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Hojas de papel (Capítulo 1)
05.12.14 15:30
Es 2 de septiembre, hace un año estaba teniendo el día menos calificable con alguna emoción clara de mi vida, fue un día especial en sí, bueno, siempre es especial la primera vez que ves a alguien en tu vida. Pero el 2 de septiembre es aún más especial que eso… Sin ser nada más que eso. Por eso que en cuanto llego a mi casa después de un agotador día de colegio, lo primero que hago es sacar la agenda que me servía como “diario” o como yo lo llamo, mis apuntes del día y voy hasta la fecha de hoy, 2 de septiembre. Leo rápidamente la página esperando con emoción encontrar algo detallado de ese día… Pero mis notas son vagas, mucho más vagas que mi memoria de ese día… Lo recuerdo tan bien que casi parecería que pasó hoy. Y lo curioso es que lo que contaré parte de ahí o de dos días antes, tres, quizás… Todo desde ahí fue imposiblemente posible… Todo fue más menos así.
Bufanda, maldita Bufanda
El día lunes terminaba por fin, estaba completamente agotada y pensar en caminar por fin hacia mi casa era algo bastante agradable, saque mi bolso y después de cerrar de un portazo mi casillero y ponerle el candado camino hacia el casillero de la Melany, una de mis amigas… Pero antes de eso creo que deberíamos retroceder un poco, quizás tres días antes de eso, retroceder al día viernes 30 de agosto. Salimos al primer recreo después de otra inútil clase de educación física, digo inútil porque desde hace más de un año y medio, gracias a mi pulmón derecho, no estoy capacitada para hacer educación física. Caminamos juntas a los casilleros, mi amiga, Melany, tiene un aspecto horrible producto de un fuerte resfrío, ahora está tiritando al lado mío. Sacamos las cosas para química, la gente está saliendo a recreo.
Abi, ¿acompáñame a pedirle una bufanda a un amigo? Dice la Melany
Lo analizo unos segundos, yo soy una persona muy tímida, y hace muy poco que la Melany y yo nos unimos, ¡si iba allá tendría que actuar sociablemente!
Mmm… ¿por qué no vas tú y yo te espero en la sala de química?
¡Pero Abi! Protesta ella
Te espero allá, lo prometo. Le respondo con algo de desesperación
Quería que se conocieran. Admite ella en tono triste
Bueno, confirmado, estoy oficialmente alarmada.
Mmm, bueno, quizás otro día. Le contesto yo, luego bajo con rapidez las escaleras y me encamino a la sala de química. Llego ahí en menos de tres minutos y eso que iba a velocidad yo, la que no es demasiado rápida. La Melany llega unos diez minutos más tarde trayendo en su cuello una bufanda gigante, debe medir unos cinco o seis metros, deja sus cosas en el puesto desocupado que hay al lado mío y luego se sienta. La pregunta que se me viene a la cabeza es ¿de donde sacaste esa bufanda? Pero no tengo ocasión de hacerla porque ella al ver mi cara de desconcierto dice:
Es la bufanda de mi amigo.
Es enorme. Digo riendo un poco
Sí.-Me apoya ella.-Y es abrigadita
Me dejo caer en mi asiento y tomo una de las puntas que están colgando y la acaricio, es muy suave. La Melany toma la otra y la examina también. Cuando veo con atención la bufanda me acuerdo de los únicos dos puntos que se hacer para tejer, el normal y el elástico, la bufanda del amigo de la Michelle está hecha con el segundo.
Es punto elástico,-le digo a la Melany,-yo sé hacer este punto
¡Oh! Verdad.-Se percata también ella.-No me imagino a alguien haciéndola, es enorme, imagínate lo que se demoraron.
Verdad. Digo riendo.
Ambas nos callamos encerrándonos en nuestros pensamientos, observo la bufanda del amigo de la Melany… ¡El chico de la bufanda! Pienso riendo mentalmente. La clase de química empieza y termina, le sigue la de tecnología que hace lo mismo y por último la de artes. Ese día nos vamos caminando juntas a nuestras respectivas casas, de pronto la Melany me dice:
¿El lunes acompáñame a devolvérsela al Daniel?
Bueno. Cedo yo.
¡Ah! Y acuérdame de decirle que la lave, porque esto quedó lleno de mi resfrío. Dice la Melany entre tos y risa. Me río también estando segura de que es muy poco probable que yo la acompañe a devolvérsela el lunes. Y al parecer lo nota porque dice:
Pero promételo.
Bueno, okey, lo prometo. Le respondo yo entre risas.
Y así quedé atrapada en la promesa que no rompí… Volviendo a ese día lunes por la tarde, era la primera vez en un tiempo que hacía calor… Mucho calor, bajamos las escaleras junto con la Emilia, ella y yo solíamos irnos juntas casi siempre, pero ese día, al igual que el viernes anterior, los planes fueron distintos.
¿Acompáñenme a devolverle la bufanda a mi amigo? Dice la Melany
Bueno,-le contesta la Emilia,-¿Dónde está?
La Melany apunta hacia los asientos fuera de secretaría y dice:
Está allá, vamos.
Ahí, justo en ese preciso momento podría haber cambiado el curso de todo eso, podría haber inventado una disculpa e irme de ahí, jamás conocerlo… Pero no fue lo que hice, en lugar de hacer todo eso yo seguí caminando con ellas hacia la secretaría. Tenía la vista clavada en el piso, yo sin duda ODIO conocer gente nueva, es muy difícil para mí y mi timidez. Pero algo fue distinto esa vez producto de es maldita bufanda, algo casi magnético me hizo levantar la vista del piso en ese preciso y malditamente perfecto segundo en el que sus ojos oscuros buscaban a los míos, y los encontraron. Dicen que las miradas son mágicas… Pero yo no lo creí hasta que estuve atrapada en esa mirada en ese preciso segundo. Algo, como una chispa de reconocimiento, brillaba en mi interior, no sé exactamente qué fue, pudo haber sido con cualquier otra persona, en cualquier otro lugar, en cualquier otro momento, con cualquier otro desconocido… Pero era con él, en ese lugar, en ese instante. Era el desconocido más conocido que había visto. Yo ni siquiera sabía un nombre, yo solo sabía una mirada, más, quizás, de lo que suele saber la gente, pero a la vez, mucho menos. Aparté mi mirada y la deposité otra vez en el piso, sus ojos revoloteaban de la Melany a mí y así sucesivamente. Con la Emilia no nos quedamos por mucho tiempo ahí, deben haber sido menos de cinco minutos… Aun así, fueron los necesarios. Recuerdo despedirme de la Melany y antes de salir de ahí… Nuestras miradas se encontraron otra vez. Su mirada movía algo en mi interior, algo nuevo pero que parecía haber anidado hace mucho tiempo ya. Salimos de ahí, a pesar de eso, algo se me quedó atrás y ese algo fue el sentido común. Cuando llegué a mi casa de nuevo no podía dejar de pensar en el chico de la bufanda (como lo apodé incluso antes de conocerlo). Tenía la sensación de haberlo visto antes, pero no podía recordar la situación o el lugar. Así que fui a mis apuntes buscando algún dato anterior del chico de la bufanda, encontré algo con la fecha de hace cuatro días, era un sueño en realidad, había soñado con un chico moreno de mediana estatura, pelo negro con un corte particular, estaba largo, ojos oscuros profundos e intensos, labios delgados y una voz profunda tranquilizante. Cuando termino de leer mi descripción un hielo recorre toda mi espalda, yo hice una descripción exacta del chico de la bufanda cuatro días antes de conocerlo realmente ¿Qué clase de extraña broma es esta cerebro? Porque te digo que no es divertida en lo más mínimo. No es posible,-me dije a mi misma,-tú no lo conoces… Pero ¿entonces cómo le había acertado tanto? Cerré mi agenda y abrí mi cuaderno para intentar preparar mi prueba de historia, hasta que finalmente recuerdo que no es hasta tres semanas más y que debí haber guardado mi cuaderno de lenguaje en su lugar… Mis pensamientos van una y otra vez hacia el chico de la bufanda ¡demonios! Apenas si lo vi y no paro de pensar en él. Maldita suerte, maldito destino, maldita bufanda… Maldita mirada del chico de la bufanda.
(Esta es una historia que empece a escribir hace unos meses)
Bufanda, maldita Bufanda
El día lunes terminaba por fin, estaba completamente agotada y pensar en caminar por fin hacia mi casa era algo bastante agradable, saque mi bolso y después de cerrar de un portazo mi casillero y ponerle el candado camino hacia el casillero de la Melany, una de mis amigas… Pero antes de eso creo que deberíamos retroceder un poco, quizás tres días antes de eso, retroceder al día viernes 30 de agosto. Salimos al primer recreo después de otra inútil clase de educación física, digo inútil porque desde hace más de un año y medio, gracias a mi pulmón derecho, no estoy capacitada para hacer educación física. Caminamos juntas a los casilleros, mi amiga, Melany, tiene un aspecto horrible producto de un fuerte resfrío, ahora está tiritando al lado mío. Sacamos las cosas para química, la gente está saliendo a recreo.
Abi, ¿acompáñame a pedirle una bufanda a un amigo? Dice la Melany
Lo analizo unos segundos, yo soy una persona muy tímida, y hace muy poco que la Melany y yo nos unimos, ¡si iba allá tendría que actuar sociablemente!
Mmm… ¿por qué no vas tú y yo te espero en la sala de química?
¡Pero Abi! Protesta ella
Te espero allá, lo prometo. Le respondo con algo de desesperación
Quería que se conocieran. Admite ella en tono triste
Bueno, confirmado, estoy oficialmente alarmada.
Mmm, bueno, quizás otro día. Le contesto yo, luego bajo con rapidez las escaleras y me encamino a la sala de química. Llego ahí en menos de tres minutos y eso que iba a velocidad yo, la que no es demasiado rápida. La Melany llega unos diez minutos más tarde trayendo en su cuello una bufanda gigante, debe medir unos cinco o seis metros, deja sus cosas en el puesto desocupado que hay al lado mío y luego se sienta. La pregunta que se me viene a la cabeza es ¿de donde sacaste esa bufanda? Pero no tengo ocasión de hacerla porque ella al ver mi cara de desconcierto dice:
Es la bufanda de mi amigo.
Es enorme. Digo riendo un poco
Sí.-Me apoya ella.-Y es abrigadita
Me dejo caer en mi asiento y tomo una de las puntas que están colgando y la acaricio, es muy suave. La Melany toma la otra y la examina también. Cuando veo con atención la bufanda me acuerdo de los únicos dos puntos que se hacer para tejer, el normal y el elástico, la bufanda del amigo de la Michelle está hecha con el segundo.
Es punto elástico,-le digo a la Melany,-yo sé hacer este punto
¡Oh! Verdad.-Se percata también ella.-No me imagino a alguien haciéndola, es enorme, imagínate lo que se demoraron.
Verdad. Digo riendo.
Ambas nos callamos encerrándonos en nuestros pensamientos, observo la bufanda del amigo de la Melany… ¡El chico de la bufanda! Pienso riendo mentalmente. La clase de química empieza y termina, le sigue la de tecnología que hace lo mismo y por último la de artes. Ese día nos vamos caminando juntas a nuestras respectivas casas, de pronto la Melany me dice:
¿El lunes acompáñame a devolvérsela al Daniel?
Bueno. Cedo yo.
¡Ah! Y acuérdame de decirle que la lave, porque esto quedó lleno de mi resfrío. Dice la Melany entre tos y risa. Me río también estando segura de que es muy poco probable que yo la acompañe a devolvérsela el lunes. Y al parecer lo nota porque dice:
Pero promételo.
Bueno, okey, lo prometo. Le respondo yo entre risas.
Y así quedé atrapada en la promesa que no rompí… Volviendo a ese día lunes por la tarde, era la primera vez en un tiempo que hacía calor… Mucho calor, bajamos las escaleras junto con la Emilia, ella y yo solíamos irnos juntas casi siempre, pero ese día, al igual que el viernes anterior, los planes fueron distintos.
¿Acompáñenme a devolverle la bufanda a mi amigo? Dice la Melany
Bueno,-le contesta la Emilia,-¿Dónde está?
La Melany apunta hacia los asientos fuera de secretaría y dice:
Está allá, vamos.
Ahí, justo en ese preciso momento podría haber cambiado el curso de todo eso, podría haber inventado una disculpa e irme de ahí, jamás conocerlo… Pero no fue lo que hice, en lugar de hacer todo eso yo seguí caminando con ellas hacia la secretaría. Tenía la vista clavada en el piso, yo sin duda ODIO conocer gente nueva, es muy difícil para mí y mi timidez. Pero algo fue distinto esa vez producto de es maldita bufanda, algo casi magnético me hizo levantar la vista del piso en ese preciso y malditamente perfecto segundo en el que sus ojos oscuros buscaban a los míos, y los encontraron. Dicen que las miradas son mágicas… Pero yo no lo creí hasta que estuve atrapada en esa mirada en ese preciso segundo. Algo, como una chispa de reconocimiento, brillaba en mi interior, no sé exactamente qué fue, pudo haber sido con cualquier otra persona, en cualquier otro lugar, en cualquier otro momento, con cualquier otro desconocido… Pero era con él, en ese lugar, en ese instante. Era el desconocido más conocido que había visto. Yo ni siquiera sabía un nombre, yo solo sabía una mirada, más, quizás, de lo que suele saber la gente, pero a la vez, mucho menos. Aparté mi mirada y la deposité otra vez en el piso, sus ojos revoloteaban de la Melany a mí y así sucesivamente. Con la Emilia no nos quedamos por mucho tiempo ahí, deben haber sido menos de cinco minutos… Aun así, fueron los necesarios. Recuerdo despedirme de la Melany y antes de salir de ahí… Nuestras miradas se encontraron otra vez. Su mirada movía algo en mi interior, algo nuevo pero que parecía haber anidado hace mucho tiempo ya. Salimos de ahí, a pesar de eso, algo se me quedó atrás y ese algo fue el sentido común. Cuando llegué a mi casa de nuevo no podía dejar de pensar en el chico de la bufanda (como lo apodé incluso antes de conocerlo). Tenía la sensación de haberlo visto antes, pero no podía recordar la situación o el lugar. Así que fui a mis apuntes buscando algún dato anterior del chico de la bufanda, encontré algo con la fecha de hace cuatro días, era un sueño en realidad, había soñado con un chico moreno de mediana estatura, pelo negro con un corte particular, estaba largo, ojos oscuros profundos e intensos, labios delgados y una voz profunda tranquilizante. Cuando termino de leer mi descripción un hielo recorre toda mi espalda, yo hice una descripción exacta del chico de la bufanda cuatro días antes de conocerlo realmente ¿Qué clase de extraña broma es esta cerebro? Porque te digo que no es divertida en lo más mínimo. No es posible,-me dije a mi misma,-tú no lo conoces… Pero ¿entonces cómo le había acertado tanto? Cerré mi agenda y abrí mi cuaderno para intentar preparar mi prueba de historia, hasta que finalmente recuerdo que no es hasta tres semanas más y que debí haber guardado mi cuaderno de lenguaje en su lugar… Mis pensamientos van una y otra vez hacia el chico de la bufanda ¡demonios! Apenas si lo vi y no paro de pensar en él. Maldita suerte, maldito destino, maldita bufanda… Maldita mirada del chico de la bufanda.
(Esta es una historia que empece a escribir hace unos meses)
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
05.12.14 21:14
Tengo una pregunta, En la primera parte la entiendo como que ella se encontró un diario en el que escribió un año atrás.
Pero lo que escribes no es lo que esta escrito en el diario verdad? si no que ella esta contando la historia de como es lo que sucedió lo que está escrito.
Me perdí también un poco en la historia, sobre todo en la parte de introducir personajes, las amigas de la protagonista. yo te sugiero que luego de definir el trasfondo de la protagonista entonces introduzcas de a uno los demás personajes. También piensa a futuro, si es alguien que en tu historia no va a tener mucho peso y va a dejar de aparecer en un futuro entonces no te muelas la cabeza intentando que aparezca si no será tan importante.
Espero que puedas subir la segunda parte sigue practicando, a quien nos encanta esto de escribir es la única manera de mejorar, hacerlo constantemente.
Así que hazlo! practica, y espero subas la segunda parte y lo vuelvas una serie para seguir
saludos.
Pero lo que escribes no es lo que esta escrito en el diario verdad? si no que ella esta contando la historia de como es lo que sucedió lo que está escrito.
Me perdí también un poco en la historia, sobre todo en la parte de introducir personajes, las amigas de la protagonista. yo te sugiero que luego de definir el trasfondo de la protagonista entonces introduzcas de a uno los demás personajes. También piensa a futuro, si es alguien que en tu historia no va a tener mucho peso y va a dejar de aparecer en un futuro entonces no te muelas la cabeza intentando que aparezca si no será tan importante.
Espero que puedas subir la segunda parte sigue practicando, a quien nos encanta esto de escribir es la única manera de mejorar, hacerlo constantemente.
Así que hazlo! practica, y espero subas la segunda parte y lo vuelvas una serie para seguir
saludos.
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
05.12.14 21:43
Sí, ella está contando la historia de cómo sucedió lo que escribió porque se da cuenta de que recuerda todo mejor de lo que en realidad está escrito .... La segunda parte la tengo pero quiero revisarla antes de subirla y así se entienda mejor
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
05.12.14 22:16
Hola, me gusta tu historia, me quedo la incognita de que pasara? Pero solo sugerencias, los dialogos. En algunas partes los marcas y en otras no, lo que llevo a confundirme un poco en el momento, despues ya entendi que era dialogo pero eso atrofia un poco la lectura. Solo recomendacion .
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
06.12.14 11:22
Pequeña escribió:Sí, ella está contando la historia de cómo sucedió lo que escribió porque se da cuenta de que recuerda todo mejor de lo que en realidad está escrito .... La segunda parte la tengo pero quiero revisarla antes de subirla y así se entienda mejor
Muy bien. Y no te preocupes tu revisa todo lo que quieras y luego la subes. Lo puedes hacer como yo, que subo series semanalmente, y así te programes en tiempos. Pero como tu gustes si quieres subir todos los días pues xD bien
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
06.12.14 12:14
Gracias por tu sugerencia, marcaré mejor los diálogos para facilitar la lecturaMadai escribió:Hola, me gusta tu historia, me quedo la incognita de que pasara? Pero solo sugerencias, los dialogos. En algunas partes los marcas y en otras no, lo que llevo a confundirme un poco en el momento, despues ya entendi que era dialogo pero eso atrofia un poco la lectura. Solo recomendacion .
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
17.12.14 0:28
Me encantó. Mis dos sugerencias ya las mencionaron (explicar mejor si lo que está narrando está escrito en el diario o no y marcar los diálogos), solo le añadiría que separes en párrafos la última sección en la que narra el encuentro con el chico de la bufanda.
¡Espero la segunda parte! ¿O ya la subiste? La verdad es qué me sentí un poco identificada con Abi y me gustan todos esos misterios, sueños y coincidencias en las historias. :3
¡Espero la segunda parte! ¿O ya la subiste? La verdad es qué me sentí un poco identificada con Abi y me gustan todos esos misterios, sueños y coincidencias en las historias. :3
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
17.12.14 0:36
XD si ya subio 5 capitulos ... Creo q si son 5 no recuerdo =P
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
17.12.14 0:40
OMG. ¡Es cierto! :$ ¡Ya van seis! Tengo mucho por adelantar xD
- InvitadoInvitado
Re: Hojas de papel (Capítulo 1)
17.12.14 0:45
jajaja falle por 1, pues si pero tranquila los capitulos son cortos, si leyeras la de Lilith es mas larga =P pero tambien esta interesante
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