Historias encadenadas

- ¿A dónde crees que vas Qasim? –

- Profesor por favor, ¡Tengo que irme! –

- No vas a salir de aquí, ¡Sabes que tienen que responder por lo que encontramos en el casillero –

- Lo siento profesor… son casi las tres y media… tengo que apresurarme –

-Qasim ¡regresa! –

Solo escucho la voz detrás de mí alejándose, seguramente no me perseguirá. Él no lo entiende, ninguno de ellos lo hace, me ven como un simple adolescente pero en este instante tengo que correr por un futuro mejor.  Es mi oportunidad, un proveedor está entrando por la reja principal, me escabullo entre el guardia y el camión, dulce libertad.

- Maldición… ya casi es hora. –

Corro  desesperadamente alejándome del instituto, el cual me ha juzgado un sin número de veces. No soy uno de ellos, solo soy un chico normal. Mi color no debería provocar miedo, sin embargo, lo hace.

Bajo una  cuadra y doblo a la derecha, ya se encuentra ahí. El autobús está cerrando la puerta.

- ¡ESPEREME! – mis piernas responden a mis suplicas, así como el chofer. Logro llegar a tiempo
subiendo los pesados escalones metálicos.

-Rápido chico, tengo prisa -

- Gracias... Muchas gracias…- Jadeo encontrando un respiro extra en mis pulmones sobrecargados.  El autobús  avanza y paso mi tarjeta por la terminal, avanzo un par de pasos y decido recuperar el aliento, necesito toda mi claridad y sentidos para lo que está a punto de suceder. No sabía si estba listo para dar el paso, mi corazón bombeaba a 100 millas por hora y supe que no se detendría.

Me di un par de palmadas en el rostro y levanté la mirada, el autobús estaba medianamente lleno. Pero no importaba nadie más. Solo ella… tan absorta en sus pensamientos. Había llegado el día en que finalmente estaríamos juntos.

Me acerque decidido hasta llegar a su lugar, me volteó a ver con esos ojos color miel…

- Disculpa… -

De pronto una gran explosión resuena mis tímpanos… y el terror comienza.

Historia 02