- InvitadoInvitado
Buscando un titulo.
04.03.15 9:52
Hola, hace mucho que no subo algo por que estaba seca y sin nada que escribir Pero gracias a una personita *Yam* me inspire de nuevo. espero les guste la historia, si no déjenme su comentarios jajaj todos son bien recibidos. También si quieren ayudarme con el titulo se los agradecería ... ese nunca ha sido mi fuerte
HISTORIA
Miro el celular por una… ¿milésima vez? La verdad perdí la cuenta desde hace más de una hora. No sé lo que espero que aparezca. Se lo que no llegara pero aun así permanece la esperanza. El tictac del reloj se burla de mi cada segundo que pasa recordando me que el tiempo transcurre aunque yo siento que me he quedado congelada en ese instante.
El café aún sigue caliente sobre la mesa, veo como el vapor desaparece en el aire como si fuera algo digno de admirar. No quiero pensar en nada, quiero quedarme ahí y esperar que alguien salga y me diga que es una mala broma o que estoy teniendo una pesadilla. Aún no he derramado alguna lágrima, mis ojos duelen pero ellos también están sumergidos en un tipo letargo.
El teléfono de la casa suena inundando la habitación y llevándose el silencio. No me levanto ni me muevo un centímetro, no es el, no llamaría a ese número. Dejo que timbre hasta que cuelgan y regresa el silencio por un corto tiempo antes de que vuelva a sonar para que se extinga de nuevo.
Es ahí cuando me doy cuenta que no es una broma, no es un sueño. Es una pesadilla y permito que mi cuerpo se desvanezca sobre el sofá. Las lágrimas caen ahora sin control y ahora el silencio es sustituido por mis lamentos. ¿Qué he hecho mal? La pregunta ronda por mi cabeza ¿En que falle? Me encojo en el sofá apretando mis piernas y siendo consciente de lo que no hace mucho sucedió. El llego a mí, dulce y tierno. Beso mis labios, me platico su día y nos reímos ambos de lo estúpido que se veía Lu con aquel vestido feo. Me dijo que me amaba y ahí fue cuando todo se rompió. Por alguna razón que no recuerdo él termino conmigo, dijo que esto no podía continuar y yo no pude detenerlo. Me beso la frente antes de tomar su abrigo del respaldo y se marchó sin más.
Alguien está tocando el timbre pero sé que no es él, así que quien quiera que este allá fuera que se largue y me deje aquí. El ruido se detiene y lo sustituyen pasos que se dirigen hacia mí.
-Oh Pam- reconozco la voz de Marlen y sus brazos me rodean – cuanto lo siento
Quiero preguntarle cómo lo sabe pero los sollozos me lo impiden ahogándome. No se por cuánto tiempo trascurre hasta que vuelva a tener control de mi cuerpo sin contar los temblores incontrolables que tengo. Tengo frio, mucho frio y no sé si es por el llanto o porque ya anocheció.
-¿Cómo estás? – pregunta condescendiente
-No lo sé – mi voz es ronca. Aclaro mi garganta y seco las pocas lágrimas que quedan sobre mi cara.
-¿Qué paso? Solo me mensajeo que me necesitabas – acaricia mi cara y me aparto suavemente de ella. Relato lentamente lo que sucedió y como finalizo todo
Me pregunta si voy a estar bien y asiento lentamente. La acompaño hasta la puerta y me despido con la sonrisa más sincera que puedo. Después de eso nada importa y el dolor se adueña de mi pecho. Solo quiero que esto termine ya.
Un mes después
Miro el medallón de plata que llevo en la muñeca desde ese día. La cadena rodea mi piel tres veces para que se quede segura. Dentro hay dos fotos que aún conservo a escondidas de Marlene, si ella se entera podría quitarlas y quemarlas después de darme un discurso que ya me sé de memoria. Dejo escapar un suspiro y paso mis dedos acariciando el frio material.
Aun lo extraño, no es como si pudiera olvidarlo de la noche a la mañana. Tampoco lo culpo, no fui suficiente para él y aun él fue considerado de solo fragmentar mi corazón con fisuras insignificantes. ¿Por qué no sana aun? Yo no lo he permitido. No quiero dejarlo ir aun, quiero conservar los recuerdos intactos y aunque mucho de ellos oprima mi corazón, no lo lamento. El me hizo tan feliz y yo no pude darle nada a cambio.
-¿Se encuentra bien? - una voz masculina me saca de mis pensamientos. Alzo la mirada y es cuando me doy cuenta que veo todo borroso. Comencé a llorar nuevamente.
-Si - digo secándome las lágrimas con una servilleta. Vuelvo a mirarlo y esta vez puedo apreciarlo bien. Su cabello es lacio y color castaño, el sol lo hace ver más claro en algunas partes, su cara es delgada, su tés blanca y joven, le calculo 23, no más. Sus ojos son claros pero comunes. La nariz es fina y pequeña al igual que sus labios. Es alto y delgado pero tiene músculos o al menos eso se ve. Está usando el uniforme de los baristas por lo tanto no es un mesero. Me pregunto que hace aquí.
-¿Puedo ayudarle en algo? - se ve tímido.
-No - digo tajante pero me arrepiento al instante- gracias.
Miro hacia otro lado pero el sigue ahí. Me siento incomoda y volteo a verlo.
-No ha probado su café - dice como si nos conociéramos de toda la vida. Miro hacia la taza que esta frente a mí esperando a que le dé el primer sorbo. - Yo lo prepare - dice más incómodo poniendo una mano en su nuca y bajando la mirada por unos segundos. Presiento que esta apenado por lo que ha dicho. Sonrió genuinamente por primera vez desde ese día.
-Lo probare en seguida entonces - digo tomando la taza y lo pruebo despacio. Un sabor exquisito invade mi paladar y lo saboreo disfrutando más su sabor. - Es delicioso
Tomo una servilleta y limpio mis labios. El sonríe y veo como sus hombros se relajan al instante.
-Esperaba que te gustara - una sonrisa se extiende por su cara iluminándola de una forma impresionante, me contagia su alegría con solo mirarlo y por un momento olvido a lo que este mes me he aferrado.
-Pues es delicioso. Espera - pongo una mano frente a mí en señal de alto - ¿estás diciendo que lo hiciste especialmente para mí?
Esto no está bien, algo me dice que no lo está y que debo de pararlo. El me mira nervioso de nuevo.
-Te vi - tartamudea y lanza un suspiro. ¿En qué momento comenzó a tutearme? - te vi entrar hace media hora. Tany tomo tu orden y le pedí que me dejara prepararte el café yo mismo. Sé que no es lo que pediste -mira hacia otro lado y yo sigo sin entender que está pasando- pero algo me impulso a hacerlo. Te observe a ratos esperando que dijeras algo pero simplemente no tocaste el café y bueno.... Aquí estoy. Lo siento
Realmente se ve apenado y me conmueve. Sin embargo hay algo mal que sigue como una luz roja latiendo y anuncia ¡Peligro! ¡Peligro!
No sé qué hacer. Ya no soy una niña para salir huyendo pero tampoco se cómo actuar. Este chico abrió mi curiosidad y quiero saber algo sobre el que me diga que estoy enloqueciendo.
-¿Cómo te llamas? - La pregunta sale antes de si quiera poder pensar. El me mira sorprendido pero contesta inmediatamente
-Daniel
-¿Qué edad tienes? - ¿Por qué no puedo detenerme? Me reprocho a mí misma...
-Veintitrés - me mira y después a la mesa como si se preguntara si en algún momento lo invitare a sentarse.
-¿No tienes trabajo que hacer? - esa es la pregunta más acertada que he hecho y espero que tenga el efecto que quiero. Nunca he podido alejar a una persona por mi cuenta. Me da pena hacerlo a menos que sea alguien muy molesto o desconfiable. Daniel parece un caramelo.
-Mi turno termino hace 10 minutos
-Oh - es lo único que contesto. La verdad no sé qué decir.
-¿Cómo te llamas? - pregunta de vuelta - te he dicho mi nombre, es justo que sepa el tuyo - dice cuando ve mi cara de incredulidad
-¿Quieres sentarte? - siento las miradas de varias personas sobre nosotros. No soy amante de ser el centro de atención. Él no lo duda ni un segundo y recorre la silla para sentarse frente a mí
-¿y bien?
-¿Que? - suelta un bufido
-¿Cuál es tu nombre y tu edad? - ahora se ve completamente seguro y me pregunto dónde quedo el chico tímido que vi no hace mucho y como permití esto.
- Pamela, pero todos me dicen Pam. Tengo 25 años.- disminuyo el tono de voz hasta convertirlo en un susurro. Me siento una acosadora de menores.
-Oh- dice como si en ese momento se hubiese dado cuenta que le prometieron un auto y le entregaron una bicicleta. Me siento avergonzada de mi misma - Te ves más joven - me mira y se ruboriza al instante - bueno no es que estés grande, solo que pensé que tenías 20.
Muerdo mi labio indecisa de lo que le estoy por decir. Hoy he estado rompiendo mis promesas pero en algún momento debería de hacerlo. Me debato en silencio y el me mira expectante. Al fin decido decir algo y espero no arrepentirme.
-Tengo que irme - hablo rápidamente antes de darle oportunidad a decir algo - ¿Podemos vernos otro día? Me agradas.
No estoy buscando un remplazo, quiero un amigo y por alguna razón creo que lo he encontrado. Sus ojos se iluminan.
-Me parece bien - trata de ocultar su emoción, pero el destello de sus ojos lo traiciona. Algo dentro de mí se vuelve a llenar e hincha de alegría mi pecho.
-Mañana - digo como si nada - tengo un evento en la galería - saco una tarjeta de mi bolso y se la entrego - esta es tu entrada, no la pierdas.
-¿Trabajas en una galería? - parece sorprendido. Asiento lentamente y sigo explicando
-Comienza a las cinco y la dirección es esta - señalo la parte inferior - Espero que puedas asistir.
-Claro - guarda la entrada en su cartera y yo me levanto de la silla pidiendo la cuenta. Le entrego un billete a la chica y salgo diciendo un rápido adiós.
No sé lo que espero realmente mañana pero sin que sepa el por qué, me emociona nuestro encuentro. No sé lo que me está llevando a hacer esto. Pero se siente tan bien en ese momento. No me arrepiento y si se me presentara una vez más lo haría.
Al día siguiente todo va de maravilla la galería está adornada con tonos suaves para que los cuadros fueran lo que más resaltará. Había color marfil, hueso, crema y perla por todas partes dándole un toque fresco. Daniel llego veinte minutos después por su trabajo pero platicamos y admiramos las obras juntos. Descubrí algunos de sus gustos y que podría ser un artista algún día. También que no tomaba, que se había dedicado a ser barista desde los 19 en distintos lugares. Tiene dos hermanas menores a quienes cuida y lidia toda su vida pero apesar de todo lo que dice puedo notar que las ama y tiene un buen apresio por ellas y por su madre. Su padre murio cuando tenia 5 años por lo tanto no sabe mucho de el. Es impresionante como puedes aprender de una persona en un corto tiempo y como este se pasa como agua entre los dedos. Varias veces una herida se abre en mi al asimilar o recordar que Rodrigo no volvera a mi. Sin embargo se vuelve un recuerdo pasajero al mirar sus ojos
No es la última vez que nos vemos. Desde ese día nos citamos al menos tres veces a la semana. Vamos al cine, de compras, a comer. Algunas veces me lleva al trabajo o yo lo veo en el suyo y partimos a un parque. El dolor que creí seria infinito, en su presencia no es más que algo efímero, su sonrisa, los detalles que tiene todo hace que se vuelva más ligero y pasajero. Como un buen sueño. Pero me pregunto si seguirá así. Tengo miedo de los sentimientos y la magnitud de daños que podría causar. Trato de ignorar todo esto porque me siento bien y quiero que nada en este mundo arruine el gran esfuerzo que estoy haciendo. Por fin he logrado mantenerme y volver a "mi vida normal".
Llevamos un mes conociéndonos y el comienza a tener detalles conmigo. Estoy realmente confundida porque yo lo aprecio solo como un amigo. Pero no puedo evitar emocionarme con un mensaje matutino, sentir celos de algunas de sus compañeras de trabajo, sentir decepción cuando me cancela un compromiso.
Han pasado más de tres meses y me he acostumbrado a las rosas, a los mensajes, chocolates o atenciones. Es algo lindo pero por alguna razón lleva una semana sin llamarme, no atiende nada y pidió un tiempo libre en su trabajo.
No me siento lista para esto. Un mensaje llega y se me ilumina el rostro
"te veo en el parque. Necesito hablar contigo"
Siento como s una cubeta de agua fría se derramara sobre mí. Antes de que todo terminara con Rodrigo esas fueron sus palabras "Necesito hablar contigo" me siento inestable de nuevo. Él se va, me deja. Otra vez no fui suficiente. Me repito una y otra vez. Quiero cancelar pero decido no hacerlo. Tomo mi auto y salgo en dirección al parque que esta por la cafetería y me detengo. Aun no sé si quiero escuchar lo que va a decirme. Veo a todos lados para irme por si él no ha llegado pero ahí esta y viene al auto.
-¿Puedo subir? - pregunta en un murmullo. Se ve demacrado. Trae gafas negras y aun así puedo ver las ojeras que le tiñen debajo de los ojos. Asiento lentamente.
Él va hacia el lado del copiloto y sube sumamente lento. No es para nada el chico que conozco.
-¿Dónde has estado? - intento reprocharle pero sale más con tono preocupado.
-Necesito que escuches- murmura y no me mira en ningún momento.
-De acuerdo.
Inhala profundamente y suelta un suspiro pesado antes de iniciar.
-Mi madre murió el domingo pasado - esa noticia me impacta
-¿Poor que no me.....
-Déjame hablar - me interrumpe. Es la primera vez que me dice eso - Perdón. No te llame por que no estaba listo, me sentía devastado y tenía muchas cosas que arreglar. A pesar de que mis hermanas son mayores de edad aun me hago cargo de algunas cosas. Y ahora sin mi madre todo se complicó. Los días que pase arreglando el funeral, los tramites, todo eso.... Me di cuenta que si no dices lo que sientes, si no haces lo que debías puede llegar un día en que no podrás decirlo más. A mi madre no había día que no le dijera que la amaba. - lo miro sin comprender ¿A qué quiere llegar? - pero hay una persona a la que no le he dicho que la amo y tampoco tuvo la oportunidad de conocer a mi madre como lo hubiera deseado.
Un nudo se forma en mi garganta
-¿Quién es? - tengo miedo de escuchar la respuesta y mis ojos pican. No puedo comenzar a llorar ahora. Me repito una y otra vez. Dany voltea a verme
-A ti - y mi mundo colapsa en ese instante. Lloro sin control y no sé si es de alegría o es dolor. Él toma mi rostro entre sus manos y me besa la frente. Aunque ambos no decimos nada sabemos la pregunta y la respuesta respectiva. Un nuevo viaje comienza y no sé cómo terminara pero mientras me permitiré ser feliz y tampoco le negare la felicidad a él. Lo que el destino nos prepare no me importa solo poder gozar del ahora.
HISTORIA
Miro el celular por una… ¿milésima vez? La verdad perdí la cuenta desde hace más de una hora. No sé lo que espero que aparezca. Se lo que no llegara pero aun así permanece la esperanza. El tictac del reloj se burla de mi cada segundo que pasa recordando me que el tiempo transcurre aunque yo siento que me he quedado congelada en ese instante.
El café aún sigue caliente sobre la mesa, veo como el vapor desaparece en el aire como si fuera algo digno de admirar. No quiero pensar en nada, quiero quedarme ahí y esperar que alguien salga y me diga que es una mala broma o que estoy teniendo una pesadilla. Aún no he derramado alguna lágrima, mis ojos duelen pero ellos también están sumergidos en un tipo letargo.
El teléfono de la casa suena inundando la habitación y llevándose el silencio. No me levanto ni me muevo un centímetro, no es el, no llamaría a ese número. Dejo que timbre hasta que cuelgan y regresa el silencio por un corto tiempo antes de que vuelva a sonar para que se extinga de nuevo.
Es ahí cuando me doy cuenta que no es una broma, no es un sueño. Es una pesadilla y permito que mi cuerpo se desvanezca sobre el sofá. Las lágrimas caen ahora sin control y ahora el silencio es sustituido por mis lamentos. ¿Qué he hecho mal? La pregunta ronda por mi cabeza ¿En que falle? Me encojo en el sofá apretando mis piernas y siendo consciente de lo que no hace mucho sucedió. El llego a mí, dulce y tierno. Beso mis labios, me platico su día y nos reímos ambos de lo estúpido que se veía Lu con aquel vestido feo. Me dijo que me amaba y ahí fue cuando todo se rompió. Por alguna razón que no recuerdo él termino conmigo, dijo que esto no podía continuar y yo no pude detenerlo. Me beso la frente antes de tomar su abrigo del respaldo y se marchó sin más.
Alguien está tocando el timbre pero sé que no es él, así que quien quiera que este allá fuera que se largue y me deje aquí. El ruido se detiene y lo sustituyen pasos que se dirigen hacia mí.
-Oh Pam- reconozco la voz de Marlen y sus brazos me rodean – cuanto lo siento
Quiero preguntarle cómo lo sabe pero los sollozos me lo impiden ahogándome. No se por cuánto tiempo trascurre hasta que vuelva a tener control de mi cuerpo sin contar los temblores incontrolables que tengo. Tengo frio, mucho frio y no sé si es por el llanto o porque ya anocheció.
-¿Cómo estás? – pregunta condescendiente
-No lo sé – mi voz es ronca. Aclaro mi garganta y seco las pocas lágrimas que quedan sobre mi cara.
-¿Qué paso? Solo me mensajeo que me necesitabas – acaricia mi cara y me aparto suavemente de ella. Relato lentamente lo que sucedió y como finalizo todo
Me pregunta si voy a estar bien y asiento lentamente. La acompaño hasta la puerta y me despido con la sonrisa más sincera que puedo. Después de eso nada importa y el dolor se adueña de mi pecho. Solo quiero que esto termine ya.
Un mes después
Miro el medallón de plata que llevo en la muñeca desde ese día. La cadena rodea mi piel tres veces para que se quede segura. Dentro hay dos fotos que aún conservo a escondidas de Marlene, si ella se entera podría quitarlas y quemarlas después de darme un discurso que ya me sé de memoria. Dejo escapar un suspiro y paso mis dedos acariciando el frio material.
Aun lo extraño, no es como si pudiera olvidarlo de la noche a la mañana. Tampoco lo culpo, no fui suficiente para él y aun él fue considerado de solo fragmentar mi corazón con fisuras insignificantes. ¿Por qué no sana aun? Yo no lo he permitido. No quiero dejarlo ir aun, quiero conservar los recuerdos intactos y aunque mucho de ellos oprima mi corazón, no lo lamento. El me hizo tan feliz y yo no pude darle nada a cambio.
-¿Se encuentra bien? - una voz masculina me saca de mis pensamientos. Alzo la mirada y es cuando me doy cuenta que veo todo borroso. Comencé a llorar nuevamente.
-Si - digo secándome las lágrimas con una servilleta. Vuelvo a mirarlo y esta vez puedo apreciarlo bien. Su cabello es lacio y color castaño, el sol lo hace ver más claro en algunas partes, su cara es delgada, su tés blanca y joven, le calculo 23, no más. Sus ojos son claros pero comunes. La nariz es fina y pequeña al igual que sus labios. Es alto y delgado pero tiene músculos o al menos eso se ve. Está usando el uniforme de los baristas por lo tanto no es un mesero. Me pregunto que hace aquí.
-¿Puedo ayudarle en algo? - se ve tímido.
-No - digo tajante pero me arrepiento al instante- gracias.
Miro hacia otro lado pero el sigue ahí. Me siento incomoda y volteo a verlo.
-No ha probado su café - dice como si nos conociéramos de toda la vida. Miro hacia la taza que esta frente a mí esperando a que le dé el primer sorbo. - Yo lo prepare - dice más incómodo poniendo una mano en su nuca y bajando la mirada por unos segundos. Presiento que esta apenado por lo que ha dicho. Sonrió genuinamente por primera vez desde ese día.
-Lo probare en seguida entonces - digo tomando la taza y lo pruebo despacio. Un sabor exquisito invade mi paladar y lo saboreo disfrutando más su sabor. - Es delicioso
Tomo una servilleta y limpio mis labios. El sonríe y veo como sus hombros se relajan al instante.
-Esperaba que te gustara - una sonrisa se extiende por su cara iluminándola de una forma impresionante, me contagia su alegría con solo mirarlo y por un momento olvido a lo que este mes me he aferrado.
-Pues es delicioso. Espera - pongo una mano frente a mí en señal de alto - ¿estás diciendo que lo hiciste especialmente para mí?
Esto no está bien, algo me dice que no lo está y que debo de pararlo. El me mira nervioso de nuevo.
-Te vi - tartamudea y lanza un suspiro. ¿En qué momento comenzó a tutearme? - te vi entrar hace media hora. Tany tomo tu orden y le pedí que me dejara prepararte el café yo mismo. Sé que no es lo que pediste -mira hacia otro lado y yo sigo sin entender que está pasando- pero algo me impulso a hacerlo. Te observe a ratos esperando que dijeras algo pero simplemente no tocaste el café y bueno.... Aquí estoy. Lo siento
Realmente se ve apenado y me conmueve. Sin embargo hay algo mal que sigue como una luz roja latiendo y anuncia ¡Peligro! ¡Peligro!
No sé qué hacer. Ya no soy una niña para salir huyendo pero tampoco se cómo actuar. Este chico abrió mi curiosidad y quiero saber algo sobre el que me diga que estoy enloqueciendo.
-¿Cómo te llamas? - La pregunta sale antes de si quiera poder pensar. El me mira sorprendido pero contesta inmediatamente
-Daniel
-¿Qué edad tienes? - ¿Por qué no puedo detenerme? Me reprocho a mí misma...
-Veintitrés - me mira y después a la mesa como si se preguntara si en algún momento lo invitare a sentarse.
-¿No tienes trabajo que hacer? - esa es la pregunta más acertada que he hecho y espero que tenga el efecto que quiero. Nunca he podido alejar a una persona por mi cuenta. Me da pena hacerlo a menos que sea alguien muy molesto o desconfiable. Daniel parece un caramelo.
-Mi turno termino hace 10 minutos
-Oh - es lo único que contesto. La verdad no sé qué decir.
-¿Cómo te llamas? - pregunta de vuelta - te he dicho mi nombre, es justo que sepa el tuyo - dice cuando ve mi cara de incredulidad
-¿Quieres sentarte? - siento las miradas de varias personas sobre nosotros. No soy amante de ser el centro de atención. Él no lo duda ni un segundo y recorre la silla para sentarse frente a mí
-¿y bien?
-¿Que? - suelta un bufido
-¿Cuál es tu nombre y tu edad? - ahora se ve completamente seguro y me pregunto dónde quedo el chico tímido que vi no hace mucho y como permití esto.
- Pamela, pero todos me dicen Pam. Tengo 25 años.- disminuyo el tono de voz hasta convertirlo en un susurro. Me siento una acosadora de menores.
-Oh- dice como si en ese momento se hubiese dado cuenta que le prometieron un auto y le entregaron una bicicleta. Me siento avergonzada de mi misma - Te ves más joven - me mira y se ruboriza al instante - bueno no es que estés grande, solo que pensé que tenías 20.
Muerdo mi labio indecisa de lo que le estoy por decir. Hoy he estado rompiendo mis promesas pero en algún momento debería de hacerlo. Me debato en silencio y el me mira expectante. Al fin decido decir algo y espero no arrepentirme.
-Tengo que irme - hablo rápidamente antes de darle oportunidad a decir algo - ¿Podemos vernos otro día? Me agradas.
No estoy buscando un remplazo, quiero un amigo y por alguna razón creo que lo he encontrado. Sus ojos se iluminan.
-Me parece bien - trata de ocultar su emoción, pero el destello de sus ojos lo traiciona. Algo dentro de mí se vuelve a llenar e hincha de alegría mi pecho.
-Mañana - digo como si nada - tengo un evento en la galería - saco una tarjeta de mi bolso y se la entrego - esta es tu entrada, no la pierdas.
-¿Trabajas en una galería? - parece sorprendido. Asiento lentamente y sigo explicando
-Comienza a las cinco y la dirección es esta - señalo la parte inferior - Espero que puedas asistir.
-Claro - guarda la entrada en su cartera y yo me levanto de la silla pidiendo la cuenta. Le entrego un billete a la chica y salgo diciendo un rápido adiós.
No sé lo que espero realmente mañana pero sin que sepa el por qué, me emociona nuestro encuentro. No sé lo que me está llevando a hacer esto. Pero se siente tan bien en ese momento. No me arrepiento y si se me presentara una vez más lo haría.
Al día siguiente todo va de maravilla la galería está adornada con tonos suaves para que los cuadros fueran lo que más resaltará. Había color marfil, hueso, crema y perla por todas partes dándole un toque fresco. Daniel llego veinte minutos después por su trabajo pero platicamos y admiramos las obras juntos. Descubrí algunos de sus gustos y que podría ser un artista algún día. También que no tomaba, que se había dedicado a ser barista desde los 19 en distintos lugares. Tiene dos hermanas menores a quienes cuida y lidia toda su vida pero apesar de todo lo que dice puedo notar que las ama y tiene un buen apresio por ellas y por su madre. Su padre murio cuando tenia 5 años por lo tanto no sabe mucho de el. Es impresionante como puedes aprender de una persona en un corto tiempo y como este se pasa como agua entre los dedos. Varias veces una herida se abre en mi al asimilar o recordar que Rodrigo no volvera a mi. Sin embargo se vuelve un recuerdo pasajero al mirar sus ojos
No es la última vez que nos vemos. Desde ese día nos citamos al menos tres veces a la semana. Vamos al cine, de compras, a comer. Algunas veces me lleva al trabajo o yo lo veo en el suyo y partimos a un parque. El dolor que creí seria infinito, en su presencia no es más que algo efímero, su sonrisa, los detalles que tiene todo hace que se vuelva más ligero y pasajero. Como un buen sueño. Pero me pregunto si seguirá así. Tengo miedo de los sentimientos y la magnitud de daños que podría causar. Trato de ignorar todo esto porque me siento bien y quiero que nada en este mundo arruine el gran esfuerzo que estoy haciendo. Por fin he logrado mantenerme y volver a "mi vida normal".
Llevamos un mes conociéndonos y el comienza a tener detalles conmigo. Estoy realmente confundida porque yo lo aprecio solo como un amigo. Pero no puedo evitar emocionarme con un mensaje matutino, sentir celos de algunas de sus compañeras de trabajo, sentir decepción cuando me cancela un compromiso.
Han pasado más de tres meses y me he acostumbrado a las rosas, a los mensajes, chocolates o atenciones. Es algo lindo pero por alguna razón lleva una semana sin llamarme, no atiende nada y pidió un tiempo libre en su trabajo.
No me siento lista para esto. Un mensaje llega y se me ilumina el rostro
"te veo en el parque. Necesito hablar contigo"
Siento como s una cubeta de agua fría se derramara sobre mí. Antes de que todo terminara con Rodrigo esas fueron sus palabras "Necesito hablar contigo" me siento inestable de nuevo. Él se va, me deja. Otra vez no fui suficiente. Me repito una y otra vez. Quiero cancelar pero decido no hacerlo. Tomo mi auto y salgo en dirección al parque que esta por la cafetería y me detengo. Aun no sé si quiero escuchar lo que va a decirme. Veo a todos lados para irme por si él no ha llegado pero ahí esta y viene al auto.
-¿Puedo subir? - pregunta en un murmullo. Se ve demacrado. Trae gafas negras y aun así puedo ver las ojeras que le tiñen debajo de los ojos. Asiento lentamente.
Él va hacia el lado del copiloto y sube sumamente lento. No es para nada el chico que conozco.
-¿Dónde has estado? - intento reprocharle pero sale más con tono preocupado.
-Necesito que escuches- murmura y no me mira en ningún momento.
-De acuerdo.
Inhala profundamente y suelta un suspiro pesado antes de iniciar.
-Mi madre murió el domingo pasado - esa noticia me impacta
-¿Poor que no me.....
-Déjame hablar - me interrumpe. Es la primera vez que me dice eso - Perdón. No te llame por que no estaba listo, me sentía devastado y tenía muchas cosas que arreglar. A pesar de que mis hermanas son mayores de edad aun me hago cargo de algunas cosas. Y ahora sin mi madre todo se complicó. Los días que pase arreglando el funeral, los tramites, todo eso.... Me di cuenta que si no dices lo que sientes, si no haces lo que debías puede llegar un día en que no podrás decirlo más. A mi madre no había día que no le dijera que la amaba. - lo miro sin comprender ¿A qué quiere llegar? - pero hay una persona a la que no le he dicho que la amo y tampoco tuvo la oportunidad de conocer a mi madre como lo hubiera deseado.
Un nudo se forma en mi garganta
-¿Quién es? - tengo miedo de escuchar la respuesta y mis ojos pican. No puedo comenzar a llorar ahora. Me repito una y otra vez. Dany voltea a verme
-A ti - y mi mundo colapsa en ese instante. Lloro sin control y no sé si es de alegría o es dolor. Él toma mi rostro entre sus manos y me besa la frente. Aunque ambos no decimos nada sabemos la pregunta y la respuesta respectiva. Un nuevo viaje comienza y no sé cómo terminara pero mientras me permitiré ser feliz y tampoco le negare la felicidad a él. Lo que el destino nos prepare no me importa solo poder gozar del ahora.
- AliAFICIONADO
- Mensajes : 1356
Re: Buscando un titulo.
04.03.15 15:32
Esta historia es mía de mi!!!!!!!! jajaajajajaj
Bueno, tu ya sabes que es lo que pienso de esta historia.
A mi me fascino (y malditos emoticones que no tengo)
Así tiene que ser, hay que decir todo lo que uno quiere si no después puede ser tarde ^^
Mad, un placer leer tu historia y la verdad del nombre no tengo idea, soy malisima para esto ajajaaj Yo le pondría "Un nuevo comienzo" pero es muyyyy obvio ajajaja Así que no se ajajaja
Bueno, tu ya sabes que es lo que pienso de esta historia.
A mi me fascino (y malditos emoticones que no tengo)
Así tiene que ser, hay que decir todo lo que uno quiere si no después puede ser tarde ^^
Mad, un placer leer tu historia y la verdad del nombre no tengo idea, soy malisima para esto ajajaaj Yo le pondría "Un nuevo comienzo" pero es muyyyy obvio ajajaja Así que no se ajajaja
- InvitadoInvitado
Re: Buscando un titulo.
04.03.15 17:59
ajajajajjaja por supuesto Yam que es tuya de ti y solo de ti XD. Me alegra demasiado que te gustara te la regalo pero los derechos de autor son de mua. Jajajaja si, ya entendi por que necesitas esos emoticones pero ayer los vi ajjajajaja asi que tranqui. Muchas gracias por leerme nuevemente ^^
- AliAFICIONADO
- Mensajes : 1356
Re: Buscando un titulo.
04.03.15 21:17
jajajajaaj Mad, por supuesto que es tuya de ti, solo digo que es mía de mi porque te di las palabras ajajaja
jajajaj perdón por mostrarte mi locura con los emoticones y stickers ajajaaj
jajajaj perdón por mostrarte mi locura con los emoticones y stickers ajajaaj
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