Cada día que pasa.

Cada día que pasa, somos un poco más sabios
aprendemos a mantener ciertas palabras en nuestros labios.
Somos conscientes que todo comienzo tiene un final
y que toda persona en este planeta, es alguien especial.
Somos soñadores con temor a despertar
tenemos una meta pero lo importante no es llegar.
Es tomarnos el tiempo y el camino saber apreciar
y saber agradecer por algo que la escuela nunca supo enseñar.
Cada día que pasa, somos un poco más fuertes
aprendemos a no esperar nada de la suerte.
Somos arquitectos que diseñan su propio destino
y que deciden ser el viento o las aspas del molino.
Buscamos la felicidad como si llegara por encargo
cuando la verdad se encuentra en pequeños gestos y sin embargo
dejamos que el tiempo pase y esperando al día siguiente
cuando lo más importante, está sucediendo ahora mismo, en el presente.