Buenos Dias

04.11.14 12:22

Está sonando la alarma. Es un nuevo día, pero no quiero levantarme de la cama. Está lloviendo y el sonido de las gotas golpeando el techo me arrulla más. Estoy cálidamente enrollada en mi sábana blanca. No me quiero levantar, pero si no lo hago, mi madre vendrá a por mí.
Me levanto y es la misma rutina de los martes. Me levanto, me pongo mis pantuflas grises y salgo de mi cuarto. Tengo en frente mío las escaleras y en el pasamano descansa mi toalla. Es de un color rosa vieja, pero así en la oscuridad es de un gris oscuro. La tomo y me dirijo al primer piso, como si este fuera el día de mi ejecución. Hace frio y la ducha se mira como tortura pura.
Todo está a oscuras, todavía no amanece. La lluvia ahora es una ligera llovizna. Sigo mi camino hacia el baño. Cierro puerta y ventana. Es un reflejo infantil anti-monstruos y anti-frio. Me veo en el espejo un momento. Mis rizos están moderadamente decentes y decido que hoy saldré con el pelo suelto. Me recojo el cabello con un gancho, me desvisto y entro en la ducha.
El agua esta helada. Mientras me ducho, intento no mojar mi cabello. Al mismo tiempo, estoy pensando que será un día gris. Termino, enrollo la toalla a mi alrededor y abro la ventana. Me quedo muda al observar el patio de mi casa.
Del lado del jardín sale usualmente el sol. Pero este día no veo el sol. Solo veo un telón naranja.
El sol ha salido. Ha amanecido lloviendo. Una dulce niebla naranja gira alrededor de todo. La luz del sol hace a todo naranja, a pesar de que el mismo sol no se puede ver. Escucho avecillas trinar y las veo danzar con la niebla naranja de fondo. Todo está húmedo. Muy húmedo. Las hojas de los árboles, cargados de gotitas de agua van hacia abajo, dando la sensación que son una capa verde de algún gigante.
Llovizna de nuevo, la niebla se disuelve poco a poco. El anaranjado se torna gris. Despacito, despacito. Yo estoy en la ventana, observando todo. La ventana está abierta y una suave pero fría mece mi cabello.
Ya es completamente gris el día, pero no olvidare a mi anaranjado amanecer. Hoy a pesar de ser un día gris, tendré en mi sonrisa al primer rayo de sol naranja.