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Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 6:37
Hola a todos, como siempre un nuevo capítulo de esta historieta. !A ver que nos deparan estos personajes! Acepto críticas buenas y malas críticas como siempre.
Capítulo previamente corregido
Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
Presente
Gabriel, el conde del Elipseo viajó hasta el sur de Misrra donde se encuentran los mejores y famosos mercenarios de las doce naciones. Entre ellos estaba su hermano mayor (En anteriores capítulos se habló de su primo mayor, éste ha sido corregido y cambiado por su hermano mayor, por lo tanto también hijo de M. Aurelio el hermano del rey quien está encarcelado a manos del general Javier actualmente) temido por todos los condados de Misrra. El era quien lideraba ese ejército de Mercenarios y nadie sabe cómo llegó hasta esa posición. Sin embargo nadie nunca le ha cuestionado nada. Encontrar la posición de los mercenarios era muy sencillo, se alojaban al sud de Misrra, fuera de la gran muralla a disposición de los cíclopes, es por eso que nadie se acercaba allí y los mercenarios tenían en control de ese lugar. Ya eran más de quinientos soldados, de hecho actualmente era el mayor ejército de toda Misrra después de la sanguinaria guerra en la que murieron aquellos mil soldados que provocaron la muerte del rey Octavio VII.
El Conde Gabriel llegaba al sud de la muralla Misrriana que formaba parte del condado de su padre. Al llegar a este condado que también estaba rodeado por una pared de tres metros de altura le pararon el paso y no quisieron dejarle pasar con los doscientos soldados armados.
¿Quién es usted? No podrá entrar con esos hombres armados al condado de Marco Aurelio.
Soy el hijo de Marco, Gabriel, conde del Elipseo.
¿Es eso cierto? Tengo que verificarlo señor, perdone mi incongruencia.
Sé que mi padre os ha enseñado bien, tranquilo.
El guardia se dirijo a hablar con el actual gobernante del condado ya que M. Aurelio se encontraba encarcelado en pasaje del rey.
Federico, perdóneme por entrar de esta manera a su despacho pero alguien que dice que es Gabriel, el conde de Elipseo e hijo del nuestro se ha presentado en la Muralla con doscientos soldados.
¿Qué? ¿Qué es lo que quiere este hombre?
No lo sé, quiere pasar, viene en son de paz.
Seguro que busca gobernar en este condado ya que su padre no está aquí.
Mi deber ya lo he hecho señor, volveré a la muralla y esperaré a nueva orden.
¡Espera! Te acompaño.
Federico se levantaba de la putrefacta silla de su despacho apoyándose en su bastón. Al llegar a la muralla con ayuda de sus soldados porque apenas podía andar debido a su edad, abrió las compuertas y empezó a hablar con Gabriel.
¡Gabriel! Hacía años que te veía, Has crecido muchísimo ¿Me recuerdas?
Como no iba a hacerlo Federico tú me enseñaste a blandir una espada junto con mi padre.
¡Jajaja! Está bien. Dime ¿A qué has venido?
No puedo decírtelo Federico pero, creo que tengo derecho a entrar aquí.
Lo tienes pero esos soldados alarmaran a la población del condado.
Escúchame, no quiero apoderarme de este condado a espaldas de mi padre y traicionarlo de esa manera. Ni tampoco traicionarte a ti Federico, mi familia no me ha enseñado a ser así.
Supongo que tienes razón Gabriel. Ya eres un hombre y sabes lo que haces, Déjenlo pasar.
Los portones del condado se abrieron totalmente dejando una obertura inmensa por donde cabalgaban los caballos de los soldados. Los caballos dejaron la huella en la arena mojada hasta llegar al sud de la muralla donde se encontraba la muralla de Misrra.
Guardias, supongo que les han informado de quien somos.
Así es.
Déjenos pasar a fuera de Misrra inmediatamente.
¡Abran los portones! los señores quieren salir de las tierras Misrrianas. Dense prisa en salir todos, nunca se sabe lo que puede pasar si dejamos abiertas las puertas demasiado rato.
Tranquilos, iremos lo más rápido que podamos.
El ruido de las puertas de piedra abriéndose era tan fuerte que algunos soldados se tapaban las orejas para no escucharlo desde tan de cerca. Una vez abierta la puerta, todo el pueblo veía como el conde Gabriel salía por ella lentamente junto con su ejército. El ruido de los caballos cabalgar se desvanecía con el inmenso sonido que dejaban caer los portones al cerrarse.
El Gabriel sabía perfectamente donde se establecía el campamento de su hermano, apenas a unos dos mil metros de distancia de la gran muralla. Después de algún que otro conflicto con los mercenarios de su hermano, él, apareció e hizo que se frenara la discusión. Al ver a su hermano menor allí, no sabía si ponerse contento o enfadado. Contento porque hacía casi una década que no le veía pero enfadado porque se había arriesgado muchísimo al moverse dos mil metros de distancia por fuera de Misrra. No saben la suerte que tuvieron de no encontrarse con ni siquiera un cíclope. También es cierto que los mercenarios mantenían alejados a los cíclopes de esa zona de alguna que otra forma.
No sé cómo reaccionar a esta visita Gabriel
Reacciona como creas conveniente comandante Connor.
No me llames así, nunca me ha gustado que mi familia me llame por mi título.
Solo bromeaba hermano.
Los dos hermanos se quedaron mirándose el uno al otro y unos segundos de repente se abrazaron bien fuerte descargando la nostalgia que tenía el uno por el otro.
¿Por qué nunca nos has venido a visitar Connor?
Sabes que no me llevo bien con papa y en cambio tú siempre has sido su ojito derecho, además si entrase a Misrra me atacarían de inmediato, desde hace un tiempo que los mercenarios somos considerados fugitivos de reino.
Podrías haber enviado una carta o una señal para que yo supiera que sigues vivo.
Lo hice hermano, pero créeme, creo que nadie que envié llegó vivo a la muralla. De hecho no, no entiendo como habéis llegado hasta aquí sin toparos con ningún monstro.
Supongo que tuve suerte ¿No? ¿Te has enterado de lo ocurrido en Misrra?
Aquí no llegan los periódicos Gabriel jajajaja.
Debo ser yo entonces quien te informe. El rey Octavio, nuestro tío, ha fallecido a manos de su pueblo.
¿El rey a manos del pueblo? No había rey que quisiese más a su pueblo que él… no entiendo como…
Hubo una guerra contra los cíclopes, de hecho era solo uno. Lo vencieron pero murieron unos mil soldados en esa guerra. Alguien se vengó del rey por ordenar atacar.
Quien se encarga de esas órdenes es el general así que no fue totalmente culpa de rey. Además si están atacando la muralla de Misrra no hay otra opción supongo.
La gente no vio eso así. Y de hecho si hubieses estado allí no lo hubieses visto así. Era mejor opción la de retroceder y pensar una estrategia. Hoy en día sabemos que podemos burlar a los cíclopes, sin embargo, esta vez el rey y el general lo hicieron mal.
No se Gabriel… ¿Tu estuviste allí?
Así es hermano. Pero no vengo a discutir con tu persona sobre lo que el rey y el general hicieron mal. Después de la muerte del rey, llamaron a nuestro padre para notificarle la muerte de su hermano pero se ve que Aurelio se dio aires de nuevo rey y entonces el general Javier lo encarceló. Yo no estoy de acuerdo con ese acto.
¿Qué dijo exactamente nuestro padre?
¿Estas son formas de tratar con un rey? Servidme un plato de comida. O algo así.
Y el general lo encarceló…
Así es, Primero ordenó la muerte de mil hombres y después encarceló a Marco. Ahora el ejército de pasaje del rey está muy débil, yo tengo doscientos hombres dispuestos a batallar ¿y tú?
Esos malditos de pasaje del rey… siempre me han subestimado y tratado como a un necio. Pero antes de hacerlo quiero dejar las cosas claras hermano. Yo soy el mayor y una vez entremos en el poder yo seré quien domine las tierras de Misrra.
Estoy con tigo hasta el finar Connor.
Avisaré a mi teniente sobre esto. Creo que le encantará la idea.
Aquí te espero con mis hombres. ¿Podemos comer algo?
Tenemos comida de sobra, avanza por ese camino, uno de mis hombres os guiará.
El comandante Connor se dirijo hacia el cuartel donde se encontraba su teniente entrenando como un loco igual que hacía todos los días. Tenía una cicatriz en el ojo y era un tío inmenso, medía un metro noventa y cinco y tenía un brazo igual de ancho y musculoso que dos cabezas juntas de un ser humano.
Teniente, para de entrenar.
El teniente golpeó el saco con toda su fuerza e hizo que cayese al suelo llenándolo todo de arena.
Sí mi general.
Tengo una buena noticia para usted teniente Forto.
Dime Connor.
Vamos a atacar pasaje del rey.
!Esto es todo por hoy!
Capítulo previamente corregido
Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
Presente
Gabriel, el conde del Elipseo viajó hasta el sur de Misrra donde se encuentran los mejores y famosos mercenarios de las doce naciones. Entre ellos estaba su hermano mayor (En anteriores capítulos se habló de su primo mayor, éste ha sido corregido y cambiado por su hermano mayor, por lo tanto también hijo de M. Aurelio el hermano del rey quien está encarcelado a manos del general Javier actualmente) temido por todos los condados de Misrra. El era quien lideraba ese ejército de Mercenarios y nadie sabe cómo llegó hasta esa posición. Sin embargo nadie nunca le ha cuestionado nada. Encontrar la posición de los mercenarios era muy sencillo, se alojaban al sud de Misrra, fuera de la gran muralla a disposición de los cíclopes, es por eso que nadie se acercaba allí y los mercenarios tenían en control de ese lugar. Ya eran más de quinientos soldados, de hecho actualmente era el mayor ejército de toda Misrra después de la sanguinaria guerra en la que murieron aquellos mil soldados que provocaron la muerte del rey Octavio VII.
El Conde Gabriel llegaba al sud de la muralla Misrriana que formaba parte del condado de su padre. Al llegar a este condado que también estaba rodeado por una pared de tres metros de altura le pararon el paso y no quisieron dejarle pasar con los doscientos soldados armados.
¿Quién es usted? No podrá entrar con esos hombres armados al condado de Marco Aurelio.
Soy el hijo de Marco, Gabriel, conde del Elipseo.
¿Es eso cierto? Tengo que verificarlo señor, perdone mi incongruencia.
Sé que mi padre os ha enseñado bien, tranquilo.
El guardia se dirijo a hablar con el actual gobernante del condado ya que M. Aurelio se encontraba encarcelado en pasaje del rey.
Federico, perdóneme por entrar de esta manera a su despacho pero alguien que dice que es Gabriel, el conde de Elipseo e hijo del nuestro se ha presentado en la Muralla con doscientos soldados.
¿Qué? ¿Qué es lo que quiere este hombre?
No lo sé, quiere pasar, viene en son de paz.
Seguro que busca gobernar en este condado ya que su padre no está aquí.
Mi deber ya lo he hecho señor, volveré a la muralla y esperaré a nueva orden.
¡Espera! Te acompaño.
Federico se levantaba de la putrefacta silla de su despacho apoyándose en su bastón. Al llegar a la muralla con ayuda de sus soldados porque apenas podía andar debido a su edad, abrió las compuertas y empezó a hablar con Gabriel.
¡Gabriel! Hacía años que te veía, Has crecido muchísimo ¿Me recuerdas?
Como no iba a hacerlo Federico tú me enseñaste a blandir una espada junto con mi padre.
¡Jajaja! Está bien. Dime ¿A qué has venido?
No puedo decírtelo Federico pero, creo que tengo derecho a entrar aquí.
Lo tienes pero esos soldados alarmaran a la población del condado.
Escúchame, no quiero apoderarme de este condado a espaldas de mi padre y traicionarlo de esa manera. Ni tampoco traicionarte a ti Federico, mi familia no me ha enseñado a ser así.
Supongo que tienes razón Gabriel. Ya eres un hombre y sabes lo que haces, Déjenlo pasar.
Los portones del condado se abrieron totalmente dejando una obertura inmensa por donde cabalgaban los caballos de los soldados. Los caballos dejaron la huella en la arena mojada hasta llegar al sud de la muralla donde se encontraba la muralla de Misrra.
Guardias, supongo que les han informado de quien somos.
Así es.
Déjenos pasar a fuera de Misrra inmediatamente.
¡Abran los portones! los señores quieren salir de las tierras Misrrianas. Dense prisa en salir todos, nunca se sabe lo que puede pasar si dejamos abiertas las puertas demasiado rato.
Tranquilos, iremos lo más rápido que podamos.
El ruido de las puertas de piedra abriéndose era tan fuerte que algunos soldados se tapaban las orejas para no escucharlo desde tan de cerca. Una vez abierta la puerta, todo el pueblo veía como el conde Gabriel salía por ella lentamente junto con su ejército. El ruido de los caballos cabalgar se desvanecía con el inmenso sonido que dejaban caer los portones al cerrarse.
El Gabriel sabía perfectamente donde se establecía el campamento de su hermano, apenas a unos dos mil metros de distancia de la gran muralla. Después de algún que otro conflicto con los mercenarios de su hermano, él, apareció e hizo que se frenara la discusión. Al ver a su hermano menor allí, no sabía si ponerse contento o enfadado. Contento porque hacía casi una década que no le veía pero enfadado porque se había arriesgado muchísimo al moverse dos mil metros de distancia por fuera de Misrra. No saben la suerte que tuvieron de no encontrarse con ni siquiera un cíclope. También es cierto que los mercenarios mantenían alejados a los cíclopes de esa zona de alguna que otra forma.
No sé cómo reaccionar a esta visita Gabriel
Reacciona como creas conveniente comandante Connor.
No me llames así, nunca me ha gustado que mi familia me llame por mi título.
Solo bromeaba hermano.
Los dos hermanos se quedaron mirándose el uno al otro y unos segundos de repente se abrazaron bien fuerte descargando la nostalgia que tenía el uno por el otro.
¿Por qué nunca nos has venido a visitar Connor?
Sabes que no me llevo bien con papa y en cambio tú siempre has sido su ojito derecho, además si entrase a Misrra me atacarían de inmediato, desde hace un tiempo que los mercenarios somos considerados fugitivos de reino.
Podrías haber enviado una carta o una señal para que yo supiera que sigues vivo.
Lo hice hermano, pero créeme, creo que nadie que envié llegó vivo a la muralla. De hecho no, no entiendo como habéis llegado hasta aquí sin toparos con ningún monstro.
Supongo que tuve suerte ¿No? ¿Te has enterado de lo ocurrido en Misrra?
Aquí no llegan los periódicos Gabriel jajajaja.
Debo ser yo entonces quien te informe. El rey Octavio, nuestro tío, ha fallecido a manos de su pueblo.
¿El rey a manos del pueblo? No había rey que quisiese más a su pueblo que él… no entiendo como…
Hubo una guerra contra los cíclopes, de hecho era solo uno. Lo vencieron pero murieron unos mil soldados en esa guerra. Alguien se vengó del rey por ordenar atacar.
Quien se encarga de esas órdenes es el general así que no fue totalmente culpa de rey. Además si están atacando la muralla de Misrra no hay otra opción supongo.
La gente no vio eso así. Y de hecho si hubieses estado allí no lo hubieses visto así. Era mejor opción la de retroceder y pensar una estrategia. Hoy en día sabemos que podemos burlar a los cíclopes, sin embargo, esta vez el rey y el general lo hicieron mal.
No se Gabriel… ¿Tu estuviste allí?
Así es hermano. Pero no vengo a discutir con tu persona sobre lo que el rey y el general hicieron mal. Después de la muerte del rey, llamaron a nuestro padre para notificarle la muerte de su hermano pero se ve que Aurelio se dio aires de nuevo rey y entonces el general Javier lo encarceló. Yo no estoy de acuerdo con ese acto.
¿Qué dijo exactamente nuestro padre?
¿Estas son formas de tratar con un rey? Servidme un plato de comida. O algo así.
Y el general lo encarceló…
Así es, Primero ordenó la muerte de mil hombres y después encarceló a Marco. Ahora el ejército de pasaje del rey está muy débil, yo tengo doscientos hombres dispuestos a batallar ¿y tú?
Esos malditos de pasaje del rey… siempre me han subestimado y tratado como a un necio. Pero antes de hacerlo quiero dejar las cosas claras hermano. Yo soy el mayor y una vez entremos en el poder yo seré quien domine las tierras de Misrra.
Estoy con tigo hasta el finar Connor.
Avisaré a mi teniente sobre esto. Creo que le encantará la idea.
Aquí te espero con mis hombres. ¿Podemos comer algo?
Tenemos comida de sobra, avanza por ese camino, uno de mis hombres os guiará.
El comandante Connor se dirijo hacia el cuartel donde se encontraba su teniente entrenando como un loco igual que hacía todos los días. Tenía una cicatriz en el ojo y era un tío inmenso, medía un metro noventa y cinco y tenía un brazo igual de ancho y musculoso que dos cabezas juntas de un ser humano.
Teniente, para de entrenar.
El teniente golpeó el saco con toda su fuerza e hizo que cayese al suelo llenándolo todo de arena.
Sí mi general.
Tengo una buena noticia para usted teniente Forto.
Dime Connor.
Vamos a atacar pasaje del rey.
!Esto es todo por hoy!
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 9:56
eeeehhh??? De que me he perdido?? Me hhas dejado con una gran icognita!!!! Ahora estare ansiosa no solo por el proximo capitulo ...... =S
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 11:07
Jajajaja podrias decirme exactamente que has entendido de lo que esta sucediendo?? Para acerme una idea de si he conseguido o no lo que queria jajaja. Como has dicho lo de que me he perdido jejeje.
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 19:06
ajjajajajajaj lo dije por la aparicion de Forto...... Es que por lo que entendi *corrigeme si estoy mal* el esta de lado de los "inaceptados" del reino y Javier entre el ejercito D= ¿Que paso para que sucediera eso?? *vaya la redundancia*
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 19:12
Exacto forto es un mercenario y javier el general jajaja. dentro de poco se sabra como se ha llegado a esto jejejeje. voy a dormir que en spain ya es tarde. Mañana te traigo el sigiente episodio nos vemos!!
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
21.02.15 23:36
ajjajaja si a eso me referia jajaj me dejas con la incognita y quiero saber por que =/ jajajaja tendre que esperar u.u
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
22.02.15 7:51
Ya está el siguiente capítulo posteado Madai jejeje. A ver que te parece!
- InvitadoInvitado
Re: Misrra Capítulo 7: Los mercenarios de Misrra.
22.02.15 9:31
jajajaja ya lo vi jajaaj ahor mismo me dirijo ahi
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