Cúpula de Libros
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19.11.14 15:41
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                                   2

Horrible.
Fue lo primero que dije al levantarme y verme al espejo, mis puntas florecidas, mi color de pelo estaba en un tono opaco , tome le sepillo acomodándolo un  poco pero no funciono.
Rebelde…
Tomé una coleta y me lo recogí. El timbre sonó y adormecida caminé hacia la puerta , abrí desganada y los brazos de Adam rodearon mi cintura metiendo me hacia adentro.
—¿Qué … que pasa Adam?
—Vine a despertarte …—Me grito en el oído y comenzó a zamarrearme.
—¡ADAM YA BASTA! —Grite y automáticamente se separo.
—Ya que estas despierta …¿ que hiciste anoche?.
Evité responderle , y caminé a la cocina , tomé la cafetera y me servi café , al voltear el tenia el ceño fruncido. Caminé hacia él y golpeé su frente con la taza.
—Relájate…
—Me preocupo por ti Ana.. —Tomo mis piernas y subió sus manos por mi trasero, mis piernas se tensaron, no podía hacer nada ya que sostenía la taza.
—Adam… ¿ que haces?....no me toques.
—¿Quién te toco ayer?, quien poso sus asquerosas manos en este trasero—Murmuró enojado , me nalgueo y chille , quito la taza de café dejándola en el suelo y me sentó sobre él, llevó sus manos a mis pechos , mientras sus labios besaban mi cuello.
—Nadie Adam, Nadie, joder ¡no soy una puta! —Me alejé pero volvió a atraerme y me acostó en el sofá, unió mis manos y el poso arriba de mi cabeza.
—Ya lo sé, pero tienes a ese jodido puto atrás tuyo, y me hierve la sangre… —Llevó sus labios a mi cuello y subió a mi mejilla, sé posó sobre mis labios y comenzó a besarme mientras su cuerpo reposaba sobre el mi, soltó mis manos y posos las suyas en el comienzo de mi remera, mordió la tela y comenzó a tirar de ella, haciendo un tajo y rompiendo la. Mis senos se dejaron ver, puesto que no tenia sostén debajo, llevo sus labios a mis senos, chupando cada uno de ellos,  mis pezones se endurecieron, con sus dientes sostuvo uno y comenzó a tirarlo, grité y lo soltó. —Shh…—Murmuró, se quitó su remera y mis labios se abrieron.
Joder que caliente…

Mi pequeño short fue deslizado de mi cuerpo, me atormenta tocando el borde de mis bragas, luego la aparte y comienza a tocarme, Adam sonrió y se inclino hacia mi, volvió a chupar mis senos arrancando duro, pero luego lento, mientras su mano masajeaba mi intimidad, frotando mi clítoris con sus dedo mayor y luego toda su palma acariciando la humedad que tenia encima. Tire la cabeza hacia atrás, dando un gemido, Adam se separó y alzó mi cabeza, su lengua indago en mi intimidad  caliente y humedad, mientras sus manos sostenían mi trasero, él chupo, lamió y mordisqueó todo lo que pudo, soltando mas gemidos que provenían desde mi garganta, mis suplicas de que me suelte quedaron disueltas, ahora quería que me folle.

—Adam… —Susurré.
—Qué…¬
—Fóllame.
—Es lo que haré —Murmuró llevó su dedo mayor dentro de mi, mi cuerpo se tensó, mi respiración se entrecortó al sentir aquel dedo arrastrase en mi canal. Adam pose su pulgar en mi clítoris, su mirada se fijo en mi, gemí y moví mis piernas, curvo sus labios en una sonrisa y siguió moviéndose. Estaba tan hambriento y yo tan sedienta.
Adam se posó sobre mi, lamiendo mi cuello mientras sentía su miembro rozar con mi intimidad, el movía sus caderas haciendo insoportable el momento, mi clítoris palpitaba de deseo. Pocos minutos después, sentí aquel empujón, aquella sensación que me hizo gritar, recuerdos de aquella vez rondan en mi mente, Adam se movía lento para que mi cuerpo reconozca el de él.
—Ohh... —Gemí,  pinchazos en mi cuello sentía, Adam me mordía, y rozaba mi piel con sus dientes, bajándolos a mis pechos que lentamente comenzó a lamer. Las embestidas fueron cada vez mas rápidos, acelerando mi corazón, Adam gruño contra mi, se levanto saliendo bruscamente de mi y se sentó a un costado, me hizo seña para que vaya y me senté junto a el, guiando su miembro con mi mano, nuevamente a mi entrada, cerré mis ojos al sentirlo meterse lentamente en mi, él me rodeó con sus brazos mi delgada cintura y enterró su rostro en mis pechos, masajeando y lamiendo, mientras mis piernas flexionadas en ambos costados de las suyas hacían el trabajo, subiendo y descendiendo mi cuerpo, generando placer.
Pasión.
Fuego.
Excitación.
Era lo que  sentía en estos momentos.
                    ****

Una semana paso exactamente desde aquel encuentro sexual con Adam, luego de ese día, no volvimos a dirigirnos la palabra, el ambiente se tensó y mucho más cuando su estúpida novia se fue a vivir a su departamento, la sangre me hervía al sentir los gemidos desde mi cuarto, ya que el cuarto de Adam estaba detrás del mío.
Estaba podidamente enojada, ¿Cómo es capas de follarme cuando a él se le antoje y pretenda que no recuerde nada al día siguiente?. ¿Cómo es posible que piense que no me afecta su presencia?.
Tomé asiento sobre el sofá y comencé a escribir en pedazo de hoja oficio.
“Lunes 31/03/2013        
Querido pedazo de papel: Necesito expresar lo que siento, y lo haré en tu blancura y corto pedazo de hoja.
Me siento… celosa, enojada, intolerante, histérica, antisocial…Entre otras cosas, siento que si veo a Adam y se digne a dirigirme la palabra estampo su cara en el piso, por pendejo, por idiota, por……… por ser tan malditamente caliente.
¡JODER!, ¿POR QUÉ ÉL?, ¿POR QUÉ SU PUTA NOVIA Y NO YO?…¡¡AHHHHHHHHHHHHH!!

SIN MAS QUE DECIR…PORQUE NO ME ALCANZA LA JODIDA HOJA.

FIN DEL ASUNTO.”
Doblé el papel y lo guardé dentro del cajón que poseía la mesa ratona. Deje mi cabeza sobre el respaldar del sofá y di un largo suspiro.
Mientras descansaba sobre el sofá mi móvil sonó “Wake me up—Avicii “mire la pantalla y rodee los ojos al ver que era thalia.
—Hola... —Murmuré desganada
—Hoy. 7pm. Fiesta en Enjoy. Te espero.
—Pe..., —Solo eso me dejo murmurar ya que corto la llamada.
Fiesta en Enjoy... Mmm ¿Por qué no?
Miré el reloj eran las 17:37 PM, tenia tiempo, mucho tiempo. Me levanté del sofá en un salto y corrí a mi habitación, abrí el guarda ropas y tome un short de Jean corto, un top negro con cierre en el medio y unos tacones negros con brillos. Me planché el pelo dejándolo liso y suave, me maquille y me vestí.
En las 18:35pm y yo ya estaba lista. Cerré la puerta del departamento con llave y esboce una sonrisa, tenia adrenalina en mi, mi vida social era totalmente cerrada, no salía de un pequeño grupo contado con los dedos. Parecía aquella adolescente en sus primeras salidas que buscaba conocer a más personas. Así me siento, y me gusta.
— ¿Dónde vas? —Una ronca voz se oyó detrás de mí y volteé.
—A una fiesta…
—¿Dónde?
Sonreí y al ver que una persona aparecía tras las puertas del ascensor corrí hacia allí y pulse el botón Adam corrió pero tarde llegó.
El viento hizo que mi pelo se descontrolara, por el ventanal logre ver a Adam bajar las escaleras con prisa, me quité los tacones y comencé a correr, el viento de pronto fue acompañado por la lluvia y el cielo se oscureció, las personas me miraban, Adam grito mi nombre en varias oportunidades, pero yo, una niña encerrada en el cuerpo de una mujer solo me reía  y dejé que me siguiera, Enjoy solo estaba a unas cuatro calles de mi hogar. Los truenos resonaron y como baldazos de agua, el cielo hizo caer aquella lluvia, mi pelo alisado estaba mojado y ondulado, las puertas del lugar estaban abiertas. Agitada con mi respiración entre cortada, dije mi nombre y el de Adam que se acercaba y pasé sabiendo que el también pasaría, me coloqué mis tacones y entre al lugar, una masa de personas apretadas se veía pasé por medio de ellos, recibiendo manos en mi cuerpo, nalgueadas y susurros indecentes.
—¡Ana! —Gritó Thalia desde el lugar donde estaba y se escuchó un gran estallido cuando Avicii se escucho en el lugar, con mis brazos estirados hacia arriba moví mis caderas y me acerque a mi amiga abrazándola fuerte. —Pensé que no vendrías.
—Aquí me ves, aquí estoy —Murmuré alto en su oído para que oyera.
—Ya vuelvo, el barman pide mi ayuda, esta solo y estalló de personas. —Gritó y mordió su labio, reí ante eso, sabia que mi amiga era hermosa y cuando le gustaba alguien era la Virgen María.
Aíre caliente es el que sentí, un corazón agitado detrás de mi y sus manos agarrando mi estomago, moví mis caderas y tome sus manos girándome y besando al hombre con pasión.
Adam era así impredecible, totalmente fogoso, totalmente perfecto. Solté sus labios y lo miré sonriendo el frunció el ceño y me tomo la muñeca llevándome a otro sector, me solté mientras mordía mi labio y me subí arriba de la mesa, la multitud se acercó rodeando la mesa y con mis brazos estirados y mis ojos cerrados comencé a bailar mientras aquella masa comenzó a saltar y gritar.
Entre ladeos de cabeza Adam me miraba enojado, alcé una ceja y lo invité a subirse, el accedió me agarró del trasero y devoró mi boca, reclamándome y demostrando al lugar que yo era de su propiedad, con cierta posesión su lengua invadió mi boca, masajeando mi lengua en el beso, mis brazos se enrollaron en su cuello y el me alzó haciendo que mis piernas queden enrolladas en su cintura, se aparto de mis labios  y salto conmigo encima de la mesa.
—Te llevare a algún sitio, tu eres mía y te lo voy a demostrar Ana. —Susurro en mi oído—
No accedí me bajé y me aparté de el mezclándome entre las personas, delante mío un hombre joven alto y bien vestido me sonrió y lo saqué a bailar, el abrazó mi cintura y dio un pequeño beso en mi cuello. Podía sentir a Adam mirándome, estallando de rabia, pero el tiene su novia, yo tengo a mis amigos. Moví mis hombros y mi cintura con total libertar y cierta sensualidad, tomé el rostro del chico y besé sus labios, pasando mi mano por su nuca, el bajó sus mano a mi trasero y de un tirón me aparte, Adam sostenía mi brazo y se acercó al chico, lo aparte y lo tironeé para que saliera del lugar.
—Adam, ya basta, vamos…ADAM —Grité, el me miró y me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos, Thalia desde la barra me miro alzando una ceja yo solamente logré encogerme de hombros.
Al salir del lugar con la lluvia que no dejaba de caer golpeé el hombro de Adam con fuerza alejándolo de mí.
—¿Por qué haces esto? ¡NO SOY TUYA ADAM!
—¡Tu porque lo haces!, Sabías que te seguiría ¡me preocupo por ti!, soy tu amigo.
—Los amigos no te besan de esa forma.
—Lo hice para que nadie te molestara.
—Nadie lo hizo, solo tú.
—¿Yo? , okay Ana, el día que termines violada no vengas llorando a mis brazos.
—¡Histérico! —Grité con cierta frustración—
—Infantil.
—¿Tu o yo?, Parece que te estas describiendo a ti mismo Adam. —Él guardo silencio , su ceño seguía fruncido, y su mandíbula tensa, marcándose aquellas líneas en su mejilla. — ¿Por qué no estas con tu noviecita? ¿Ah? ¿Qué haces qui?
—No estoy con ella porque quiero… —Susurró , me acerqué y lo miré a los ojos .
—¿Por qué entonces?
El guardó silencio nuevamente, bajo la mirada y apoyé mis dedos debajo de su mentón subiéndolo nuevamente.
—Ella… esta embarazada —Murmuró serio, mis ojos se abrieron sorprendidos, y por alguna razón, mi pecho se comprimió, al notar mi reacción tomo mis brazos y me abrazo fuerte. —No me dejes por favor.
Aquellas palabras, aquel beso, aquel abrazo… todo era tan confuso , necesito apartarme, pensar. Me solté de su agarré y miré hacia abajo quitando mis tacones y dejándolos frente a él y como una cenicienta herida, corrí lejos bajo aquella tormenta, mis pies mojados salpicaban agua en aquellos charcos que pisaba.
—¡Ana , no por favor vuelve! —Gritó y sentí que corría tras de mi, crucé la avenida sin mirar bocinas, truenos y rayos al mimo tiempo cegaron mi vista y aturdieron mis oídos. Solo sentí un fuerte golpee contra el pavimento y un beso en mis labios —Abrí los ojos Ana… —Su voz tan suave y nerviosa, me hizo sentir mas tranquila , abrí mis ojos y lo ví sobre mi, las gotas constantes de agua recorrían su rostro, Tomé su cabeza con mis manos y lo acerqué besándolo con pasión, y … ¿Amor?. ¿Me enamoré de Adam?¿Él se enamoró de mi? ¿Es un juego del destino , o es una realidad?. Mientras sus manos acariciaban el costado de mi cabeza, y los autos pasaban bañándonos en agua nuevamente, nosotros seguimos besándonos. —Casi te pierdo, y casi me muero. —Murmuró sobre mis labios.
—Gracias…—Susurré.
—Gracias a ti…
—¿Por qué?
—Por existir, no te vayas , no te apartes… te amo Ana.. No puedo estar lejos de ti. Por favor —Murmuro rápidamente apoyando su cabeza en mi cuello, suspiré y cerré mis ojos.
—¿Están bien? —Una voz se oyó y Adam se levanto, y me tomó en brazos. Una mujer estaba frente a nosotros, cubierta por un paraguas que no era de mucha ayuda por tal tormenta.
—Si —Respondimos al mismo tiempo.
—Ella casi sufre un accidente, estamos bien señora, gracias por la preocupación.
Adam me cargó cuatro calles hasta llegar a mi departamento, cuando entramos pensé que me dejaría en el sofá pero siguió su transcurso hacia el baño, me sentó en el retrete y abrió la ducha, se quitó su remera mojada, aquella que le marcaban sus abdominales al estar pegada a su piel, desabrochó su pantalón y se quito las zapatillas, mi mirada siguió sus movimientos y el rió levemente, me quito mi ropa en una fracción de segundos  y me dio un beso en la frente.
—Vamos a bañarnos —Murmuro y me metió en la ducha, chillé la sentir el agua caliente, mojar mi piel helada, aquellos cambios de temperatura eran horribles, el me abrazo con fuerza. De apoco me fui acostumbrando al agua y ambos nos sentamos en el suelo, abrazados y Semidesnudos bajo el agua caliente. El silencio nos invadió y desde aquella frase mi voz se apagó.
—Serás papá. —Susurré incrédula de mis palabras, Alcé mi vista y noté que me miraba fijamente, su mirada estaba triste, transmitía dolor, angustia, dudas y miedos. El me Abrazó mas fuerte y guardó silencio.
—Siempre pensé que la madre de mi primer hijo, iba a ser otra persona.
—¿Quién?.
—Esa mujer que se adueño de mi corazón, aquella alma buena y que de amor, la mujer de mi vida, y claramente, Lisa no lo es.
—¿Quién es entonces?.
—¿No escuchaste lo que te dije hace un momento?
—No—Mentí esperando que lo repita.
—Te Amo Ana...
Sin poder evitarlo sonreí perpleja posando mi rostro en su pecho desnudo, nuevamente guardando silencio porque aun no sabía que responder, no sabia mis sentimientos, ni encontraba palabras para describirme en este momento.








     





                                                 3

“Serás papá”.
Esa frase aun resuena en mi cabeza, Adam será papa. Y ese bebe no tiene la culpa de  nada. Todo lo sucedido en estas últimas horas es tan sorpresivo. Ahora estaba segura de varias cosas: Adam me amaba, iba a ser papá, no ama a Lisa, y yo estoy confundida.
 Aun bajo sus brazos, mi cuerpo temblaba, ya hacia frío. Mis ojos estaban cristalinos, a punto de romper a llorar mí ser estaba. No puedo estar en esta situación. Quiero contestarle, quiero decirle que también sentía eso por él. Pero no puedo, no sé que hacer.
 Siempre fui una mujer con libertad, sin ataduras, cuando tenia ganas de algo, visitaba a mis amigos hombros, si quería salir a una fiesta en el medio de la ciudad, lo hacia y nadie debía saber, porque a nadie le preocupaba  si yo aun seguía respirando; pero todo cambió, Adam es quien se preocupa por mi en todo momento, es quien necesita saber si respiro.
— ¿Tienes frío? Salimos...
Asentí con mi cabeza, en silencio.
Adam me apartó  y se levantó, se inclinó y tomo mi cuerpo en sus brazos, alzándome. Sus ojos se clavaron en los míos, como una niña me acurruque en el apoyando mi mejilla en su hombro, esquivando la mirada.
—Perdón Gatita… Creo que debí guardarme esto para mí.
¿Gatita?
—No, no es por eso. Es que es nuevo para mi todo esto…
—Lo sé, mejor salgamos, no quiero que te enfermes.
Asentí nuevamente, parecía una muda, no tenia nada para decir. Solo en este momento deseo, vivir en un sueño y no despertar, para darle mi amor de verdad. Todo mi amor regalarle, pero ya me canse de imaginar, esto es la realidad, y ahora estoy confundida.
Adam me dejó sobre la cama, me tapé con las mantas y quite rápidamente mi ropa interior, para no mojar las mantas. Las tire a un lado y Adam con una mirada lujuriosa se las quedó mirando, Mordí mi labio y lo llamé con mi dedo índice.
—Gatita… no me hagas esto. —Susurró.
—Ven…
Adam se acercó y se sentó sobre el colchón al lado de mi cuerpo, me enderece y entrelace mis dedos en su cabello, descendiendo tome su cuello y lo atraje a mí, besándolo con pasión, en un beso hambriento. Mi boca deseaba la suya, mi lengua  se entrelazaba  con la suya. Apoyo sus manos en mi cadera y se subió con delicadeza encima mío, apartó las mantas y se sentó observando mi cuerpo.
Enarqué una ceja, Adam jamás fue así,  el es todo salvaje, un tigre en la cama, un león en el arte del sexo. Apoyo su mano en mis tobillos y acaricio mis piernas con delicadeza, mordió su labio al llegar a mis muslos. Se sentó sobre mi, con las piernas a ambos lados de las míos, y se inclinó, apoyando su lengua en mi estómago, el tacto húmedo en mi piel me hizo jadear, el sonrió y volvió a enderezarse.
—No tendremos sexo, ni haremos el amor, hoy.
—Pero... ¿Por qué? —Dije en un tono molesta.
—Porque quiero disfrutarte, el sexo no es todo. —Dijo y se paro en la cama, lo observé completamente y detalladamente, sonriendo se quitó su boxer mojado en un sensual movimiento de caderas descendiendo, reí a carcajadas al verlo. Se quitó el boxer y lo arrojo junto a mi ropa, se acostó junto a mi tapando su cuerpo con las mantas y con un firme agarre me atrajo hacia el, plantando un beso en mis labios, Subí mi pierna a su caderas y el acaricio mis glúteos con sus manos suaves. —Quiero sentirte… pero no probarte. —Susurró sobre mis labios. Abrí mis ojos al oírlo, no entendí que hizo decir hasta que un gemido se despertó al sentir su miembro dentro de mí. — Ahora a dormir… así, unidos, piel con piel. —Dijo sonriendo y dejando un largo pico ruidoso en mis labios, apoyó su mano en mi cabeza y la bajó hacia su pecho. Me abracé a él, con mis ojos bien abiertos, con mi dedo índice fui dibujando sobre su piel.
La noche llegó al cabo de unos minutos, estaba totalmente cansada, agotada, y el sueño ganó. Cerré mis ojos y aferrada al hombre que me confundía, me dormí. Y lo hice, aun pensando en mis sentimientos, inquieta de ellos. Tenía que saber que haría, tenia que saber que sentía, y esta claro, que por mediante el sexo no lo lograría; sino, por pasar tiempo con él.

Tres días, para saber si amo o no a Adam, tres días, para quitar mis dudas, y conocer esa parte de él que una no muestra…

               


DIA 1 “Hogar a leña, chocolates y besos”.

Cuando desperté, sentía la lluvia caer. Golpeaba el vidrio de la habitación constantemente. Adam estaba protegiéndome con sus brazos, yo parecía una pequeña pulga alrededor de ellos.
Al respirar sentía aquel aroma de Adam, un extasiado aroma que su piel me regalaba. Me removí en sus brazos y el gruño. Ese gruñido tan malditamente caliente.
—Cinco minutos mas…— dijo con su voz ronca, voz de dormido.
Sonreí ante ello. Abracé su cintura rozando mi palma a su cintura desnuda, a su piel suave.  Mis labios se posaron en su pecho tonificado, dejando besos sobre él. Adam me apegó a el, y ahora si estaba totalmente inmóvil.
— “ ‘Cause all of me, Loves all of you , Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections, Give your all to me , I’ll give my all to you
You’re my end and my beginning , Even when I lose I’m winning
‘Cause I give you all, all of me , And you give me all, all of you “  
Cantó en mi oído, su voz mezclada con aquella lluvia , hacía que todo sea más que perfecto. Era la mejor forma de despertar. Desearía poder frenar el tiempo en este segundo.
Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro. No sabía que él cantaba. No sabía que él cantaba tan bien. Su voz era dulce, y ronca a la vez. Una melodía en susurro en un día de lluvia…
Intenté descifrar la canción y una lamparita se encendió en mi mente, Adam me cantaba “All of me — John Legend —

—Porque todo de mí, ama todo de ti. Ama tus curvas y todos tus bordes. Todas tus imperfecciones perfectas. Dame tu todo a mi, te daré mi todo. Eres mi principio y mi final. Incluso cuando pierdo, estoy ganando. Porque yo te doy todo de mi —Susurró en mi oído, traduciendo ese párrafo de la canción. Mis ojos se cristalizaron ante aquellas palabras, y mucho más al ser susurradas. Me sentía como una embarazada hormonal. Nadie, jamás me dijo unas palabras tan hermosas, aunque fuera extraídas de algún libro a canción.
Sus pulgares rozaron mis mejillas y sobre ellos unas gotas pesadas de agua cayeron. Adam me miró y frunció el ceño confundido.
—¿Qué pasa, nena? —Susurró.
—Nada, es que eres tan malditamente perfecto que me pusiste hormonal. —Dije escondiendo el rostro en el hueco de su cuello, el soltó una leve risa y besó mi frente.
—Mi gatita sensible…

                                      ****
Nos pasamos toda la mañana en la cama, Adam me cantaba y yo simplemente escuchaba, debíamos hablar sobre todo lo ocurrido, pero no quería arruinar este momento, único y mágico.
Cuando me desperté y caminé al living, prendí la televisión. El noticiero anunció una fuerte tormenta eléctrica, y al mirar por la ventana, eso estaba pasando. El frío se sentía y la lluvia no paraba.
Particularmente era una chica del verano, me gustaba lo cálido, lo libre, e ir con un vestido holgado en esa temporada era lo mas cómodo. Quizás mi preferencia por el calor cambió por tanto tiempo vivir en un lugar donde la nieve era todo lo que veías. Cuando me mudé y vi las flores con sus hermosos colores, no lo dude. Amaba el verano.
—¿En que piensas?... —dijo Adam al rodearme con su brazo por detrás y  apoyando su mentón en mi hombro.
Eso hizo que sonría.
—En que hace frío…
—Uhmm, soy muy bueno dando calor…—Susurró.
Ese jodido susurro hizo que mordiera la sensible carne que mi labio inferior poseía, Adam tenía ese poder en mí, con un simple susurro, me tenía de sumisa para toda una eternidad.
Había notado durante estas semanas que Adam cambió mucho. Antes se comportaba como un maldito gilipollas, donde me tomaba y casi me follaba a la fuerza, ahora simplemente parece un cachorro que busca refugió y lo vino a pedir aquí, conmigo.
—¿Prendes el hogar?, en serio muero de frío.
El besó mi nuca, y asintió alejándose de mí.
—Por supuesto gatita …
— mientras, iré por dos chocolates calientes.
Me aleje de Adam dirigiéndome rumbo a la cocina. Hubiera preferido dos cafés, pero sabía lo que a Adam le gustaba, aun conservaba el alma del niño que una vez fue. A veces me pregunto donde esta la niña que alguna vez fui.
Suspiré ante la idea de pensar en mi pasado, por lo cual preparé el chocolate caliente para ambos, hacia demasiado frío y tan solo quería acurrucarme con él y poder hablar de su futuro bebe. Aun me parece extraño todo esto, apenas nos conocimos tuvimos la mejor tarde de sexo que jamás pudo existir, obteniendo millones de visitas a nuestro video. Luego  somos vecinos y mejores amigos, y ahora… ahora resulta que nos amamos… que él me ama.
Ahora me siento como una empedernida, a veces no sabemos, no tenemos conciencia de los errores que cometemos, o los actos que hacemos. Hasta las palabras que usamos pueden ser el peor error de nuestras vidas. Tuve muchos en mi vida, quiero elegir bien esta vez. Por un lado tengo a una pequeña voz en mi cabeza que nos dice que esta mal, y otra voz chillante que nos obliga a seguir adelante.  Y aun así sigues a la voz chillante y ya lo hiciste, ya lo dijiste, ya te perdiste…

— ¡Quiero mi chocolate, y tu jodido y malditamente caliente trasero a mi lado, AHORA! —Dijo Adam desde la sala, no pude evitar reírme y negar con la cabeza. A veces pienso porque Adam no esta en un loquero o algo parecido.
— ¡Ya voy!.
— ¡Así me gustan , obedientes!
— ¡¡Cierra la boca idiota!!.
— ¡Oh!, eres tan ardiente cuando me dices idiota…
Al tomar las dos tazas sentir los brazos de Adam abrazar mi estomago, y su respiración sobre mi oído. Cerré mis ojos al notar el movimiento circular de caderas que el hacía. Sentía aquella dureza pegada en mi trasero. Sus manos se aferraron a mi cadera, cerniendo sus dedos en las carnes de mis costados.  Su respiración se agitaba pero no decía nada.  Dejé las tazas nuevamente sobre la mesada, ya que sabía adonde terminaríamos.
— Adam…
— Shh…
Me volteé dejado mi rostro a centímetros de él, nuestras miradas se conectaron, aquellos ojos verdes me desnudaron hasta el alma, me devoraron el cuerpo completamente. Mis labios se entreabrieron y repentinamente él se abalanzó a mi, y me besó. Nuestros labios se unieron en un beso audaz y lento. Su mano subió hacia mi nuca, acercándome mas a él mientras mi cabeza se inclinaba un poco.  Cuando su lengua lamió mi labio inferior, un gemido leve despertó desde mi garganta, y abrí mis labios, para que él entrara y su lengua hurgara en donde quisiera. Mis manos hicieron un recorrido por su omóplato, hasta su cuello donde mis dedos comenzaron a jugar con su castaño cabello. Cuando nuestras lengua se entrelazaron, el gruñó y sus manos bajaron a mis muslos, los cuales tomó y me levantó haciendo que mi cuerpo quede sentado sobre la mesada, abrió mis piernas, y acaricio la superficie de ellas. Luego en suaves caricias, alzaron mi remera dejando la desnudes de mi pecho a su extasiada vista. El se apartó de mis labios, y bajo aquellos carnosos labios para que bailaran sobre mi clavícula mientras sus manos se metían en mi entre pierna, haciendo que jadee, haciendo que  mi humedad crezca. El gruñó nuevamente al encontrar mis erectos pezones, los estiró con sus dientes, y apartó mis bragas. En un movimiento de tobillos dejé caer aquella al suelo, abrió nuevamente mis piernas y las entrelazó en su cintura mientras sus labios no dejaban ir mis pezones, su mano izquierda subió y masajeo mi seno izquierdo, mientras su erección se apoyaba en mi sexo, y hacia que lo desee cada vez más.
Gemí cuando sus dedos, índice y medio abrieron aquellos labios vaginales tan húmedos, el gruño nuevamente y se desabrochó su cinturón, bajando por completo su pantalón, y su boxer, llevó su miembro a mi entrada, y lentamente empujó con su cadera, haciendo que su miembro se ajustara nuevamente, que mi cuerpo lo reconociera, y que mis gemidos sean la única melodía que se escuchara en el ambiente. Corrí las tazas de mi lado, porque sabía que las tiraríamos, el apoyó sus manos en mis caderas y me alzó llevándome a la sala, donde me recostó sobre una manta frente al hogar a leña, mis piernas bajaron acariciando sus piernas peludas, y mis ojos se cerraron disfrutando de lo que el me entregaba. Puro placer, y amor.
Pasaron tres horas de que nuestros cuerpos se unían en un ambiente de salvajismo y lujuria. Adam rodó sobre mi y me apegó a él, al cerrar mis ojos, me dormí bajo la calidez de sus brazos, y de nuestro hogar a leña.
Día Dos :” Reflexiones de vida”

Al despertar, me di cuenta que Adam no estaba. Nadie me sostenía, Me removí en aquella frazada y fruncí el ceño al recibir la luz del sol que traspasaba la ventana.
Cuando levanté mi cabeza mirando alrededor, vi una taza sobre la mesa. Adam se había ido, era obvio.
Me levanté y caminé al baño, desnuda como estaba. Abrí el grifo de agua y me metí debajo de la lluvia tan tibia que rozaba mi piel. Mis manos acariciaban mis rojizos cabellos sucesivamente. Aplique mi shampoo de jazmines, mi preferido y luego me enjaboné. No era la típica mujer que tardaba diez décadas en bañarse. A penas me limpie, cerré el grifo y me envolví en una toalla.
Me puse unos Jean azules claros, unos tacones negros, y una camisa negra, un poco abierta delante, y con un círculo en mi espalda. Arremangada a mis brazos. Tomé mi bolso y un café que me había preparado y salí de la casa, cuando iba a cerrar oí murmullos provenientes de la casa de Adam. Mordisquee nerviosamente mis labios pensando en escuchar o no.
¡y Buee!
Me acerqué apoyando mi oreja sobre la puerta de Adam y esos murmullos comenzaron a ser gritos.
—¡Quiero que te hagas cargo de tu hijo!, ¡jodido malnacido!
Lisa.
— ¡Me estoy haciendo cargo, Lisa!, pero no me pidas que vuelva contigo ¡¡No lo haré!!. —Gritó Adam.
—¡Pues entonces no verás jamás a tu hijo!.
— ¡No me amenaces jodida loca!.
— ¡Vete al infierno Adam!
Me alejé de la puerta y en puntas de pie ingrese a mi apartamento nuevamente, la puerta de Adam se abrió y continuaron los gritos. Joder.
— ¡Espero que a tu puta le hagas mellizos! —Dijo con ironía. Me mantuve pegada como un imán a la puerta escuchándolos.
— Tranquila a MI mujer le haré quintillizos. ¡SAL DE MI VISTA!, Y que te quede claro, a ese hijo que llevas dentro lo veré igual, te guste o no.
— ¡IMBECIL, OJALA MUERAS! ¡HIJO DE PERRA!
Escuche una abofeteada y salí de inmediato de mi apartamento, los ojos de ambos se encontraron conmigo. Lisa tenía inyectado veneno en si mirada grisácea. Adam me tomó del brazo y me atrajo hacia el, Lisa simplemente desapareció por el ascensor.

— ¿Estás bien?... —Pregunté acariciando su mejilla.
— No… debo, debo pensar.
— De acuerdo, iré a trabajar. —di media vuelta y me acerque a la puerta de mi casa, pero la mano de Adam capturó mi pequeña muñeca y me atrajo hacia él, posó su mano en mi nuca y dejó un cálido beso sobre mis labios.
— Te amo…
— ¿nos vemos esta tarde a las siete en el parque?.
— De acuerdo, ¿debajo del árbol viejo, frente al lago?
— Si, exactamente allí.
— De acuerdo.
Me volví nuevamente y esta vez no me detuvo. Al cerrar la puerta de mi apartamento, miré hacia atrás y Adam ya no estaba, en un largo suspiro camine al ascensor y simplemente desee que se hicieran las siete de la tarde.
Tomé un taxi hacia los estudios de la productora SEXCAM .
Al llegar, noté la cantidad de actores nuevos que había.  Genial, nuevas entrevistas, planillas… ¡simplemente genial! Rodee mis ojos y miré al frente donde me tope con gerente general Alfred Fisher.
—¡Al fin, de nuevo aquí!.
Lo salude con una sonrisa media y un gesto con mi mano.
—Así es…
— ¡Oh!, me alegra que vinieras. En serio es un caos sin ti.
Reí ante ese comentario y me permití negar con la cabeza lentamente.
—Escúchame ….—Dijo posando su mano sobre mi hombro y agachando la cabeza mientras apoyaba su lengua en el labio superior. —Aun sigue en pie la propuesta, pagan muy bien, y …
—¡No! —Espeté cortando su discurso—Eso fue solo esa noche, y hace mucho tiempo, no soy actriz, soy productora Alfred.
—Bien, bien. Comprendo. ¡A trabajar, entonces! —Dijo y me nalgueo , si no fuera Alfred, ya se hubiera comido un fuerte cachetazo.
Pasaron seis horas de mi jornada, no me quedaría otras dos horas. Me fui del trabajo y tome nuevamente un taxi hacia el parque central, donde me reencontraría con Adam en menos de veinte minutos.
Al llegar no había nadie sentado frente al lago. Mire mi reloj y suspiré: 18:58hs pm, y Adam no llegó.
Me senté en el banco a mirar el paisaje que había. Los minutos pasaban y me empecé a preocupar, sentía algo extraño invadir mi pecho. Tomé mi móvil y marqué el numero de el. Daba tono, pero no contestaba.
¡JODIDA CONTESTADORA!. No dejaré ningún mensaje.
Mis dedos golpearon la pantalla de mi celular y mágicamente la pantalla se iluminó resonando en el ambiente Sing —Ed Sheeran—. En su pantalla la foto de Adam apareció y conteste.
No se oía nada, solo su respiración.
—Adam, ¿qué sucede?, ¿Por qué no estás aquí? — pregunté y me paré del asiento comenzando a caminar rumbo al edificio que a pocas calles estaba — Adam me asustas…. Contesta. —Ya comencé a ponerme histérica y a acelerar el paso. — ¡Adam, di algo, joder!
— Te amo ….—Murmuró y la comunicación se cortó.
¡Mierda, jodida mierda, Adam!
Comencé a correr, mis piernas se movían tan velozmente que parecía que flotaba en el aire.  Crucé la avenida sin mirar si pasaban autos. No me importaron los insultos y bocinazos que recibí por ello. Solo me importaba Adam. Mis pulmones comenzaron a doler, parecían pegados, y por ese motivo mi respiración se agitó.
Por fin llegue al edificio, el ascensor estaba andando, sin pensarlo subí los siete pisos por las escaleras. Al llegar jadeante golpee la puerta de Adam.
No respondía.
Llamé a su celular, pero tampoco obtuve respuesta alguna.
—¡Adam, abre la puerta! —chille golpeando la molesta madera que nos dividía. — Adaam… ¡Abre! —Grité, me estaba asustando demasiado— ¡Abre la maldita puerta AHORA! —Volví a exigir, pero nada.
El conserje se acercó como un Ángel caído del mismisimo reino de los cielos.
—¿Qué sucede?.
—¡ABRE ESA MALDITA PUERTA! —grité. Mis manos se aferraron a mi cabeza, masajeando mis sienes y luego estirando mi cabello hacia atrás.
El conserje tomó envión y derrumbó la puerta con su hombro, entré ala apartamento y no había nada, el celular de él estaba en el sofa y un pedazo de hoja yacía sobre la mesa ratona, ignore todo y me escabullí por la casa, al abrir la puerta de su habitación, mi corazón se detuvo al igual que mi respiración.
Adam estaba desplomado en el suelo, con su cuerpo torcido, en forma de bicho bolita. Su pecho estaba decubierto, solo traía unos pantalones yoguin negros, y estaba descalzo.
Corrí hacia el con mis ojos cristalinos. Mis lagrimales estaban punzante ante el sollozo que vendría, palmee las mejillas de Adam pero no respondía.
—Adam, ¡Adam!, ¡DESPIERTA!, ¡Abre los ojos bebe! —Dije aun sollozando, — ¡LLAMA A UNA AMBULANCIA! —Grite Desgarradoramente, investigue su cuerpo, pero ningún rastro de sangre había.
¡Oh dios!, ´¿Qué diablos pasó?.
La ambulancia no tardó en llegar, subieron a Adam a una camilla y nos dirigimos al hospital. Un hospital que odiaba más que a mis continuas pesadillas.
Corrí junto a la camilla de Adam, hasta que las enfermera me apartaron y lo ingresaron a una sala.
No protesté. Caminé aquel pasillo unas ochocientas treinta y seis veces. Mientras comía mis uñas. Las horas pasaban y sin noticia de Adam: 9:32 PM. La lluvia cayó de golpe, por los vidrios se veían aquellos relámpagos y grandes truenos, mi corazón volvió a agitarse.
— ¿Algún familiar de Adam Lacroix?
Por fin, una luz en la vida apareció.
—Soy... soy novia. — Dije y corrí hacia él. Con pánico en mi mirada
Técnicamente.
— Bien, escúcheme… — El médico habrá notado mi nerviosismo, por lo que cernió sus dedos alrededor de mis brazos— Su novio esta en un coma farmacológico, al parecer ingirió bastantes fármacos y esto provocó la inconciencia y por suerte que no le agarró un infarto.
¿Coma farmacológico?....
—Pero… no, no puede ser. ¿Vivirá?,
— Por suerte lo encontró a tiempo, le hemos hecho un lavaje de estomago y por el momento está estable. Le recomiendo vaya a su casa, tome una ducha y vuelva mañana. La mantendremos informada.
— ¡NO!, Debo quedarme, soy lo único que tiene, por favor...
— Señorita, no le servirá de nada. No puede verlo. Por favor, hágame caso sino usted terminará internada también, fíjese como está. Sus pupilas dilatadas, por como su pecho se infla, tiene una arritmia, y esta pálida.
— De acuerdo, no me quedaré. Pero me avisan.
No me quedaría, no soportaría estar internada en un hospital. No en ese hospital, donde perdí a mis padres, y a mi hermanito Zack. No aquí…
Tome un taxi nuevamente al edificio.
Al abrir la puerta del apartamento de Adam, noté nuevamente la hoja sobre la mesa ratona, me quité el saco, los tacones y la tomé mientras me sentaba en el sofá.
“ Mi querida gatita, mi amada Ana:
Al leer aquel titulo no pude evitar las lagrimas que descendían con lentitud por mi mejilla, y un leve sollozo que generaba un nudo doloroso en mi garganta.
Cuando leas esta carta, seguramente estaré tendido en el suelo, seguramente mi alma dejó mi cuerpo,  y ahora sea solamente una cáscara (sexy).
Quizás… perdón, seguramente estés llorando como una viuda, y te pido perdón, lo ultimo que quiero es que sufras por mi culpa, y quizás mi decisión también fue por eso.
Hoy, cuando te fuiste a trabajar, me recosté en mi sofá, pensando…
Mi móvil sonó y era Roni, quien me llamó, Roni es el hermano de lisa. Se escuchaba asustado, y fue en entonces cuando me dijo que su hermana, ósea Lisa se había disparado en la cabeza, matándose, y por consiguiente, matando al bebé.
Fui hasta la casa, el hermano estaba asustado, muy asustado y me entrego una nota, que decía que era mejor que me muera así dejaba de hacerle daño a la gente, y si amaba a alguien que lo deje ir…
Maté a mi hijo. Por mi culpa, ella se suicidó.
Ana no puedo pedir que me perdones, pero no quiero herirte como herí a Lisa, Mi vida es una mierda, no tengo nada, solo a ti. Y no quiero romperte mi pequeña gatita de cristal.
Quiero que me leas atentamente…
Te buscaría en la otra vida, y en las diez mil próximas. Porque es contigo con quien quiero estar toda una eternidad. Te amo Ana. Y aunque no me esperes todas esas vidas, yo empedernido te buscaré igual
      Quiero que te cuides, y no hagas nada extraño.
                           Siempre tuyo, tu sexy hombre, Adam.

PD: en mi mesa de luz, hay una caja, que contiene un anillo. Pensaba dártelo esta semana, cuando te pediría oficialmente que seas mi novia, mi mujer. Lastima que no llegué, pero el anillo es tuyo, y en la parte interna dice:
 “Una eternidad contigo”.
No sabía que escribir, pero junto a la caja, hay una nota y esta dice:
“que nuestro infinito sea incierto, no significa que al morir nos separaremos, te buscaré en cada vida que pase, mi amada Ana”.
Y como era de esperarse rompí a llorar desgarradoramente, mis gritos con su nombre eran infinitos, arrugue aquella carta al estrellarla con mi pecho y hundirme en el sofá.
— ¡Adaaaaaaam!.

Día tres: “decisión, esperanza y verdad”

Desperté con mis ojos súper hinchados, y mi garganta irritada. Miré la pantalla de mi celular, y no había rastros del hospital.
Así como estaba corrí lejos del apartamento y me fui directamente al hospital.
Subiendo a la sala de internaciones, camine nuevamente, ida y vuelta aquel pasillo, esperando al jodido médico. No aguantaba tales nerviosismos, me acerqué a la administración y con mis dedos golpeteando el cristal llame la atención de la mujer a cargo.
— Necesito información sobre el paciente en coma farmacológico de la habitación 115, Adam Lecroix.
— Si, un momento. —Dijo y tomo el teléfono, marco un interno y  sonrió haciéndome entender que alguien vendría.
— Disculpe, ¿usted es la novia del señor, Lacroix?.
— Si. ¿Cómo está?.
— Él está estable, aun inconciente y en observación. Tranquila.
¿Tranquila?, ¿tranquila me dice? ¡¡ Como carajo quieres que me tranquilice con Adam en coma!!
— ¡Escúcheme...! —Dije lo bastante algo como para atraer la atención de todas las personas alrededor, miré el cartel con el nombre y proseguí — Señorita, Vaner, Mi novio, esta en coma, ¡me hizo una maldita carta de amor y despedida, ¿ y usted me prohíbe entrar a verlo cuando se puede morir? —Grite. La enfermera me tomó del brazo y me solté rápidamente.
—De acuerdo, tranquila… cinco minutos. No más. Estaré contando…
— Gracias.
Al entrar a aquella habitación desolada, mi pecho se comprimió al recordar momentos dolorosos del pasado. El único sonido era la maquina donde estaba conectado Adam.
Sus ojos estaban cerrados, y tenía una sonda en su nariz, la cual le daba oxigeno. Sus manos descansaban en la parte baja de su abdomen, y sus labios estaban entreabiertos.
Me quedé observando el desteñido tono de su piel. Tomé su mano y me senté junto a él.
— Hola Adam…—Murmure con mis ojos llorosos. — vine a verte, y generé un gran drama para poder estar recién contigo. — Sonreí de lado, y solloce— Necesito que te despiertes, necesito escucharte, necesito besarte. Te amo Adam. Te amo, y si dije que te amo, recién ahora lo comprendí. Lo comprendí cuando te vi tirado en el suelo, cuando mi corazón frenó y pensé que estallaría en millones de pequeñas partículas. Y respondiendo a tu carta, te esperaría la vida entrante y las diez mil que seguirán. Te esperaría toda una eternidad, y no miré el anillo, porque quiero que me lo des tú, para poder decirte que SI, ACEPTO SER TU NOVIA.
No puede hablar más. Recosté mi cabeza sobre su estómago y lloré, si él moría, entonces también lo haría yo.
Sentí un apretón a mi mano, y elevé mi rostro. Tape mi boca con mi mano, cuando vi a Adam mover su cabeza y relamer sus labios resecos.
—¡Enfermera! —Grité. Al instante como era de esperarse la enfermera que montaba guardia afuera apareció. Me aparté y salí afuera, mientras que ella llamaba al grupo medico.
Lloré. Pero esta vez de alegría, Adam estaba mejorando, y la vida no me lo arrebataría como hizo con mi familia. Ahora él era mi motivo de vida,
Ahora por fin se que amo a este hombre como la jodida mierda. Ya no tengo nada que pensar, solo esperar para amarlo cada vez más.







       


                                         
                                           
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19.11.14 15:41
AldiGotelli escribió:CamFire { 2;3;4;5;6 } 2lauhap      

                                   2

Horrible.
Fue lo primero que dije al levantarme y verme al espejo, mis puntas florecidas, mi color de pelo estaba en un tono opaco , tome le sepillo acomodándolo un  poco pero no funciono.
Rebelde…
Tomé una coleta y me lo recogí. El timbre sonó y adormecida caminé hacia la puerta , abrí desganada y los brazos de Adam rodearon mi cintura metiendo me hacia adentro.
—¿Qué … que pasa Adam?
—Vine a despertarte …—Me grito en el oído y comenzó a zamarrearme.
—¡ADAM YA BASTA! —Grite y automáticamente se separo.
—Ya que estas despierta …¿ que hiciste anoche?.
Evité responderle , y caminé a la cocina , tomé la cafetera y me servi café , al voltear el tenia el ceño fruncido. Caminé hacia él y golpeé su frente con la taza.
—Relájate…
—Me preocupo por ti Ana.. —Tomo mis piernas y subió sus manos por mi trasero, mis piernas se tensaron, no podía hacer nada ya que sostenía la taza.
—Adam… ¿ que haces?....no me toques.
—¿Quién te toco ayer?, quien poso sus asquerosas manos en este trasero—Murmuró enojado , me nalgueo y chille , quito la taza de café dejándola en el suelo y me sentó sobre él, llevó sus manos a mis pechos , mientras sus labios besaban mi cuello.
—Nadie Adam, Nadie, joder ¡no soy una puta! —Me alejé pero volvió a atraerme y me acostó en el sofá, unió mis manos y el poso arriba de mi cabeza.
—Ya lo sé, pero tienes a ese jodido puto atrás tuyo, y me hierve la sangre… —Llevó sus labios a mi cuello y subió a mi mejilla, sé posó sobre mis labios y comenzó a besarme mientras su cuerpo reposaba sobre el mi, soltó mis manos y posos las suyas en el comienzo de mi remera, mordió la tela y comenzó a tirar de ella, haciendo un tajo y rompiendo la. Mis senos se dejaron ver, puesto que no tenia sostén debajo, llevo sus labios a mis senos, chupando cada uno de ellos,  mis pezones se endurecieron, con sus dientes sostuvo uno y comenzó a tirarlo, grité y lo soltó. —Shh…—Murmuró, se quitó su remera y mis labios se abrieron.
Joder que caliente…

Mi pequeño short fue deslizado de mi cuerpo, me atormenta tocando el borde de mis bragas, luego la aparte y comienza a tocarme, Adam sonrió y se inclino hacia mi, volvió a chupar mis senos arrancando duro, pero luego lento, mientras su mano masajeaba mi intimidad, frotando mi clítoris con sus dedo mayor y luego toda su palma acariciando la humedad que tenia encima. Tire la cabeza hacia atrás, dando un gemido, Adam se separó y alzó mi cabeza, su lengua indago en mi intimidad  caliente y humedad, mientras sus manos sostenían mi trasero, él chupo, lamió y mordisqueó todo lo que pudo, soltando mas gemidos que provenían desde mi garganta, mis suplicas de que me suelte quedaron disueltas, ahora quería que me folle.

—Adam… —Susurré.
—Qué…¬
—Fóllame.
—Es lo que haré —Murmuró llevó su dedo mayor dentro de mi, mi cuerpo se tensó, mi respiración se entrecortó al sentir aquel dedo arrastrase en mi canal. Adam pose su pulgar en mi clítoris, su mirada se fijo en mi, gemí y moví mis piernas, curvo sus labios en una sonrisa y siguió moviéndose. Estaba tan hambriento y yo tan sedienta.
Adam se posó sobre mi, lamiendo mi cuello mientras sentía su miembro rozar con mi intimidad, el movía sus caderas haciendo insoportable el momento, mi clítoris palpitaba de deseo. Pocos minutos después, sentí aquel empujón, aquella sensación que me hizo gritar, recuerdos de aquella vez rondan en mi mente, Adam se movía lento para que mi cuerpo reconozca el de él.
—Ohh... —Gemí,  pinchazos en mi cuello sentía, Adam me mordía, y rozaba mi piel con sus dientes, bajándolos a mis pechos que lentamente comenzó a lamer. Las embestidas fueron cada vez mas rápidos, acelerando mi corazón, Adam gruño contra mi, se levanto saliendo bruscamente de mi y se sentó a un costado, me hizo seña para que vaya y me senté junto a el, guiando su miembro con mi mano, nuevamente a mi entrada, cerré mis ojos al sentirlo meterse lentamente en mi, él me rodeó con sus brazos mi delgada cintura y enterró su rostro en mis pechos, masajeando y lamiendo, mientras mis piernas flexionadas en ambos costados de las suyas hacían el trabajo, subiendo y descendiendo mi cuerpo, generando placer.
Pasión.
Fuego.
Excitación.
Era lo que  sentía en estos momentos.
                    ****

Una semana paso exactamente desde aquel encuentro sexual con Adam, luego de ese día, no volvimos a dirigirnos la palabra, el ambiente se tensó y mucho más cuando su estúpida novia se fue a vivir a su departamento, la sangre me hervía al sentir los gemidos desde mi cuarto, ya que el cuarto de Adam estaba detrás del mío.
Estaba podidamente enojada, ¿Cómo es capas de follarme cuando a él se le antoje y pretenda que no recuerde nada al día siguiente?. ¿Cómo es posible que piense que no me afecta su presencia?.
Tomé asiento sobre el sofá y comencé a escribir en pedazo de hoja oficio.
“Lunes 31/03/2013        
Querido pedazo de papel: Necesito expresar lo que siento, y lo haré en tu blancura y corto pedazo de hoja.
Me siento… celosa, enojada, intolerante, histérica, antisocial…Entre otras cosas, siento que si veo a Adam y se digne a dirigirme la palabra estampo su cara en el piso, por pendejo, por idiota, por……… por ser tan malditamente caliente.
¡JODER!, ¿POR QUÉ ÉL?, ¿POR QUÉ SU PUTA NOVIA Y NO YO?…¡¡AHHHHHHHHHHHHH!!

SIN MAS QUE DECIR…PORQUE NO ME ALCANZA LA JODIDA HOJA.

FIN DEL ASUNTO.”
Doblé el papel y lo guardé dentro del cajón que poseía la mesa ratona. Deje mi cabeza sobre el respaldar del sofá y di un largo suspiro.
Mientras descansaba sobre el sofá mi móvil sonó “Wake me up—Avicii “mire la pantalla y rodee los ojos al ver que era thalia.
—Hola... —Murmuré desganada
—Hoy. 7pm. Fiesta en Enjoy. Te espero.
—Pe..., —Solo eso me dejo murmurar ya que corto la llamada.
Fiesta en Enjoy... Mmm ¿Por qué no?
Miré el reloj eran las 17:37 PM, tenia tiempo, mucho tiempo. Me levanté del sofá en un salto y corrí a mi habitación, abrí el guarda ropas y tome un short de Jean corto, un top negro con cierre en el medio y unos tacones negros con brillos. Me planché el pelo dejándolo liso y suave, me maquille y me vestí.
En las 18:35pm y yo ya estaba lista. Cerré la puerta del departamento con llave y esboce una sonrisa, tenia adrenalina en mi, mi vida social era totalmente cerrada, no salía de un pequeño grupo contado con los dedos. Parecía aquella adolescente en sus primeras salidas que buscaba conocer a más personas. Así me siento, y me gusta.
— ¿Dónde vas? —Una ronca voz se oyó detrás de mí y volteé.
—A una fiesta…
—¿Dónde?
Sonreí y al ver que una persona aparecía tras las puertas del ascensor corrí hacia allí y pulse el botón Adam corrió pero tarde llegó.
El viento hizo que mi pelo se descontrolara, por el ventanal logre ver a Adam bajar las escaleras con prisa, me quité los tacones y comencé a correr, el viento de pronto fue acompañado por la lluvia y el cielo se oscureció, las personas me miraban, Adam grito mi nombre en varias oportunidades, pero yo, una niña encerrada en el cuerpo de una mujer solo me reía  y dejé que me siguiera, Enjoy solo estaba a unas cuatro calles de mi hogar. Los truenos resonaron y como baldazos de agua, el cielo hizo caer aquella lluvia, mi pelo alisado estaba mojado y ondulado, las puertas del lugar estaban abiertas. Agitada con mi respiración entre cortada, dije mi nombre y el de Adam que se acercaba y pasé sabiendo que el también pasaría, me coloqué mis tacones y entre al lugar, una masa de personas apretadas se veía pasé por medio de ellos, recibiendo manos en mi cuerpo, nalgueadas y susurros indecentes.
—¡Ana! —Gritó Thalia desde el lugar donde estaba y se escuchó un gran estallido cuando Avicii se escucho en el lugar, con mis brazos estirados hacia arriba moví mis caderas y me acerque a mi amiga abrazándola fuerte. —Pensé que no vendrías.
—Aquí me ves, aquí estoy —Murmuré alto en su oído para que oyera.
—Ya vuelvo, el barman pide mi ayuda, esta solo y estalló de personas. —Gritó y mordió su labio, reí ante eso, sabia que mi amiga era hermosa y cuando le gustaba alguien era la Virgen María.
Aíre caliente es el que sentí, un corazón agitado detrás de mi y sus manos agarrando mi estomago, moví mis caderas y tome sus manos girándome y besando al hombre con pasión.
Adam era así impredecible, totalmente fogoso, totalmente perfecto. Solté sus labios y lo miré sonriendo el frunció el ceño y me tomo la muñeca llevándome a otro sector, me solté mientras mordía mi labio y me subí arriba de la mesa, la multitud se acercó rodeando la mesa y con mis brazos estirados y mis ojos cerrados comencé a bailar mientras aquella masa comenzó a saltar y gritar.
Entre ladeos de cabeza Adam me miraba enojado, alcé una ceja y lo invité a subirse, el accedió me agarró del trasero y devoró mi boca, reclamándome y demostrando al lugar que yo era de su propiedad, con cierta posesión su lengua invadió mi boca, masajeando mi lengua en el beso, mis brazos se enrollaron en su cuello y el me alzó haciendo que mis piernas queden enrolladas en su cintura, se aparto de mis labios  y salto conmigo encima de la mesa.
—Te llevare a algún sitio, tu eres mía y te lo voy a demostrar Ana. —Susurro en mi oído—
No accedí me bajé y me aparté de el mezclándome entre las personas, delante mío un hombre joven alto y bien vestido me sonrió y lo saqué a bailar, el abrazó mi cintura y dio un pequeño beso en mi cuello. Podía sentir a Adam mirándome, estallando de rabia, pero el tiene su novia, yo tengo a mis amigos. Moví mis hombros y mi cintura con total libertar y cierta sensualidad, tomé el rostro del chico y besé sus labios, pasando mi mano por su nuca, el bajó sus mano a mi trasero y de un tirón me aparte, Adam sostenía mi brazo y se acercó al chico, lo aparte y lo tironeé para que saliera del lugar.
—Adam, ya basta, vamos…ADAM —Grité, el me miró y me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos, Thalia desde la barra me miro alzando una ceja yo solamente logré encogerme de hombros.
Al salir del lugar con la lluvia que no dejaba de caer golpeé el hombro de Adam con fuerza alejándolo de mí.
—¿Por qué haces esto? ¡NO SOY TUYA ADAM!
—¡Tu porque lo haces!, Sabías que te seguiría ¡me preocupo por ti!, soy tu amigo.
—Los amigos no te besan de esa forma.
—Lo hice para que nadie te molestara.
—Nadie lo hizo, solo tú.
—¿Yo? , okay Ana, el día que termines violada no vengas llorando a mis brazos.
—¡Histérico! —Grité con cierta frustración—
—Infantil.
—¿Tu o yo?, Parece que te estas describiendo a ti mismo Adam. —Él guardo silencio , su ceño seguía fruncido, y su mandíbula tensa, marcándose aquellas líneas en su mejilla. — ¿Por qué no estas con tu noviecita? ¿Ah? ¿Qué haces qui?
—No estoy con ella porque quiero… —Susurró , me acerqué y lo miré a los ojos .
—¿Por qué entonces?
El guardó silencio nuevamente, bajo la mirada y apoyé mis dedos debajo de su mentón subiéndolo nuevamente.
—Ella… esta embarazada —Murmuró serio, mis ojos se abrieron sorprendidos, y por alguna razón, mi pecho se comprimió, al notar mi reacción tomo mis brazos y me abrazo fuerte. —No me dejes por favor.
Aquellas palabras, aquel beso, aquel abrazo… todo era tan confuso , necesito apartarme, pensar. Me solté de su agarré y miré hacia abajo quitando mis tacones y dejándolos frente a él y como una cenicienta herida, corrí lejos bajo aquella tormenta, mis pies mojados salpicaban agua en aquellos charcos que pisaba.
—¡Ana , no por favor vuelve! —Gritó y sentí que corría tras de mi, crucé la avenida sin mirar bocinas, truenos y rayos al mimo tiempo cegaron mi vista y aturdieron mis oídos. Solo sentí un fuerte golpee contra el pavimento y un beso en mis labios —Abrí los ojos Ana… —Su voz tan suave y nerviosa, me hizo sentir mas tranquila , abrí mis ojos y lo ví sobre mi, las gotas constantes de agua recorrían su rostro, Tomé su cabeza con mis manos y lo acerqué besándolo con pasión, y … ¿Amor?. ¿Me enamoré de Adam?¿Él se enamoró de mi? ¿Es un juego del destino , o es una realidad?. Mientras sus manos acariciaban el costado de mi cabeza, y los autos pasaban bañándonos en agua nuevamente, nosotros seguimos besándonos. —Casi te pierdo, y casi me muero. —Murmuró sobre mis labios.
—Gracias…—Susurré.
—Gracias a ti…
—¿Por qué?
—Por existir, no te vayas , no te apartes… te amo Ana.. No puedo estar lejos de ti. Por favor —Murmuro rápidamente apoyando su cabeza en mi cuello, suspiré y cerré mis ojos.
—¿Están bien? —Una voz se oyó y Adam se levanto, y me tomó en brazos. Una mujer estaba frente a nosotros, cubierta por un paraguas que no era de mucha ayuda por tal tormenta.
—Si —Respondimos al mismo tiempo.
—Ella casi sufre un accidente, estamos bien señora, gracias por la preocupación.
Adam me cargó cuatro calles hasta llegar a mi departamento, cuando entramos pensé que me dejaría en el sofá pero siguió su transcurso hacia el baño, me sentó en el retrete y abrió la ducha, se quitó su remera mojada, aquella que le marcaban sus abdominales al estar pegada a su piel, desabrochó su pantalón y se quito las zapatillas, mi mirada siguió sus movimientos y el rió levemente, me quito mi ropa en una fracción de segundos  y me dio un beso en la frente.
—Vamos a bañarnos —Murmuro y me metió en la ducha, chillé la sentir el agua caliente, mojar mi piel helada, aquellos cambios de temperatura eran horribles, el me abrazo con fuerza. De apoco me fui acostumbrando al agua y ambos nos sentamos en el suelo, abrazados y Semidesnudos bajo el agua caliente. El silencio nos invadió y desde aquella frase mi voz se apagó.
—Serás papá. —Susurré incrédula de mis palabras, Alcé mi vista y noté que me miraba fijamente, su mirada estaba triste, transmitía dolor, angustia, dudas y miedos. El me Abrazó mas fuerte y guardó silencio.
—Siempre pensé que la madre de mi primer hijo, iba a ser otra persona.
—¿Quién?.
—Esa mujer que se adueño de mi corazón, aquella alma buena y que de amor, la mujer de mi vida, y claramente, Lisa no lo es.
—¿Quién es entonces?.
—¿No escuchaste lo que te dije hace un momento?
—No—Mentí esperando que lo repita.
—Te Amo Ana...
Sin poder evitarlo sonreí perpleja posando mi rostro en su pecho desnudo, nuevamente guardando silencio porque aun no sabía que responder, no sabia mis sentimientos, ni encontraba palabras para describirme en este momento.








     





                                                 3

“Serás papá”.
Esa frase aun resuena en mi cabeza, Adam será papa. Y ese bebe no tiene la culpa de  nada. Todo lo sucedido en estas últimas horas es tan sorpresivo. Ahora estaba segura de varias cosas: Adam me amaba, iba a ser papá, no ama a Lisa, y yo estoy confundida.
 Aun bajo sus brazos, mi cuerpo temblaba, ya hacia frío. Mis ojos estaban cristalinos, a punto de romper a llorar mí ser estaba. No puedo estar en esta situación. Quiero contestarle, quiero decirle que también sentía eso por él. Pero no puedo, no sé que hacer.
 Siempre fui una mujer con libertad, sin ataduras, cuando tenia ganas de algo, visitaba a mis amigos hombros, si quería salir a una fiesta en el medio de la ciudad, lo hacia y nadie debía saber, porque a nadie le preocupaba  si yo aun seguía respirando; pero todo cambió, Adam es quien se preocupa por mi en todo momento, es quien necesita saber si respiro.
— ¿Tienes frío? Salimos...
Asentí con mi cabeza, en silencio.
Adam me apartó  y se levantó, se inclinó y tomo mi cuerpo en sus brazos, alzándome. Sus ojos se clavaron en los míos, como una niña me acurruque en el apoyando mi mejilla en su hombro, esquivando la mirada.
—Perdón Gatita… Creo que debí guardarme esto para mí.
¿Gatita?
—No, no es por eso. Es que es nuevo para mi todo esto…
—Lo sé, mejor salgamos, no quiero que te enfermes.
Asentí nuevamente, parecía una muda, no tenia nada para decir. Solo en este momento deseo, vivir en un sueño y no despertar, para darle mi amor de verdad. Todo mi amor regalarle, pero ya me canse de imaginar, esto es la realidad, y ahora estoy confundida.
Adam me dejó sobre la cama, me tapé con las mantas y quite rápidamente mi ropa interior, para no mojar las mantas. Las tire a un lado y Adam con una mirada lujuriosa se las quedó mirando, Mordí mi labio y lo llamé con mi dedo índice.
—Gatita… no me hagas esto. —Susurró.
—Ven…
Adam se acercó y se sentó sobre el colchón al lado de mi cuerpo, me enderece y entrelace mis dedos en su cabello, descendiendo tome su cuello y lo atraje a mí, besándolo con pasión, en un beso hambriento. Mi boca deseaba la suya, mi lengua  se entrelazaba  con la suya. Apoyo sus manos en mi cadera y se subió con delicadeza encima mío, apartó las mantas y se sentó observando mi cuerpo.
Enarqué una ceja, Adam jamás fue así,  el es todo salvaje, un tigre en la cama, un león en el arte del sexo. Apoyo su mano en mis tobillos y acaricio mis piernas con delicadeza, mordió su labio al llegar a mis muslos. Se sentó sobre mi, con las piernas a ambos lados de las míos, y se inclinó, apoyando su lengua en mi estómago, el tacto húmedo en mi piel me hizo jadear, el sonrió y volvió a enderezarse.
—No tendremos sexo, ni haremos el amor, hoy.
—Pero... ¿Por qué? —Dije en un tono molesta.
—Porque quiero disfrutarte, el sexo no es todo. —Dijo y se paro en la cama, lo observé completamente y detalladamente, sonriendo se quitó su boxer mojado en un sensual movimiento de caderas descendiendo, reí a carcajadas al verlo. Se quitó el boxer y lo arrojo junto a mi ropa, se acostó junto a mi tapando su cuerpo con las mantas y con un firme agarre me atrajo hacia el, plantando un beso en mis labios, Subí mi pierna a su caderas y el acaricio mis glúteos con sus manos suaves. —Quiero sentirte… pero no probarte. —Susurró sobre mis labios. Abrí mis ojos al oírlo, no entendí que hizo decir hasta que un gemido se despertó al sentir su miembro dentro de mí. — Ahora a dormir… así, unidos, piel con piel. —Dijo sonriendo y dejando un largo pico ruidoso en mis labios, apoyó su mano en mi cabeza y la bajó hacia su pecho. Me abracé a él, con mis ojos bien abiertos, con mi dedo índice fui dibujando sobre su piel.
La noche llegó al cabo de unos minutos, estaba totalmente cansada, agotada, y el sueño ganó. Cerré mis ojos y aferrada al hombre que me confundía, me dormí. Y lo hice, aun pensando en mis sentimientos, inquieta de ellos. Tenía que saber que haría, tenia que saber que sentía, y esta claro, que por mediante el sexo no lo lograría; sino, por pasar tiempo con él.

Tres días, para saber si amo o no a Adam, tres días, para quitar mis dudas, y conocer esa parte de él que una no muestra…

               


DIA 1 “Hogar a leña, chocolates y besos”.

Cuando desperté, sentía la lluvia caer. Golpeaba el vidrio de la habitación constantemente. Adam estaba protegiéndome con sus brazos, yo parecía una pequeña pulga alrededor de ellos.
Al respirar sentía aquel aroma de Adam, un extasiado aroma que su piel me regalaba. Me removí en sus brazos y el gruño. Ese gruñido tan malditamente caliente.
—Cinco minutos mas…— dijo con su voz ronca, voz de dormido.
Sonreí ante ello. Abracé su cintura rozando mi palma a su cintura desnuda, a su piel suave.  Mis labios se posaron en su pecho tonificado, dejando besos sobre él. Adam me apegó a el, y ahora si estaba totalmente inmóvil.
— “ ‘Cause all of me, Loves all of you , Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections, Give your all to me , I’ll give my all to you
You’re my end and my beginning , Even when I lose I’m winning
‘Cause I give you all, all of me , And you give me all, all of you “  
Cantó en mi oído, su voz mezclada con aquella lluvia , hacía que todo sea más que perfecto. Era la mejor forma de despertar. Desearía poder frenar el tiempo en este segundo.
Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro. No sabía que él cantaba. No sabía que él cantaba tan bien. Su voz era dulce, y ronca a la vez. Una melodía en susurro en un día de lluvia…
Intenté descifrar la canción y una lamparita se encendió en mi mente, Adam me cantaba “All of me — John Legend —

—Porque todo de mí, ama todo de ti. Ama tus curvas y todos tus bordes. Todas tus imperfecciones perfectas. Dame tu todo a mi, te daré mi todo. Eres mi principio y mi final. Incluso cuando pierdo, estoy ganando. Porque yo te doy todo de mi —Susurró en mi oído, traduciendo ese párrafo de la canción. Mis ojos se cristalizaron ante aquellas palabras, y mucho más al ser susurradas. Me sentía como una embarazada hormonal. Nadie, jamás me dijo unas palabras tan hermosas, aunque fuera extraídas de algún libro a canción.
Sus pulgares rozaron mis mejillas y sobre ellos unas gotas pesadas de agua cayeron. Adam me miró y frunció el ceño confundido.
—¿Qué pasa, nena? —Susurró.
—Nada, es que eres tan malditamente perfecto que me pusiste hormonal. —Dije escondiendo el rostro en el hueco de su cuello, el soltó una leve risa y besó mi frente.
—Mi gatita sensible…

                                      ****
Nos pasamos toda la mañana en la cama, Adam me cantaba y yo simplemente escuchaba, debíamos hablar sobre todo lo ocurrido, pero no quería arruinar este momento, único y mágico.
Cuando me desperté y caminé al living, prendí la televisión. El noticiero anunció una fuerte tormenta eléctrica, y al mirar por la ventana, eso estaba pasando. El frío se sentía y la lluvia no paraba.
Particularmente era una chica del verano, me gustaba lo cálido, lo libre, e ir con un vestido holgado en esa temporada era lo mas cómodo. Quizás mi preferencia por el calor cambió por tanto tiempo vivir en un lugar donde la nieve era todo lo que veías. Cuando me mudé y vi las flores con sus hermosos colores, no lo dude. Amaba el verano.
—¿En que piensas?... —dijo Adam al rodearme con su brazo por detrás y  apoyando su mentón en mi hombro.
Eso hizo que sonría.
—En que hace frío…
—Uhmm, soy muy bueno dando calor…—Susurró.
Ese jodido susurro hizo que mordiera la sensible carne que mi labio inferior poseía, Adam tenía ese poder en mí, con un simple susurro, me tenía de sumisa para toda una eternidad.
Había notado durante estas semanas que Adam cambió mucho. Antes se comportaba como un maldito gilipollas, donde me tomaba y casi me follaba a la fuerza, ahora simplemente parece un cachorro que busca refugió y lo vino a pedir aquí, conmigo.
—¿Prendes el hogar?, en serio muero de frío.
El besó mi nuca, y asintió alejándose de mí.
—Por supuesto gatita …
— mientras, iré por dos chocolates calientes.
Me aleje de Adam dirigiéndome rumbo a la cocina. Hubiera preferido dos cafés, pero sabía lo que a Adam le gustaba, aun conservaba el alma del niño que una vez fue. A veces me pregunto donde esta la niña que alguna vez fui.
Suspiré ante la idea de pensar en mi pasado, por lo cual preparé el chocolate caliente para ambos, hacia demasiado frío y tan solo quería acurrucarme con él y poder hablar de su futuro bebe. Aun me parece extraño todo esto, apenas nos conocimos tuvimos la mejor tarde de sexo que jamás pudo existir, obteniendo millones de visitas a nuestro video. Luego  somos vecinos y mejores amigos, y ahora… ahora resulta que nos amamos… que él me ama.
Ahora me siento como una empedernida, a veces no sabemos, no tenemos conciencia de los errores que cometemos, o los actos que hacemos. Hasta las palabras que usamos pueden ser el peor error de nuestras vidas. Tuve muchos en mi vida, quiero elegir bien esta vez. Por un lado tengo a una pequeña voz en mi cabeza que nos dice que esta mal, y otra voz chillante que nos obliga a seguir adelante.  Y aun así sigues a la voz chillante y ya lo hiciste, ya lo dijiste, ya te perdiste…

— ¡Quiero mi chocolate, y tu jodido y malditamente caliente trasero a mi lado, AHORA! —Dijo Adam desde la sala, no pude evitar reírme y negar con la cabeza. A veces pienso porque Adam no esta en un loquero o algo parecido.
— ¡Ya voy!.
— ¡Así me gustan , obedientes!
— ¡¡Cierra la boca idiota!!.
— ¡Oh!, eres tan ardiente cuando me dices idiota…
Al tomar las dos tazas sentir los brazos de Adam abrazar mi estomago, y su respiración sobre mi oído. Cerré mis ojos al notar el movimiento circular de caderas que el hacía. Sentía aquella dureza pegada en mi trasero. Sus manos se aferraron a mi cadera, cerniendo sus dedos en las carnes de mis costados.  Su respiración se agitaba pero no decía nada.  Dejé las tazas nuevamente sobre la mesada, ya que sabía adonde terminaríamos.
— Adam…
— Shh…
Me volteé dejado mi rostro a centímetros de él, nuestras miradas se conectaron, aquellos ojos verdes me desnudaron hasta el alma, me devoraron el cuerpo completamente. Mis labios se entreabrieron y repentinamente él se abalanzó a mi, y me besó. Nuestros labios se unieron en un beso audaz y lento. Su mano subió hacia mi nuca, acercándome mas a él mientras mi cabeza se inclinaba un poco.  Cuando su lengua lamió mi labio inferior, un gemido leve despertó desde mi garganta, y abrí mis labios, para que él entrara y su lengua hurgara en donde quisiera. Mis manos hicieron un recorrido por su omóplato, hasta su cuello donde mis dedos comenzaron a jugar con su castaño cabello. Cuando nuestras lengua se entrelazaron, el gruñó y sus manos bajaron a mis muslos, los cuales tomó y me levantó haciendo que mi cuerpo quede sentado sobre la mesada, abrió mis piernas, y acaricio la superficie de ellas. Luego en suaves caricias, alzaron mi remera dejando la desnudes de mi pecho a su extasiada vista. El se apartó de mis labios, y bajo aquellos carnosos labios para que bailaran sobre mi clavícula mientras sus manos se metían en mi entre pierna, haciendo que jadee, haciendo que  mi humedad crezca. El gruñó nuevamente al encontrar mis erectos pezones, los estiró con sus dientes, y apartó mis bragas. En un movimiento de tobillos dejé caer aquella al suelo, abrió nuevamente mis piernas y las entrelazó en su cintura mientras sus labios no dejaban ir mis pezones, su mano izquierda subió y masajeo mi seno izquierdo, mientras su erección se apoyaba en mi sexo, y hacia que lo desee cada vez más.
Gemí cuando sus dedos, índice y medio abrieron aquellos labios vaginales tan húmedos, el gruño nuevamente y se desabrochó su cinturón, bajando por completo su pantalón, y su boxer, llevó su miembro a mi entrada, y lentamente empujó con su cadera, haciendo que su miembro se ajustara nuevamente, que mi cuerpo lo reconociera, y que mis gemidos sean la única melodía que se escuchara en el ambiente. Corrí las tazas de mi lado, porque sabía que las tiraríamos, el apoyó sus manos en mis caderas y me alzó llevándome a la sala, donde me recostó sobre una manta frente al hogar a leña, mis piernas bajaron acariciando sus piernas peludas, y mis ojos se cerraron disfrutando de lo que el me entregaba. Puro placer, y amor.
Pasaron tres horas de que nuestros cuerpos se unían en un ambiente de salvajismo y lujuria. Adam rodó sobre mi y me apegó a él, al cerrar mis ojos, me dormí bajo la calidez de sus brazos, y de nuestro hogar a leña.
Día Dos :” Reflexiones de vida”

Al despertar, me di cuenta que Adam no estaba. Nadie me sostenía, Me removí en aquella frazada y fruncí el ceño al recibir la luz del sol que traspasaba la ventana.
Cuando levanté mi cabeza mirando alrededor, vi una taza sobre la mesa. Adam se había ido, era obvio.
Me levanté y caminé al baño, desnuda como estaba. Abrí el grifo de agua y me metí debajo de la lluvia tan tibia que rozaba mi piel. Mis manos acariciaban mis rojizos cabellos sucesivamente. Aplique mi shampoo de jazmines, mi preferido y luego me enjaboné. No era la típica mujer que tardaba diez décadas en bañarse. A penas me limpie, cerré el grifo y me envolví en una toalla.
Me puse unos Jean azules claros, unos tacones negros, y una camisa negra, un poco abierta delante, y con un círculo en mi espalda. Arremangada a mis brazos. Tomé mi bolso y un café que me había preparado y salí de la casa, cuando iba a cerrar oí murmullos provenientes de la casa de Adam. Mordisquee nerviosamente mis labios pensando en escuchar o no.
¡y Buee!
Me acerqué apoyando mi oreja sobre la puerta de Adam y esos murmullos comenzaron a ser gritos.
—¡Quiero que te hagas cargo de tu hijo!, ¡jodido malnacido!
Lisa.
— ¡Me estoy haciendo cargo, Lisa!, pero no me pidas que vuelva contigo ¡¡No lo haré!!. —Gritó Adam.
—¡Pues entonces no verás jamás a tu hijo!.
— ¡No me amenaces jodida loca!.
— ¡Vete al infierno Adam!
Me alejé de la puerta y en puntas de pie ingrese a mi apartamento nuevamente, la puerta de Adam se abrió y continuaron los gritos. Joder.
— ¡Espero que a tu puta le hagas mellizos! —Dijo con ironía. Me mantuve pegada como un imán a la puerta escuchándolos.
— Tranquila a MI mujer le haré quintillizos. ¡SAL DE MI VISTA!, Y que te quede claro, a ese hijo que llevas dentro lo veré igual, te guste o no.
— ¡IMBECIL, OJALA MUERAS! ¡HIJO DE PERRA!
Escuche una abofeteada y salí de inmediato de mi apartamento, los ojos de ambos se encontraron conmigo. Lisa tenía inyectado veneno en si mirada grisácea. Adam me tomó del brazo y me atrajo hacia el, Lisa simplemente desapareció por el ascensor.

— ¿Estás bien?... —Pregunté acariciando su mejilla.
— No… debo, debo pensar.
— De acuerdo, iré a trabajar. —di media vuelta y me acerque a la puerta de mi casa, pero la mano de Adam capturó mi pequeña muñeca y me atrajo hacia él, posó su mano en mi nuca y dejó un cálido beso sobre mis labios.
— Te amo…
— ¿nos vemos esta tarde a las siete en el parque?.
— De acuerdo, ¿debajo del árbol viejo, frente al lago?
— Si, exactamente allí.
— De acuerdo.
Me volví nuevamente y esta vez no me detuvo. Al cerrar la puerta de mi apartamento, miré hacia atrás y Adam ya no estaba, en un largo suspiro camine al ascensor y simplemente desee que se hicieran las siete de la tarde.
Tomé un taxi hacia los estudios de la productora SEXCAM .
Al llegar, noté la cantidad de actores nuevos que había.  Genial, nuevas entrevistas, planillas… ¡simplemente genial! Rodee mis ojos y miré al frente donde me tope con gerente general Alfred Fisher.
—¡Al fin, de nuevo aquí!.
Lo salude con una sonrisa media y un gesto con mi mano.
—Así es…
— ¡Oh!, me alegra que vinieras. En serio es un caos sin ti.
Reí ante ese comentario y me permití negar con la cabeza lentamente.
—Escúchame ….—Dijo posando su mano sobre mi hombro y agachando la cabeza mientras apoyaba su lengua en el labio superior. —Aun sigue en pie la propuesta, pagan muy bien, y …
—¡No! —Espeté cortando su discurso—Eso fue solo esa noche, y hace mucho tiempo, no soy actriz, soy productora Alfred.
—Bien, bien. Comprendo. ¡A trabajar, entonces! —Dijo y me nalgueo , si no fuera Alfred, ya se hubiera comido un fuerte cachetazo.
Pasaron seis horas de mi jornada, no me quedaría otras dos horas. Me fui del trabajo y tome nuevamente un taxi hacia el parque central, donde me reencontraría con Adam en menos de veinte minutos.
Al llegar no había nadie sentado frente al lago. Mire mi reloj y suspiré: 18:58hs pm, y Adam no llegó.
Me senté en el banco a mirar el paisaje que había. Los minutos pasaban y me empecé a preocupar, sentía algo extraño invadir mi pecho. Tomé mi móvil y marqué el numero de el. Daba tono, pero no contestaba.
¡JODIDA CONTESTADORA!. No dejaré ningún mensaje.
Mis dedos golpearon la pantalla de mi celular y mágicamente la pantalla se iluminó resonando en el ambiente Sing —Ed Sheeran—. En su pantalla la foto de Adam apareció y conteste.
No se oía nada, solo su respiración.
—Adam, ¿qué sucede?, ¿Por qué no estás aquí? — pregunté y me paré del asiento comenzando a caminar rumbo al edificio que a pocas calles estaba — Adam me asustas…. Contesta. —Ya comencé a ponerme histérica y a acelerar el paso. — ¡Adam, di algo, joder!
— Te amo ….—Murmuró y la comunicación se cortó.
¡Mierda, jodida mierda, Adam!
Comencé a correr, mis piernas se movían tan velozmente que parecía que flotaba en el aire.  Crucé la avenida sin mirar si pasaban autos. No me importaron los insultos y bocinazos que recibí por ello. Solo me importaba Adam. Mis pulmones comenzaron a doler, parecían pegados, y por ese motivo mi respiración se agitó.
Por fin llegue al edificio, el ascensor estaba andando, sin pensarlo subí los siete pisos por las escaleras. Al llegar jadeante golpee la puerta de Adam.
No respondía.
Llamé a su celular, pero tampoco obtuve respuesta alguna.
—¡Adam, abre la puerta! —chille golpeando la molesta madera que nos dividía. — Adaam… ¡Abre! —Grité, me estaba asustando demasiado— ¡Abre la maldita puerta AHORA! —Volví a exigir, pero nada.
El conserje se acercó como un Ángel caído del mismisimo reino de los cielos.
—¿Qué sucede?.
—¡ABRE ESA MALDITA PUERTA! —grité. Mis manos se aferraron a mi cabeza, masajeando mis sienes y luego estirando mi cabello hacia atrás.
El conserje tomó envión y derrumbó la puerta con su hombro, entré ala apartamento y no había nada, el celular de él estaba en el sofa y un pedazo de hoja yacía sobre la mesa ratona, ignore todo y me escabullí por la casa, al abrir la puerta de su habitación, mi corazón se detuvo al igual que mi respiración.
Adam estaba desplomado en el suelo, con su cuerpo torcido, en forma de bicho bolita. Su pecho estaba decubierto, solo traía unos pantalones yoguin negros, y estaba descalzo.
Corrí hacia el con mis ojos cristalinos. Mis lagrimales estaban punzante ante el sollozo que vendría, palmee las mejillas de Adam pero no respondía.
—Adam, ¡Adam!, ¡DESPIERTA!, ¡Abre los ojos bebe! —Dije aun sollozando, — ¡LLAMA A UNA AMBULANCIA! —Grite Desgarradoramente, investigue su cuerpo, pero ningún rastro de sangre había.
¡Oh dios!, ´¿Qué diablos pasó?.
La ambulancia no tardó en llegar, subieron a Adam a una camilla y nos dirigimos al hospital. Un hospital que odiaba más que a mis continuas pesadillas.
Corrí junto a la camilla de Adam, hasta que las enfermera me apartaron y lo ingresaron a una sala.
No protesté. Caminé aquel pasillo unas ochocientas treinta y seis veces. Mientras comía mis uñas. Las horas pasaban y sin noticia de Adam: 9:32 PM. La lluvia cayó de golpe, por los vidrios se veían aquellos relámpagos y grandes truenos, mi corazón volvió a agitarse.
— ¿Algún familiar de Adam Lacroix?
Por fin, una luz en la vida apareció.
—Soy... soy novia. — Dije y corrí hacia él. Con pánico en mi mirada
Técnicamente.
— Bien, escúcheme… — El médico habrá notado mi nerviosismo, por lo que cernió sus dedos alrededor de mis brazos— Su novio esta en un coma farmacológico, al parecer ingirió bastantes fármacos y esto provocó la inconciencia y por suerte que no le agarró un infarto.
¿Coma farmacológico?....
—Pero… no, no puede ser. ¿Vivirá?,
— Por suerte lo encontró a tiempo, le hemos hecho un lavaje de estomago y por el momento está estable. Le recomiendo vaya a su casa, tome una ducha y vuelva mañana. La mantendremos informada.
— ¡NO!, Debo quedarme, soy lo único que tiene, por favor...
— Señorita, no le servirá de nada. No puede verlo. Por favor, hágame caso sino usted terminará internada también, fíjese como está. Sus pupilas dilatadas, por como su pecho se infla, tiene una arritmia, y esta pálida.
— De acuerdo, no me quedaré. Pero me avisan.
No me quedaría, no soportaría estar internada en un hospital. No en ese hospital, donde perdí a mis padres, y a mi hermanito Zack. No aquí…
Tome un taxi nuevamente al edificio.
Al abrir la puerta del apartamento de Adam, noté nuevamente la hoja sobre la mesa ratona, me quité el saco, los tacones y la tomé mientras me sentaba en el sofá.
“ Mi querida gatita, mi amada Ana:
Al leer aquel titulo no pude evitar las lagrimas que descendían con lentitud por mi mejilla, y un leve sollozo que generaba un nudo doloroso en mi garganta.
Cuando leas esta carta, seguramente estaré tendido en el suelo, seguramente mi alma dejó mi cuerpo,  y ahora sea solamente una cáscara (sexy).
Quizás… perdón, seguramente estés llorando como una viuda, y te pido perdón, lo ultimo que quiero es que sufras por mi culpa, y quizás mi decisión también fue por eso.
Hoy, cuando te fuiste a trabajar, me recosté en mi sofá, pensando…
Mi móvil sonó y era Roni, quien me llamó, Roni es el hermano de lisa. Se escuchaba asustado, y fue en entonces cuando me dijo que su hermana, ósea Lisa se había disparado en la cabeza, matándose, y por consiguiente, matando al bebé.
Fui hasta la casa, el hermano estaba asustado, muy asustado y me entrego una nota, que decía que era mejor que me muera así dejaba de hacerle daño a la gente, y si amaba a alguien que lo deje ir…
Maté a mi hijo. Por mi culpa, ella se suicidó.
Ana no puedo pedir que me perdones, pero no quiero herirte como herí a Lisa, Mi vida es una mierda, no tengo nada, solo a ti. Y no quiero romperte mi pequeña gatita de cristal.
Quiero que me leas atentamente…
Te buscaría en la otra vida, y en las diez mil próximas. Porque es contigo con quien quiero estar toda una eternidad. Te amo Ana. Y aunque no me esperes todas esas vidas, yo empedernido te buscaré igual
      Quiero que te cuides, y no hagas nada extraño.
                           Siempre tuyo, tu sexy hombre, Adam.

PD: en mi mesa de luz, hay una caja, que contiene un anillo. Pensaba dártelo esta semana, cuando te pediría oficialmente que seas mi novia, mi mujer. Lastima que no llegué, pero el anillo es tuyo, y en la parte interna dice:
 “Una eternidad contigo”.
No sabía que escribir, pero junto a la caja, hay una nota y esta dice:
“que nuestro infinito sea incierto, no significa que al morir nos separaremos, te buscaré en cada vida que pase, mi amada Ana”.
Y como era de esperarse rompí a llorar desgarradoramente, mis gritos con su nombre eran infinitos, arrugue aquella carta al estrellarla con mi pecho y hundirme en el sofá.
— ¡Adaaaaaaam!.

Día tres: “decisión, esperanza y verdad”

Desperté con mis ojos súper hinchados, y mi garganta irritada. Miré la pantalla de mi celular, y no había rastros del hospital.
Así como estaba corrí lejos del apartamento y me fui directamente al hospital.
Subiendo a la sala de internaciones, camine nuevamente, ida y vuelta aquel pasillo, esperando al jodido médico. No aguantaba tales nerviosismos, me acerqué a la administración y con mis dedos golpeteando el cristal llame la atención de la mujer a cargo.
— Necesito información sobre el paciente en coma farmacológico de la habitación 115, Adam Lecroix.
— Si, un momento. —Dijo y tomo el teléfono, marco un interno y  sonrió haciéndome entender que alguien vendría.
— Disculpe, ¿usted es la novia del señor, Lacroix?.
— Si. ¿Cómo está?.
— Él está estable, aun inconciente y en observación. Tranquila.
¿Tranquila?, ¿tranquila me dice? ¡¡ Como carajo quieres que me tranquilice con Adam en coma!!
— ¡Escúcheme...! —Dije lo bastante algo como para atraer la atención de todas las personas alrededor, miré el cartel con el nombre y proseguí — Señorita, Vaner, Mi novio, esta en coma, ¡me hizo una maldita carta de amor y despedida, ¿ y usted me prohíbe entrar a verlo cuando se puede morir? —Grite. La enfermera me tomó del brazo y me solté rápidamente.
—De acuerdo, tranquila… cinco minutos. No más. Estaré contando…
— Gracias.
Al entrar a aquella habitación desolada, mi pecho se comprimió al recordar momentos dolorosos del pasado. El único sonido era la maquina donde estaba conectado Adam.
Sus ojos estaban cerrados, y tenía una sonda en su nariz, la cual le daba oxigeno. Sus manos descansaban en la parte baja de su abdomen, y sus labios estaban entreabiertos.
Me quedé observando el desteñido tono de su piel. Tomé su mano y me senté junto a él.
— Hola Adam…—Murmure con mis ojos llorosos. — vine a verte, y generé un gran drama para poder estar recién contigo. — Sonreí de lado, y solloce— Necesito que te despiertes, necesito escucharte, necesito besarte. Te amo Adam. Te amo, y si dije que te amo, recién ahora lo comprendí. Lo comprendí cuando te vi tirado en el suelo, cuando mi corazón frenó y pensé que estallaría en millones de pequeñas partículas. Y respondiendo a tu carta, te esperaría la vida entrante y las diez mil que seguirán. Te esperaría toda una eternidad, y no miré el anillo, porque quiero que me lo des tú, para poder decirte que SI, ACEPTO SER TU NOVIA.
No puede hablar más. Recosté mi cabeza sobre su estómago y lloré, si él moría, entonces también lo haría yo.
Sentí un apretón a mi mano, y elevé mi rostro. Tape mi boca con mi mano, cuando vi a Adam mover su cabeza y relamer sus labios resecos.
—¡Enfermera! —Grité. Al instante como era de esperarse la enfermera que montaba guardia afuera apareció. Me aparté y salí afuera, mientras que ella llamaba al grupo medico.
Lloré. Pero esta vez de alegría, Adam estaba mejorando, y la vida no me lo arrebataría como hizo con mi familia. Ahora él era mi motivo de vida,
Ahora por fin se que amo a este hombre como la jodida mierda. Ya no tengo nada que pensar, solo esperar para amarlo cada vez más.







       


                                         
                                           
Anonymous
Invitado
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19.11.14 15:42
AldiGotelli escribió:
AldiGotelli escribió:CamFire { 2;3;4;5;6 } 2lauhap      

                                   2

Horrible.
Fue lo primero que dije al levantarme y verme al espejo, mis puntas florecidas, mi color de pelo estaba en un tono opaco , tome le sepillo acomodándolo un  poco pero no funciono.
Rebelde…
Tomé una coleta y me lo recogí. El timbre sonó y adormecida caminé hacia la puerta , abrí desganada y los brazos de Adam rodearon mi cintura metiendo me hacia adentro.
—¿Qué … que pasa Adam?
—Vine a despertarte …—Me grito en el oído y comenzó a zamarrearme.
—¡ADAM YA BASTA! —Grite y automáticamente se separo.
—Ya que estas despierta …¿ que hiciste anoche?.
Evité responderle , y caminé a la cocina , tomé la cafetera y me servi café , al voltear el tenia el ceño fruncido. Caminé hacia él y golpeé su frente con la taza.
—Relájate…
—Me preocupo por ti Ana.. —Tomo mis piernas y subió sus manos por mi trasero, mis piernas se tensaron, no podía hacer nada ya que sostenía la taza.
—Adam… ¿ que haces?....no me toques.
—¿Quién te toco ayer?, quien poso sus asquerosas manos en este trasero—Murmuró enojado , me nalgueo y chille , quito la taza de café dejándola en el suelo y me sentó sobre él, llevó sus manos a mis pechos , mientras sus labios besaban mi cuello.
—Nadie Adam, Nadie, joder ¡no soy una puta! —Me alejé pero volvió a atraerme y me acostó en el sofá, unió mis manos y el poso arriba de mi cabeza.
—Ya lo sé, pero tienes a ese jodido puto atrás tuyo, y me hierve la sangre… —Llevó sus labios a mi cuello y subió a mi mejilla, sé posó sobre mis labios y comenzó a besarme mientras su cuerpo reposaba sobre el mi, soltó mis manos y posos las suyas en el comienzo de mi remera, mordió la tela y comenzó a tirar de ella, haciendo un tajo y rompiendo la. Mis senos se dejaron ver, puesto que no tenia sostén debajo, llevo sus labios a mis senos, chupando cada uno de ellos,  mis pezones se endurecieron, con sus dientes sostuvo uno y comenzó a tirarlo, grité y lo soltó. —Shh…—Murmuró, se quitó su remera y mis labios se abrieron.
Joder que caliente…

Mi pequeño short fue deslizado de mi cuerpo, me atormenta tocando el borde de mis bragas, luego la aparte y comienza a tocarme, Adam sonrió y se inclino hacia mi, volvió a chupar mis senos arrancando duro, pero luego lento, mientras su mano masajeaba mi intimidad, frotando mi clítoris con sus dedo mayor y luego toda su palma acariciando la humedad que tenia encima. Tire la cabeza hacia atrás, dando un gemido, Adam se separó y alzó mi cabeza, su lengua indago en mi intimidad  caliente y humedad, mientras sus manos sostenían mi trasero, él chupo, lamió y mordisqueó todo lo que pudo, soltando mas gemidos que provenían desde mi garganta, mis suplicas de que me suelte quedaron disueltas, ahora quería que me folle.

—Adam… —Susurré.
—Qué…¬
—Fóllame.
—Es lo que haré —Murmuró llevó su dedo mayor dentro de mi, mi cuerpo se tensó, mi respiración se entrecortó al sentir aquel dedo arrastrase en mi canal. Adam pose su pulgar en mi clítoris, su mirada se fijo en mi, gemí y moví mis piernas, curvo sus labios en una sonrisa y siguió moviéndose. Estaba tan hambriento y yo tan sedienta.
Adam se posó sobre mi, lamiendo mi cuello mientras sentía su miembro rozar con mi intimidad, el movía sus caderas haciendo insoportable el momento, mi clítoris palpitaba de deseo. Pocos minutos después, sentí aquel empujón, aquella sensación que me hizo gritar, recuerdos de aquella vez rondan en mi mente, Adam se movía lento para que mi cuerpo reconozca el de él.
—Ohh... —Gemí,  pinchazos en mi cuello sentía, Adam me mordía, y rozaba mi piel con sus dientes, bajándolos a mis pechos que lentamente comenzó a lamer. Las embestidas fueron cada vez mas rápidos, acelerando mi corazón, Adam gruño contra mi, se levanto saliendo bruscamente de mi y se sentó a un costado, me hizo seña para que vaya y me senté junto a el, guiando su miembro con mi mano, nuevamente a mi entrada, cerré mis ojos al sentirlo meterse lentamente en mi, él me rodeó con sus brazos mi delgada cintura y enterró su rostro en mis pechos, masajeando y lamiendo, mientras mis piernas flexionadas en ambos costados de las suyas hacían el trabajo, subiendo y descendiendo mi cuerpo, generando placer.
Pasión.
Fuego.
Excitación.
Era lo que  sentía en estos momentos.
                    ****

Una semana paso exactamente desde aquel encuentro sexual con Adam, luego de ese día, no volvimos a dirigirnos la palabra, el ambiente se tensó y mucho más cuando su estúpida novia se fue a vivir a su departamento, la sangre me hervía al sentir los gemidos desde mi cuarto, ya que el cuarto de Adam estaba detrás del mío.
Estaba podidamente enojada, ¿Cómo es capas de follarme cuando a él se le antoje y pretenda que no recuerde nada al día siguiente?. ¿Cómo es posible que piense que no me afecta su presencia?.
Tomé asiento sobre el sofá y comencé a escribir en pedazo de hoja oficio.
“Lunes 31/03/2013        
Querido pedazo de papel: Necesito expresar lo que siento, y lo haré en tu blancura y corto pedazo de hoja.
Me siento… celosa, enojada, intolerante, histérica, antisocial…Entre otras cosas, siento que si veo a Adam y se digne a dirigirme la palabra estampo su cara en el piso, por pendejo, por idiota, por……… por ser tan malditamente caliente.
¡JODER!, ¿POR QUÉ ÉL?, ¿POR QUÉ SU PUTA NOVIA Y NO YO?…¡¡AHHHHHHHHHHHHH!!

SIN MAS QUE DECIR…PORQUE NO ME ALCANZA LA JODIDA HOJA.

FIN DEL ASUNTO.”
Doblé el papel y lo guardé dentro del cajón que poseía la mesa ratona. Deje mi cabeza sobre el respaldar del sofá y di un largo suspiro.
Mientras descansaba sobre el sofá mi móvil sonó “Wake me up—Avicii “mire la pantalla y rodee los ojos al ver que era thalia.
—Hola... —Murmuré desganada
—Hoy. 7pm. Fiesta en Enjoy. Te espero.
—Pe..., —Solo eso me dejo murmurar ya que corto la llamada.
Fiesta en Enjoy... Mmm ¿Por qué no?
Miré el reloj eran las 17:37 PM, tenia tiempo, mucho tiempo. Me levanté del sofá en un salto y corrí a mi habitación, abrí el guarda ropas y tome un short de Jean corto, un top negro con cierre en el medio y unos tacones negros con brillos. Me planché el pelo dejándolo liso y suave, me maquille y me vestí.
En las 18:35pm y yo ya estaba lista. Cerré la puerta del departamento con llave y esboce una sonrisa, tenia adrenalina en mi, mi vida social era totalmente cerrada, no salía de un pequeño grupo contado con los dedos. Parecía aquella adolescente en sus primeras salidas que buscaba conocer a más personas. Así me siento, y me gusta.
— ¿Dónde vas? —Una ronca voz se oyó detrás de mí y volteé.
—A una fiesta…
—¿Dónde?
Sonreí y al ver que una persona aparecía tras las puertas del ascensor corrí hacia allí y pulse el botón Adam corrió pero tarde llegó.
El viento hizo que mi pelo se descontrolara, por el ventanal logre ver a Adam bajar las escaleras con prisa, me quité los tacones y comencé a correr, el viento de pronto fue acompañado por la lluvia y el cielo se oscureció, las personas me miraban, Adam grito mi nombre en varias oportunidades, pero yo, una niña encerrada en el cuerpo de una mujer solo me reía  y dejé que me siguiera, Enjoy solo estaba a unas cuatro calles de mi hogar. Los truenos resonaron y como baldazos de agua, el cielo hizo caer aquella lluvia, mi pelo alisado estaba mojado y ondulado, las puertas del lugar estaban abiertas. Agitada con mi respiración entre cortada, dije mi nombre y el de Adam que se acercaba y pasé sabiendo que el también pasaría, me coloqué mis tacones y entre al lugar, una masa de personas apretadas se veía pasé por medio de ellos, recibiendo manos en mi cuerpo, nalgueadas y susurros indecentes.
—¡Ana! —Gritó Thalia desde el lugar donde estaba y se escuchó un gran estallido cuando Avicii se escucho en el lugar, con mis brazos estirados hacia arriba moví mis caderas y me acerque a mi amiga abrazándola fuerte. —Pensé que no vendrías.
—Aquí me ves, aquí estoy —Murmuré alto en su oído para que oyera.
—Ya vuelvo, el barman pide mi ayuda, esta solo y estalló de personas. —Gritó y mordió su labio, reí ante eso, sabia que mi amiga era hermosa y cuando le gustaba alguien era la Virgen María.
Aíre caliente es el que sentí, un corazón agitado detrás de mi y sus manos agarrando mi estomago, moví mis caderas y tome sus manos girándome y besando al hombre con pasión.
Adam era así impredecible, totalmente fogoso, totalmente perfecto. Solté sus labios y lo miré sonriendo el frunció el ceño y me tomo la muñeca llevándome a otro sector, me solté mientras mordía mi labio y me subí arriba de la mesa, la multitud se acercó rodeando la mesa y con mis brazos estirados y mis ojos cerrados comencé a bailar mientras aquella masa comenzó a saltar y gritar.
Entre ladeos de cabeza Adam me miraba enojado, alcé una ceja y lo invité a subirse, el accedió me agarró del trasero y devoró mi boca, reclamándome y demostrando al lugar que yo era de su propiedad, con cierta posesión su lengua invadió mi boca, masajeando mi lengua en el beso, mis brazos se enrollaron en su cuello y el me alzó haciendo que mis piernas queden enrolladas en su cintura, se aparto de mis labios  y salto conmigo encima de la mesa.
—Te llevare a algún sitio, tu eres mía y te lo voy a demostrar Ana. —Susurro en mi oído—
No accedí me bajé y me aparté de el mezclándome entre las personas, delante mío un hombre joven alto y bien vestido me sonrió y lo saqué a bailar, el abrazó mi cintura y dio un pequeño beso en mi cuello. Podía sentir a Adam mirándome, estallando de rabia, pero el tiene su novia, yo tengo a mis amigos. Moví mis hombros y mi cintura con total libertar y cierta sensualidad, tomé el rostro del chico y besé sus labios, pasando mi mano por su nuca, el bajó sus mano a mi trasero y de un tirón me aparte, Adam sostenía mi brazo y se acercó al chico, lo aparte y lo tironeé para que saliera del lugar.
—Adam, ya basta, vamos…ADAM —Grité, el me miró y me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos, Thalia desde la barra me miro alzando una ceja yo solamente logré encogerme de hombros.
Al salir del lugar con la lluvia que no dejaba de caer golpeé el hombro de Adam con fuerza alejándolo de mí.
—¿Por qué haces esto? ¡NO SOY TUYA ADAM!
—¡Tu porque lo haces!, Sabías que te seguiría ¡me preocupo por ti!, soy tu amigo.
—Los amigos no te besan de esa forma.
—Lo hice para que nadie te molestara.
—Nadie lo hizo, solo tú.
—¿Yo? , okay Ana, el día que termines violada no vengas llorando a mis brazos.
—¡Histérico! —Grité con cierta frustración—
—Infantil.
—¿Tu o yo?, Parece que te estas describiendo a ti mismo Adam. —Él guardo silencio , su ceño seguía fruncido, y su mandíbula tensa, marcándose aquellas líneas en su mejilla. — ¿Por qué no estas con tu noviecita? ¿Ah? ¿Qué haces qui?
—No estoy con ella porque quiero… —Susurró , me acerqué y lo miré a los ojos .
—¿Por qué entonces?
El guardó silencio nuevamente, bajo la mirada y apoyé mis dedos debajo de su mentón subiéndolo nuevamente.
—Ella… esta embarazada —Murmuró serio, mis ojos se abrieron sorprendidos, y por alguna razón, mi pecho se comprimió, al notar mi reacción tomo mis brazos y me abrazo fuerte. —No me dejes por favor.
Aquellas palabras, aquel beso, aquel abrazo… todo era tan confuso , necesito apartarme, pensar. Me solté de su agarré y miré hacia abajo quitando mis tacones y dejándolos frente a él y como una cenicienta herida, corrí lejos bajo aquella tormenta, mis pies mojados salpicaban agua en aquellos charcos que pisaba.
—¡Ana , no por favor vuelve! —Gritó y sentí que corría tras de mi, crucé la avenida sin mirar bocinas, truenos y rayos al mimo tiempo cegaron mi vista y aturdieron mis oídos. Solo sentí un fuerte golpee contra el pavimento y un beso en mis labios —Abrí los ojos Ana… —Su voz tan suave y nerviosa, me hizo sentir mas tranquila , abrí mis ojos y lo ví sobre mi, las gotas constantes de agua recorrían su rostro, Tomé su cabeza con mis manos y lo acerqué besándolo con pasión, y … ¿Amor?. ¿Me enamoré de Adam?¿Él se enamoró de mi? ¿Es un juego del destino , o es una realidad?. Mientras sus manos acariciaban el costado de mi cabeza, y los autos pasaban bañándonos en agua nuevamente, nosotros seguimos besándonos. —Casi te pierdo, y casi me muero. —Murmuró sobre mis labios.
—Gracias…—Susurré.
—Gracias a ti…
—¿Por qué?
—Por existir, no te vayas , no te apartes… te amo Ana.. No puedo estar lejos de ti. Por favor —Murmuro rápidamente apoyando su cabeza en mi cuello, suspiré y cerré mis ojos.
—¿Están bien? —Una voz se oyó y Adam se levanto, y me tomó en brazos. Una mujer estaba frente a nosotros, cubierta por un paraguas que no era de mucha ayuda por tal tormenta.
—Si —Respondimos al mismo tiempo.
—Ella casi sufre un accidente, estamos bien señora, gracias por la preocupación.
Adam me cargó cuatro calles hasta llegar a mi departamento, cuando entramos pensé que me dejaría en el sofá pero siguió su transcurso hacia el baño, me sentó en el retrete y abrió la ducha, se quitó su remera mojada, aquella que le marcaban sus abdominales al estar pegada a su piel, desabrochó su pantalón y se quito las zapatillas, mi mirada siguió sus movimientos y el rió levemente, me quito mi ropa en una fracción de segundos  y me dio un beso en la frente.
—Vamos a bañarnos —Murmuro y me metió en la ducha, chillé la sentir el agua caliente, mojar mi piel helada, aquellos cambios de temperatura eran horribles, el me abrazo con fuerza. De apoco me fui acostumbrando al agua y ambos nos sentamos en el suelo, abrazados y Semidesnudos bajo el agua caliente. El silencio nos invadió y desde aquella frase mi voz se apagó.
—Serás papá. —Susurré incrédula de mis palabras, Alcé mi vista y noté que me miraba fijamente, su mirada estaba triste, transmitía dolor, angustia, dudas y miedos. El me Abrazó mas fuerte y guardó silencio.
—Siempre pensé que la madre de mi primer hijo, iba a ser otra persona.
—¿Quién?.
—Esa mujer que se adueño de mi corazón, aquella alma buena y que de amor, la mujer de mi vida, y claramente, Lisa no lo es.
—¿Quién es entonces?.
—¿No escuchaste lo que te dije hace un momento?
—No—Mentí esperando que lo repita.
—Te Amo Ana...
Sin poder evitarlo sonreí perpleja posando mi rostro en su pecho desnudo, nuevamente guardando silencio porque aun no sabía que responder, no sabia mis sentimientos, ni encontraba palabras para describirme en este momento.








     





                                                 3

“Serás papá”.
Esa frase aun resuena en mi cabeza, Adam será papa. Y ese bebe no tiene la culpa de  nada. Todo lo sucedido en estas últimas horas es tan sorpresivo. Ahora estaba segura de varias cosas: Adam me amaba, iba a ser papá, no ama a Lisa, y yo estoy confundida.
 Aun bajo sus brazos, mi cuerpo temblaba, ya hacia frío. Mis ojos estaban cristalinos, a punto de romper a llorar mí ser estaba. No puedo estar en esta situación. Quiero contestarle, quiero decirle que también sentía eso por él. Pero no puedo, no sé que hacer.
 Siempre fui una mujer con libertad, sin ataduras, cuando tenia ganas de algo, visitaba a mis amigos hombros, si quería salir a una fiesta en el medio de la ciudad, lo hacia y nadie debía saber, porque a nadie le preocupaba  si yo aun seguía respirando; pero todo cambió, Adam es quien se preocupa por mi en todo momento, es quien necesita saber si respiro.
— ¿Tienes frío? Salimos...
Asentí con mi cabeza, en silencio.
Adam me apartó  y se levantó, se inclinó y tomo mi cuerpo en sus brazos, alzándome. Sus ojos se clavaron en los míos, como una niña me acurruque en el apoyando mi mejilla en su hombro, esquivando la mirada.
—Perdón Gatita… Creo que debí guardarme esto para mí.
¿Gatita?
—No, no es por eso. Es que es nuevo para mi todo esto…
—Lo sé, mejor salgamos, no quiero que te enfermes.
Asentí nuevamente, parecía una muda, no tenia nada para decir. Solo en este momento deseo, vivir en un sueño y no despertar, para darle mi amor de verdad. Todo mi amor regalarle, pero ya me canse de imaginar, esto es la realidad, y ahora estoy confundida.
Adam me dejó sobre la cama, me tapé con las mantas y quite rápidamente mi ropa interior, para no mojar las mantas. Las tire a un lado y Adam con una mirada lujuriosa se las quedó mirando, Mordí mi labio y lo llamé con mi dedo índice.
—Gatita… no me hagas esto. —Susurró.
—Ven…
Adam se acercó y se sentó sobre el colchón al lado de mi cuerpo, me enderece y entrelace mis dedos en su cabello, descendiendo tome su cuello y lo atraje a mí, besándolo con pasión, en un beso hambriento. Mi boca deseaba la suya, mi lengua  se entrelazaba  con la suya. Apoyo sus manos en mi cadera y se subió con delicadeza encima mío, apartó las mantas y se sentó observando mi cuerpo.
Enarqué una ceja, Adam jamás fue así,  el es todo salvaje, un tigre en la cama, un león en el arte del sexo. Apoyo su mano en mis tobillos y acaricio mis piernas con delicadeza, mordió su labio al llegar a mis muslos. Se sentó sobre mi, con las piernas a ambos lados de las míos, y se inclinó, apoyando su lengua en mi estómago, el tacto húmedo en mi piel me hizo jadear, el sonrió y volvió a enderezarse.
—No tendremos sexo, ni haremos el amor, hoy.
—Pero... ¿Por qué? —Dije en un tono molesta.
—Porque quiero disfrutarte, el sexo no es todo. —Dijo y se paro en la cama, lo observé completamente y detalladamente, sonriendo se quitó su boxer mojado en un sensual movimiento de caderas descendiendo, reí a carcajadas al verlo. Se quitó el boxer y lo arrojo junto a mi ropa, se acostó junto a mi tapando su cuerpo con las mantas y con un firme agarre me atrajo hacia el, plantando un beso en mis labios, Subí mi pierna a su caderas y el acaricio mis glúteos con sus manos suaves. —Quiero sentirte… pero no probarte. —Susurró sobre mis labios. Abrí mis ojos al oírlo, no entendí que hizo decir hasta que un gemido se despertó al sentir su miembro dentro de mí. — Ahora a dormir… así, unidos, piel con piel. —Dijo sonriendo y dejando un largo pico ruidoso en mis labios, apoyó su mano en mi cabeza y la bajó hacia su pecho. Me abracé a él, con mis ojos bien abiertos, con mi dedo índice fui dibujando sobre su piel.
La noche llegó al cabo de unos minutos, estaba totalmente cansada, agotada, y el sueño ganó. Cerré mis ojos y aferrada al hombre que me confundía, me dormí. Y lo hice, aun pensando en mis sentimientos, inquieta de ellos. Tenía que saber que haría, tenia que saber que sentía, y esta claro, que por mediante el sexo no lo lograría; sino, por pasar tiempo con él.

Tres días, para saber si amo o no a Adam, tres días, para quitar mis dudas, y conocer esa parte de él que una no muestra…

               


DIA 1 “Hogar a leña, chocolates y besos”.

Cuando desperté, sentía la lluvia caer. Golpeaba el vidrio de la habitación constantemente. Adam estaba protegiéndome con sus brazos, yo parecía una pequeña pulga alrededor de ellos.
Al respirar sentía aquel aroma de Adam, un extasiado aroma que su piel me regalaba. Me removí en sus brazos y el gruño. Ese gruñido tan malditamente caliente.
—Cinco minutos mas…— dijo con su voz ronca, voz de dormido.
Sonreí ante ello. Abracé su cintura rozando mi palma a su cintura desnuda, a su piel suave.  Mis labios se posaron en su pecho tonificado, dejando besos sobre él. Adam me apegó a el, y ahora si estaba totalmente inmóvil.
— “ ‘Cause all of me, Loves all of you , Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections, Give your all to me , I’ll give my all to you
You’re my end and my beginning , Even when I lose I’m winning
‘Cause I give you all, all of me , And you give me all, all of you “  
Cantó en mi oído, su voz mezclada con aquella lluvia , hacía que todo sea más que perfecto. Era la mejor forma de despertar. Desearía poder frenar el tiempo en este segundo.
Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro. No sabía que él cantaba. No sabía que él cantaba tan bien. Su voz era dulce, y ronca a la vez. Una melodía en susurro en un día de lluvia…
Intenté descifrar la canción y una lamparita se encendió en mi mente, Adam me cantaba “All of me — John Legend —

—Porque todo de mí, ama todo de ti. Ama tus curvas y todos tus bordes. Todas tus imperfecciones perfectas. Dame tu todo a mi, te daré mi todo. Eres mi principio y mi final. Incluso cuando pierdo, estoy ganando. Porque yo te doy todo de mi —Susurró en mi oído, traduciendo ese párrafo de la canción. Mis ojos se cristalizaron ante aquellas palabras, y mucho más al ser susurradas. Me sentía como una embarazada hormonal. Nadie, jamás me dijo unas palabras tan hermosas, aunque fuera extraídas de algún libro a canción.
Sus pulgares rozaron mis mejillas y sobre ellos unas gotas pesadas de agua cayeron. Adam me miró y frunció el ceño confundido.
—¿Qué pasa, nena? —Susurró.
—Nada, es que eres tan malditamente perfecto que me pusiste hormonal. —Dije escondiendo el rostro en el hueco de su cuello, el soltó una leve risa y besó mi frente.
—Mi gatita sensible…

                                      ****
Nos pasamos toda la mañana en la cama, Adam me cantaba y yo simplemente escuchaba, debíamos hablar sobre todo lo ocurrido, pero no quería arruinar este momento, único y mágico.
Cuando me desperté y caminé al living, prendí la televisión. El noticiero anunció una fuerte tormenta eléctrica, y al mirar por la ventana, eso estaba pasando. El frío se sentía y la lluvia no paraba.
Particularmente era una chica del verano, me gustaba lo cálido, lo libre, e ir con un vestido holgado en esa temporada era lo mas cómodo. Quizás mi preferencia por el calor cambió por tanto tiempo vivir en un lugar donde la nieve era todo lo que veías. Cuando me mudé y vi las flores con sus hermosos colores, no lo dude. Amaba el verano.
—¿En que piensas?... —dijo Adam al rodearme con su brazo por detrás y  apoyando su mentón en mi hombro.
Eso hizo que sonría.
—En que hace frío…
—Uhmm, soy muy bueno dando calor…—Susurró.
Ese jodido susurro hizo que mordiera la sensible carne que mi labio inferior poseía, Adam tenía ese poder en mí, con un simple susurro, me tenía de sumisa para toda una eternidad.
Había notado durante estas semanas que Adam cambió mucho. Antes se comportaba como un maldito gilipollas, donde me tomaba y casi me follaba a la fuerza, ahora simplemente parece un cachorro que busca refugió y lo vino a pedir aquí, conmigo.
—¿Prendes el hogar?, en serio muero de frío.
El besó mi nuca, y asintió alejándose de mí.
—Por supuesto gatita …
— mientras, iré por dos chocolates calientes.
Me aleje de Adam dirigiéndome rumbo a la cocina. Hubiera preferido dos cafés, pero sabía lo que a Adam le gustaba, aun conservaba el alma del niño que una vez fue. A veces me pregunto donde esta la niña que alguna vez fui.
Suspiré ante la idea de pensar en mi pasado, por lo cual preparé el chocolate caliente para ambos, hacia demasiado frío y tan solo quería acurrucarme con él y poder hablar de su futuro bebe. Aun me parece extraño todo esto, apenas nos conocimos tuvimos la mejor tarde de sexo que jamás pudo existir, obteniendo millones de visitas a nuestro video. Luego  somos vecinos y mejores amigos, y ahora… ahora resulta que nos amamos… que él me ama.
Ahora me siento como una empedernida, a veces no sabemos, no tenemos conciencia de los errores que cometemos, o los actos que hacemos. Hasta las palabras que usamos pueden ser el peor error de nuestras vidas. Tuve muchos en mi vida, quiero elegir bien esta vez. Por un lado tengo a una pequeña voz en mi cabeza que nos dice que esta mal, y otra voz chillante que nos obliga a seguir adelante.  Y aun así sigues a la voz chillante y ya lo hiciste, ya lo dijiste, ya te perdiste…

— ¡Quiero mi chocolate, y tu jodido y malditamente caliente trasero a mi lado, AHORA! —Dijo Adam desde la sala, no pude evitar reírme y negar con la cabeza. A veces pienso porque Adam no esta en un loquero o algo parecido.
— ¡Ya voy!.
— ¡Así me gustan , obedientes!
— ¡¡Cierra la boca idiota!!.
— ¡Oh!, eres tan ardiente cuando me dices idiota…
Al tomar las dos tazas sentir los brazos de Adam abrazar mi estomago, y su respiración sobre mi oído. Cerré mis ojos al notar el movimiento circular de caderas que el hacía. Sentía aquella dureza pegada en mi trasero. Sus manos se aferraron a mi cadera, cerniendo sus dedos en las carnes de mis costados.  Su respiración se agitaba pero no decía nada.  Dejé las tazas nuevamente sobre la mesada, ya que sabía adonde terminaríamos.
— Adam…
— Shh…
Me volteé dejado mi rostro a centímetros de él, nuestras miradas se conectaron, aquellos ojos verdes me desnudaron hasta el alma, me devoraron el cuerpo completamente. Mis labios se entreabrieron y repentinamente él se abalanzó a mi, y me besó. Nuestros labios se unieron en un beso audaz y lento. Su mano subió hacia mi nuca, acercándome mas a él mientras mi cabeza se inclinaba un poco.  Cuando su lengua lamió mi labio inferior, un gemido leve despertó desde mi garganta, y abrí mis labios, para que él entrara y su lengua hurgara en donde quisiera. Mis manos hicieron un recorrido por su omóplato, hasta su cuello donde mis dedos comenzaron a jugar con su castaño cabello. Cuando nuestras lengua se entrelazaron, el gruñó y sus manos bajaron a mis muslos, los cuales tomó y me levantó haciendo que mi cuerpo quede sentado sobre la mesada, abrió mis piernas, y acaricio la superficie de ellas. Luego en suaves caricias, alzaron mi remera dejando la desnudes de mi pecho a su extasiada vista. El se apartó de mis labios, y bajo aquellos carnosos labios para que bailaran sobre mi clavícula mientras sus manos se metían en mi entre pierna, haciendo que jadee, haciendo que  mi humedad crezca. El gruñó nuevamente al encontrar mis erectos pezones, los estiró con sus dientes, y apartó mis bragas. En un movimiento de tobillos dejé caer aquella al suelo, abrió nuevamente mis piernas y las entrelazó en su cintura mientras sus labios no dejaban ir mis pezones, su mano izquierda subió y masajeo mi seno izquierdo, mientras su erección se apoyaba en mi sexo, y hacia que lo desee cada vez más.
Gemí cuando sus dedos, índice y medio abrieron aquellos labios vaginales tan húmedos, el gruño nuevamente y se desabrochó su cinturón, bajando por completo su pantalón, y su boxer, llevó su miembro a mi entrada, y lentamente empujó con su cadera, haciendo que su miembro se ajustara nuevamente, que mi cuerpo lo reconociera, y que mis gemidos sean la única melodía que se escuchara en el ambiente. Corrí las tazas de mi lado, porque sabía que las tiraríamos, el apoyó sus manos en mis caderas y me alzó llevándome a la sala, donde me recostó sobre una manta frente al hogar a leña, mis piernas bajaron acariciando sus piernas peludas, y mis ojos se cerraron disfrutando de lo que el me entregaba. Puro placer, y amor.
Pasaron tres horas de que nuestros cuerpos se unían en un ambiente de salvajismo y lujuria. Adam rodó sobre mi y me apegó a él, al cerrar mis ojos, me dormí bajo la calidez de sus brazos, y de nuestro hogar a leña.
Día Dos :” Reflexiones de vida”

Al despertar, me di cuenta que Adam no estaba. Nadie me sostenía, Me removí en aquella frazada y fruncí el ceño al recibir la luz del sol que traspasaba la ventana.
Cuando levanté mi cabeza mirando alrededor, vi una taza sobre la mesa. Adam se había ido, era obvio.
Me levanté y caminé al baño, desnuda como estaba. Abrí el grifo de agua y me metí debajo de la lluvia tan tibia que rozaba mi piel. Mis manos acariciaban mis rojizos cabellos sucesivamente. Aplique mi shampoo de jazmines, mi preferido y luego me enjaboné. No era la típica mujer que tardaba diez décadas en bañarse. A penas me limpie, cerré el grifo y me envolví en una toalla.
Me puse unos Jean azules claros, unos tacones negros, y una camisa negra, un poco abierta delante, y con un círculo en mi espalda. Arremangada a mis brazos. Tomé mi bolso y un café que me había preparado y salí de la casa, cuando iba a cerrar oí murmullos provenientes de la casa de Adam. Mordisquee nerviosamente mis labios pensando en escuchar o no.
¡y Buee!
Me acerqué apoyando mi oreja sobre la puerta de Adam y esos murmullos comenzaron a ser gritos.
—¡Quiero que te hagas cargo de tu hijo!, ¡jodido malnacido!
Lisa.
— ¡Me estoy haciendo cargo, Lisa!, pero no me pidas que vuelva contigo ¡¡No lo haré!!. —Gritó Adam.
—¡Pues entonces no verás jamás a tu hijo!.
— ¡No me amenaces jodida loca!.
— ¡Vete al infierno Adam!
Me alejé de la puerta y en puntas de pie ingrese a mi apartamento nuevamente, la puerta de Adam se abrió y continuaron los gritos. Joder.
— ¡Espero que a tu puta le hagas mellizos! —Dijo con ironía. Me mantuve pegada como un imán a la puerta escuchándolos.
— Tranquila a MI mujer le haré quintillizos. ¡SAL DE MI VISTA!, Y que te quede claro, a ese hijo que llevas dentro lo veré igual, te guste o no.
— ¡IMBECIL, OJALA MUERAS! ¡HIJO DE PERRA!
Escuche una abofeteada y salí de inmediato de mi apartamento, los ojos de ambos se encontraron conmigo. Lisa tenía inyectado veneno en si mirada grisácea. Adam me tomó del brazo y me atrajo hacia el, Lisa simplemente desapareció por el ascensor.

— ¿Estás bien?... —Pregunté acariciando su mejilla.
— No… debo, debo pensar.
— De acuerdo, iré a trabajar. —di media vuelta y me acerque a la puerta de mi casa, pero la mano de Adam capturó mi pequeña muñeca y me atrajo hacia él, posó su mano en mi nuca y dejó un cálido beso sobre mis labios.
— Te amo…
— ¿nos vemos esta tarde a las siete en el parque?.
— De acuerdo, ¿debajo del árbol viejo, frente al lago?
— Si, exactamente allí.
— De acuerdo.
Me volví nuevamente y esta vez no me detuvo. Al cerrar la puerta de mi apartamento, miré hacia atrás y Adam ya no estaba, en un largo suspiro camine al ascensor y simplemente desee que se hicieran las siete de la tarde.
Tomé un taxi hacia los estudios de la productora SEXCAM .
Al llegar, noté la cantidad de actores nuevos que había.  Genial, nuevas entrevistas, planillas… ¡simplemente genial! Rodee mis ojos y miré al frente donde me tope con gerente general Alfred Fisher.
—¡Al fin, de nuevo aquí!.
Lo salude con una sonrisa media y un gesto con mi mano.
—Así es…
— ¡Oh!, me alegra que vinieras. En serio es un caos sin ti.
Reí ante ese comentario y me permití negar con la cabeza lentamente.
—Escúchame ….—Dijo posando su mano sobre mi hombro y agachando la cabeza mientras apoyaba su lengua en el labio superior. —Aun sigue en pie la propuesta, pagan muy bien, y …
—¡No! —Espeté cortando su discurso—Eso fue solo esa noche, y hace mucho tiempo, no soy actriz, soy productora Alfred.
—Bien, bien. Comprendo. ¡A trabajar, entonces! —Dijo y me nalgueo , si no fuera Alfred, ya se hubiera comido un fuerte cachetazo.
Pasaron seis horas de mi jornada, no me quedaría otras dos horas. Me fui del trabajo y tome nuevamente un taxi hacia el parque central, donde me reencontraría con Adam en menos de veinte minutos.
Al llegar no había nadie sentado frente al lago. Mire mi reloj y suspiré: 18:58hs pm, y Adam no llegó.
Me senté en el banco a mirar el paisaje que había. Los minutos pasaban y me empecé a preocupar, sentía algo extraño invadir mi pecho. Tomé mi móvil y marqué el numero de el. Daba tono, pero no contestaba.
¡JODIDA CONTESTADORA!. No dejaré ningún mensaje.
Mis dedos golpearon la pantalla de mi celular y mágicamente la pantalla se iluminó resonando en el ambiente Sing —Ed Sheeran—. En su pantalla la foto de Adam apareció y conteste.
No se oía nada, solo su respiración.
—Adam, ¿qué sucede?, ¿Por qué no estás aquí? — pregunté y me paré del asiento comenzando a caminar rumbo al edificio que a pocas calles estaba — Adam me asustas…. Contesta. —Ya comencé a ponerme histérica y a acelerar el paso. — ¡Adam, di algo, joder!
— Te amo ….—Murmuró y la comunicación se cortó.
¡Mierda, jodida mierda, Adam!
Comencé a correr, mis piernas se movían tan velozmente que parecía que flotaba en el aire.  Crucé la avenida sin mirar si pasaban autos. No me importaron los insultos y bocinazos que recibí por ello. Solo me importaba Adam. Mis pulmones comenzaron a doler, parecían pegados, y por ese motivo mi respiración se agitó.
Por fin llegue al edificio, el ascensor estaba andando, sin pensarlo subí los siete pisos por las escaleras. Al llegar jadeante golpee la puerta de Adam.
No respondía.
Llamé a su celular, pero tampoco obtuve respuesta alguna.
—¡Adam, abre la puerta! —chille golpeando la molesta madera que nos dividía. — Adaam… ¡Abre! —Grité, me estaba asustando demasiado— ¡Abre la maldita puerta AHORA! —Volví a exigir, pero nada.
El conserje se acercó como un Ángel caído del mismisimo reino de los cielos.
—¿Qué sucede?.
—¡ABRE ESA MALDITA PUERTA! —grité. Mis manos se aferraron a mi cabeza, masajeando mis sienes y luego estirando mi cabello hacia atrás.
El conserje tomó envión y derrumbó la puerta con su hombro, entré ala apartamento y no había nada, el celular de él estaba en el sofa y un pedazo de hoja yacía sobre la mesa ratona, ignore todo y me escabullí por la casa, al abrir la puerta de su habitación, mi corazón se detuvo al igual que mi respiración.
Adam estaba desplomado en el suelo, con su cuerpo torcido, en forma de bicho bolita. Su pecho estaba decubierto, solo traía unos pantalones yoguin negros, y estaba descalzo.
Corrí hacia el con mis ojos cristalinos. Mis lagrimales estaban punzante ante el sollozo que vendría, palmee las mejillas de Adam pero no respondía.
—Adam, ¡Adam!, ¡DESPIERTA!, ¡Abre los ojos bebe! —Dije aun sollozando, — ¡LLAMA A UNA AMBULANCIA! —Grite Desgarradoramente, investigue su cuerpo, pero ningún rastro de sangre había.
¡Oh dios!, ´¿Qué diablos pasó?.
La ambulancia no tardó en llegar, subieron a Adam a una camilla y nos dirigimos al hospital. Un hospital que odiaba más que a mis continuas pesadillas.
Corrí junto a la camilla de Adam, hasta que las enfermera me apartaron y lo ingresaron a una sala.
No protesté. Caminé aquel pasillo unas ochocientas treinta y seis veces. Mientras comía mis uñas. Las horas pasaban y sin noticia de Adam: 9:32 PM. La lluvia cayó de golpe, por los vidrios se veían aquellos relámpagos y grandes truenos, mi corazón volvió a agitarse.
— ¿Algún familiar de Adam Lacroix?
Por fin, una luz en la vida apareció.
—Soy... soy novia. — Dije y corrí hacia él. Con pánico en mi mirada
Técnicamente.
— Bien, escúcheme… — El médico habrá notado mi nerviosismo, por lo que cernió sus dedos alrededor de mis brazos— Su novio esta en un coma farmacológico, al parecer ingirió bastantes fármacos y esto provocó la inconciencia y por suerte que no le agarró un infarto.
¿Coma farmacológico?....
—Pero… no, no puede ser. ¿Vivirá?,
— Por suerte lo encontró a tiempo, le hemos hecho un lavaje de estomago y por el momento está estable. Le recomiendo vaya a su casa, tome una ducha y vuelva mañana. La mantendremos informada.
— ¡NO!, Debo quedarme, soy lo único que tiene, por favor...
— Señorita, no le servirá de nada. No puede verlo. Por favor, hágame caso sino usted terminará internada también, fíjese como está. Sus pupilas dilatadas, por como su pecho se infla, tiene una arritmia, y esta pálida.
— De acuerdo, no me quedaré. Pero me avisan.
No me quedaría, no soportaría estar internada en un hospital. No en ese hospital, donde perdí a mis padres, y a mi hermanito Zack. No aquí…
Tome un taxi nuevamente al edificio.
Al abrir la puerta del apartamento de Adam, noté nuevamente la hoja sobre la mesa ratona, me quité el saco, los tacones y la tomé mientras me sentaba en el sofá.
“ Mi querida gatita, mi amada Ana:
Al leer aquel titulo no pude evitar las lagrimas que descendían con lentitud por mi mejilla, y un leve sollozo que generaba un nudo doloroso en mi garganta.
Cuando leas esta carta, seguramente estaré tendido en el suelo, seguramente mi alma dejó mi cuerpo,  y ahora sea solamente una cáscara (sexy).
Quizás… perdón, seguramente estés llorando como una viuda, y te pido perdón, lo ultimo que quiero es que sufras por mi culpa, y quizás mi decisión también fue por eso.
Hoy, cuando te fuiste a trabajar, me recosté en mi sofá, pensando…
Mi móvil sonó y era Roni, quien me llamó, Roni es el hermano de lisa. Se escuchaba asustado, y fue en entonces cuando me dijo que su hermana, ósea Lisa se había disparado en la cabeza, matándose, y por consiguiente, matando al bebé.
Fui hasta la casa, el hermano estaba asustado, muy asustado y me entrego una nota, que decía que era mejor que me muera así dejaba de hacerle daño a la gente, y si amaba a alguien que lo deje ir…
Maté a mi hijo. Por mi culpa, ella se suicidó.
Ana no puedo pedir que me perdones, pero no quiero herirte como herí a Lisa, Mi vida es una mierda, no tengo nada, solo a ti. Y no quiero romperte mi pequeña gatita de cristal.
Quiero que me leas atentamente…
Te buscaría en la otra vida, y en las diez mil próximas. Porque es contigo con quien quiero estar toda una eternidad. Te amo Ana. Y aunque no me esperes todas esas vidas, yo empedernido te buscaré igual
      Quiero que te cuides, y no hagas nada extraño.
                           Siempre tuyo, tu sexy hombre, Adam.

PD: en mi mesa de luz, hay una caja, que contiene un anillo. Pensaba dártelo esta semana, cuando te pediría oficialmente que seas mi novia, mi mujer. Lastima que no llegué, pero el anillo es tuyo, y en la parte interna dice:
 “Una eternidad contigo”.
No sabía que escribir, pero junto a la caja, hay una nota y esta dice:
“que nuestro infinito sea incierto, no significa que al morir nos separaremos, te buscaré en cada vida que pase, mi amada Ana”.
Y como era de esperarse rompí a llorar desgarradoramente, mis gritos con su nombre eran infinitos, arrugue aquella carta al estrellarla con mi pecho y hundirme en el sofá.
— ¡Adaaaaaaam!.

Día tres: “decisión, esperanza y verdad”

Desperté con mis ojos súper hinchados, y mi garganta irritada. Miré la pantalla de mi celular, y no había rastros del hospital.
Así como estaba corrí lejos del apartamento y me fui directamente al hospital.
Subiendo a la sala de internaciones, camine nuevamente, ida y vuelta aquel pasillo, esperando al jodido médico. No aguantaba tales nerviosismos, me acerqué a la administración y con mis dedos golpeteando el cristal llame la atención de la mujer a cargo.
— Necesito información sobre el paciente en coma farmacológico de la habitación 115, Adam Lecroix.
— Si, un momento. —Dijo y tomo el teléfono, marco un interno y  sonrió haciéndome entender que alguien vendría.
— Disculpe, ¿usted es la novia del señor, Lacroix?.
— Si. ¿Cómo está?.
— Él está estable, aun inconciente y en observación. Tranquila.
¿Tranquila?, ¿tranquila me dice? ¡¡ Como carajo quieres que me tranquilice con Adam en coma!!
— ¡Escúcheme...! —Dije lo bastante algo como para atraer la atención de todas las personas alrededor, miré el cartel con el nombre y proseguí — Señorita, Vaner, Mi novio, esta en coma, ¡me hizo una maldita carta de amor y despedida, ¿ y usted me prohíbe entrar a verlo cuando se puede morir? —Grite. La enfermera me tomó del brazo y me solté rápidamente.
—De acuerdo, tranquila… cinco minutos. No más. Estaré contando…
— Gracias.
Al entrar a aquella habitación desolada, mi pecho se comprimió al recordar momentos dolorosos del pasado. El único sonido era la maquina donde estaba conectado Adam.
Sus ojos estaban cerrados, y tenía una sonda en su nariz, la cual le daba oxigeno. Sus manos descansaban en la parte baja de su abdomen, y sus labios estaban entreabiertos.
Me quedé observando el desteñido tono de su piel. Tomé su mano y me senté junto a él.
— Hola Adam…—Murmure con mis ojos llorosos. — vine a verte, y generé un gran drama para poder estar recién contigo. — Sonreí de lado, y solloce— Necesito que te despiertes, necesito escucharte, necesito besarte. Te amo Adam. Te amo, y si dije que te amo, recién ahora lo comprendí. Lo comprendí cuando te vi tirado en el suelo, cuando mi corazón frenó y pensé que estallaría en millones de pequeñas partículas. Y respondiendo a tu carta, te esperaría la vida entrante y las diez mil que seguirán. Te esperaría toda una eternidad, y no miré el anillo, porque quiero que me lo des tú, para poder decirte que SI, ACEPTO SER TU NOVIA.
No puede hablar más. Recosté mi cabeza sobre su estómago y lloré, si él moría, entonces también lo haría yo.
Sentí un apretón a mi mano, y elevé mi rostro. Tape mi boca con mi mano, cuando vi a Adam mover su cabeza y relamer sus labios resecos.
—¡Enfermera! —Grité. Al instante como era de esperarse la enfermera que montaba guardia afuera apareció. Me aparté y salí afuera, mientras que ella llamaba al grupo medico.
Lloré. Pero esta vez de alegría, Adam estaba mejorando, y la vida no me lo arrebataría como hizo con mi familia. Ahora él era mi motivo de vida,
Ahora por fin se que amo a este hombre como la jodida mierda. Ya no tengo nada que pensar, solo esperar para amarlo cada vez más.







       


                                         
                                           
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