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Hojas de Papel (Capítulo 10)  Empty Hojas de Papel (Capítulo 10)

06.01.15 0:03
El acto sorpresa de la alianza amarilla
Luego de tomar la foto los dejamos solos, antes de salir el chico de la bufanda me da un abrazo rápido y susurra:
Te buscaré con la vista cuando esté ahí.
Estaré. Le confirmo yo y me dejo arrastrar por la Javi abajo.
Intento localizar a mis amigas con la vista, las localizo pero no puedo ir con ellas, ahora yo formo parte del plan activo de los de cuarto medio, irónicamente, necesitan que comande mi plan, pero me advierten que puede haber problemas sobretodo porque se asegurarán que esté presente el director.
Miro a la banca del final del patio y veo al mismo conjunto de antipáticos apoderados que suelen estar aquí para las alianzas.
Sé que está dentro de sus planes el director, que ahora acaba de llegar al patio como un paciente observador esperando a que la magia ocurra, solo que puede que tal vez esa magia no le agrade.
Aunque dudo que los apoderados sean parte de su plan, eso es meterse en un problema seguro, así que le pregunto a la Javi.
¿Qué piensan hacer con los apoderados?
Bueno, nunca pensamos que se quedarían para esto pero… Supongo que solo dejarlos que vean. Dice ella restándole importancia.
No sé por qué tengo la impresión de que acabaremos en un lío con el director aquí pero eso no me importa mucho en estos momentos.
Como habíamos acordado, el chico de tercero que hizo la competencia con el Daniel es el mismo que se para al lado mío, cuando el resto nos vea acercarnos, el resto de la azul aparecerá.
¿Cuánto crees que falte para que anuncien el acto? Me dice él fingiendo mirar hacia otro lado
No creo que mucho. Digo apuntando en dirección hacia el escenario.
Ahí, el rey de nuestra alianza ya llegó al escenario para informarle al animador sobre el acto sorpresa de nuestra alianza.
¡Se nos viene una sorpresa!... Los dejo con el rey de la alianza amarilla para ¡El acto sorpresa de la alianza amarilla! Dice el animador.
En 10 minutos más pondremos en marcha la operación, solo hace falta que pongan a sonar la música que les va a dar la entrada a el Daniel y el chico que creo que se llama Mario.
No sé bien como llegué a esto después de haber estado tranquila en una galería, ha pasado mucho en unos pocos minutos y todo es gracias o por culpa del chico de la bufanda.
Desde nuestro puesto de observación vemos a la gente salir de las galerías en completa sincronización y acercarse al escenario.
Toda la alianza amarilla está ahí, ahora es cuando el rey tiene que darle la señal al DJ… Sí, justo esa, la canción típica de las novias empieza a sonar.
Instintivamente miro hacia el segundo piso y veo como se abre la puerta de la sala de física dejando salir al chico llamado Mario. Cuando ya está por llegar a la escalera veo salir al Daniel de la sala de física y seguirlo.
Me pregunto cómo sería de estar viendo todo desde el grupo de la alianza amarilla, como sería no conocerlo en absoluto y estar esperando al igual que todas esas personas a que algo interesante ocurra… Es extraño pensar que así sería de no ser por una bufanda… Y claro, por mi casi asalto.
Suben al escenarios con sus aparatosos vestidos y su aspecto cómico, el matrimonio comienza sin más preámbulo, es tal cual sería un matrimonio normal.
Nuestra entrada será cuando sea el “acepto” que sellará todo eso, de momento el breve matrimonio va sin problemas bajo la atenta mirada del director y los apoderados a unos metros de nosotros.
Los demás de la alianza azul están dispersos esperando a que nos acerquemos lo que dará la señal para que se unan.
Acepto. Se escucha en el micrófono con voz trucada y conteniendo la evidente risa.
El chico de tercero y yo nos acercamos con calma, como si fuéramos cada uno por nuestro lado. No hace falta nada más que eso, los de la azul comienzan a llegar en masa llenando por completo el lugar.
Estamos ahí, ambas alianzas, somos nosotros por nosotros, unidos como compañeros del mismo colegio a pesar de nuestro espíritu competitivo durante las alianzas.
¡El beso! ¡El beso! Apoyamos todos.
Espero por el bien de ambos chicos sobre el escenario que puedan fingirlo, su reputación ya se ha arruinado lo suficiente hoy.
Lo intentan un par de veces y consiguen fingirlo sin dañar la representación del acto, estallamos en aplausos y yo me aparto del grupo un poco, lo suficiente para dejarme ver por los ojos del chico de la bufanda que me buscan sin cesar.
Cuando sus ojos me encuentran me sonríe, es una nueva sonrisa en él, no la había visto antes, su sonrisa es… Perfecta, y sé por primera vez que es para mí, para mí de entre todas las personas ahí paradas que rodean el escenario.
Sonrío también, sonrío solo para él de entre todas las personas… A pesar de todo el maquillaje soy capaz de ver cada uno de sus rasgos masculinos ocultos en su maquillada cara.
Debajo de esa capa de maquillaje está el amigo de mi mejor amiga… La clase de chico que no creí que conocería algún día.
Lo veo bajar del escenario por un costado y entrar al gimnasio chico del colegio que está justo a un costado del escenario.
Dudo unos minutos si seguirlo o no, pero cuando veo que me hace señas desde una de las ventanas decido ir sin esperar más.
Deslizo la puerta y antes de poder siquiera decir hola, él me levanta en un abrazo… Apenas consiente de lo que hago le devuelvo el abrazo que luego se convertiría en algo característico entre nosotros.
Gracias por estar ahí. Me dice con alegría sin bajarme
Te dije que estaría, soy una chica que cumple sus promesas. Le contesto en tono serio ya en el suelo.
Eso se nota, Pequeña. Me contesta revolviéndome el pelo.
¿Te vas con alguien hoy a tu casa? Pregunta él repentinamente
Lo observo unos segundos, ya se deshizo del vestido y del maquillaje y otra vez vuelve a estar con su polerón de cuarto medio y su bolso cruzado, está sonriendo del mismo modo que me sonrió desde el escenario y sus ojos negros profundos e intensos no se apartan de mí.
No, pensaba en irme sola…
Ya no más, ahora tienes planes, te vas conmigo, noté que nuestros caminos coinciden así que no será problema, si quieres, claro. Contesta sin siquiera pensar.
Su respuesta me deja helada y hace que mi corazón lata a mil por hora… Puedo decir que no e inventar una excusa, después de todo no estoy segura de ser capaz de estar sola con él… Pero… ¿De verdad quiero decir que no?... No, yo quiero que venga conmigo.
¡Claro! Contesto con voz aguda y las mejillas sonrosadas.
Es un hecho entonces, nos vemos la salida. Dice él dándome un beso en la mejilla
Luego se da la vuelta y se va dejándome una extraña sensación y una sonrisa algo demencial y soñadora.
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