rayo cae y la ciudad se desvanece…
– ¡Ha! – Me despierto de pronto…
– ¡Princesa! ¿Te encuentras bien? –
– ¿Grese? ¿Qué haces tú aquí? –
– Has dormido bastante princesa – Me empecé a dar cuenta, no estaba en mi habitación. Era un lugar muy grande con una cama muy cómoda en el centro de la habitación. Era tan grande como para que tres Eirik cupieran en ella. Sábanas blancas con detalles bordados en café. Las paredes de aquella habitación parecían hologramas que iban cambiando, estaba a los pies de un gran ventanal que daba paso a un balcón.
– ¿En dónde estamos Grese? ¿No deberías estar descansando? –
– Estamos en el planeta Edda princesa, llegamos hace una semana. Maha ha estado muy preocupado de que el ritual fuera demasiado fuerte para ti. –
– Cierto… – Alcé una mano para sentir si tenía una marca en donde Maha me había hecho el ritual.
– No te preocupes princesa, tu piel está intacta, el primer ritual siempre es el mas doloroso – Grese se lanzó a la cama poniéndose en mis piernas, empezaba a ronronear como un pequeño gatito. – Te extrañaba mi princesa –
– Me alegra que te encuentres bien Grese – Acaricié un poco la cabeza de Grese, no quería mencionar nada de lo sucedido en Orión, ni que recordara nada de lo sucedido ese día. Así estaba bien. – ¿Tú me has vestido? –
– Si princesa, Es uno de los vestidos que tenías en tu habitación. –
– Gracias Grese. Vamos con los otros, deben de estar preocupados –
– Sígueme princesa – Grese saltó de la cama y se puso de pie con dirección a la enorme puerta doble que daba al pasillo principal de aquel lugar.
Era un enorme lugar, parecía un castillo con los miles de detalles, había grandes estatuas a los costados con seres parecidos al pequeño Amadeus, algunos mas altos y mucho más intimidantes que el. Todos con un traje militar que supuse era de gala. Después de recorrer el gran pasillo llegamos a una habitación con una enorme mesa al centro con espacio para treinta sillas. Alrededor del gran comedor había sillones de todos los tipos y tamaños adornando el lugar, Las paredes estaban rodeadas por grandes adornos en tela que cambiaban de color y ventanales que daban a balcones en las esquinas para ver un maravilloso paisaje del planeta Edda.
– Que increíble… –
– ¡Lilith! – Todos se encontraban en el lugar y el pequeño Amadeus corrió en mi dirección para darme la bienvenida.
– Vives en un maravilloso lugar Amadeus, no entiendo porque decidiste seguir al animal de Drake y dejar todo esto atrás –
– Hehe, Gracias Lilith – El pequeño Amadeus se contoneaba por el halago que le pude dar acerca de su hogar, que en verdad era maravilloso.
– Lilith… – Maha se acercó aletargado hacía mi.
– No te preocupes Maha, estoy bien. En realidad me siento de maravilla – De pronto un enorme sillón voló en mi dirección desde el otro lado de la habitación.
– Que dem… – Alcé mis manos apuntando como si fuera una flecha al centro del sillón, las separé de un golpe y así mismo el sillón se dividió en dos partes antes de llegar a donde me encontraba.
– Vas mejorando Lilith, has hecho un buen trabajo Maha. –
– ¡Maldito Drake! ¡¿Por qué me lanzas eso de pronto?! –
– Pero pudiste detenerlo –
– … –
– Venga no peleen ustedes dos, parecen una pareja de recién casados – Sentí de pronto la presencia de Adán a mi lado el cual pasó su mano sobre mi hombro en tono de cordialidad. – Deben de estar en paz y cordialidad, son de la misma tripulación – Adán bajo un poco la mano y la puso sobre uno de mis pechos.
– ¡Aléjate de mí maldito pervertido! – Sentí una brisa detrás de mí y como Adán saltó hacia adelante luego de que Grese intentara darle una estocada con su garra por la espalda.
– ¡Te lo advertí maldito holograma! ¡Eres un Ente muerto! –
– Tranquila gatita, era una simple broma – Adán retrocedía mientras que Grese estaba lista para atacar.
– Basta los dos, Lilith lleva dormida casi una semana, tenemos que continuar con la misión. ¿Esta lista la transmisión Amadeus? – Drake interrumpió.
– Si Drake, estamos listos, puede ser en esta misma habitación. –
– Comencemos entonces –
Amadeus dio un chasquido con sus dedos provocando que grandes placas metálicas empezaran a tapar las ventanas empezando a dejar a la habitación en completa penumbra. Por un momento lo único que brillaba a mi alrededor eran los ojos de Drake. Hasta que desde el centro de la habitación comenzó una proyección en tercera dimensión encima de la mesa. Un joven con los cabellos plateados y los ojos parecidos a los de Drake apareció ante nosotros.
Conexión establecida. Aquí el planeta Neutron, reportando el comandante al servicio de la Reina, ¿Quién tiene el título adecuado para pedir esta transmisión?
– Yo lo tengo. Mi nombre es Franc Drake – Drake dio algunos pasos al frente para ponerse delante de la proyección.
Identidad confirmada, Franc Drake, cuarto comandante de nuestras fuerzas armadas líder de la compañía de expedición en la búsqueda de la reencarnación de la princesa Lilith Kanh. La Reina te verá enseguida.
El hombre desapareció un segundo para que luego apareciera un trono en detalles negros con plateado y una joven extremadamente bella ocupándolo. Su presencia me hacía recordar mucho a aquella foto que tenía Grese en su habitación de Lilith Kanh, una mujer joven con el cabello plateado llegándole casi a la rodilla, serpenteando un poco al ritmo de una canción invisible, los ojos aún mas penetrantes que los de Drake. En su cabeza una corona plateada coronada por una enorme perla blanca.
Mi querido Franc, ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿50 años?
– 78 años su majestad – Dijo Drake corrigiéndola.
¿Tanto tiempo ha pasado? Vaya que me hago más vieja cada día, se me olvidan últimamente tantas cosas. ¿A que debo esta agradable sorpresa Drake? Tengo entendido que tuviste contacto con mi marido. ¿Sabes algo de el? Hace algunos siglos que no lo veo pasar por su propio planeta.
– … – Drake guardó silencio. Y la Reina se levantó de su trono, tomando un tono de completa seriedad, muy diferente al que había mostrado hasta ahora.
¿Qué pasa Franc? Escúpelo.
– El rey a muerto. Fuimos emboscados en la fortaleza Z-42 – La reina emitió un sonido muy agudo para luego desvanecerse en su trono de nueva cuenta.
¿Quiénes?
– No lo sabemos, creemos que son los que han estado siguiendo a Lilith desde hace décadas –
¿Has sido exitoso en tu misión?
La reina parecía intentar cambiar el tema luego de la fatídica noticia de su marido.
– Acércate Lilith – Drake me indicó por lo que caminé con precaución hasta donde se encontraba, intentando no golpear torpemente ningún mueble ni ser a mi alrededor.
– Hola… mi nombre es Lilith Minsterlow – La reina me observó fijamente por algunos minutos
Sin duda tienes un gran parecido a esa maldita Kanh. Dime algo, ¿Crees lograrlo?
– ¿A qué se refiere su majestad? – No sabía cómo llamarla, estaba ante la reina de un planeta entero… era la primera vez que no entendía del todo como debía comportarme
Tu sabes a lo que me refiero. ¿Crees poder controlarlo?
– Yo… lo intentaré –
Bien… con eso me basta. Entonces ¿Cuál es el plan Franc?
La reina se relajó de nueva cuenta en su trono esperando la explicación de Drake
– La armadura de Lilith Kanh fue robada. Necesitamos que nos de la localización de la Fortaleza de tiempo más cercana a nuestra ubicación, pensamos refugiarnos ahí hasta que podamos otorgarle la inmortalidad, y así nos de tiempo de ir con usted y buscar juntos a Ultralita –
Mmm tienes razón, la única manera de encontrar algo que le fue quitado a los entes sería por medio de Ultralita… Esto se está complicando más de lo planeado. ¿Seguro que puedes hacerlo solo? ¿No deseas que envíe refuerzos?
– No se preocupe majestad, podemos hacerlo. Estoy seguro –
Bien confío en ti Franc… Denme un segundo entonces.
La reina se puso de pie, tomó una breve bocanada de aire y empezó a flotar solo un poco en el aire con los brazos extendidos. La enorme perla en su corona así como sus ojos empezó a brillar en demasía. Su piel al igual que la de Drake empezó a tomar una textura de pergamino viejo, pequeños surcos surgieron en su blanca piel. Duró así algunos instantes en los cuales la transmisión tuvo fluctuaciones, como si de alguna forma estuviera drenando energía aunque se estuviera a años luz de distancia. Poco a poco la reina fue descendiendo hasta sentarse de nueva cuenta en su trono.
Adán acércate a la pantalla.
Por primera vez desde que conocía a Adán lo vi completamente sorprendido, su rostro se tornó duro como el diamante y se acercó lentamente a la pantalla.
No se cual sea tu intención pero mientras permanezcas en la compañía de Franc espero que seas de toda la utilidad posible. ¿Entiendes?
– Si su majestad… –
Dicho esto… la fortaleza más cercana se encuentra en las afueras de la galaxia “Dormida” en el cuadrante G-42 para ser exactos… La Fortaleza Dormida.
– Pero… eso significa… –
Si mi querido Franc. La fortaleza más cercana se encuentra en territorio Kanh, una Fortaleza controlada por el Imperio Kanh
–… Eso es… imposible ¿Cómo lo lograremos? – Mi temor empezó a aumentar conforme me imaginaba las terribles historias del imperio Kanh
Tranquila Lilith, no veo ninguna facción lo suficientemente fuerte para oponerse a portadores de las memorias del universo, y tu mi querida niña tienes a dos extraordinarios seres a tu lado. Tu vas a estar bien.
– Pues decidido. Hora de patear traseros Kanh. ¡HAHAHAHAH! – De repente apareció Eirik detrás de mi soltando una de sus estruendosas carcajadas mientras se ponía frente a la reina.
Mucho gusto en saludarte Eirik. Les deseo a todos ustedes gran suerte en su viaje. Vayan con bien. Los esperaremos para guardar respeto a mi marido. Por lo pronto prepárense para el asalto a la “Fortaleza dormida”
– Gracias… – Solo atiné a decir esa simple palabra.
Antes de despedirme. Franc, mi querida hija sigue esperando tu respuesta, te ha enviado el mensaje desde hace 30 años, espero que le des una pronta respuesta acerca de la propuesta de matrimonio. Me encantaría tenerte como yerno. Nos vemos pronto compañía y Franc, no lo olvides.
–…– –…– –…– –…– –…– –…– –…– –…– –…– –…– –…– –…–
– ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?! – La transmisión cortó y nos dejó a todos completamente en Shock.
– ¡Cállense todos! ¡Aún no le doy una respuesta! –
– ¡Hahahahaha! ¿Eso significa que yo me puedo quedar con Lilith? – Adán se acercó a mí y me pasó una mano sobre el hombro.
– ¡Aléjate de ella maldito holograma! – Grese apareció empuñando una espada en esta ocasión.
– Tranquila gatita, jugar con espadas es peligroso. – Adán desapareció en el aire.
– ¡Vuelve aquí maldito cobarde! –
– ¡hahaha! Yo quiero ser el padrino – Eirik empezó a reir a carcajadas
– ¡Cállate maldito gigante, aún no le digo que si –
Todos empezaron a hacer un desastre a mi alrededor mientras las ventanas iban siendo descubiertas poco a poco, dejando pasar de nueva cuenta la luz, todos ellos parecían tan llenos de vida… Drake en verdad era tan popular y tenía la oportunidad de convertirse Rey de un planeta entero… A pesar de la noticia mi cabeza no dejaba de rondar aquella remota posibilidad. Estábamos a punto de enfrentarnos a la raza de mi propia sangre, pues esta vez íbamos en contra de la raza mas poderosa del planeta, contra el mismo Imperio Kanh.
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