Hojas de papel (Capítulo 3)

Matemáticas
Cuando llego de vuelta al colegio el lunes lo hago dispuesta a evitarlo por completo, aunque eso incluyera alejarme de mis propios pensamientos y esto último era bastante, bastante, difícil. Pero yo podía, tenía que poder ¿no? El chico de la bufanda sólo era otro molesto chico del Instituto Edgar Ahumada, punto final… Y mi suerte era la de un pavo especialmente gordo en navidad. Llegando a los casilleros la primera persona que vi fue… Al chico de la bufanda, aunque ¿saben? A este punto podríamos empezar a llamarlo Daniel, pero suena demasiado personal… En fin, volviendo al tema, ahí estaba. Fijo mi vista al piso y lo evito al pasar lo cual es muy bueno, suelo chocar con gente muy a menudo algo así como… Como cada dos minutos. Le quito el candado a mi casillero y comienzo con el forcejeo de todas las mañanas. Producto del frío mi casillero se traba casi siempre, para cuando consigo abrirlo el chico de la bufanda me está observando con una sonrisa… Se ve tan lindo con una sonrisa dibujada en sus delgados labios… Me quito el bolso y saco mis cosas para matemáticas, la peor clase del mundo y cierro o más bien o más bien INTENTO cerrar mi maldito casillero. Cuando le pongo por fin el candado y bajo por las escaleras me siento mitad aliviada y mitad agobiada por lo que se viene. Entro a la por naturaleza horripilante sala de matemáticas, imagine su peor pesadilla, ¿la tienen? Bien, ahora imagínense eso pero como una sala de paredes color crema y ningún adorno más que dos diarios murales, un reloj de un pájaro cucú que dejó de funcionar el siglo pasado y una horrible pintura de un matemático con turbante al final de la sala, añádele a eso que es un lunes por la mañana a primera hora y que la sala tiene algo en su ambiente algo que te invita a dormir, bueno, esa es mi realidad todos los lunes primera hora del día. Como se entenderá tengo demasiado sueño y mucha frustración como para intentar hacer cualquier cosa de las que explica la profe, no es que explique mal o algo así, yo jamás he sido una buena matemática o he sido de las personas a las que les agradan. Yo pertenezco a la mayoría de la gente en ese sentido, nuestra aspiración máxima es un 5,0 y en general con semanas de estudio y suerte obtenemos un cuatro y algo que te hace volver a vivir, y por lo que es lógico, tenemos una guerra montada contra ellas, en general salimos perdiendo. Nunca me percato bien de lo que sucede antes de que nos entreguen las guías, y esa es precisamente la explicación de la profe, pero ¡hey! No me juzguen por no poner atención sale lo mismo en mi caso y en el caso de mi compañera de puesto predeterminada, la Vanessa, más conocida como la Vane. Con ella tratamos a las matemáticas como una supervivencia en la que terminar muerto es demasiado posible. Las guías llegan rápido, supongo que siempre lo hacen cuando tu puesto fijo es el segundo de la fila del lado de la puerta. Tomo la mía, geometría, es irónico pensar que antes era mi lado fuerte en matemáticas porque ahora sin duda es un verdadero desastre.
¿Intentamos hacer esto, Abi? Dice la Vane
Aquí vamos. Digo intentando sonar optimista.
Luego de media hora sin resultados y siguiendo paso por paso las instrucciones para resolver los ejercicios pasamos a la fase dos, improvisar, ese pequeño recurso desesperado que usamos cuando ya no sabemos que hacer y que queremos ser productivas, no es como que funcione, pero nos mantiene ocupadas y es… Divertido. Es algo así como… ¿Qué pasa si lo sumo con este y lo divido con este otro y lo multiplico? Sin duda mucho más divertido que encontrar las medidas en los lados faltantes que es lo que hay que hacer, por cierto. Después de otra media hora nos rendimos. Es entonces cuando se da la vuelta el chico que se sienta delante de nosotras.
Hola Abi.-Dice en tono somnoliento.-Hola Vane
Hola. Dice la Vane
Hola, Samuel. Digo en el mismo tono que él
¿Hicieron la guía? Pregunta el Marco
Él es el chico que se sienta con el Samuel y ahora se acaba de dar vuelta.
Si por hacer te refieres a intentar y que no resulte y luego improvisar y que tampoco funcione supongo que sí, ya la hicimos. Le respondo con aburrimiento
¡Ah! Porque yo si la hice y tengo los resultados, responde el Marco burlesco.
Luego de discutir con él, finalmente cede y nos para los resultados. Con alegría la Vane y yo descubrimos que nuestros resultados no estaban malos, al menos alguno de ellos. Salimos a recreo y yo me encuentro con la Melany dejando por fin esa pesadilla de sala.

La historia va bien, solo seguimos un poco con los dialogo, sigue confundiéndome la narracion con lo que dice D= y una que otra cosilla pero en si va bien =) continua así

Se me hacen bastante cortos los capítulos xD. Pero bueno es cosa mía jaja. Me gustan las cosas largas. Y pues en cuanto al formato intenta separar las oraciones donde hablan igual eso ayuda a que se entienda un poco mejor.

Y en cuanto al formato de calificaciones de donde es ese no lo conocía. Si sacan 5 entonces pasa la Materia? Que suerte tiene

Soyunchocorrol escribió:Se me hacen bastante cortos los capítulos xD.  Pero bueno es cosa mía jaja.  Me gustan las cosas largas.  Y pues en cuanto al formato intenta separar las oraciones donde hablan igual eso ayuda a que se entienda un poco mejor.  

Y en cuanto al formato de calificaciones de donde es ese no lo conocía.  Si sacan 5 entonces pasa la Materia? Que suerte tiene

El formato de las calificaciones es el de Chile, se aprueba con un 4, las notas van desde el 1 al 7

Wooo eso esta genial bueno no tanto si lo analizas bien ya que no es un diez tu porcentaje de calificasion por cada punto aumenta D=