Este texto lo escribí para un escrito de literatura hace unos meses, esta versión que publico no es exactamente igual a la original, tiene algunos detalles mínimos diferentes ya que solo pude quedarme con el borrador.
La consigna era crear una versión surrealista del poema de Edgar Allan Poe llamado "El Cuervo". ¡Espero que les guste!
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Es curioso recordar un recuerdo, la idea de un recuerdo, la idea de una idea y la idea de una persona.
Colores muchos puede haber, pero no como el de un vidrio, no hay nada mas horroroso que el color de un vidrio en una noche tormentosa.
Quizás solo son ideas que no son ideas, desvaríos de un estudiante rodeado por titanes. Titanes tristemente alegres por el resonar de alas negras que se precipitan entre los vidrios, justo sobre un vasto desierto rojo, posadas en una pala mítica y nada más.
Grandes volcanes negros que se alzan tensionados por una cuerda, pues amigo puede ser el enemigo si desconocido es para el ciervo.
Cerdo sin manada no podrá posarse sobre la maquinaria pesada, pensó el libro, lo pensó una vez y nunca más.
Pocos placeres trae el conocimiento de un cuervo, pocos y muchos, como todos lo saben, todos menos el ciervo malherido.
Sangre, sangre y suicidio provienen de un demoníaco dragón negro, el cerdo lo debería saber, paraguas marchito se deja arrastrar por lava negra, lo sabe, pero lo hace igual para no volver nunca más.
Es horroroso lo que las palabras le causan a los ríos, es horroroso lo que le hace un pájaro negro a un alien, horroroso como la idea que no es idea sino esperanza que se destruye en un mar de fuego y alas negras. Pues el ciervo nunca mas vio el recuerdo y conoció ahora el vidrio. Fénix oscuro que acecha a su presa no se retira del estanque nunca más.
La consigna era crear una versión surrealista del poema de Edgar Allan Poe llamado "El Cuervo". ¡Espero que les guste!
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Es curioso recordar un recuerdo, la idea de un recuerdo, la idea de una idea y la idea de una persona.
Colores muchos puede haber, pero no como el de un vidrio, no hay nada mas horroroso que el color de un vidrio en una noche tormentosa.
Quizás solo son ideas que no son ideas, desvaríos de un estudiante rodeado por titanes. Titanes tristemente alegres por el resonar de alas negras que se precipitan entre los vidrios, justo sobre un vasto desierto rojo, posadas en una pala mítica y nada más.
Grandes volcanes negros que se alzan tensionados por una cuerda, pues amigo puede ser el enemigo si desconocido es para el ciervo.
Cerdo sin manada no podrá posarse sobre la maquinaria pesada, pensó el libro, lo pensó una vez y nunca más.
Pocos placeres trae el conocimiento de un cuervo, pocos y muchos, como todos lo saben, todos menos el ciervo malherido.
Sangre, sangre y suicidio provienen de un demoníaco dragón negro, el cerdo lo debería saber, paraguas marchito se deja arrastrar por lava negra, lo sabe, pero lo hace igual para no volver nunca más.
Es horroroso lo que las palabras le causan a los ríos, es horroroso lo que le hace un pájaro negro a un alien, horroroso como la idea que no es idea sino esperanza que se destruye en un mar de fuego y alas negras. Pues el ciervo nunca mas vio el recuerdo y conoció ahora el vidrio. Fénix oscuro que acecha a su presa no se retira del estanque nunca más.
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